"Vivir bien es mejor que vivir".
"Me parece que el secreto de la vida consiste simplemente en aceptarla tal cual es".
(San Juan de la Cruz)
Sufrir o Morir Dignamente!!
Un tema complejo, comentado y debatido desde la antigüedad, y que probablemente seguirá debatiéndose en el futuro, es tratado desde varios puntos de vista: religioso, filosófico, médico, ético-moral, social y político, etc. Abre polémica, en la opinión de los especialistas surgiendo las siguientes interrogantes: ¿Debe la muerte cumplir un estándar para ser "Buena Muerte"? ¿Hasta qué punto es lícito mantener viva a una persona que está y se muere irremediablemente? ¿Es correcto terminar con la vida de quien quiere morir y lo pide? En este contexto, se hacen estas y muchas otras preguntas similares, que plantean en definitiva la licitud de la eutanasia, entendida como la muerte o el suicidio provocado, con el fin de evitar el dolor y morir con dignidad, en el que aparentemente chocan dos principios incompatibles: el respeto a la vida (no matar) y el respeto a la libertad individual (matar a quien lo pide a causa de su sufrimiento).
En este ensayo la religión, la filosofía y la política serán las corrientes que apoyaran a dar opinión sobre la eutanasia, pero también existe algunas ideas, definiciones y comentarios sobre otros puntos, como el sentido de la vida, el dolor, la muerte, etc., que no serán a profundidad, pero que sin embargo serán de relevancia. La eutanasia es una decisión que atenta completamente contra la vida, por ello ante el dolor y la muerte de un semejante, los sentimientos no pueden quedar indiferentes, y ante la cuestión candente de la eutanasia no cabe mirar a otro lado y callar.
En la actualidad el avance modernista del siglo XXI, ha tenido un avance significativamente para la humanidad en la satisfacción de las necesidades materiales y económicas; sin embargo, la filosofía de la vida ha dado un retroceso importante, el derecho humano fundamental y el cual da un espíritu auténticamente humano a los demás derechos del ser, tiende a una desvalorización al grado de pugnar por la cultura de la "buena muerte", y es ahí donde respondemos a la pregunta hecha sobre el estándar de la muerte, desde el punto de vista filosófico se entiende que la muerte es un estado único en donde el ser pierde su existencia, y desde mi perspectiva no hay buena ni mala muerte, sino agonía en cualquier grado de intensidad y dolor.
Para que tome esa noción de ser "buena Muerte" tendría que seguir indudables criterios o lo que llamamos en pedagogía indicadores en donde todos debemos cumplir ciertos requisitos y así todos estaríamos preparados para su llegada, pero lo cierto es que no existe tal indicador, y es porque la muerte siempre nos sorprende y llega en un momento inesperado, asimismo también; como estas dos palabra están asociadas entre si y dan un concepto; así como la "buena muerte" existe la "buena vida", y si queremos realizar una comparación de estas dos palabras antónimas pero relacionadas, la buena vida en una definición seria la satisfacción por el bienestar de uno mismo y llevado a la definición de buena muerte seria la satisfacción por la desdicha de uno mismo, y en lo que corresponde a una coherencia en la definición de este concepto no existe.
"Platón afirmo que la vida es una meditación sobre la muerte" y Camus dijo "que juzgar que si vale o no vale la pena vivir es responder a la pregunta fundamental de la filosofía". (Astray). En tal sentido la vida está en función del sentido que se da a la muerte, y una buena manera de averiguar que se piensa sobre la vida es preguntar lo que se piensa acerca de la muerte. La muerte es un hecho, el cual nos llega a todos, incluso al que huye de él, ya sea de manera anticipada para algunos, y después de haber cumplido un ciclo para otros, y lo realmente es que siempre nos sorprende. Es decir, como se vive se muere. Nuestra muerte está de acuerdo a como hemos vivido, lo que hemos sido, cuanto hemos vivido. Los seres humanos no son eternos y hay un momento en que nuestra representación humana se acaba o termina, es ahí donde la única meta del hombre es la muerte. En este modo de ver las cosas, su vida es una vida para la muerte.
