Orientaciones Metodológicas de cómo orientar y aplicar los ejercicios en la etapa del adulto mayor (página 2)

Enviado por Lic. Clara Catalina Gonz�lez Gonz�lez

Partes: 1, 2

Al envejecer los órganos y tejidos se aminora la fuerza muscular, la movilidad de las articulaciones, la elasticidad de los tejidos, así como las potencialidades reactivas y de inhibición de los procesos nerviosos.

El afán de movimiento va deduciéndose cada vez más, mermando la rapidez, la dirección y la sucesión de los mismos, haciéndose más lentos pues decrece la capacidad de captar con rapidez una situación y de conducir una respuesta motriz inmediata, de descendiendo también la habilidad de cambiar movimientos, apareciendo las pausas y las alteraciones del equilibrio, ritmo, la fluidez, las reacciones de anticipación y predominando los movimientos aislados de las diferentes extremidades.

En sentido general, es justo apuntar que los rasgos de la personalidad del adulto mayor se caracterizan por una tendencia disminuida de la autoestima, las capacidades físicas, mentales, estéticas y del rol social.

Existen tres tipos de tipología de adulto mayor (Tolstij, A. 1989).

El negativista: no acepta poseer cualquier rasgo de vejez.

El extrovertido: quién reconoce la llegada de la ancianidad, por observación de la realidad circundante, como la llegada de la jubilación, la juventud que crece y los desacuerdos que se originan con ella, novedades en la vida social y familiar,etc.
El introvertido: experimenta la edad por ciertas vivencias intelectuales y emocionales relacionadas con el embotamiento, las relaciones con nuevos intereses, reminiscencias, poca movilidad y aspiraciones a la tranquilidad entre otros rasgos.

Estas tipologías planteadas por este autor están cerca del fenómeno real de la vejez, en el sentido que permiten ubicar a muchos ancianos en uno u otro tipo, y así evaluar en cierta medida las reestructuraciones de su personalidad que siempre serán aproximativas para un proceso de análisis de las manifestaciones del envejecimiento y les ofrecerán al Científico y al Práctico orientaciones necesarias para su trabajo.

Debemos señalar que existen adultos mayores que concientes del proceso de su envejecimiento, poseen una adecuada autovaloración de sus características y posibilidades reales y se disponen asumir activamente su rol, elevándole al anciano su rasgo de filósofo de la vida, insustituible consejero y perceptor de la juventud.

La actividad física en la tercera edad:

Al ubicarnos específicamente en el tipo de actividades que nos desempeñamos como profesionales, cabe señalar que la actividad física es de vital importancia para las personas de esta edad, ya que no solo se dirige a mejorar los segmentos contráctil del organismo, facilitando coordinación, estabilidad, agilidad, potencia muscular, reacciones defensivas ante estímulos externos o a desempeñar un momento lúdico, sino que además está orientada constructivamente a lograr la participación, la reinserción social del individuo que es fundamental, pues el interés del anciano debe dirigirse a la unidad grupal.

En realidad la ludoterapia y la reacción a través del ejercicio, constituyen una intención frente a las actividades de auto desempeño, integración grupal y autovaloración de los adulto mayores.

Las actividades socio culturales están dirigidas a combatir el aislamiento y la soledad. Con la ocupación del tiempo libre, mediante programas culturales y recreativos se constribuye a eliminar las barreras que obstaculizan la libre actuación de los mayores de edad.

El desarrollo del interés motor se encuentra en la base de las actividades físico recreativo y decrecen con la edad, disminuyendo la motivación por estos tipos de actividades, sin embargo la inclusión en ellas se presentan como un requisito de salud y

eficiencia social y económica. Ello nos hace pensar en la necesidad de "culturizar" desde tempranas edades de la vida, el interés por el movimiento, lo que resulta lógico, si observamos que el interés cultural crece y se desarrolla en el proceso de socialización del individuo. Se trata en definitiva de crear desde la infancia una Cultura Física y Recreativa que prolongue la práctica de este tipo de actividad, pues la misma mejora el funcionamiento del organismo y favorece el contacto e interrelación social, entonces, la vejez futura de toda persona ya no se tornará triste, sombría y solitaria.

Entre los resultados más relevantes desde el punto de vista social y psicológicos encontramos aquellos donde los adultos mayores frecuentaron cursos prolongados, se encontraban un mayor número de horas en movimiento fuera de su casa, siendo más reiterados y sistemáticos en los vínculos semanales con amigos, conocidos, parientes, existiendo un mayor dominio de su propio cuerpo y un cierto grado de resocialización (disminución del estado de agresividad e irritabilidad) al compararlos con los que se inscribían por primera vez.

La práctica del ejercicio físico contribuye de forma activa sobre la memoria motora, observándose los rasgos de la edad, aunque no tan acentuados como en aquellos que no asisten a los Círculos de Abuelos. La ejecución de los movimientos es lenta, pero logran combinarlos en una sucesión necesaria y concluyen las tareas orientadas.

La Educación Física y el deporte ofrecen grandes posibilidades de realización de actividades para las personas de la tercera edad, las cuales van desde la gimnasia, los

juegos populares y el deporte, las actividades rítmicas, las técnicas de relajación, el trabajo al aire libre en contacto con la naturaleza o el medio acuático. No existen actividades específicas para el adulto mayor, lo fundamental es que estén debidamente adaptados a las posibilidades del grupo, teniendo en cuenta la adecuación de las mismas y el lugar oportuno donde se enmarquen dentro del programa o plan que se establezca así como el tratamiento didáctico que permita a todos los participantes un nivel de realización.

