Morbilidad dermatológica pediátrica en consulta externa. Jatibonico. Abril 2004-Marzo 2005
Enviado por Patricia Romero González
- Resumen
- Objetivos
- Control Semántico
- Diseño Metodológico
- Variables
- Análisis y Discusión de los Resultados
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias Bibliográficas
- Anexo
Resumen
Se realizó un estudio descriptivo, transversal para caracterizar la morbilidad dermatológica pediátrica de consulta externa en el municipio Jatibonico, en el período comprendido entre abril del 2004 y marzo del 2005, a partir de una muestra de 232 pacientes, la información se obtuvo con un formulario confeccionado al respecto, que incluyó: edad, sexo, color de la piel, zona de residencia, antecedentes patológicos familiares y personales de atopía, características de la vivienda, tipo de institución educacional a la que asistía y época del año en que ocurrió el caso.
El procesamiento estadístico incluyó una base de datos confeccionada en SPSS, después se calcularon e interpretaron los indicadores del nivel de medición de las variables y se analizaron a la luz de la literatura revisada. Los resultados fundamentales fueron estar entre 0-4 años con 40,5 %, ser femenina (128), de la raza blanca (89,0 %) y residir en zona urbana (56,5 %); las entidades más frecuentes: las infectocontagiosas (escabiosis e impétigo), entre las alérgicas la dermatitis atópica (11,6 %). Entre los antecedentes familiares fue el asma (12,1 %) el más registrado. Las variables ambientales coexistentes fueron escaso hacinamiento, no vinculación institucional seminterna o interna y ocurrir en verano. Finalmente se llegó a conclusiones, sugiriéndose posibles recomendaciones para mejorar el trabajo en la Atención Primaria de Salud.
Introducción
La piel (del latín pellis) debe considerarse como un órgano de forma extendida a modo de membrana de revestimiento que contiene y protege del ambiente a todos los demás órganos y aparatos del cuerpo humano. Constituyen el órgano mayor de la economía al representar hasta el 10% del peso total del individuo.
Su color varía considerablemente de acuerdo con la raza, el género de vida, la zona del cuerpo, la edad, etc. Es a la vez de consistencia suave y flexible, pero de gran resistencia y con sus múltiples funciones contribuye a asegurar el organismo humano, su vida y su salud.
Además de los factores de diferencias anatómicas, físicas, fisiológicas y bioquímicas, las actividades y juegos de los niños crean condiciones de contagio que son diferentes a las de los adultos (1) (2).
Ocurre una transición gradual desde que el niño nace hasta que llega a la pubertad y la adolescencia, donde está sometido a cambios hormonales, que también influyen en la posibilidad de aparición de enfermedades específicas (3).
FitzPatrick citado por Stern(4) afirma que en los Estados Unidos de Norteamérica una de cada tres personas presenta enfermedades de la piel e incluso se les detecta más de una Espinal Fuentes y Colaboradores (5) determinaron que de 328 niños con enfermedades cutáneas que acudieron a consulta, el grupo de edad mas afectado fue el de los pre-escolares.
El niño al nacer cambia radicalmente su ambiente de un medio líquido, aséptico, termorregulado y protegido de la radiación ultravioleta, a un ambiente seco, con flora microbiana abundante, generalmente más frío y absolutamente a merced de la radiación solar. Cuando es pequeño tiene menor grosor anatómico, esta menos cornificada (la capa córnea no se completa hasta los 4 años de edad), es menos pilosa, su sudor y secreciones son mas escasas, las glándulas sudoríparas apocrinas están ausentes o son insignificantes hasta cerca de la pubertad, la producción de melanina es menor, por tanto recibe mas radiaciones ultravioletas (6).
En el recién nacido a termino la permeabilidad es equivalente a la del adulto, los productos de aplicación tópica pueden alcanzar concentraciones sanguíneas elevadas debido al aumento de la relación entre la superficie cutánea y el peso corporal. La actividad sebácea, que es abundante entre el sexto y noveno mes de gestación, después del nacimiento esta en reposo hasta la pubertad, por lo que la piel del niño tiene tendencia fisiológica a la sequedad (7).
El recién nacido está más predispuesto a lesiones ampollosas traumáticas porque la unión dermoepidérmica es más lábil y tiene uniones intercelulares epidérmicas (8).
En el cuidado de la piel son aspectos importantes su integridad, la higiene (con especial atención al cuidado del ombligo y el área del pañal), el control de la temperatura y el adecuado uso de antisépticos y emolientes.
Es necesario tener en cuenta que en el nacimiento el PH es neutro, acidificándose posteriormente. La utilización de jabones alcalinos aumenta transitoriamente el PH cutáneo y favorece la irritación y las infecciones. Además la piel en esta etapa está menos desarrollada inmunológicamente y posee más permeabilidad desde el punto de vista físico (9).
Existe un gran grupo de enfermedades de la piel y sus anejos, que son mas frecuentes a las edades tempranas, algunas solo aparecen en el recién nacido como la hiperplasia sebácea, milium, mancha mongólicas, eritema tóxico, otras son más frecuentes en el niño mayor como la dermatitis atópica, impétigo contagioso, molusco, enfermedades eruptivas, otro grupo se ve en la adolescencia como el acné, las infecciones de transmisión sexual (10).
Es posible que algunas enfermedades se identifiquen en el nacimiento o en la primera infancia, o que se descubra en los primeros años de vida para continuar su evolución durante la edad adulta es por ello que la morbilidad dermatológica en el niño fue el tema seleccionado para desarrollar en este trabajo, ya que si conocemos las formas de manifestarse podemos trabajar en su prevención y control.
Se analizaron por años, del 91 al 95 del pasado siglo, los pacientes atendidos en consulta del Pediátrico Juan Manuel Márquez y se compararon con la totalidad de enfermos que globalmente utilizaron dichos servicios externos en igual período y se observó que el 10,5% se correspondían a nuestra especialidad (11).
En la mayor parte de los países, las enfermedades de la piel son las afecciones más comunes en la Atención Primaria de Salud y según Hay (12) del 49,0 % en el estado de Guerrero en México y del 52% según Ibraginar en Rusia (13).
Dafhnis en un estudio en Matanzas precisó que de 1200 niños de círculos infantiles 327 mostraban lesiones de piel para un 27,2% de éstas. En estudios realizados en Cuba en 1991 se demostró que después de Medicina general y Pediatría la Dermatología sigue en orden de frecuencia de consultas ofrecidas con una tasa de 8,7 x 100 habitantes (14).
Los datos estadísticos analizados en el hospital pediátrico de Sancti-Spíritus durante el período 2000-2003 en los pacientes atendidos por consulta externa evidencian que el mayor porcentaje correspondió a zooparasitosis y piodermitis (46.2%) seguidos de dermatosis como la pitiriasis alba (37,3%).
Antes de la investigación acudían a consulta de dermatología del municipio Jatibonico un número considerable de niños con diferentes enfermedades cutáneas sin que existiera información suficiente y detallada de la magnitud y distribución según variables demográficas, historia personal y familiar de atopía, además factores ambientales (Institucionalización, condiciones de la vivienda y época del año), que son de extrema utilidad para abordar integralmente su manejo y terapéutica, por parte de la familia y las instituciones de salud en los diferentes niveles de atención. Lo referido anteriormente avala la pertinencia de información para la prevención y control de la morbilidad dermatológica en la población infantil, estas fueron entre otras las razones que nos motivaron a realizar este trabajo.
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