- El Trasfondo de la Reforma Protestante
- Principios hermenéuticos de los Reformadores
- Lista de referencias
El Trasfondo de la Reforma Protestante
1.1. Corrupción en la Iglesia Católica Romana
No se debe pensar que la corrupción moral la iglesia cristiana del siglo XVI había alcanzado a todos y cada uno de los miembros de la Iglesia católico Romana. Sí habían sectores de gente piadosa durante este siglo, pero no eran la mayoría, y lamentablemente lo escandaloso siempre tiene mayor publicidad en todos los tiempos. Que habían sectores de gente piadosa en la Europa Católica Romana del siglo XVI puede comprobarse por dos hechos claros.
Primero, había un buen número de piadosos que donaban dinero y propiedades para la construcción de iglesias en distintas localidades.
Segundo, existía un real apetito por la literatura devocional durante los siglos XV y XVI (Bray 1 996, 166).
Ciertamente, los abusos y corrupción de la Iglesia era unan amenaza a la fábrica misma de la sociedad, es decir a la moral social. Pero también hubo dos amenazas más contra el occidente católico-romano:
La peste bubónica y la amenaza Turca en la mitad del siglo XIV. La peste bubónica empezó en 1347 y se prolongó hasta el siglo XVII provocando la muerte de millares de europeos.
Los musulmanes otomanos (turcos) empezaron su expansión hacia Europa en 1354, y ya para el año 1453 habían conquistado Constantinopla bajo Mohamed H. A la vez, los europeos empezaban a explorar nuevos mundos para expandir sus territorios. Martín Lutero tenía sólo 9 años cuando Colón llegó a tierras de América del sur. Con la llegada de Colón a América los europeos salieron de su ignorancia en cuanto a la existencia de otras tierras habitadas, fuera de Oriente y de Europa.
Paralelamente, grandes cambios políticos ocurrían en las tres monarquías más poderos de Europa: Francia, España, y Gran Bretaña. Todos estos eventos tenían sus impactos sociales y políticos, pero fue la confrontación con el poder papal, lo que dio a la reforma protestante su más poderoso impacto en todos los terrenos de la experiencia humana europea.
El poder papal empezaba a tambalear un siglo antes de la reforma protestante. En ese tiempo, habían dos papas rivales en Occidente. Es más, en 1 409 llegó a haber tres papas en pugna por el poder[1]Este hecho restaba unidad a la iglesia y revelaba su descomposición por su extremada politización y secularización.
Junto a la descomposición de la iglesia, un cambio cultural y filosófico de grandes proporciones estaba también ocurriendo en Europa. Era el renacimiento (McNair 1 985, 349), que como su nombre lo indica, significaba "re-nacer". Con este nombre se quería decir que había empezado un avivamiento de los valores de las civilizaciones clásicas de Grecia y Roma, en el arte, en la política, en la vida académica e intelectual. Este renacimiento privilegiaba la lectura y la interpretación de los textos clásicos en sus idiomas originales, en griego y latín.
Dentro de este movimiento y nuevo estilo cultural se enmarcó, en buena medida, la lectura de la Biblia en los idiomas originales (hebreo, arameo, y griego). Y esto, impulsó su traducción más precisa a los idiomas vernaculares.
1.2. Esfuerzos reformadores en España
Creación de la Universidad de Alcalá fe Henares en Madrid por los reyes católicos Isabel y Femando entre 1 498 a 1 505.
En esta universidad, Jiménez de Cisneros[2]tradujo al castellano la Biblia denominada "Políglota Compultense"[3].
?El plan de los reyes católicos consistía en lograr la unidad religiosa y política de España mediante la enseñanza del Cristianismo.
Esta reforma partía de la corona y llegó a ser intolerante. Dicha intolerancia llegó a su cúspide durante el Siglo XVI, cuando los Reyes católicos aprobaron la expulsión de más de 100,000 judíos, bajo la presión de elegir entre el bautismo o el exilio, durante el siglo XV.
1.3. Esfuerzos reformadores en Alemania
En 1 415 el Checoeslovaco[4]Juan Hus había sido condenado a ser quemado vivo por orden del Concilio de Constanza. Su crimen fue predicar con énfasis en:
La autoridad de la Biblia en la Iglesia.
La Iglesia como cuerpo de Cristo con Cristo como su Única Cabeza (en su obra titulada De la Iglesia).
