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Estrategias alternativas de evaluación de los aprendizajes (Venezuela) (página 2)

Enviado por Yannitsa Fernández


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El presente estudio aborda lo relativo a la dimensión práctica de la evaluación, a continuación se describen cada uno de sus componentes soportado en los manuales de evaluación de los aprendizajes de Lores (2007) y Carrera y Otros (ob. cit.):

Procedimientos de la evaluación de los aprendizajes: son los mecanismos empleados para buscar información requerida. Están constituidos por el conjunto de acciones que se empelan para indagar y recolectar datos. Indican cómo se obtendrá la información y a través de qué mecanismo.

Técnicas de evaluación: actividades realizadas por educandos o educadores con el propósito de hacer posible la evaluación de aprendizajes o conductas. Se refiere al cómo de la evaluación escolar y determinan, junto con los objetivos de la enseñanza, los instrumentos más adecuados para la evaluación.

Instrumentos de evaluación: son los medios u objetos utilizados por el educador para observar, medir o registrar aprendizajes o conductas que se desean evaluar. Se refiere al con qué realizar la labor evaluativa.

Criterios de evaluación: es un recurso que permite evidenciar el alcance de la competencia por parte del alumno, es decir, convalidar lo que sabe, qué hace y cuales son sus actitudes. Determinan el tipo y el grado de aprendizaje que los alumnos deben ir alcanzando, respecto a las capacidades concretas que se formulan en los objetivos didácticos. Por lo general el criterio se extrae del objetivo específico.

La evaluación en matemática Clark (2002), soportado las percepciones de el National Council of Teachers de Matematics (NCTM), define la evaluación matemática desde dos perspectivas la del profesor y la del estudiante. Desde la perspectiva del profesor la evaluación matemática es:

"El proceso de recolección de evidencias con respecto al conocimiento del estudiante sobre matemáticas, su capacidad para utilizarla y su disposición hacia ella, y el proceso de hacer inferencias a partir de tales evidencias para una variedad de propósitos".

Desde la perspectiva del estudiante, la evaluación matemática es:

"Una oportunidad de mostrar su entendimiento y sus habilidades matemáticas. Además, es una conversación con el profesor sobre qué se ha aprendido y qué cosas permanecen oscuras, y sobre qué elementos fueron de utilidad y cuáles no en el aprendizaje del estudiante. La evaluación es una oportunidad para tener una retroalimentación recíproca y es una fuente de sugerencias de acción".

Partiendo de estas definiciones, la evaluación adopta una serie de fases interrelacionadas, que permiten orientar el proceso de evaluación dentro del aula y durante el desarrollo de cada fase, el profesor está invitado a la toma decisiones y a emprender acciones las cuales son propias de cada una de ellas. Seguidamente atendiendo al NCTM (1995) se describen cada una de estas fases a:

Planificación de la evaluación. En esta fase, se estable el propósito, se define el marco de referencia usado para centrar y balancear las actividades. De igual forma se definen los métodos para recoger e interpretar las evidencias y los criterios a utilizar para evaluar el desempeño de los estudiantes en la realización de las actividades.

Recolección de evidencias. Recoger evidencias requiere de técnicas e instrumentos. Estos están formados por actividades o tareas que el estudiante debe realizar. El profesor de Matemática recogerá evidencias durante, si es posible, y al final de la realización de la tarea.

Interpretación de las evidencias. Una vez recogidas las evidencias el profesor debe interpretar los resultados y darle un significado. Todo esto basado en el modelo formulado en la primera fase, cabe destacar que éste puede ser revisado cuando se está en esta fase de interpretación.

Uso de los resultados. Basándose en los resultados, el profesor debe tomar decisiones acerca del aprendizaje alcanzado por los estudiantes y reportar el progreso. En esta etapa, el profesor debe reflexionar acerca del proceso de evaluación que ha culminado. En particular, se propone que el profesor someta a revisión hasta que punto estimuló y permitió la participación de los estudiantes en el proceso de evaluación; la utilidad y pertinencia de las estrategias e instrumentos usados para recoger evidencias; la adecuación de las evidencias seleccionadas al objetivos, contenido o competencia que se deseaba evaluar, y, por último, el impacto de la evaluación sobre la calidad del aprendizaje logrado por los estudiantes.

