Integraban la plana de "Colónida", entre otros, Abaraham Valdelomar, Federico More, Percy Gibson, José Carlos Mariátegui y Enrique Bustamante y Vallivián, y muchos otros jóvenes que también coincidieron en su deseo de renovación y su agresiva actitud literaria.
La posición de "Colónida", era antiacadémica: discrepaba del árido enfoque que hacía de lo literario la crítica universitaria de entonces. A pesar de su actitud combativa "Colonida", no tuvo un real significado político, y en lo literario se diluyó en cierto eclécticismo, es decir en una capacidad para tolerar en sus filas estilos diversos y, en ocasiones, opuestos.
"Colónida", inaugura entre nosotros una conciencia cultural: en este sentido fue un manifiesto de afirmación nacional, opuesto a la dependencia que guardaban nuestras letras respecto de España, y defensor de un cosmopolitismo que devolviese al país su autonomía cultural. Son estos rasgos los que generaron la admiración del grupo por Manuel Gonzáles Prada, y que revelan su afinidad con la actitud del Modernismo.
De la actividad de "Colónida" sólo quedan algunas huellas en la trayectoria personal de quienes empezaron colaborando en sus páginas, y una antología que agrupa a poetas dispares: Las voces múltiples (1916). En esta antología aparecieron -entre otros- Pablo Abril de Vivero, Alfredo Gonzáles Prada, Federico More, Félix del Valle y Abraham Valdelomar.
El animador de los "colónidas" fue Abraham Valdelomar, y hasta hoy su figura es la más estrechamente asociada con el espíritu de la revista. En muchos sentidos Valdelomar fue "Colónida". Su excentricida y talento es probable que el manifiesto no hubiera pasado de ser una reunión de puras individualidades sin pensamiento unificador y sin mayor relieva.
A pesar de haber muerto prematuramente (a los 31 años), Valdelomar dejó una obra consistente, que abarca varios géneros. Cultivó la narración, la poesía, el ensayo y el teatro.
Los principales libros de narrativa de Valdelomar son dos colecciones de cuentos: El Caballero Carmelo (1918) y los Hijos del Sol (1921), y dos novelas breves: La Ciudad Muerta (1911) y La Ciudad de los Tíscos (1911).
La poesía de Valdelomar nunca fue reunida por él en libro. La única colección de poemas que se publcó en vida suya, es la que se encuentra en la antología Las Voces Múltiples. Sólo en 1958 se publicó, con el título de Obra poética, una colección de todos los poemas de Valdelomar.
La actividad ensayística de Valdelomar se funde con su práctica de periodismo: sus libros de ensayo son recopilaciones de crónicas aparecidas en diversos diarios y revistas. Aquí debemos mencionar el libro sobre el toreo Belmonte el trágico (1918), el ensayo "Para una Psicología del Gallinazo" y las series de crónicas "Con la Argelina al viento" y "Crónicas de Roma". Del teatro de Valdelomar puede mencionarse el drama "Verdolaga", del cual se conservan fragmentos.
Características de la obra:
La obra de valdelomar se ubica en el tránsito del modernismo al post-modernismo, y por lo tanto mezcla elementos de ambas etapas literarios. Del modernismo conserva el vocabulario y el gusto por lo exótico. Del post- modernismo recoge la preocupación por el tema nacional y el afán de renovación de sus formas literarias.
En lo formal la poesía de Valdelomar está escrita principalmente en verso libre (pero lleno de giros modernista), y su prosa tiene el tono vivaz y la economía de medios que pueden proporcionar e periodismo. Es notable la cantidad de obras que dejo inconclusa.
La obra de Valdelomar es esteticista: su principal preocupación es la comunicación de un ideal estético. Este rasgo explica en cierto modo el impresionismo de su prosa. Sin embargo esta búsqueda de la belleza rara vez lo conduce al amaneramiento; en todo instante Valdelomar conserva una gran espontaneidad.
Valoración de su obra:
La obra de Valdelomar, es uno de los más importantes testimonios literarios de su época: el del ingreso del Perú a la realidad contemporánea. Valdelomar reúne en su obra todas las cualidades y los defectos de ese tiempo: aporta al país una nueva sensibilidad, pero convierte la actividad literaria en un quehacer desprovisto de raíces en la problemática profunda del momento. Fue brillante, pero se prodigó demasiado. En muchos sentidos – como ha dicho Jorge Basadre- la obra de Valdelomar acusa el impacto que tuvieron en la literatura el periodismo y la aceleración del ritmo de la vida urbana.
Época en que se desarrolló la obra
El cuento "El hipocampo de oro", fue escrito más o menos entre 1910 y 1915, como se sabe El hipocampo de oro fue publicado en 1920 como una obra póstuma del vate peruano. Valdelomar para algunos críticos lo considera dentro del género pos-romántico, mientras que para otros lo ubican dentro del llamado Modernismo, corriente que se genera a finales del siglo XIX, teniendo como máximo exponente al poeta nicaragüense Rubén Darío, con su famosa obra "Azul". Se dice además que el Modernismo es la única corriente propiamente hispanoamericana. Existe por ello también dentro del modernismo una influencia española. Sus temas son muy representativos de la gran gama cultural asimilada: primitivos españoles (Berceo, Hita, Santillana) junto a Góngora. Históricamente Valdelomar vivió bajo los gobiernos de Don Nicolás de Piérola, José Pardo,Leguía y Billinghurst, incluso con éste último trabajo desempeñando labores de embajador en Europa.
La historia del cuento tiene como escenarios una aldea de pescadores, la orilla del mar y en el bosque. Todos estos escenarios tienen sentido ya que como sabemos Abraham Valdelomar vivió en Ica y al parecer tuvo un contacto bastante cercano con el mar.
Argumento:
La historia del "Hipocampo de oro", sucede en una aldea de pescadores donde una mujer llamada Glicina , que era muy hermosa y además viuda porque no conocía el matrimonio, fue visitada en la noche por un marinero que estuvo con ella pero que al despertar en la mañana se fue. Pasaron entonces tres años, tres meses, tres semanas y tres días y al cumplir éste tiempo fue hacia la orilla del sur. Pero en el camino unos hombres le advirtieron sobre la presencia de un personaje algo misterioso y fantástico que lo llamaba el Hipocampo de oro, el primero en advertirla fue un viejo pescador de perlas, que le dijo que el hipocampo de oro saldría a buscar una copa de sangre, luego le salió al paso un pescador de corales quien le dijo que el hipocampo de oro saldría en busca de sus ojos y por último fue aludida por un niño pescador de carpas que le comento que el hipocampo de oro saldría en busca del azahar de durazno de las dos almendras. Pero la señora Glicina siguió adelante en busca del hipocampo; de un momento a otro a la orilla del mar empezaron a ocurrir ciertos fenómenos que presagiaban la presencia del Hipocampo de oro, y así ocurrió se presento ante ella llorando, Glicina le interrogó porque lloraba y le dijo que era un rey infeliz porque no tenía todo lo que quería para ser feliz. Le contó además que tenía un conformación orgánica algo extraña, le contó que era el único Hipocampo sobreviviente y que vivía en el fondo del mar. Le hizo saber sus necesidades de cambiar sus ojos por otros hasta que salga nuevamente la luna, además contó que se debe proveer de una copa de sangre que le daba la brillantez a su cuerpo y del azahar del durazno de las dos almendras que le daba el poder de la sabiduría, sino conseguía todo eso no podría volver a su reino. Ante este relato Glicina preguntó al Hipocampo que daría él por todo eso a cambio y él contestó que daría todo lo que le fuera solicitado hasta su reino. Glicina por su parte le contó de aquella vez que fue visitada por un marinero una noche, quien le dijo que cuando pasara el tiempo previsto vaya hacia la orilla del sur y que nacerá el fruto de nuestro amor. Por eso he venido hasta aquí, para que me des el secreto y yo os de todo lo que me pides a cambio, entonces el Hipocampo resucitó y de inmediato mandó a Glicina a buscar al amigo que se encontraba en el bosque. Glicina partió de inmediato y encontró al durazno de las dos almendras ella le contó todo y éste apenado le entrego lo pedido y se quedó llorando. Glicina se dirigió hacia donde se encontraba el Hipocampo, este al verla le pidió la copa de sangre ella se abrió el pecho y sin lanzar un grito de dolor cortó una arteria, llenó la copa y se la dio, enseguida le entregó el azahar de durazno de las dos almendras y luego se arrancó los ojos y ella le dijo dame ahora mi hijo. El Hipocampo le dijo que su hijo nacerá mañana después del crepúsculo pero que ella morirá le preguntó además que le podía duplicar aquella virtud que desease para su hijo y ella le contestó la del amor. Ella le agradeció esto ya que valía la pena morir por un hijo y el Hipocampo e fue hacia su reino.
Actantes principales
Hipocampo de oro: personaje principal, tenía una composición algo extraña muy parecido a un caballito de mar, poseía un reino en el fondo del mar pero no era feliz, necesitaba de unos ojos nuevos para seguir viviendo.
Glicina: una mujer de la aldea de pescadores, muy hermosa, ella quería un hijo, una noche estuvo con un marinero que le dijo que vaya hacia la orilla del sur y que allí nacerá el fruto de su amor y así ocurrió
Actantes secundarios
El niño: personaje que pone en alerta a la señora glicina sobre la aparición del Hipocampo de oro.