Defendía la tradicional autoridad de los clérigos, pero afirmó que sólo Dios perdona el pecado.
Enseño que los papas y los cardenales no tenían autoridad para establecer doctrinas contrarias a la Escrituras, y que ningún cristiano estaba obligado a obedecer doctrinas erróneas.
Cuestionó el que no se le de el vino a todos los creyentes, y condenó la venta de indulgencias.
Martín Lutero, en 1 517 inició el movimiento reformador lanzando un desafío muy potente contra una de las peores y más evidentes desviaciones teo1ógicas y morales de la Iglesia católico-romana: La venta de indulgencias.
Principios hermenéuticos de los Reformadores
Como habíamos dicho al inicio, el Renacimiento puso un fuerte énfasis en la necesidad de la lectura e interpretación de los textos originales en la literatura y la ciencia. En este período se puso énfasis en leer e interpretar la Biblia en sus lenguas originales, teniendo a la cabeza de esta propuesta a Reichlin y Erasmo de Roterdam.
?2.1. La hermenéutica Medieval
Fue en este período en que se desarrolló el principio hermenéutica cuyo énfasis era que el texto bíblico tiene un sólo sentido y no un sentido cuádruple (Micke1sen 1 982, 35).
Sentido literal: muestra lo que Dios y nuestros padres hicieron.
Sentido alegórico: muestra dónde está escondida nuestra fe.
Sentido moral: el significado no da reglas para la vida diaria.
Sentido espiritual o anagógico: muestra dónde termina nuestra lucha.
La implicación de este principio hermenéutica de la multiplicidad de sentidos en el texto bíblico es que su significado no está expuesto en ella, sino escondido en ella.
La afirmación de los reformadores de que el texto bíblico tiene un sentido único, se generalizó acuñando la frase SOLA SCRIPTURA.
Este principio general acuñado por los reformadores fue el pilar hermenéutico fundamental de los reformadores. Para ello se basaron en dos asunciones fundamentales (Berkhof 1 989, 28).
La Biblia es la Palabra inspirada por Dios.
La Biblia es el juez supremo en toda controversia teo1ógica. Por lo tanto sólo la Biblia es infalible, mientras que la tradición y autoridad eclesiásticas son falibles. Son las Escrituras las que determinan lo que la iglesia debe creer y enseñar.
En base a estos dos asunciones, los reformadores formularon dos principios hermenéuticos:
Scriptura, Scripturae interpres, que significa: La escritura es intérprete a sí misma.
Ominis intelectus ac expositio Scripturae sit analogia fidei, que significa: Toda exposición y comprensión de la Escritura está en conformidad con la analogía de la fe, o la uniforme enseñanza de la misma Biblia.
2.2. La hermenéutica de Martín Lutero
Martín Lutero defendió el juicio privado en la interpretación y formuló las bases para tomar en cuenta el contexto histórico del texto. Veamos sus principios rectores (Micke1sen 1 982, 38 – 39).
Lutero afirmó decisivamente el derecho de cada creyente a interpretar la Biblia por sí mismo, para lo cual procuró que la Biblia se traduzca al idioma del pueblo. El hizo precisamente eso al traducir el NT al alemán del pueblo.
Para Lutero la alegoría constituía una "monería" que sólo muestra la ingenuidad del exégeta. Contra esto, él sostuvo que la interpretación debía ?privilegiar el sentido literal del texto y rechazó tajantemente la alegorización del texto, aunque no escapó totalmente de ésta al tratar de encontrar a Cristo por todas las partes de la Biblia.
Afirmó la necesidad de la iluminación del Espíritu Santo en el proceso de interpretación de las Escrituras.
Afirmó, quizás en exceso, la centralidad de Cristo en la interpretación de la Biblia. Se dice que su "reflexión sobre el mensaje de la carta a los Romanos lo convenció de que el sentido de las Sagradas Escrituras es Cristo y el plan de salvación. De ahí en más, esta convicción llegó a ser su principio hermenéutica. Dios se revela en Cristo, y la Escritura es el libro que proclama esta revelación. Quien no descubre en las Escrituras a Cristo, carece de la clave que las hace inteligibles" (Schuler en la introducción al comentario de Lutero a Gálatas).
