Aspectos conceptuales sobre la estrategia y la planificación estratégica (página 2)
Enviado por Ing. Reydel Pe�a Nieves
La planificación estratégica hace más partícipe del futuro a la organización que se está empeñado en desarrollar, a todos sus integrantes (sean socios, gerentes o trabajadores). El conseguir buenos resultados no es solamente fruto del azar o la buena suerte, el desarrollo empresarial se logra con bases mucho más sólidas y estructuradas, así como a través de un soporte mucho más favorable. Hay que determinar las condiciones en que se desenvuelve una empresa y solamente a través de respuestas que soporten un análisis fuerte, se encontrarán las formas de obtener un mejor comportamiento general de los esfuerzos corporativos. Para lograr desarrollar un planeamiento estratégico, se debe disponer de un pensamiento estratégico, es decir, se debe saber cuál es el tipo de empresa u organización que se desea lograr, ya que nadie sabrá que ya llegó a alguna parte si no sabe adónde deseaba dirigirse. Una empresa es, al igual que un bote con varios remeros en el que todos deben esforzarse trabajando en la misma dirección y donde cada uno debe aportar al logro deseado por el grupo y si solamente uno de ellos realiza una determinada fuerza en sentido contrario, nunca se alcanzará una buena velocidad ni se mantendrá el rumbo deseado. Por lo tanto la planificación debe ser el resultado de la expresión conceptual del mayor número posible de los miembros de una empresa. Si resume el espíritu y la voluntad de todos, tanto mejor.
La planificación estratégica no debe verse como algo estático y frío, debe marcar el sendero por el cual se debe caminar para lograr lo que se desea. Es el proceso de determinar cuáles son los principales objetivos de una organización y los criterios que presidirán la adquisición, uso y disposición de recursos en cuanto a la consecución de los referidos objetivos. La planificación estratégica es un proceso de evaluación sistemática de la naturaleza de un negocio, definiendo los objetivos a largo plazo, identificando metas y objetivos cuantitativos, desarrollando estrategias para alcanzar dichos objetivos y localizando recursos para llevar a cabo dichas estrategias.
La planificación estratégica es un proceso mediante el cual los miembros directivos de una organización prevén su futuro y desarrollan los procedimientos y operaciones necesarias para lograrlo. La visión del futuro de la organización proporciona la "ruta" en la cual ésta se debe desplazar y la energía para comenzar ese movimiento. Aunque la mayor parte de las empresas realizan cierto tipo de planeación a corto, mediano o largo plazo, a menudo estos procesos de planeación se conceptualizan e implementan de manera deficiente. Además, los planes estratégicos rara vez impactan las decisiones diarias. Un componente necesario de la planeación estratégica efectiva es anticiparse a las jugadas del oponente. Un equipo de planeación no sólo debe decidir sobre la dirección que debe de tomar, sino también realizar un proceso de prever el futuro y considerar las consecuencias de los movimientos.
La estrategia es el producto de un acto creativo, innovador, lógico y aplicable que genere un conjunto de objetivos, de asignación de recursos y de decisiones tácticas, destinadas a hacer que la empresa alcance una posición competitiva ventajosa en el entorno socioeconómico, donde la organización en cuestión se desenvuelve, y a mejorar la eficacia de la gestión. Por lo tanto, al planificar estratégicamente se trata de mantener a la organización siempre adaptada a su entorno, pero no como una respuesta pasiva a sus impactos, sino de forma anticipante, de manera que la empresa, empleando al máximo sus recursos y capacidades, puede aprovechar convenientemente las oportunidades y minimizar las amenazas.
Para la planificación estratégica no es suficiente la formulación de estrategias acertadas; hay que añadir la dirección eficiente de los recursos y la solución de múltiples problemas cotidianos relacionados con la motivación de los empleados, la administración financiera, la planificación y el control de la producción, la actividad comercial, etc. Un enfoque de este tipo exige tomar muy en cuenta aspectos culturales y organizacionales. La cultura empresarial preconiza el adoctrinamiento en la misión y la filosofía de la empresa, y trata de integrar los valores empresariales e individuales, concediendo mucha importancia a los recursos humanos y la creatividad como medios necesarios para mejorar la posición de la empresa. Hoy en día el entorno empresarial se ha vuelto más complejo, más dinámico y más incierto, haciendo más vulnerables a las empresas, a la vez que ofreciendo más oportunidades de desarrollarse satisfactoriamente. Se hace necesario, por lo tanto, un nuevo planteamiento: la conveniencia de un cambio de actitud de la dirección, que posibilite la rápida adaptación de la empresa a un entorno turbulento.
Tradicionalmente se ha planteado una constante preocupación, por parte de la administración, por la eficiencia. Si bien la eficiencia es necesaria para la supervivencia y desarrollo de una empresa, no es condición suficiente, en cuanto a la empresa, que como bien se ha planteado anteriormente, está constantemente interrelacionada con su entorno. Ahora bien, en un entorno estable tal vez pueda seguir siendo aceptable que los directivos centren sus esfuerzos sobre la eficiencia, pero en un entorno turbulento es indispensable concebir el proceso directivo en estrecha relación con la evolución de dicho entorno, ya que dadas las circunstancias de un entorno dinámico y variable, todos los factores y elementos fundamentales de la empresa, están fundamentalmente relacionados con su capacidad de dominar el cambio y adaptarse a esas turbulencias, no basta con hacer las cosas correctamente, hay que hacer las cosas correctas. El aspecto fundamental de la actitud estratégica -la estrategia es mucho más- es que el centro de la dirección debe desplazarse desde el ámbito interno de la empresa, y la eficiencia, hacia las relaciones empresa-entorno, y la eficacia; la dirección debe cambiar de actitud y desplazar su centro de atención a la totalidad de las relaciones empresa-entorno en un esfuerzo de mejor conocimiento y entendimiento de este último.
La determinación conjunta de los objetivos de la empresa y de las líneas de acción para alcanzarlos, expresan lo que quiere hacer la empresa en el futuro, proporciona un eje de orientación mediante el cual se expresa la voluntad fundamental de la organización. A esta preocupación por delimitar la línea conductora para el desarrollo de la actividad de la empresa en el futuro, responde a la necesidad por parte de la empresa, de una actuación pensada y medida, en término de objetivos y medios, y a eso es lo que se ha llamado Estrategia. La estrategia empresarial explicita los objetivos generales de la empresa y cursos de acción fundamentales, de acuerdo a los medios actuales y potenciales de la empresa, a fin de lograr la inserción óptima de ésta en el medio socioeconómico.
Ahora bien, la estrategia cobra su sentido dentro de la planificación estratégica; la intención de dominar y encauzar el destino de la empresa, concretada en la estrategia, se puede realizar en el marco de la planeación, definiendo a ésta como el análisis racional de las oportunidades y amenazas que presenta el entorno para la empresa, y sus puntos fuertes y débiles de ella frente a su entorno. La idea básica de la planeación estratégica es la de un análisis sistemático y riguroso, tanto del ámbito interno de la empresa como de su entorno, en busca de sus aspectos positivos y negativos respectivos, y de una compatibilidad entre ambos.
La planificación estratégica puede concebirse como una estructura teórica para la reflexión acerca de las grandes opciones de la empresa, la cual se fundamenta en una nueva cultura organizacional y una nueva actitud de la dirección, donde ya no se trata de "capear" las dificultades traídas por un entorno turbulento, sino ir a su encuentro, donde se huye de lo improvisado en busca de lo analítico y de lo formal. La planificación estratégica es también un intento de mejorar la dirección y la gestión de una organización, utilizando la estrategia para guiar sus acciones, pero integrando las nociones de la preparación de la puesta en marcha y de asignación de recursos. Así pues, el paso de lo estratégico a lo operativo es también competencia de la dirección estratégica, así como mantener la correspondencia y armonía entre ambos.
La planificación estratégica, como primer paso de dirección estratégica, consiste en crear un sistema flexible e integrado de objetivos y sus correspondientes alternativas para lograrlos (estrategias), que concreten y especifique la misión y la visión definida para la empresa y sus negocios. La planificación estratégica permite gestionar el cambio, lo más importante en un plan estratégico es la definición nítida y clara de los objetivos que permitan guiar la acción de la empresa. Estas son actividades trascendentales para el futuro de la empresa, la decisión como alcanzarlos debe responder a diferentes alternativas, cada una de las cuales se constituye en programas y proyectos cuya viabilidad debe ser analizada. Como proceso la planeación estratégica recorre una serie de fases que en su desarrollo conducen a encontrar diferentes soluciones estratégicas.
Dentro de las fases de la planificación estratégica aplicable a una empresa, determinar la finalidad es la esencia de la planeación. Determinar esta finalidad es saber qué se quiere en una empresa y resolver la cuestión ¿cuál es el fin de la empresa?, es un proceso importantísimo que constituye la base de todo sistema de planificación.
Definida dicha finalidad, se pasa entonces a entender cuáles serán las estrategias. Las cuales son líneas de acción definidas en términos cualitativos y a realizar a largo plazo con el propósito de dar cumplimiento a la misión de la Organización. La finalidad de la empresa es la de "perpetuarse", pero para esto tiene que siempre estar adaptándose al entorno y cambiar de finalidad operativa cuando este lo exija, para así poder seguir cumpliendo con su fin principal, que no es más, que la obtención de beneficios. Posteriormente se definirán los objetivos, que son expresiones cuantitativas de hechos concretos a los que es necesario llegar para cumplir las estrategias. Estos deben expresarse en términos cuantitativos específicos y medibles, como un refinamiento de la misión en dichos términos. Además de lo anteriormente expuesto, que han de ser tangibles y cuantificables, tendrán, al menos, dos elementos en común: tiempo y recursos. La vía para concretar los objetivos son las acciones. La función básica de la planeación estratégica es dar cumplimiento a los objetivos empresariales.
Hoy como consecuencia de un entorno turbulento, caótico y sobre todo dinámico, la planificación estratégica se hace mucho más necesaria para cualquier empresa que tenga como meta la eficiencia y la óptima utilización de sus recursos humanos y financieros. El proceso de planificación estratégica está compuesto por un conjunto de procesos organizacionales e intervenciones individuales, las cuales concilian con las oportunidades y amenazas del entorno, así como, las fortalezas y debilidades de la organización con el fin de definir un sistema objetivo, y estrategias que lleven a un resultado esperado. Es importante señalar el valor del factor humano como parte del proceso y sus resultados. La planificación estratégica busca un futuro mejor y determina como llegar a él, a través de una guía para la toma de decisiones, es un instrumento ideal para llevar las organizaciones de donde se encuentran hasta donde se quiere llegar. Se destaca además, dentro de los esfuerzos dirigidos hacia las acciones futuras y representa una relación de la empresa con su entorno. Los valores, las creencias y las expectativas compartidas por todos los miembros de la organización hacen a la planificación estratégica más efectiva y con mejores resultados.
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Autor:
Reydel Peña Nieves
Maestría en Administración de Negocios (MBA) e Ingeniero Industrial
Universidad Central de Las Villas (UCLV) 2002
Villa Clara
Cuba
© Reydel Peña Nieves, 2009.
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