Descargar

Un Panorama Actual de las Teorías de Organizaciones

Enviado por Jorge Dávila

Partes: 1, 2

    1. El encajonamiento del debate epistemológico sobre las teorías de organizaciones
    2. Replanteando el debate epistemológico de las teorías de organizaciones
    3. Conclusión
    4. Bibliografía

    Se propone una comprensión del debate contemporáneo sobre el status epistemológico de las teorías de organizaciones. Para ello, se hace un seguimiento de la revisión y proposiciones que en torno a ese debate formula M. Reed. El modo como este autor ha formulado el problema que representa para los académicos el estado de dispersión en que se encuentra el campo de estudio del fenómeno organizacional, abre una interesante potencialidad para encauzar ese debate de manera que sea posible vislumbrar una práctica, al menos académica, más acorde con un ejercicio razonable del pensamiento. El propósito y conclusión de este trabajo es estimular la referida potencialidad.

    INTRODUCCIÓN

    Todo aquel que se haya paseado por el campo de estudio de las organizaciones debe haber sentido la impresión de un vacío de fundamentación. En efecto, en cualquiera

    de las expresiones que dicho campo ha tenido, y tiene (por ejemplo, y sólo por citar algunas, la de una teoría administrativa, una ciencia gerencial, el arte de dirigir, los sistemas organizativos, la sociología de organizaciones, la psicología industrial) se dice, de manera explícita o implícita, que o bien no hay modo de justificar los presupuestos últimos que allí se asumen, o bien que tales presupuestos están fuera del alcance de la propia expresión del campo de estudio de las organizaciones.

    Ciertamente que semejante vacío, o vértigo que el estudioso puede sentir, no ha limitado la proliferación de enfoques o paradigmas del estudio de organizaciones.

    Por el contrario, esa proliferación contribuye con la afirmación de la aparente imposibilidad de hacer descansar al campo teórico del estudio de organizaciones en un sólido piso. Pero, más interesante, ese vacío tampoco ha podido evitar la proliferación de las discusiones en torno al status epistemológico de esos enfoques o paradigmas.

    Se puede afirmar que quienes nos dedicamos, académicamente o no, al estudio del comportamiento de organizaciones tenemos una fuerte tendencia a convivir con esta situación en la que se conjuga el vacío de fundamentación con las referidas proliferaciones. Esa tendencia la alimentamos con nuestra misma práctica, especialmente la académica, al acostumbrarnos a saltar, por sobre el vacío, de torre en torre (de enfoque en enfoque), evitando el vértigo y, al mismo tiempo, redescubriéndolo.

    En este trabajo se pretende contribuir con la limitación de esa tendencia. Se ofrece un panorama que permite descender de cualquier torre de manera que en el descenso se pueda ir viendo no tanto el piso que sostiene las torres como la necesidad de contribuir a que, efectivamente, haya un piso. De modo que, con esta contribución el lector está llamado a ser uno más que descubra que la convivencia con el vértigo, si es que tiene que ser irremediable, al menos pueda experimentarse como terminando en un piso y no como una espiral sin fin. Como veremos, esta exigencia parece ser insoslayable para la práctica académica del estudio de organizaciones.

    El panorama que aquí se presenta constituye, básicamente, una revisión de dos recientes trabajos de Michael Reed sobre el tema. Ellos son: el libro titulado The Sociology of Organizations. Themes, Perspectives and Prospects (Reed, 1992), y el capítulo titulado Organizations and Modernity:Continuity and Discontinuity in Organization Theory en el libro editado por J. Hassard y M. Parker con el título de Postmodernism and Organizations (Reed, 1993).

    El trabajo de M. Reed se propone, a mi modo de ver, esencialmente dos objetivos estrechamente conectados. Por una parte, criticar el encajonamiento en que se encuentra la discusión epistemológica sobre la Teoría y la Sociología de Organizaciones y, por otra parte, proponer la estructuración del campo académico relativo al estudio de organizaciones sobre la base de una cierta manera de concebir el fenómeno organizacional. En las siguientes secciones nos referimos en detalle a cada uno de esos objetivos.

