En la publicidad de estos anuncios no aparece el domicilio fiscal de las empresas que fabrican y/o distribuyen estos productos, y por toda referencia consta un apartado de correos cuya titularidad solamente puede ser conocida por orden judicial. Este hecho da una idea de la dificultad de localización de la empresa que supuestamente fabrica y/o vende el producto, tanto para obtener información como para una vez comprobadas las irregularidades en la venta y los incumplimientos legales, proceder a poner estos hechos en conocimiento de las autoridades competentes.
Si se facilita un teléfono para solicitar los productos, éste es de tarificación adicional, esto es, el importe de las llamadas efectuadas a este teléfono es superior a otras llamadas y debe incluir una locución de quince segundos indicando el coste de esa comunicación. No se podrá empezar a tarificar al llamante hasta pasados 5 segundos desde la finalización de la locución, y en todo caso los profesionales que ofrezcan asesoramiento dietético deberán aportar certificación que avale el contenido del servicio prestado.
CECU ha comprobado que las llamadas para solicitar los productos a los teléfonos facilitados, que son de tarificación adicional, son atendidas inmediatamente sin que se escuche locución alguna previa informando del coste de la llamada, y su duración media es aproximadamente de tres minutos. Esta práctica, que vulnera la legislación, constituye una clara fuente de ingresos para las empresas que venden estos productos.
Con todos los datos recabados y la legislación existente para regular el mercado de estos productos, podemos afirmar que en los países europeos la situación es muy similar a la española. De hecho, hemos encontrado estudios similares de Francia, Alemania, Italia e Inglaterra.
Pero este problema no es exclusivo de Europa; EEUU, Australia, Argentina, Chile, Perú, Bolivia, etc. también tienen estudios similares.
Las conclusiones de este estudio son que en todos los países desarrollados, la venta de productos adelgazantes está en auge puesto que los índices de obesidad aumentan cada año.
CONCLUSIONES FINALES
La moda, los medios de comunicación, la publicidad y muchos otros factores socioculturales, contribuyen a que la delgadez corporal se asocie a prestigio social, autoestima alta, belleza, elegancia, aceptación social, estar en forma, búsqueda de perfección, y juventud. Esta sistemática asociación es lo que ha hecho que la delgadez se convierta en un fin en sí misma, en un valor.
La presión por adelgazar se ejerce mayoritariamente sobre las mujeres y se impone a través de:
? Los medios de comunicación social, que hacen posible que el mensaje de la delgadez como ideal de belleza llegue a millones de mujeres y hombres a través del cine, la televisión, fotografías en revistas, miles de artículos y reportajes sobre métodos y dietas de adelgazamiento, etc.
? La moda del vestir, presentada por modelos de dimensiones corporales reducidas, casi esqueléticas y la dificultad de encontrar tallas más grandes como si el cuerpo fuese quien tuviera que adaptarse a la moda.
? Los intereses económicos y la gran presión ejercida por los laboratorios e industrias dedicadas a la fabricación de productos para adelgazar y de productos light.
? La transmisión oral de dietas y el gran número de horas que se dedica a hablar de la gordura o de la delgadez en los distintos grupos o colectividades: familia, amigos, compañeros.
? La exigencia de una imagen determinada para desarrollar ciertos puestos de trabajo que hace que algunas personas se exijan el cumplimiento del ideal de belleza para que su promoción profesional sea factible.
? La difusión del estar en forma como sinónimo de agilidad, delgadez, juventud, etc., asociado con frecuencia a la práctica de ejercicio físico más o menos compulsivo y a dietas restrictivas.
? La representación dominante en la sociedad es el cuerpo bonito, designado así solo si es delgado, lo que se identifica a la vez con la belleza y la salud.
Para conseguir ese aspecto físico demandado por la sociedad actual es necesario tener una buena alimentación y practicar ejercicio.
Gran parte de la población no está dispuesta a realizar ningún tipo de esfuerzo para mantener la línea. A consecuencia de esto, la venta de productos adelgazantes está en auge.
Los riesgos que conllevan dichos productos son muy elevados con respecto a los beneficios.
Es necesario, por parte de las autoridades, realizar un control estricto sobre la venta de estos productos. También es necesario que se promulguen normas más estrictas que regulen la publicidad y comercialización de dichos productos.
Por otro lado es necesario concienciar a la población de los riesgos que conlleva consumir determinados productos. Los productos milagro no existen.
Para iniciar una dieta es imprescindible seguir los consejos de un médico profesional en la materia.
La población con obesidad cada vez es más numerosa. Esto es aplicable a todos los países desarrollados.
BIBLIOGRAFÍA
Instituciones:
www.ajcn.org www.cecu.es www.ocu.org www.fesnad.org www.es.nielsen.com www.msssi.gob.es www.invima.gov.com www.camaramadrid.es
Otros:
www.consumer.es www.wikipedia.org www.alimentacion-sana.org www.muyinteresante.es www.adelgazar.net www.asexsor.es www.infosalus.com www.centromujer.es www.elmundo.es
www.pastillasparaadelgazarrapido.com.es www.dietaparaadelgazar.info www.alli.com.es
Autor:
Fernández Gómez, Zoraida Mª
Sandoval Mora, Rafael
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