- Introducción
- Güinicagina o Mayabeque, y su relación con la villa de San Cristóbal de La Habana en la costa sur, entre los actuales municipios de Melena del Sur y Güines
- Despoblación y traslado
- Economía
- Bibliografía consultada
Introducción
Con el descubrimiento o encuentro de Colón con Cuba y el llamado Nuevo Mundo en 1492, se inició el choque, colisión o encontronazo entre dos culturas muy diferentes y con disímiles grados de desarrollo. En su segundo viaje, entre los días 4 y 10 de junio de 1494, pasó por la costa sur de la provincia La Habana e Isla de la Juventud, observando a sus primitivos habitantes.
Los conquistadores se despreocuparon de nuestro terruño, y se establecieron primero en La Española y posteriormente en Puerto Rico; sólo de forma esporádica, circunstancial y furtiva, algunos navegantes tocaban nuestra Isla.
Desde 1499 y hasta 1502 comienzan a poblarse las mencionadas colonias, mediante la política orientada y aplicada bajo las orientaciones del Comendador Nicolás de Ovando.
En 1500 Juan de la Cosa había mapificado nuestra isla, la cual fue bojeada entre 1508-1509 por Sebastián de Ocampo; se plantea que en 1509 ocurrió el naufragio de una nave española por la costa sur, se dice que la de García Mejía aunque otros afirman que fue la de Alonso de Ojeda. Diego Colón, Gobernador de las Indias y Virrey de La Española, designó a Diego Velázquez como Teniente suyo, en 1509, y lo nombró como Adelantado del Rey y Gobernador de Cuba, dependiendo ésta como provincia del Virreinato de Santo Domingo; Velázquez partió en 1510 con la tarea de ocupar la isla, con Hernán Cortés, Pedro de Alvarado, Diego de Ordaz, Bernal Díaz del Castillo, Pánfilo de Narváez, Francisco Hernández de Córdova, Juan de Grijalva, y un grupo de aventureros que hacían un total de 300 hombres.
Entre 1510 -1511 fundaron la villa primada Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, y en 1513 la de San Salvador de Bayamo, sitio éste donde organizan la conquista y colonización como verdadera campaña militar, conformados en tres grupos que recorrerían tres itinerarios distintos desde oriente hasta el occidente.
El grueso de las tropas era dirigido por Pánfilo de Narváez y Juan de Grijalva, acompañados de Fray Bartolomé de las Casas, los cuales irían por el centro, pero al pasar por Caonao y Carahate toman el mar, adentrándose nuevamente en tierra por Matanzas, penetrando en la provincia habanera por el este, centro y sur, incluyendo la llanura de Güines, y de ahí al actual puerto de Carenas para seguir por mar a la ensenada de Guadiana, y de ahí a San Cristóbal de La Habana sureña.
Velázquez había salido por el sur, mientras por el norte iba un bergantín con un grupo de auxilio; los que recorrían el norte y el sur estarían atentos a la columna central.
En 1514 se fundan las villas de Sancti Spíritus, la Santísima Trinidad, y posiblemente en 1515 a Puerto Príncipe y Santiago de Cuba.
Entre 1514-15 se funda la de San Cristóbal de La Habana en la costa sureña.
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Güinicagina o Mayabeque, y su relación con la villa de San Cristóbal de La Habana en la costa sur, entre los actuales municipios de Melena del Sur y Güines
Fundar Villas y entregar indios mediante encomiendas definió en lo esencial el nuevo tipo de colonia por poblamiento, sobre todo en las zonas costeras, pues desde el punto de vista estratégico aseguraba retirada segura ante una adversidad imprevista, así como el dominio y avance hacia nuevos lares, y lograr la penetración, la ocupación y el asentamiento, así como el traslado fácil.
Sostenía Francisco Calcagno que el contingente que venía por tierra dominaba más fácil el panorama, y resulta sostenible que sabiendo que Velázquez venía por el sur, es posible que haya existido previo acuerdo de contacto entre los descubridores, y al encontrar la llanura güinera partieron a reunirse.