    EL ENCAJONAMIENTO DEL DEBATE EPISTEMOLÓGICO SOBRE LAS TEORÍAS DE ORGANIZACIONES

    En la Teoría de Organizaciones estamos viviendo "un tiempo en el que la definición tanto del objeto de estudio (subjet matter) como de las reglas para la construcción de la teoría y de la práctica de investigación están abiertos al debate y a interpretaciones conflictivas" (Reed, 1992: 255). Esta afirmación de Reed es propia de la actualidad del desarrollo del estudio de organizaciones, si por este último se entiende el desarrollo del "campo académico" donde se plantean, con cierto rigor, preguntas relativas a la validez del contenido, método y fundamentación del estudio del "fenómeno organizacional". Esa actualidad es vista por el autor según esta doble caracterización: por una parte, y cronológicamente, data de las últimas tres décadas (a esto nos referimos en detalle más adelante); por otra parte, en los últimos diez años se presenta como una suerte de encajonamiento que intentamos aclarar enseguida.

    El debate sobre los estudios de organizaciones se suele presentar como sujeto a la escogencia de una de estas tres posibilidades:

    a. El relativismo absoluto (el autor le llama "anything goes") propio del criterio de escogencia metódica que escoge por conveniencia la combinación metódica apropiada para el "problema" que se estudia. No creo que resulte exagerado ubicar aquí la tendencia predominante en los estudios llamados "sistémicos" al estilo del Critical Systems Thinking – Total Systems Intervention (Jackson, 1992; Flood and Jackson, 1992) o el uso simultáneo de las "metáforas" de Gareth Morgan (Morgan, 1986; 1989).

    b. El desarrollo múltiple e irreconciliable de varias teorías. En este caso se supone que en el nivel de fundamentación de la teoría aparecen supuestos que, siendo tan contrarios, no pueden alcanzar a reunirse en un debate. El ejemplo prototípico es la inconmensurabilidad paradigmática de los cuatro tipos de fundamentación sociológica expresados en el mapa de clasificación (de paradigmas sociológicos y teorías de organizaciones) de G. Burrell y G. Morgan (Burrell and Morgan, 1979).

    c. La "vuelta a lo básico"; es decir, la aceptación de que todos los desarrollos (metódicos y de fundamentación) que pretendieron romper con el desarrollo teórico dominante por herencia en el estudio de organizaciones –la llamada ortodoxia funcionalista– deben rendir su bandera, después de tantos traspiés, a un estructuro-funcionalismo renovado con las pocas afirmaciones positivas que fuera de su dominio se ha logrado. Este es el caso de las proposiciones de L. Donaldson

    (Donaldson, 1985). Aquí puede ubicarse la tendencia dominante del "enfoque de sistemas" que supone a las organizaciones como sistemas socio-técnicos; es decir, como instrumentos racionales de coordinación y control adecuados a las exigencias ambientales y a los imperativos funcionales que éstas le imponen. El modelo de la "teoría de la contingencia", repotenciado en sus subsistemas funcionales con el conocimiento parcial obtenido por otras investigaciones, sería la piedra angular del análisis organizacional.

    ¿En qué consiste, entonces, el encajonamiento? En que estas tres posibilidades parecen mostrar un agotamiento definitivo de la característica del campo académico del análisis organizacional; a saber, "la apertura al debate y al conflicto de interpretaciones". En otras palabras, parece que desaparece una especie de asiento común para el debate. Pero, ¿es que ha habido tal asiento común? Hagamos un pequeño tour por la primera característica de la "actualidad" (su ubicación cronológica en las últimas tres décadas) para ser más precisos en relación con el referido agotamiento.

    En términos generales suele aceptarse que la constitución de un campo académico en relación con el estudio de organizaciones no aparece sino hasta mediados de este siglo.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente