Descargar

El rol del receptor y su participación como público literario en la construcción de nuevas sociedades


Partes: 1, 2

    1. El complejo abordaje de los estudios de la recepción
    2. Los públicos literarios
    3. La literatura y el lector: Un nuevo enfoque de la crítica literaria
    4. La estética del lector
    5. Conclusión
    6. Bibliografía general

    Introducción

    Con el surgimiento de los medios de información y las nuevas capacidades tecnológicas-materiales que se han conquistado en América Latina a lo largo del siglo pasado, los medios de difusión masiva se convirtieron en el Primer Poder de estos países. Como consecuencia, este creciente auge ha creado progresivamente una sociedad mediática que ha producido una nueva atmósfera cultural-colectiva. De esta forma los grandes procesos económicos, políticos, educativos y culturales que se desarrollan actualmente, no se pueden consolidar sin la presencia de lo mediático.

    Esta realidad implica la ejecución de estudios cada vez más profundos para comprender dicho fenómeno.

    Es necesario realizar investigaciones que atiendan rigurosamente la complejidad de estas sociedades mediatizadas.

    Sin embargo, no obstante dicha necesidad, la tradición de estudios de los proceso de comunicación, de acuerdo con las tendencias pragmáticas y mercantilistas, caracterizadoras del modelo positivista, se ha impulsado hacia estudios marcadamente tecnológicos, pragmáticos y eficientes de la información y ha descuidado el análisis elemental de los procesos de democratización, y el empleo de las nuevas tecnologías en beneficio del desarrollo social.

    Como consecuencia de esto, se produjo un postergamiento en los estudios de las formas de recepción y de los procesos de socialización de los medios de comunicación colectivos.

    Es necesario, por consiguiente, reflexionar y valorizar el rol activo del receptor en la construcción de sociedades más humanas, participativas y democráticas.

    Es así como el lector, llamado también por algunos investigadores, público o destinatario, es analizado por la crítica literaria desde diferentes perspectivas que describiremos a continuación e ilustraremos, en algunas ocasiones, con ejemplos de obras de la Literatura.

    Primera Parte

    El complejo abordaje de los estudios de la recepción

    Existen dos perspectivas o puntos de vista desde donde se abordan los estudios sobre la recepción:

    • a) Aquél que la entiende como un proceso en sí mismo y, según las investigaciones tradicionales, la idea de comunicación vista como linealidad, debe ser estudiada conforme al orden: emisor-mensaje-receptor.

    • b) Aquél que entiende la recepción como momento de producción de sentidos en la cultura. Es decir que la imagen del receptor no es sólo vista como reproductora de mensajes sino también como productora de saberes y que habla y se define desde la complejidad de las tramas culturales.

    Ambas perspectivas se corresponden con dos momentos diferentes de los estudios de la comunicación en los que obviamente el receptor esta inserto.

    Primer momento: La idea del receptor dentro del modelo lasswelliano.

    Durante mucho tiempo en América Latina, pensar en comunicación fue pensar casi indefectiblemente en el modelo positivista (emisor-mensajes-receptor de Lasswell), entronizado finalmente de la mano del estructural-funcionalismo norteamericano, que a lo largo del tiempo se fue transformando en la Comunicación.

    En la década del sesenta, se crea la Alianza para el Progreso que promueve reformas tecnológicas combinando medidas políticas y económicas con medidas educativas. La Universidad de Standford, junto con la UNESCO, se asume como herramientas culturales y, a partir de las ideas de comunicación, ancladas en la instrumentalidad y eficacia, elaboran la teoría del difusionismo. Esta teoría se describe como la acción de los medios masivos de comunicación orientada a modificar conductas.

    Las narrativas de la comunicación se van a ir armando en dos etapas fundamentales: La primera, alrededor de los setenta en la que la semiótica estructuralista es vertida dentro de la epistemología psicológica-conductista y se articula con la investigación ideológica; la segunda, a principios de los ochenta, construida sobre la base del modelo informacional con profundas marcas positivistas.

    En la primera etapa, la ideologista, el objetivo está centrado en descubrir y denunciar los múltiples caminos a través de los cuales la ideología dominante penetra en el mensaje y produce determinados efectos.

    A mediados de los setenta, junto con los repliegues de los movimientos sociales en Latinoamérica, la crisis de la izquierda y los golpes de Estados militares en todo el Cono Sur, surge el llamando paradigma cientificista de análisis de la comunicación que otra vez tiene su base en el modelo lasswelliano. Asimilando comunicación o trasmisión de información mensurable, calculable y objetable, la teoría matemáticacibernética proporciona los conceptos y las operaciones metodológicas necesarias.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente