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Mercado de trabajo

Enviado por rosa tinedo


  1. Introducción
  2. Definición de Mercado de Trabajo
  3. Los Componentes del Mercado de Trabajo
  4. La oferta y la Demanda de Trabajo
  5. Mercado de Trabajo con Competencia Perfecta

Introducción

El mercado de trabajo, tiene por objetivo dar un alcance macroeconómico y su repercusión económica-social de hoy en día en nuestro país. Es así, que el trabajo comprende la definición del mercado de trabajo, su conformación y el análisis descriptivo de los indicadores económicos que comprende el mercado laboral.

El mercado de trabajo es aquel en donde los individuos intercambian servicios de trabajo, los que compran servicios de trabajo son las empresas o empleadores de la economía. Estos configuran la demanda de trabajo. Los que venden servicios de trabajo son los trabajadores y ellos conforman la oferta de trabajo. La interacción de demanda y oferta de trabajo determina los salarios que se pagan en la economía.

La dinámica del mercado de trabajo se relaciona mucho con los precios. Las mayores presiones de demanda existentes en el mercado de trabajo, provocan la subida de los salarios y esto eleva los costos de producción, obligando a las empresas a su vez a subir los precios o ajustar de algún modo sus costos.

Asimismo, se tratará de dar un alcance específico de lo que representa la oferta y demanda del mercado laboral; Es decir, se apreciara los problemas que se presentan en estas variables en relación el desempleo.

Definición de Mercado de Trabajo

El mercado de trabajo es aquel en donde los individuos intercambian servicios de trabajo, los que compran servicios de trabajo son las empresas o empleadores de la economía. Estos configuran la demanda de trabajo. Los que venden servicios de trabajo son los trabajadores y ellos conforman la oferta de trabajo. La interacción de demanda y oferta de trabajo determina los salarios que se pagan en la economía.

Por consiguiente, el mercado de trabajo se define al mercado en donde confluyen la demanda y la oferta de trabajo. El mercado de trabajo se relaciona con la libertad de los trabajadores y la necesidad de garantizar la misma. En ese sentido, el mercado de trabajo suele estar influido y regulado por el Estado a través del derecho laboral y por una modalidad especial de contratos, los convenios colectivos de trabajo.

Los Componentes del Mercado de Trabajo

Este mercado tiene un interés especial porque lo que se intercambia es el trabajo, una parte esencial de la vida de las personas. De él dependen los ingresos y las condiciones profesionales y laborales, que a su vez determinan, en gran parte, la calidad de vida y la satisfacción de los ciudadanos. 

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En el lugar de trabajo la mayoría de las personas pasamos la mitad de nuestra vida, una vez descontadas las horas de descanso. De aquí la enorme importancia que tiene sentirnos realizados en el mundo laboral: en él establecemos relaciones sociales con los compañeros, acatamos y ejercemos la autoridad, desarrollamos la carrera profesional… en suma, es la fuente de una parte muy importante de nuestras aspiraciones personales y sociales, de nuestra felicidad.   El trabajo es la aportación, física e intelectual, que realiza el ser humano a las actividades económicas. La remuneración que reciben los trabajadores a cambio es el salario.La Economía considera trabajo solamente el esfuerzo aportado a cambio de una remuneración, es decir, su aspecto productivo. Si una persona realiza un esfuerzo sin remuneración, como es el caso del trabado doméstico o el voluntariado, la Economía la considera como laboralmente inactiva, no perteneciente al mercado laboral. A partir de esta concepción, se clasifica a la población total de un país en función de su pertenencia y posición en el mercado de trabajo:

  • Población de 16 o más años: población total en edad legal para trabajar.

  • Población activa: población total en edad de trabajar y que quieren trabajar. Se distingue entre:

Población ocupada: personas activas que tienen un trabajo, por cuenta propia o ajena.

Población desempleada o parada: personas activas que buscan trabajo pero no lo consiguen.

La población activa se puede dividir también en otros dos grupos: los trabajadores por cuenta propia o autónomos (pequeños empresarios), que obtienen como remuneración los beneficios de la empresa, y los trabajadores por cuenta ajena o asalariados, que son contratados por las empresas y reciben un salario a cambio de su fuerza de trabajo. En este tema nos vamos a referir a éstos últimos, a los que generalmente se les considera como los auténticos trabajadores, frente a los autónomos que, aunque sean pequeños, son empresarios.

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  • Población inactiva: personas en edad de trabajar pero que no buscan trabajo: jubilados, estudiantes, personas dedicadas al hogar, etc.

Sobre la base de las definiciones anteriores, que dividen a la población de 16 o más años en distintos grupos, podemos establecer una serie de ratios o tasas:

  • Tasa de actividad: Es el cociente de la población activa entre la población de 16 o más años, multiplicado por cien. Nos indica la fracción de población que desea intervenir en el proceso productivo de entre el total que potencialmente podría hacerlo.

  • Tasa de paro: Es el cociente de la población desocupada entre la población activa, multiplicado por cien.