El pescador de perlas: personaje que avisa ala señora glicina sobre la presencia del Hipocampo de oro.
El pescador de corales: otro personaje que alerta a la señora Glicina sobre la aparición del Hipocampo de oro.
El hijo: de glicina producto del amor de ella con el marinero que la fue a visitar a su casa.
Tema:
El tema central del cuento es el deseo de permanencia a través de la señora Glicina y el deseo de supervivencia por parte del Hipocampo de oro.
Morfemas
A. La casa de la señora Glicina era pequeña y limpia.
L-a cas-a de l-a señor-a Glicina era pequeñ-a y limpi-a. (16 morfemas)
B. En la aldea de pescadores ella era la única mujer blanca entre los pobladores indígenas.
En l-a aldea de pescador-e-s ell-a era l-a únic-a mujer blanc-a entre lo-s poblador-e-s indígena-s. (25 morfemas)
C. Mas la señora Glicina no era feliz: viuda y estéril.
Mas l-a señor-a Glicina no era feliz: viud-a y estéril. (13 morfemas)
D. Entonces comenzó a encenderse una huella en la húmeda orilla.
Entonces comenz-ó a encender-se un-a huell-a en l-a húmed-a orilla.
(16 morfemas)
E . La luna cortada en dos por la línea del horizonte, se veía clara y distinta.
L-a luna cortad-a en dos por l-a línea de-l horizonte, se veía clar-a y distint-a (21 morfemas)
Estructura del sintagma nominal (diagrama arbóreo)
Reconocimiento de clases funcionales
A.
La | casa | de | la | señora | Glicina | era | pequeña | y | limpia | |||||
art | sust | prep | art | sust | sust | v | adj | conj | Adj |
B.
En | la | aldea | de | pescadores | ella | era | la | única | mujer | Blanca | |
prep | art | sust | prep | sust | sust | v | art | sust | sust | adj |
C.
Mas | la | señora | Glicina | no | era | feliz | viuda | y | estéril |
Adj | asrt | sust | sust | adv | v | adj | adj | conj | adj |
D.
Entonces | comenzó | a | encenderse | una | huella | en | la | húmeda | orilla | ||||||||
adv | v | prep | v | art | sust | prep | art | adj | sust |
E.
La | luna | cortada | en | dos | por | la | línea | del | horizonte | se veía | Clara | |||
art | sust | v | prep | adj | por | art | sust | art | sust | v | adj |
"La casa de la señora Glicina era pequeña y limpia. En la aldea de pescadores ella era la única mujer blanca entre los pobladores indígenas. Alta, maciza, flexible, ágil, en plena juventud, la señora glicina tenía una tortuga".
Lexema: Glicina
Semema: belleza
Clasemas: mujer
Sema: Juventud
"Mas la señora Glicina no era feliz: viuda y estéril. Decir viuda no es más que decir que su amor había muerto, porque en aquella ladea de la costa marina el matrimonio era cosa de poca importancia".
Lexema: amor
Semema: misterio
Clasema: sentimiento
Sema: abandono
"Entonces comenzó a encenderse una huella en la húmeda orilla. Un pez luminoso brilló sobre las olas, un silbido estridente agujeró el silencio. La luna cortada en dos por la línea del horizonte, se veía clara y distinta. Un animal rutilante surgió de entre las aguas agitadas y, en las tinieblas, su cuerpo parecía nimbado como una nebulosa en una noche azul"
Lexema: animal rutilante
Semema: fantasía
Clasema: irreal
Sema: brillantez
"Es el caso, señora mía – agregó éste – que tengo una conformación algo extraña. Sólo hay un Hipocampo, es decir, solo hay una familia de hipocampos. Se encuentran en el fondo del mar toda clase de seres; verdaderos ejércitos de ostras, carpas, anguilas, tortugas Hipocampos no habemos sino nosotros".
Lexema: hipocampo
Semema: exclusividad
Clasema: selección
Sema: animal misterioso
"Mis bellos ojos no son míos – agregó bajando la cabeza mientras un sollozo estremecía su dorado cuerpo- . estos ojos que véis no me durarán sino hasta mañana, a la hora en que el horizonte corte en la mitad el disco del sol."
Lexema: ojos
Semema: fugacidad
Clasema: tiempo
Sema: tristeza
Abraham Valdelomar.
www.unmsm.edu.pe/personajesilustres
CUENTOS PERUANOS
"El Hipocampo de oro"
Biblioteca Peruana
Antología Primera Selección
Ediciones Peisa
Lma-Perú. 1973
Lauer Mirko
"Literatura Peruana e Hispanoamericana"
Autor:
Jesús Paiba Samamé
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