Es importante además, procurar que cada sujeto, al realizar las actividades, tenga una mayor conciencia de los avances de su grupo a partir de sus propias percepciones, este aspecto contribuye a elevar y/o mantener la continuidad y el proceso de cada miembro en las diferentes actividades, las mismas deben realizarse en áreas donde sea factible ejecutarlas con seguridad para los participantes, teniendo en cuenta las características de las personas comprometidas en el grupo, su tiempo de ejecución estará en dependencia de la experiencia del grupo(25-30 minutos), los propósitos de las clases deben estar dirigidos a elevar el nivel de autonomía física y psicológica que potencia la sociabilidad hacia una integración en la comunidad que contrarreste el proceso de envejecimiento, las mismas deben ser altamente motivadas, amenas de forma que los participantes se diviertan y a la vez que se ejercitan, utilizando formas variadas de organización y control, orientado rutinas de ejercicios continuos para incentivar la memoria motora, al orientarlo por muy sencillo que este sea se le debe dar un tiempo al adulto para que el mismo elabore su propia respuesta motriz, ya que se trabaja en grupos heterogéneos.

A continuación resumiremos los aspectos más significativos a nuestro criterio sobre el adulto mayor:

La tercera edad o la vejez, comprenden aproximadamente el período que media entre los 60 y 80 años de edad
La posición social del adulto mayor en el mundo contemporáneo, es única por su significado y humana por su destino y orientación. Por eso, resulta de vital importancia el trabajo de orientación, prevención e intervención en esta edad.

Conocer al adulto mayor significa ser receptivo ante sus necesidades y posilidades, dar confianza y seguridad, para así brindarle una mejor convivencia social y familiar, un mejor espacio de realización personal.

A la persona que envejece se debe ayudar a conservar su autonomía física, psíquica y social durante el mayor tiempo posible, donde sus vínculos activos con el ambiente, puedan en buena medida, estar condicionados a través de las oportunidades que le brinda el movimiento.

Se debe tomar en cuenta el estado de salud de los ancianos para planificarle las actividades físicas que contrarresten los efectos del envejecimiento, manteniendo una psiquis y un cuerpo activo donde no sólo se agreguen años a la vida, sino se den vida a los años.

La actividad física en esta edad contribuye al mejoramiento y activación del organismo de los practicantes, permite la socialización de éstos con los demás miembros del grupo, aumentando el círculo de las relaciones sociales y estimula a potenciar su papel activo en la familia y la sociedad.
La ludoterapia y la reacción a través del ejercicio, constituyen una intención frente a las actividades de auto desempeño, integración grupal y autovaloración de los adultos mayores.
No existen actividades específicas para el adulto mayor, lo fundamental es que estén debidamente adaptados a las posibilidades del grupo.

La práctica del ejercicio físico contribuye de forma activa sobre la memoria motora

Las clases deben estar dirigidas a elevar el nivel de autonomía física y psicológica que potencia la sociabilidad hacia una integración en la comunidad que contrarreste el proceso de envejecimiento

La Educación Física y el deporte ofrecen grandes posibilidades de realización de actividades para las personas de la tercera edad, las cuales van desde la gimnasia, los juegos populares y el deporte, las actividades rítmicas, las técnicas de relajación, el trabajo al aire libre en contacto con la naturaleza o el medio acuático.

Reflexiones de la autora.

El estado cubano realiza grandes esfuerzos por mejorar las perspectivas de vida de la población cubana, no solamente en las condiciones materiales sino también en toda la esfera social, psicológica y física y con esa voluntad política se realizan proyectos encaminados al mejoramiento de la calidad de vida del adulto mayor y podemos citar algunos ejemplos como son:

El servicio en los programas de deporte y educación física para el adulto mayor.
La constitución de hogares para el adulto mayor, donde realizan actividades variadas que contribuyen, tanto al bienestar espiritual como físico.
La universidad del adulto mayor.
Los programas de estímulo a los longevos de nuestro país.
La atención médica especializada con doctores geriatras etc.

En la esfera del deporte y la Educación Física, los especialistas en esta materia debemos contribuir con profesionalidad, (la cual se logra con el estudio minucioso, la dedicación, la creatividad, la comprensión, el amor al trabajo, al sentido de pertenencia etc.) a los esfuerzos que hace el estado con relación a los ciudadanos comprendidos en estas edades. Todo lo antes expuesto en estas reflexiones es para significar los aspectos que aparecen subrayados anteriormente y que se hacen necesarios citar porque en varias ocasiones e escuchado a compañeros señalar recetas para el trabajo con la 3era edad y decir: esto y o esto otro no se puede hacer en las clases con grupos de la tercera edad por lo cual quiero enfatizar en dos aspectos fundamentales y pienso que sea de beneficio para quienes lean este trabajo, que no es un descubrimiento hecho por mi sino que el criterio personal, avalado por mis estudios se confirman y se hacen más sólidos en la realización de este trabajo, donde se plantea por varios autores en el capitulo "la actividad física en la tercera edad"

No existen actividades específicas para el adulto mayor, lo fundamental es que estén debidamente adaptados a las posibilidades del grupo.

La Educación Física y el deporte ofrecen grandes posibilidades de realización de actividades para las personas de la tercera edad, las cuales van desde la gimnasia, los juegos populares y el deporte, las actividades rítmicas, las técnicas de relajación, el trabajo al aire libre en contacto con la naturaleza o el medio acuático.