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Ser humano e impacto ambiental en El Salvador


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Actividades humanas que generan impacto ambiental negativo
  3. Problemas generados en el medio ambiente por las actividades humanas
  4. Constitución de El Salvador y legislación medioambiental
  5. Tratados de Protección medioambiental
  6. Reflexiones finales

Introducción

Para la satisfacción de sus necesidades básicas, el ser humano ha contado con los recursos naturales; de donde por supuesto ha obtenido no sólo lo básico; sino que incluso el desarrollo de la denominada "civilización". Este vocablo, tiene distintas acepciones, sin embargo, en términos generales, se entiende como la prosperidad o conjunto de avances científicos; y otros, que el hombre ha creado y brindan comodidad. Según la RALE, civilización, se define así: "estadio (etapa, desarrollo, transformación) cultural propio de las sociedades humanas más avanzadas por el nivel de su ciencia, artes, ideas y costumbres".

La tecnología e industrialización; la infraestructura, la construcción de redes viales; en fin, ha dado paso a un nuevo paisaje; y poco a poco, grandes regiones, antes boscosas, se han convertido en ciudades, donde la gente lucha día a día por sobrevivir, en medio de condiciones muchas veces infrahumanas, pues, las comodidades no están al alcance de todos. Cinturones de miseria se ven por doquier, incluyendo los países desarrollados o industrializados. Ahora bien, estos últimos han generado graves problemas medio ambientales[1]que afectan países subdesarrollados o en vías de desarrollo, países en los que la industrialización no tiene el mismo auge que en los primeros. Así las cosas, mientras unos gozan de las comodidades a costa de la destrucción del planeta, otros solamente viven las consecuencias.

En este ensayo se incluyen actividades humanas y sus consecuencias en el medio ambiente; que como sabemos están influyendo en la calidad de vida de los seres humanos. Claro está, que los problemas referidos, no son exclusivos de nuestra contemporaneidad, pues son tan antiguos como el hombre; sin embargo actualmente, el daño es mayor; pues, existe una relación directamente proporcional entre crecimiento poblacional y problemas ambientales. Es tan importante el tema medioambiental, que se incluye información, producto de investigaciones científicas; fundamentando de esa manera, la parte reflexiva y propositiva utilizada; lo mismo que la legislación nacional e internacional aplicable.

Para analizar el tema planteado, es necesario comprender un conjunto de conceptos, por ello, se plantea la siguiente interrogante: ¿Qué es el impacto ambiental? Se define como el conjunto de cambios producidos por las obras humanas en el ambiente natural, socio-económico, cultural o estético. Concebida la definición anterior, es necesario considerar las acciones humanas que necesariamente deben evaluarse por el cambio que introducen, tales como: agricultura ganadería, avicultura, pesca, industria, entre otras. Ahora bien, por lo general, el impacto que se produce es negativo, sobre todo por las variables que inciden, tales como una población educada para consumir; la tecnología, que tiene gran poder de transformación, en los países ricos; aunado a lo anterior, la no conciencia de especie y falta de valores morales, religiosos o culturales, que agravan la situación. Bien, entendido lo anterior, pasemos ahora al análisis de esas actividades capaces de producir un impacto ambiental negativo.

Actividades humanas que generan impacto ambiental negativo

En un primer momento consideremos la industria y la producción energética. Sabemos que la energía se consume por todos, en el hogar, industria y transporte. Se considera que anualmente, a nivel mundial, se consume aproximadamente 9.000 millones de toneladas de petróleo. Las actividades industriales generan un efecto en el medio ambiente y sus principales impactos se producen desde el uso de recursos naturales que constituyen la materia prima; desechos que se derivan y uso de energía. Contaminando así, la atmósfera, el suelo, el agua; pero sobre todo, agotando y muchas veces extinguiendo los recursos tanto minerales, como los provenientes de los seres vivos.

En un segundo lugar tenemos el transporte. Este rubro causa un alto porcentaje del deterioro ambiental, no sólo por el consumo de energía, sino que necesita de la construcción de infraestructura y además, de toda una red vial. Según datos, producto de investigaciones científicas, aporta un 20% de los gases invernadero e igual proporción de sustancias ácidas. Utiliza un 30 % de energía del consumo total anual y cada pasajero es responsable, en este caso, de la producción de CO2. Esta producción oscila en gramos por pasajero y kilómetro entre los 50 del autobús, 60 del tren, 150 del vehículo, y 300 del avión. Por otra parte, es el contaminante número uno, cuando se habla de la contaminación sónica y de olores desagradables.

¿Qué hacer? Medidas que poner en práctica sobran, lamentablemente falta voluntad; especialmente porque la costumbre es tan fuerte, que tenemos temor al cambio. La sustitución de los medios de transporte es necesaria. En los centros urbanos, por ejemplo, uso de bicicleta; carruajes u otros que no utilicen combustibles fósiles; por supuesto, medidas como las expuestas tienen que ser acompañadas de una organización laboral privada y pública, que facilite el uso de los medios descritos.

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