  • Tasa de ocupación: Es el cociente de la población ocupada entre la población de 16 o más años, multiplicado por cien. Nos indica la fracción de población que interviene en el proceso productivo de entre el total que potencialmente podría hacerlo.

El concepto de lo que es desempleo está poco delimitado. Hemos considerado que una persona está desempleada cuando desea trabajar y no encuentra empleo. El primer problema reside que la intención de no trabajar no es observable, por lo que no podemos distinguir fácilmente si es o no real. Un segundo problema consiste en concretar que entendemos por "no encuentra empleo". No encuentra un trabajo cualquiera o no encuentra un trabajo con características determinadas y una remuneración acorde con sus deseos. Ambos problemas nos obligan a tratar de definir de forma más precisa lo que entendemos por población desocupada. De esta forma, decimos que una persona está en paro cuando afirma que está dispuesta a trabajar y no encuentra un empleo acorde con sus preferencias.

Las dificultades en definir el concepto de paro suponen dificultades al tratar de medirlo. La medición del desempleo se realiza a través de dos métodos:

  • Registro de desempleo: Es un registro donde se apuntan las personas que dicen estar desocupados. En España el registro está a cargo del Instituto Nacional de Empleo (INEM), cuyas oficinas además realizan una tarea de agencia de colocación. La inscripción en este registro es obligatoria para tener derecho a las prestaciones y subsidios de desempleo. Los inscritos tienen derecho a cursos de formación y se benefician del acceso a la información sobre vacantes de empleo, que las empresas tienen la obligación de comunicar. El registro del INEM proporciona datos mensuales sobre la evolución del desempleo. Las principales críticas a esta información provienen de los pocos incentivos a inscribirse que tienen los desempleados sin derecho a prestación, dada la ineficacia del servicio de colocación, y la falta de obligación de los inscritos de demostrar que buscan activamente un empleo.

  • Encuesta de población activa (EPA). Se trata de encuestas sobre la situación laboral, de respuesta voluntaria, que en España realiza el Instituto Nacional de Estadística sobre una muestra representativa de la población. Proporciona información trimestral sobre la población activa, inactiva, ocupada y desocupada. Sus resultados son más fiables que los del registro del INEM y son los que se utilizan para realizar comparaciones internacionales.

Podemos distinguir distintos tipos de desempleo. La clasificación que presentamos se ha establecido bajo el criterio del origen o causa del desempleo.

  • Desempleo friccional: Es el desempleo que recoge a los trabajadores que abandonan sus empleos para buscar un trabajo mejor, a los que son despedidos y están buscando un nuevo empleo, y a los que buscan su primer empleo. Engloba a trabajadores en situación transitoria desde un trabajo a otro.

  • Desempleo estructural: Se debe al desajuste entre la cualificación de la fuerza de trabajo y la cualificación requerida por el empleador. El origen de este desajuste se encuentra en los continuos cambios en la demanda de productos, en la automatización y en los desarrollos tecnológicos en el tratamiento de la información, que provocan que la experiencia y la capacitación de ciertos trabajadores queden obsoletas. No se trata de una situación transitoria, por lo que sí se desea evitar un desempleo prolongado únicamente se puede cambiar de ocupación, lo que obliga al trabajador a realizar un proceso de formación.

  • Desempleo estacional: Se debe a las oscilaciones estacionales de la actividad económica. Desempleo clásico: Para los economistas clásicos el motivo del desempleo es que los trabajadores reclaman un salario que está por encima del de equilibrio, por lo que no son contratados. Dado que los trabajadores podrían conseguir un empleo sí aceptasen salarios más bajos, los economistas clásicos consideran el desempleo como una decisión (intertemporal) voluntaria del trabajador, que dado el nivel salarial prefiere disfrutar de ocio en ese momento. Además, normalmente siempre hay "algún" trabajo disponible, basta con hacer un esfuerzo por buscarlo y aceptarlo. Desde esta perspectiva el desempleo es voluntario.

  • Desempleo keynesiano: Es el desempleo causado por oscilaciones temporales en la demanda agregada, por lo que también se denomina desempleo cíclico. Este enfoque resalta el carácter involuntario del desempleo, ya que el trabajador desempleado está dispuesto a trabajar al salario vigente en el mercado, y no es contratado. Además, se supone que el trabajador busca un empleo adaptado a su cualificación.

La oferta y la Demanda de Trabajo

El trabajo es el factor productivo fundamental de la actividad económica, y es propiedad de las personas, que lo ofrecen a las empresas por un salario. Al contrario de lo que ocurre en los mercados de bienes y servicios, la oferta de trabajo la realizan los trabajadores, y no las empresas.Las empresas, por su parte, hemos visto que necesitan los factores productivos para desarrollar su actividad de producción. La demanda de trabajo, por tanto, la hacen las empresas, junto con el resto de factores. Debido a la dependencia directa entre la cantidad de ventas y producción de las empresas y la demanda de trabajo, se dice que ésta es una demanda derivada (de las ventas de las empresas, claro).Tenemos así los elementos básicos de cualquier mercado, la oferta y la demanda. La interacción de ambas da lugar al precio y a la cantidad intercambiada, en este caso, el salario y el número de trabajadores contratados.La relación laboral se establece mediante el contrato de trabajo o acuerdo mediante el que el trabajador se obliga a realizar, personal y voluntariamente, un trabajo bajo la dirección del empresario, a cambio de una remuneración, el salario.