Para la religión la muerte es una acción que solo Dios tiene el poder decidir sobre ella y quitarla, pero que ningún ser humano tiene el derecho para ejercer tal acción. La muerte puede producirse por causas naturales (muerte natural) o puede ser provocada (muerte no natural), pero para la religión las causas naturales de la muerte es un designio de Dio, pero la muerte provocada en el cual los asesinatos, homicidios están condenados llamados como pecado mortal.
La vida tiene una relación con el nacimiento de un ser, cosa que no ha dependido de nuestra libre voluntad, (Recuero, 2004), en tal sentido nuestra vida es una acción involuntaria que no depende de nosotros y que recién después del nacimiento tenemos la libertad de la voluntad para poder decidir las acciones en nuestra vida, siempre que esa libertad sea razonada. Vida, es una energía constante mediante la cual podemos obrar por nosotros mismos, nuestra fuerza física nos permite realizar acciones en el mundo sensible, el de las cosas que vemos, que tocamos, nuestra inteligencia y voluntad nos capacita para actuar en relación a los demás seres inteligentes y pensantes, entonces nuestra vida es una vida racional. Es un hecho de que como piensa se vive, los principios prácticos de cada uno, la manera de afrontar la vida, haciéndonos preguntas ¿de dónde viene mi vida?, ¿Para qué vivo?, ¿A dónde voy? Según la respuesta que nos demos cada uno, esa es la forma en que vivimos y al final así también morimos.
Para la religión solo "Dios nos da la vida y solo él puede quitarla". La vida humana es el fundamento de todos los bienes, la fuente y la condición necesaria de toda actividad humana y de toda convivencia social. Los hombres creen que tiene carácter sacro y nadie debe disponer de ella a capricho y ellos aman a Dios. De ahí que brotan las siguientes consecuencias, Nadie puede atentar contra la vida de un hombre inocente, Todo hombre tiene el deber de conformar su vida con el designio de Dios, La muerte voluntaria o sea el suicidio es, por consiguiente, tan inaceptable como el homicidio; semejante acción constituye en efecto, por parte del hombre, el rechazo de la soberanía de Dios y de su designio de amor. (II & Española, 1998).
En tal caso la religión católica, está en desacuerdo y prohíbe la práctica de la eutanasia, puesto que es de carácter homicida, en el cual el sujeto que realiza la acción ya sea a petición del moribundo.
¿En la vida humana hay dolor? El hombre viene a este mundo con dolor de parto, sufre en las ansiedades, en las penas, molestias, enfermedades y toda clase de dolores. El dolor forma parte de la vida, es un mal, es una carencia de bien. El dolor, es personal que cada ser humano lo siente, lo lleva, ya sea exteriormente como interiormente, los dolores externos son los que directamente están causados a la parte física de nuestro cuerpo, en cambio los dolores internos son los que están relacionados a nuestros sentimientos, es por eso que cualquier tipo de dolor siempre causa horror en las personas por más que sea dolor ajeno que por mínimo que sea causa sufrimiento. Y es por eso que para los partidarios de la eutanasia aleguen precisamente que su fin es evitar los dolores durante el periodo terminal de una enfermedad ayudando a quien los tiene a tener una muerte buena o sin dolor. "El reclamo de que el dolor físico agudo es una razón válida para matar a un paciente no tiene fundamento". El otro tipo de dolor que constituye la razón principal por la cual hay algunas personas que pueden llegar a sentir deseos de ser eliminadas, es el dolor emocional, la desesperación, la pérdida de la esperanza, la falta de amor, la angustia, la soledad, la pérdida de la dignidad, cansarse de la vida y no querer depender de otros.
Actualmente hablar de eutanasia es muy complicado, y más aún del significado que este tiene, la eutanasia en estos tiempos significa matar por compasión. Pero este término de la palabra eutanasia no es reciente o que se utiliza recién ahora, esta palabra ha sido usada a lo largo de la historia. Este vocablo tiene sus orígenes en Grecia "Eu = bueno y thanathos = muerte, que significa "buena muerte" (II & Española, 1998) es la acción u omisión que acelera la muerte de un paciente desahuciado, siempre con su consentimiento, con el fin de evitarle dolor. Pero el significado de este vocablo no es exacto ya que las definiciones de las mismas pueden variar de acuerdo a la postura y el contexto que uno lo adquiera. El concepto de la eutanasia a sido manejado por dos corrientes filosóficas, integradas por personas de ciencia y de la religión invocándose a la creencia y a los conocimientos sobre sus semejantes e invocando a la dignidad humana, tanto para defenderla como para rechazarla. Para los defensores de la eutanasia la dignidad humana del enfermo consiste en su libre derecho a elegir el momento de su muerte, en cambio para los detractores de la eutanasia es oponerse a este derecho por considerarla una arbitrariedad humana, porque es un asunto divino.
