- Conceptos elementales
- Relaciones Sociales y deliberación
- Globalización y el Diálogo Universal
- Medios de comunicación y deliberación
- "Los Poderes" del Estado y la deliberación
- El diálogo como "motor de la historia"
- Conclusión
Críticas desde el Margen
Antecedentes
Generalmente se tiende a sostener que la democracia liberal se está deslegitimando, no obstante, esta afirmación debería partir del presupuesto de que en algún momento histórico la democracia liberal estuvo legitimada socialmente en nuestro sociedad. Por otro lado, la valoración de legitimación o deslegitimación corresponderá a la particular perspectiva de quien realiza la valoración, a su particular ubicación en las relaciones de producción. La legitimación o deslegitimación no se da en abstracto, sino en base a situaciones concretas de una sociedad concreta. Particularmente en el Perú la democracia liberal, en los breves lapsos de existencia, real o aparente, nunca estuvo legitimada para los llamados sectores marginales.[1] La llamada democracia liberal generalmente estuvo ligada a los centros del poder real; las políticas económicas diseñadas y ejecutadas, más allá de algunos proyectos asistencialistas, nunca consideraron un desarrollo del aparato productivo vinculado a las necesidades económica y laborales de la sociedad peruana en general que permita cierta homogeneidad socioeconómica, condición necesaria pero no suficiente para la construcción de la democracia .
Sin embargo, en el contexto latinoamericano y particularmente en el Perú, el permanente ciclo de di|ctaduras militares y de gobiernos autoritarios, salpicadas por "democracias epidérmicas" que nunca construyeron instituciones estables, ni partidos representativos de sectores sociales fundamentales, generan en esas coyunturas de recambio ilusas expectativas en la construcción de una democracia deliberativa.
Para la teoría democrática convencional la fundamentación del gobierno democrático se da mediante el voto, dado que en el contexto mencionado, el instrumento de la votación no suficiente para legitimar la democracia, la teoría del discurso propone un procedimiento ideal para la deliberación y toma de decisión . Ello explica la razón porque la denominada Democracia Deliberativa, genera simpatías como doctrina normativa no como teoría explicativa de nuestra realidad.
Conceptos elementales
Aun con el conciente riesgo de que la esquematización puede presentar una imagen reductiva del concepto de Democracia Deliberativa, desde una perspectiva sincrónica, consideramos temas centrales lo siguiente:
En un nuevo intento por legitimar la democracia volátil[2] de las sociedades marginales, se esboza discursos desde los países centrales al poder planetario, que pretenden una sociedad consensuada en base al producto de un dialogo argumentativo entre los diversos sectores de la sociedad.
El concepto de democracia deliberativa ha sido desarrollado por J. Cohen, James Fishkin, Carlos Santiago Nino y Jurgen Habermas, con el objeto central de solucionar la relación tensional entre la idea de libertad y la de igualdad. Se pretende que el contenido normativo de los derechos individuales sea producto de un acuerdo comunicativo que lo legitime, como partes dialogante en discursos racionales.
Sería deshonesto no considerar que los partidarios de la democracia deliberativa no asumen su configuración sino a partir de determinadas condiciones históricos sociales que posibilitarían la política deliberativa, estas son:
Una sociedad moderna y plural
Secularización
Progreso en el conocimiento y la ciencia
Primado de la razón
Derecho natural
Libertad
Igualdad
Derechos del hombre
Soberanía popular
Constitución
Parlamento
Centralización
Esta relación enunciativa de condiciones no permitirían un justificación teleológica o metafísica que legitime un orden de dominación.
"La propuesta el modelo de democracia deliberativa apunta a dos objetivos concretos:
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