Luego, Melanchton, como mejor conocedor del las lenguas originales de la Biblia, fue el que planteó los dos principios esenciales de la hermenéutica reformada. Primero, que las Escrituras deben entenderse gramaticalmente antes que teológicamente, Y segundo, que la Biblia tiene un solo sentido simple y cierto.
2.3. La hermenéutica de Juan Calvino
Entre todos los reformadores, el más grande exégeta fue sin duda Juan Calvino. El asumió los principios fundamentales de Lutero y Melanchton pero los superó grandemente. Calvino no sólo escribió uno de los mejores tratados de teología sistemática de su tiempo (Las Instituciones), sino que también se dedicó mayormente al trabajo de interpretar la Biblia. Producto de esta dedicación son los comentarios de toda la Biblia, excepto el libro de Apocalipsis.
Juan Calvino, no sólo afirmó los principios hermenéuticos reformados ya existentes sino que formuló en forma más sistemática los principios de la hermenéutica reformada, que son (Bray 1 996, 201 – 202, Berkhof 1 989, 29 – 30):
Él privilegió el método histórico-gramatical de interpretación del texto bíblico. Estos significa que antes de aplicar el texto a una situación concreta del hoy, se tiene que escrudiñar su significado en su propio contexto histórico. Por ejemplo, muchos creyentes de hoy dicen que el Salmo 2 habla de Cristo. Pero Calvino, correctamente, dice: este Salmo se refiere primordialmente a David como hijo de Dios y en su dignidad de Rey (Calvino, Los Salmos). No niega que hay una referencia tipológica a Cristo, pero observa que ese no es su significado primario.
En seguida, Calvino afirmó que, aunque hay un significado típico en muchos pasajes del AT, no por eso se puede hallar a Cristo en cada parte de la Biblia (contra Lutero). La Biblia, y especialmente los profetas deben interpretarse a la luz del contexto histórico.
Al igual que Lutero, afirmó la necesidad de la obra iluminadora del Espíritu Santo para una correcta y verdadera interpretación de la Biblia. Sin embargo, no huyó de aplicar su mente y esfuerzo a aprender los ?idiomas originales de la Biblia, ni del conocimiento de la historia, la teología patrística (especialmente de san Agustín) y de la filosofía.
Afirmó también que en la Biblia los creyentes tienen un encuentro personal con Dios quien los convence de la verdad del mensaje que ella contiene.
El principal deber del intérprete- es determinar ella intención del- autor bíblico, y dejar que el texto hable en lugar del intérprete.
La brevedad lúcida es el mayor mérito de un intérprete de la Biblia, en lugar gastar tiempo en vanas repeticiones y desviaciones de lo que el texto significa. Por ejemplo, al comentar 1 Timoteo 1:7, dice:
"Vemos en la actualidad con cuanto orgullo y con cuanta arrogancia las escuelas de la Sorbona pronuncian sus decisiones autoritarias. ¿Y sobre qué temas? Sobre aquellos que están completamente fuera del alcance de la mentalidad humana, y que ni afirmación de la Escritura ni revelación nos los han dado a conocer. Y todavía con mayor atrevimiento proclaman su purgatorio ("y en el papado, ¿cuáles son los articulas de fe que deben tenerse como más ciertos? ¿Qué ángel, o qué demonio, les reveló que existe un purgatorio?
Ellos mismos se lo han fabricado con su propia cabeza; y después de haber intentado aducir algunos pasajes de las Sagradas Escrituras, a la larga se ha quedado aturdidos, de suerte que no saben cómo defender su purgatorio, salvo por su antigüedad. "¡Allí lo tenéis!", es lo que nos dicen. Tal es el fundamento de la fe, de acuerdo con los letrados papistas. Y entonces no debemos poner en tela de juicio que debemos acudir a los santos muertos a implorar su ayuda como nuestros abogados e intercesores.
El acudir a Dios, sin tener como nuestro guía a san Miguel o a la Virgen María, o algún otro santo a quien el Papa habrá insertado en su calendario para la ocasión, no servirá de nada. ¿Y por qué? ¿Sobre qué base?
¿Encontrarán en todas las Sagradas Escrituras una sola palabra, una sola sílaba, para demostrar que las criaturas, es decir, las personas finadas, interceden por nosotros?