Los promotores de la eutanasia argumentan que se debe de auxiliar al enfermo a tener una muerte digna y evitar el sufrimiento del mismo; pero no se refieren a la agonía que puede entenderse como el conjunto de circunstancias, sensibilidades, sentimientos y estado físico que vive el ser humano previos a la muerte que pueden tener una corta o larga duración.
El deber humano no es "auxiliar la llegada de la muerte" pues eso sería éticamente un homicidio, pues despojar la vida de un ser porque "creemos que sufre" no es la alternativa, el nacimiento y la muerte son dos momentos en el proceso de vida, el primero es de espera consciente y el segundo se niega su llegada, pero el miedo a morir de una u otra forma no la hace ni buena ni mala, como ejemplo aquel que muere en agonía de hambre no se le auxilia para tener una "buena muerte" porque sufre al igual que el que está en fase terminal o una enfermedad sin cura, al contrario se le auxilia a vivir feliz, la vida debe estar siempre encaminada a la felicidad (Cantu, 2000) .
En el sentido que hoy se emplea esta palabra, no quiere decir curar o aliviar, sino todo lo contrario disponer de una vida humana. Si empezamos a describir al hombre por la lucha constante junto a la ciencia médica contra la muerte a obtenido, grandes progresos. Realizamos una remembranza de que cuando "el hombre prehistórico tenía una vida media de dieciocho años, en la época de la revolución americana alcanzaba los treinta y cinco años, en mil novecientos alcanzaba los cuarenta y nueve años, y hoy en la actualidad alcanza alrededor de ochenta años de acuerdo a la calidad de vida que llevan las personas" (Recuero, 2004), pero para que esto sea posible también existe como todo lo humano algunos inconvenientes, el hombre siempre a tratado de vencer a la muerte y debido a que no puede, intenta alargarla lo más que pueda, hasta el límite de sus posibilidades, incluso alargarla artificialmente con aparatos electrónicos de sofisticada tecnología.
Cabe preguntarse, si no estaremos siendo víctima de nuestro propio artificio, esta situación ha provocado en los países desarrollados, que compuestos cada vez más por ancianos y enfermos, a realizarse una pregunta ¿hasta qué punto es licito mantener viva a una persona que se muere irremediablemente?, respondiendo, solo es licito en algunos países que han normado la eutanasia, como el caso de Holanda entre otros dos países más, pero si tratamos a fondo seria licito siempre y cuando solo se renuncie a tratamientos que procurarían una prolongación penosa de la vida. Pero no interrumpiendo los cuidados normales como por ejemplo, la alimentación, la hidratación, la higiene o la ayuda a la respiración, etc. También seria licito conformarse con los medios normales que la medicina puede ofrecer.
La eutanasia hoy en día es llamada como homicidio asistido por compasión, que una persona lo realiza por piedad debido al sufrimiento o dolor que este puede tener, respondiendo a su deseo de morir por las razones que fuese. En la eutanasia se distinguen elementos que configuran este fenómeno complejo los cuales son: la muerte que ha de ser el objetivo buscado, ha de estar en quien practica la eutanasia, no necesariamente para aliviar el dolor, puede producirse por acción (administración de sustancias, etc) o por omisión (no asistir medicamente), y ha de buscarse la muerte de otro, no la propia.