Desde ambas perspectivas los principales aspectos a evaluar en matemática están relacionados directamente con las competencias a lograr dentro de esta área de aprendizaje. Es por ello necesario entonces incursionar en lo referido a las competencias matemáticas atendiendo primeramente a los principios de la evaluación.

Principios de la Evaluación en matemática Para que la evaluación impulse el aprendizaje ésta debe fundamentarse en las siguientes normas y principios postulados por el NCTM (ob. cit.). Atendiendo a normas, la evaluación debería:

• reflejar las matemáticas que todos los estudiantes necesitan saber y ser capaces de hacer.

• realzar el aprendizaje de las matemáticas.

• promover la equidad.

• ser un proceso abierto.

• promover inferencias válidas acerca del aprendizaje de las matemáticas.

• ser un proceso coherente. Atendiendo a los principios se tiene que:

• La evaluación es una parte esencial de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Está debería ser una actividad continua, planificada que esté estrechamente ligada al currículo y la enseñanza.

• La evaluación debería estar guiada por los resultados intencionados del aprendizaje establecidos en el currículo y debería usar una variedad de estrategias de evaluación. • Los planes de evaluación deberían comunicarse por adelantado.

Los profesores debe explicar los criterios y las estrategias de evaluación claramente y antes de realización de la evaluación. Los estudiantes deberían tener oportunidades para opinar sobre el proceso de evaluación.

• La evaluación debe ser justa y equitativa. Ésta debe ser sensible a las situaciones de la familia, del aula, la escuela y la comunidad; debe estar libre de prejuicios. Se le debe dar oportunidades a los estudiantes para demostrar el grado de su conocimiento, comprensión, habilidades y actitudes.

• La evaluación debería ayudar al estudiante. Ésta debe proveer retroalimentación positiva y estimular a los estudiantes a participar activamente en su propio aprendizaje. Los estudiantes podrían establecer sus propios estándares de logro y practicar la autoevaluación y la coevaluación.

Competencia matemática Según los Estándares Básicos de Competencias en Matemáticas (2006), la enseñanza de las matemáticas, supone un conjunto de variados procesos mediante los cuales el docente planea, gestiona y propone situaciones de aprendizaje matemático significativo y comprensivo para sus alumnos, permitiendo que ellos desarrollen su actividad matemática e interactúen con sus compañeros, profesores y materiales para reconstruir y validar personal y colectivamente el saber matemático.

Asimismo, dentro de estos estándares el aprendizaje se propone como un proceso activo que emerge de las interacciones entre estudiantes y contextos, entre estudiantes y estudiantes y entre estudiantes y profesores en el tratamiento de las situaciones matemáticas. Estas formas de interacción tienen importancia capital para la comunicación y la negociación de significados. Por ello se enfatiza en el diseño de situaciones matemáticas que posibiliten a los estudiantes tomar decisiones; exponer sus opiniones y ser receptivos a las de los demás; generar discusión y desarrollar la capacidad de justificar las afirmaciones con argumentos.

Ambos procesos descritos anteriormente deben responder a los fines de la competencia matemática. Al respecto, la asociación de profesores de Colombia en el documento titulado Estándares Básicos de Competencias en Matemáticas (Ministerio de Educación Nacional 2006), destaca que ser matemáticamente competente requiere ser diestro, eficaz y eficiente en el desarrollo de procesos tales como: formular y resolver problemas; modelar procesos y fenómenos de la realidad; comunicar; razonar, y formular comparar y ejercitar procedimientos y algoritmos. Ser matemáticamente competente se concreta de manera específica en el pensamiento lógico y el pensamiento matemático.

Por su parte, LLECE (2001) define la competencia matemática como "la capacidad que tiene el estudiante de utilizar procedimientos matemáticos para comprender e interpretar el mundo real". Entre tanto, Godino y Otros (ob. cit.) hacen referencia a la competencia matemática, posicionándose primeramente en el concepto de competencia, el cual lo presenta como "la capacidad de realizar una tarea o de finalizar algo con éxito"; siendo la competencia un rasgo cognitivo y disposicional del sujeto.

También este último autor hace referencia que la competencia será distinta según el campo profesional, el objeto de saber o la edad. Destacando que tener competencia matemática es tener conocimiento sobre aritmética, álgebra, geometría; o más específicamente es la capacidad de resolver problemas, ecuaciones, cálculo de fracciones, entre otros.

Por otro lado, el investigador danés Mogens Niss propone la siguiente definición de competencia matemática "Habilidad para entender, juzgar,

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