El problema de la relación laboral es que las fuerzas están descompensadas a favor de la empresa, con mayor poder para establecer las condiciones de esa relación a la parte débil, los empleados. Éste es el motivo por el que surgieron, con la revolución industrial, el movimiento obrero y los sindicatos, con el fin de compensar en la medida de lo posible el poder del empleador, la empresa. Y la presión sindical consiguió paulatinamente la regulación estatal de este mercado vital: salario mínimo, jornada laboral máxima, seguridad social, condiciones de higiene y seguridad, etc.Pero, ¿qué clase de mercado es el del trabajo? ¿es un mercado perfecto? Sin indagar mucho, a simple vista, podemos ver que las condiciones de la competencia perfecta, del mercado ideal, no se cumplen:

  • El bien intercambiado, el trabajo, no es homogéneo: los trabajadores tienen distinto nivel de cualificación y los puestos de trabajo difieren en sus características básicas.

  • Existe poder para influir en los salarios y otras condiciones laborales a través de las negociaciones colectivas entre las empresas y los sindicatos, que dan lugar a los convenios colectivos (pincha en este enlace para saber qué es un convenio colectivo). El Estado también interviene estableciendo la legislación laboral.

  • Hay barreras a la movilidad, a la posibilidad de cambiar de trabajo.

A pesar de las imperfecciones del mercado de trabajo, es útil estudiarlo desde la perspectiva de la competencia perfecta, suponiendo que se cumplen todos sus requisitos. Este análisis nos ayudará a comprender cómo se determinan las variables fundamentales: salario y número de trabajadores.La oferta de trabajo o cantidad de trabajo que se ofrece en una economía depende de:

  • El volumen de la población activa: a mayor población, mayor oferta.

  • El número de horas que cada persona está dispuesta a trabajar, que depende básicamente del salario: a mayor salario, mayor disposición a trabajar, y viceversa. Esta relación da lugar a una curva de oferta creciente. Sin embargo, a partir de un nivel salarial suficientemente alto, muchas personas prefieren trabajar menos y disfrutar de más tiempo libre, haciéndose decreciente la curva de oferta.

La demanda de trabajo representa la cantidad de trabajadores que las empresas están dispuestas a contratar en función de:

  • Las expectativas de ventas, que a su vez determinan los  planes de producción de las empresas: a mayor producción, mayor demanda. En este sentido, se dice que la demanda de trabajo es una demanda derivada de la demanda de bienes y servicios.

  • El salario, que constituye una parte importante del coste laboral de las empresas: a mayor salario, menor demanda, y viceversa.

  • El precio de otros factores sustitutivos: si existen sustitutivos a menor precio, disminuye la demanda, y al revés cuando son más caros. Hay que recordar que la empresa siempre elige la combinación de factores más eficiente, la que consigue una determinada cantidad de producción con el menor coste.

  • La productividad del trabajo: cuanto mayor sea la productividad del trabajo, mayor será su demanda, y al contrario, menor productividad lleva a una menor demanda de trabajo.

Bajo estas condiciones de mercado de trabajo perfecto, se puede representar la oferta y la demanda en función del salario, ceteris paribus, de la siguiente forma:

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El equilibrio del mercado viene dado por el punto en el se cortan las curvas de oferta y demanda: el salario de equilibrio (S*) es aquél para el que la cantidad de trabajadores dispuestos a trabajar, coincide con la cantidad que las empresas quieren contratar (N*).Así pues, la teoría económica trata el trabajo como una mercancía más, y su mercado funciona igual que cualquier otro. Si el salario se sitúa por encima del de equilibrio, se produce un exceso de oferta (excedente de trabajo) que presiona al salario a la baja, hasta restaurar el equilibrio. Lo contrario sucede cuando el salario es inferior al de equilibrio y hay un exceso de demanda o escasez de trabajadores, que hace subir el salario.Las curvas de oferta y de demanda de trabajo se desplazan cuando cambia alguna de las variables que las determinan diferentes al salario. Si, por ejemplo, se incrementa la población activa, la oferta se desplaza hacia la derecha, reflejando el aumento de la misma.

Mercado de Trabajo con Competencia Perfecta

El desempleo refleja una situación de desequilibrio en el mercado de trabajo, concretamente de exceso de oferta. La oferta de trabajo viene definida por la cantidad de trabajo que desean realizar los trabajadores para cada nivel salarial. A nivel agregado, podemos aceptar que la relación entre la fuerza de trabajo ofrecida por los trabajadores y el salario real es creciente. La demanda de trabajo viene definida por la productividad del trabajo, por lo que es decreciente. Bajo estos supuestos podemos representar el mercado de trabajo, y una situación de desempleo, con el gráfico siguiente:

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Autor:

Rosa Tinedo