Porque en este mundo debemos orar los unos por los otros, y ésa es una obligación mutua; pero en cuanto a los muertos, ni una sola palabra se dice de ellos". Fr. Ser.), que la resurrección de los muertos. Tocante a sus invenciones acerca de la intercesión de los santos, si no las aceptamos como un oráculo certísimo, nos gritan que toda la religión se ha trastornado. ¿Qué diré de sus complicados laberintos acerca de las jerarquías del cielo, relaciones, e inventos semejantes? Esto es cosa que no tiene fin.
El Apóstol insinúa que en ellos se cumple lo que dice un viejo y conocido proverbio: "La ignorancia es atrevida"; pero los previene para que "ninguno los defraude de su galardón, haciendo alarde de humildad y culto a los ?ángeles, entregándose a sus visiones, y vanamente hinchados por la mente de su carne" (Col. 2:18)".
2.4. La hermenéutica de la reforma hoy
En la actualidad, para la iglesia reformada, el principio hermenéutico general significa (Vos 1 980, xviii):
La Biblia tiene un sentido unificado en toda su extensión y partes. Lo cual implica que debemos ver la Biblia como una unidad formada por una variedad de partes. De modo que para interpretar una sus partes hay que hacerlo a la luz de toda su unidad, se trate de un libro o de un texto.
La revelación bíblica tiene su propia estructura y unidad. En ella· se registran fielmente la estructura y unidad de la historia de la revelación. La historia de la revelación es el testimonio y la interpretación de la historia redentora que se centra en Cristo.
Esto significa que para interpretar las Sagradas Escrituras se debe tomar en cuenta como contexto la totalidad de la historia de la redención[5]Por eso, la perspectiva histórico-redentora es un horizonte indispensable para entender la Biblia en parte o en su totalidad (Vos 1 980, xx).
?Lista de referencias
Calvino. 1 556. Comentario a la primera epístola pastoral de san Pablo a Timoteo. Disponible en línea: www.iglesiareformada.com
Finucane, Ronald. 1 985. An age ofunrest. En A Lion Hanábook: The History of Christianity. Ed., Tim Dowley. England: Lion Publishing.
Lutero. 1 519. Comentario de la carta de Pablo a los Gálatas.
McNair, Philip. 1 985. Seeds of renewal. En A Lion Handbook: The History of Christianity. Ed., Tim Dowley. England: Lion Publishing.
Mickelsen, A. Berkeley. 1 982. Interpreting the Bible. Grand Rapids, Michigan: Eerdmans.
Vos, Gerhardus. 1 980. Redemptive history and bíblical interepretation, the shorter writings ofGeerrhardus Vos. New Jersey: Presbyterian and Reformed Publishing Co.
Autor:
Alonzo Ramírez, Ph.D.
[1] Uno de los papas era Gregorio XII (1 406 – 1 415), que fue depuesto por el colegio de cardenales y eligieron como el Papa oficial a Alejandro V (1 409 – 1 410) pero no fue aceptado por Roma, entonces se nombró como Papa a Juan XXIII para suceder a Alejandro V en 1 410 (Finucane 1 985, 329 – 330).
[2] Jiménez de Cisneros, era un Fraile Franciscana del convento de la Salceda, ampliando su penitencia en el Convento del Castañar. Hacia 1 495, fue nombrado Arzobispo de Toledo y el Papa 10 designó reformador de los conventos franciscanos.
[3] Esta Biblia está “compuesta por seis tomos en folio, la obra pasó por un largo y meticuloso trayecto editorial. y si bien la impresión se llevó a término entre 1 515 y 1 517, la totalidad de los volúmenes no estuvo disponible hasta 1522”. Esta Biblia tenía las siguientes características: tenía el texto hebreo, la LXX, el Targum arameo de Onkelos, uno y otro con traducciones latinas interlineales, y la Vulgata. Los cuatro primeros tomos lo formaban el AT; el quinto, el NT (texto griego y latín de la Vulgata), y el sexto es de gramáticas y vocabularios (hebreo, caldeo y griego)". Ver, Httt:// cvc.cervantes.es/ACTCULT/ciudades/alcala_henares/índice/biblia.htm
[4] En este periodo Checoeslovaquia estaba bajo el dominio de Alemania.
[5] La historia de la redención tiene que ver con "la decisiva actividad divina subsiguiente a la caída, hasta la venida de Cristo mediante la cual Dios está ejerciendo su señorío sobre toda la historia con el fin de cumplir con sus propósitos eternos para con toda la creación" (Vos 1 980, xxi).