Orientaciones Metodológicas de cómo orientar y aplicar los ejercicios en la etapa del adulto mayor
Enviado por Lic. Clara Catalina González González
- Desarrollo
- Condiciones Internas
- La actividad física en la tercera edad
- Reflexiones de la autora
- Bibliografía
Psicología.Situación Social del Desarrollo.
Etapa: Adulto Mayor.
Objetivos:
Situación Social del desarrollo. (Externo e interno).
Orientaciones Metodológicas de cómo orientar y aplicar los ejercicios en la etapa del adulto mayor.
Desarrollo:
Conocer al adulto mayor significa ser receptivo ante sus necesidades y posibilidades, dar confianza y seguridad para brindarle así un mejor espacio de realización personal, por eso se hace necesaria la planificación de actividades físicas que contrarresten el sedentarismo acorde a su estado de salud para contribuir al mantenimiento de su psiquis y un cuerpo verdaderamente activo.
El adulto mayor, la adultez tardía, la tercera edad o la vejez, comprenden aproximadamente el período que media entre los 60 y 80 años de edad, lo que indica una prolongación y aumento del promedio de vida, ahora bien si nos ponemos analizar la situación social del desarrollo, el primer elemento que tendríamos que considerar es el que está relacionado con las especificidades de las condiciones externas que marcan el desarrollo del adulto mayor.
En relación con esto, el elemento definitivo es el hecho de que entre los 55 y 60 años se produce la jubilación laboral lo que para muchos representa someterse a unas condiciones de inutilidad social a la que no están acostumbrados.
Es cierto que las perdidas asociadas a la jubilación se pueden vivenciar como una agresión a la autoestima, más aún cuando la identidad de una persona está fundamenta básicamente en su actividad profesional. Aunque puede ocurrir la presencia de una baja autoestima, debido a la caracterización personológica del sujeto, independientemente de su edad.
En la sociedad cubana actual se realizan grandes esfuerzos orientados al bienestar social de este adulto, no solo en el aspecto material, sino en su participación activa en la sociedad, de acuerdo a sus posibilidades objetivas.
El Estado además, toma medidas para que las personas en la edad de jubilación que deseen seguir trabajando lo puedan hacer.
La tendencia de nuestros adultos mayores es de desarrollar su vejez en condiciones de convivencia familiar, aunque en la última década, se han dado importantes avances en la incorporación cada vez mayor de los mismos a las actividades propias de los
Círculos de Abuelos, cuyas principales influencias se asocian a las posibilidades de un mayor espacio de realización personal.
Condiciones Internas:
En el adulto mayor podemos apreciar un gran número de características que con poca frecuencia se encuentran en un solo sujeto, pues la estructura psíquica de las personas de la tercera edad es relativamente estable y conservan sus principales características durante el período evolutivo dado, el cual constituye una etapa muy particular de la vida, y que la reestructuración evolutiva que se produce en ella no es únicamente un retroceso, aquí se producen neoformaciones importantes que provocan la autotrascendencia.
En estos ancianos, en el área cognitiva aparece una disminución de la actividad intelectual y de la memoria como es el olvido de rutinas y las reiteraciones de historias, así como un deterioro de la agudeza perceptual.
En el área motivacional se produce un menoscabo de interés por el mundo externo acerca de lo novedoso, reduciéndose el número de intereses, donde en ocasiones no les nada y se muestran gruñones y regañones quedándose constantemente. Aparece una tendencia a mostrar un marcado interés por las vivencias del pasado y por la revaloración de ese pasado, aumentado su interés por el cuerpo relacionado con las distintas sensaciones desagradables y típicas de la vejez, apareciendo rasgos de hipocondría asociados con una incertidumbre sobre el futuro.
En el área afectiva se produce un descenso en el estado de ánimo general, predominando los componentes depresivos y diferentes temores ante la sociedad, la indefensión, el empobrecimiento y la muerte. Decae el sentimiento de satisfacción consigo mismo y la capacidad de alegrarse.
En el área volitiva se debilita el control sobre las propias reacciones y puede manifestarse la inseguridad.
En la conducta motriz se hace perceptible una disminución paulatina de las posibilidades de movimiento y de las capacidades motrices. La atrofia evidente de la actividad motora es un rasgo esencial del envejecimiento.
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