Es en este movimiento antiempirista donde debemos buscar el antecedente más inmediato de la llamada epistemología de segundo orden, precisamente porque los representantes de este movimiento son filósofos de la ciencia que le realizan una crítica al Positivismo desmontando el presupuesto filosófico sobre el que descansa dicha actitud.
Esto nos permite comprender que la Epistemología de Segundo Orden, entre otras cosas, representa un nuevo giro para la filosofía de la ciencia ya que constituye una radicalización de los supuestos planteados por el movimiento antiempirista, en el sentido de que tiene como punto de partida, primero que el conocimiento es una construcción (tesis todavía discutida hoy), que trae como consecuencia considerar como eje central el interés por lo que aporta el sujeto dentro del proceso del conocimiento.
Lo segundo es que la ciencia es considerada una forma de conocimiento más y no la única forma de construcción cognoscitiva. Paralelamente no se debe confundir este punto de partida con la eliminación de la concepción estructural lógica y metodológica interna del quehacer científico, sino que a partir de este razonamiento de segundo orden para reflexionar sobre la ciencia es necesario tener en cuenta otros elementos además de los aspectos lógicos metodológicos.
De modo que la racionalidad no clásica comienza y retoma el momento que dejó la reflexión kantiana y que el Positivismo abandona por las razones antes mencionadas. De aquí se desprende la importancia del presente análisis para las actuales reflexiones acerca de la histórica relación entre filosofía y ciencia.
Esto presupone que dentro del razonamiento de segundo orden lo más importante no sea la representación del sujeto en sí misma, sino cómo el condicionamiento del sujeto influye en esa representación. Este condicionamiento no puede reducirse sólo a lo socio histórico, ya que para entender la ciencia, cómo bien plantea la Msc.Yelenne Díaz Lazo44, no es suficiente comprender la contextualización de manera tradicional, es decir, partiendo de la función social de la ciencia, el compromiso y la responsabilidad ético _política de la ciencia y los científicos. La contextualización pasa primero por reconocer y comprender la complejidad epistemológica de la misma, la cual obliga a repensar concepciones simplificadoras y estáticas de la racionalidad científica como las del Positivismo Lógico., que incluye también pensarlo desde sus variantes y contextos.
Es necesario además tener en cuenta que este nuevo modo de pensar sobre la ciencia representada por la epistemología de segundo orden también está ligado (y de alguna manera es producto de ello) con los profundos cambios que se producen en la física del micromundo, la cibernética y las biotecnologías en estrecha relación con la Economía y la Política.
Estas tres líneas del desarrollo científico, al decir del Dr.Carlos Delgado45, tienen en común la creación, que no debe confundirse con creatividad, con notables consecuencias dentro del quehacer científico. Desde estos ámbitos de investigación se ha quedado rezagada la idea de que el hombre observa un mundo que es exterior a él y a la vez explica, a través de teorías, las cualidades de este mundo, tomando auge teórico y práctico la concepción de que el hombre es capaz de crear vida.
Ilya Prigogine en su trabajo titulado ¨ Filosofía de la Inestabilidad¨ publicado en 1999 también nos muestra cómo la epistemología de segundo orden constituye un nuevo tipo de saber, al transformar la cosmovisión no sólo de la ciencia, sino también del mundo y la cultura. Además nos remite al abandonado papel del sujeto dentro de la ciencia.
Esto lo demuestra cuando nos dice: ¨ ¿por qué precisamente ahora en las ciencias naturales se habla de inestabilidad, cuando antes predominaba el punto de vista del determinismo?
La cuestión es que la idea de la inestabilidad no sólo en cierto sentido ha estrechado el determinismo teóricamente, ella además, ha permitido incluir en el campo de atención de las Ciencias Naturales la actividad humana, haciendo posible incluir de u modo más completo al hombre en la naturaleza ¨.
Sin embargo en una entrevista, que sobre este trabajo de Prigogine, se le realiza a Serguei Kurdiiiumov él mismo nos dice : ¨ En general, por lo visto los virajes y revoluciones en el pensamiento no pueden desechar totalmente las representaciones existentes en el pasado: algo se conserva, algo se queda fuera del campo visual y algo se reinterpreta y precisamente la reinterpretación del material trabajado, en el espíritu de las nuevas representaciones teóricas( las que dicho sea de paso, pueden tener su fuente en las concepciones anteriores desechadas) constituye la esencia de los avances conceptuales, los que permiten hablar de la transición de un nivel de comprensión a otro ¨.
En estos tiempos la reflexión en torno a la relación entre filosofía y ciencia, que se produce en la actualidad dentro de la racionalidad no clásica, implica analizar qué se conserva, qué es ese algo que se queda fuera del campo visual, qué se reinterpreta y que función viene a jugar para las condiciones del mundo contemporáneo. Esta tarea aún queda abierta.
Bibliografía.
Ayer, J: ¨ El Positivismo Lógico¨, Instituto del libro, La Habana,1967. Colectivo de autores , Revista: Isegoría,#12,octubre 1995.
Díaz Lazo, Regla Yelenne: ¨ El viraje hacia la fundamentación culturológica de la racionalidad científica: P. Feyerabend ,La Habana, 2004.
Feyerabend,P: ¨ Ambigüedad y Armonía¨, Ediciones Paidos, España,1998. Feyeraben,P:¨ Tratado contra el método¨, Editorial Tecnos, España,1992. Haberlas,Jurguen:¨ Conocimiento e Interés¨,Editorial Tecnos, España,1982. Schlick,M:¨ El viraje de la Filosofía¨,Editorial,Instituto del libro, La Habana,1967.
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