Para la Conferencia Episcopal Española el concepto de eutanasia: "la actuación cuyo objeto es causar la muerte de un ser humano para evitarle sufrimientos, bien a petición de éste, bien por considerar que su vida carece de la calidad mínima que merezca el calificativo de digna. Así considerada, la eutanasia es siempre una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro, ya mediante un acto positivo, ya mediante la omisión de la atención de los cuidados debidos" (C.E.E.,1993) (Abellan, y otros, 2008)
Según el criterio que se emplee, hay diversas clasificaciones del fenómeno de la eutanasia, dependen también del significado que se dé al término. Eutanasia directa: que consiste en adelantar la hora de la muerte de un ser humano en caso de una enfermedad incurable, para lo cual posee dos formas: Activa, consiste en provocar una muerte indolora a solicitud del afectado; en la que se recurre a sustancias especiales mortíferas o sobredosis de morfina, para esta es común escuchar que ha sido en su mayoría practicada en pacientes con diagnóstico de cáncer o de sida; pasiva, esta consiste en dejar de tratar una complicación o enfermedad, para lo cual existen dos formas de practicarla, la abstención terapéutica en la que no se da inicio al tratamiento, o la suspensión terapéutica en la que se suspende la terapia ya que no se alarga la vida, sino el sufrimiento y la muerte del paciente, para cualquiera de estas dos alternativas de eutanasia pasiva, debe tenerse en cuenta que nunca se le abandona al paciente. Eutanasia indirecta: Consiste en efectuar procedimientos terapéuticos que tienen como efecto secundario la muerte, por ejemplo la sobredosis de analgésicos, como es el caso de la morfina para calmar los dolores, cuyo efecto agregado, como se sabe, es la disminución de la conciencia y casi siempre una disminución de la vida. Este método tiene como intención aliviar el sufrimiento por el que pasa el paciente, más aun como consecuencia no deseada se produce una abreviación de la vida.
Desde la sociedad la eutanasia compromete la vida común, ya que quitar la vida por petición tendría consecuencias terribles en donde los ancianos y enfermos tendrían una presión moral, en donde sentirían una enorme inseguridad, y podrían sentirse inducidos a pedir su desaparición para no ser molestos, también existiría las muertes impuestas por otros, que se producirían cuando la voluntariedad no se diera, pero otros, incluso familiares, tuvieran interés alrededor de esa muerte, desconfianza en las familias y en los hospitales.
A comparación del suicidio asistido consiste en la ayuda a asistencia a otra persona que desea terminara con su vida, habitualmente mediante medicamentos, la ayuda puede ser facilitada por médicos, enfermeras u otras personas. La diferencia entre suicidio asistido y eutanasia es que, en el suicidio asistido el paciente es el sujeto activo asistido y aconsejado por un médico en cambio en la eutanasia otra persona es el agente activo respecto a quien lo solicita.
Concluyendo este ensayo decimos que la eutanasia es un tipo de homicidio asistido por compasión, en el cual un sujeto causa la muerte por piedad para evitarle dolor, pero que consideramos que todo ser humano tiene dignidad respetable, esa dignidad tiene el valor de toda la vida humana, para quienes rechazamos la eutanasia y apostamos por la rehumanización de la vida, partimos de la ideología de que matar o ayudar a matarse no es lo mismo éticamente que dejar morir, y que la muerte digna que mucho se ha hablado en este ensayo es efímero para decir en realidad, derecho a matarse o a matar por compasión, y que desde la religión solo Dios tiene el don de darnos la vida y quitarla, pero que esa muerte debe ser una acción natural, y es por eso que la eutanasia representa un atentado contra la vida humana reprobables éticamente, y creemos que lo más justo y humano es acompañar, darle atención, tratamientos adecuados y tratar de minimizar el dolor, siempre respetando la vida pero, también, respetando la muerte.
BIBLIOGRAFIA
Abellan, J., Andruet, A., Cardenas, R., Falla, M., Moran, C., & Wagner, P. (2008). Temas de Bioética y Derecho. Lima: Grandes Graficos S.A.C.
Astray, J. R. (s.f.). La eutanasia en la encrucijada: el sentido de la Vida Y la muerte.
Cantu, M. V. (2000). Reflexion Filosofica sobre la Eutanasia. Agendas, 86.
II, J. P., & Española, C. E. (1998). La eutanasia 100 Cuestiones y respuestas. Es inmoral y Antisocial. Madrid: Palabra S.A.C.
Recuero, J. R. (2004). La Eutanasia en la Encricijada. Madrid.: Editiorial Biblioteca Nueva, S.L.
Autor:
Profesor: Denis Cahuana Hilari.
UNIVERSIDAD DE PIURA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
"PROGRAMA DE MAESTRÍA EN DIDÁCTICA DE LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS EN EDUCACIÓN PRIMARIA"
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA.
PIURA – 2014 – PERÚ