Al reflexionar en cada uno de los factores debimos necesariamente desprendernos de visiones unidimensionales y estáticas, considerando al curriculum abierto y flexible ajustado a la realidad social, política y económica con el fin de cubrir las expectativas que demanda cada sociedad. Al referirnos a la intromisión ideológica de los países altamente desarrollados sobre los países como Argentina o México vimos que debíamos pensar también en cuál era el rol del Estado en la determinación de los contenidos mínimos. Aquí seguimos la posición de Kemmis (en una posición extrema), en tanto sostiene que el Estado es quien impone los valores a enseñar.
Una vez que reflexionamos sobre lo que denominamos en un sentido amplio "matrices" nos abocamos de lleno a trabajar la evaluación curricular a priori. Pero para ello, primero nos detuvimos en los niveles en que se desarrolla el currículo (Segundo, tercero y cuarto); destacamos la importancia que poseen la elección de los contenidos; mencionamos los dos modelos curriculares que trabaja Díaz Barriga, como así también la estructura curricular básica de los planes de estudio. Ya que dentro de este marco teórico es desde donde se fundamenta la evaluación a priori.
A partir del análisis de los niveles en que se desarrolla el curriculum, vimos que los contenidos tenían mucha importancia y, siguiendo a Zabalza, afirmamos que la elección de contenidos se encontraba íntimamente relacionado con qué concepción teníamos de escuela, y fue por ello que abordamos el problema de los contenidos. Tal como indica Zabalza los contenidos son un espacio de toma de decisiones, al igual que el modelo curricular. En tal sentido Díaz Barriga sostenía que los distintos modelos curriculares pueden ser reducidos a dos:
El basado en la teoría curricular estadounidense, es decir, la que habíamos caracterizado anteriormente como basada en la lógica de la eficacia, buscando solamente preparar al hombre para la producción.
El modelo basado en la Teoría curricular modular por objetivos de transformación, es decir, el modelo que hace hincapié en el desarrollo del juicio crítico.
Pero vimos que en cualquiera de los dos modelos curriculares que consideremos en un plan de estudio debíamos encontrar elementos mínimos que lo componen, los cuales eran: diagnóstico de necesidades o marco de referencia; determinación del perfil de egresado y precisión de objetivos o práctica profesional; estructuración del curriculum u organización curricular; elaboración de los programas sintéticos o mapa curricular y evaluación del plan de estudios o evaluación curricular.
Referencias
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Contenidos Básicos para la Educación General Básica (1995). Ministerio de Cultura y Educación de la Nación: Consejo Federal de Cultura y Educación. Argentina.
Coll, C. (1991) Psicología y Currículo. Barcelona: Paidós.
De Alba, A. (1994) Currículum: crisis, mito y perspectivas. Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.
Decreto Nacional Nº 173/96
Decreto Nacional 705/97
Decreto Nacional 868/99
Díaz Barriga, A. (1991). Ensayos sobre la problemática curricular. México: Trillas.
Habermas, J. (1999). La inclusión del otro. Barcelona: Paidós.
Hegel, G. (1980). Introducción a la Historia de la Filosofía. Buenos Aires: Aguilar.
Kemmis, S. (1988). El currículo: más allá de la teoría de la reproducción. Madrid: Morata.
Lucero, M. (2000) "La construcción del curriculo en el proceso de transformación educativa". En Cuadernos del Centro de Graduados. Facultad de Filosofía y Letras, Mendoza Argentina. Nº 5, ISSN1515-5609 Págs. 169-174.
Soto, A; Bernardini, A. (2003). La educación actual en sus fuentes filosóficas. Costa Rica: EUNED.
Waggoner, G.; Herzfeld, A (Ed) (1969). Metodología de la evaluación Universitaria. Kansas: Escuelas de Artes liberales y ciencias Universidad de Kansas.
Zabalza, M. (1993). Diseño y desarrollo curricular. Madrid: Narcea.
Autor:
Lic. J. A. Gómez Giménez
23 de Agosto de 2013
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