Acorde con los estudios multidisciplinarios realizados por los Doctores Sara Interíán Pérez, Ricardo Álvarez Portal, el presente autor, y un equipo integrado por los grupos espeleoarqueólogicos de Güines, (Alejandría), y el de Melena del Sur, San Cristóbal de La Habana se fundó en el sur, entre terrenos ubicados hoy en el triángulo formado por tres sitios: la ruinas del ingenio colonial y hoy caserío La Teresa de Melena del Sur, y Ojo de Agua y La Riva de Güines, al oeste del río, donde habían siboneyes súbditos del cacique Habaguanex que por la costa acogieron a tres náufragos españoles. Las fértiles tierras de la llanura ancha, su clima, su presumible futuro desarrollo, la fuerza de trabajo o mano de obra aborigen, las abundantes aguas de afluentes y efluentes de su cuenca hidrográfica, la desembocadura y estuario del río más importante del territorio, (uno de los 127 existentes en Cuba y relacionados por Jacobo de la Pezuela Lobo), y el factible resguardo para las embarcaciones que proporcionaba la Ensenada de la Broa, son aspectos positivos a favor de su ubicación en la costa sureña.
Expresó el insigne historiador batabanoense Ramiro Guerra que "se escogió un punto en la costa meridional, al sur de Güines, para elegir una población, especie de puesto avanzado hacia el oeste de la isla."
Al hablar de fundación no podemos pensar en grandes extensiones de tierra y en construcciones duraderas, sino en bohíos alzados prestamente para albergar al cabildo, la iglesia y los principales moradores.
Güinicagina u Onicagina, se llamaba el río, palabras que en amplia combinación fonética y ortográfica hablaban o escribían los hispánicos tomando el vocablo de los indígenas, unas veces con x, otras con j, y otras con g, con la fuerza en la sílaba tónica final a veces y en ocasiones en la penúltima, de vez en cuando finalizando con l y otras no. Además acorde con el lugar por donde pasaba el cauce central u otros afluentes, el agraciado río tomaba otros apelativos o denominaciones como Yaguaramas, Yamaraguas, Cajunaguas (también con x), Catalina, La Catalina, Rija, Bija, de Güines, o de Los Güines, Mampotón o Mampostón, Culebra, Bayamo, Cristales, etc.
Velázquez expresó en su Carta de Relación a su Majestad El Rey, que el pueblo
"estaba cerca de la costa sur, en un llano fértil y ancho sobre el río Guinicaxina"; todos sabemos que el apócope o prefijo de ese nombre, es el que le da el apelativo a Güines.
Se inició la repartición de tierras y encomiendas expropiando a los aborígenes de sus derechos, vidas y haciendas; malnutridos y hambrientos, sin atención a su salud, semidesnudos, vejados y hacinados, escaseó su fuerza de trabajo debido a que fueron sometido a un real genocidio; en un documento fechado el 13 de junio de 1513 en Valladolid, España, se refieren a los esclavos negros africanos introducidos en Cuba, además de los que comenzaron a infiltrar y vender los ingleses, así como disímiles corsarios y piratas de múltiples nacionalidades.
El sabio Alejandro de Humboldt escribió que la primigenia Villa sureña, recién fundada, estuvo "en 1515 en la costa meridional de la isla, en el partido de Güines".
Le Riverand indica al sitio en el río Onicajina o Mayabeque, manifestando que en cuya boca o "desembocadura o algo más al interior, sobre su curso, como huyendo de los peligros y desventajas de la costa baja e indefensa de la región", y agrega que estuvo en el trayecto territorial, "en el tramo que corre de Batabanó a El Rosario"; todos sabemos que el río se ubica y es el límite geográfico territorial y natural, entre Melena del Sur y Güines.
Como dato curioso y que debemos añadir, en el centro del triangulo de La Teresa, Ojo de Agua y La Riva, se ubica el primitivo asiento Cayo de La Ceiba, sitio en el que aseveran algunos eruditos, fue donde se efectuó la primera misa tras la fundación.
Hay múltiples mapas, -nueve (9) hemos localizado-, que ubican a San Cristóbal de La Habana, en el sitio que señalamos al sur, y hasta incluso, entre ellos hay uno que se atesora en el Instituto de Geografía Tropical, realizado en 1801.
Güines fue zona de una vieja comarca aborigen nombrada Habana, y su centro inicial poblacional coincidía con una aldea aborigen.
En conclusión, está demostrando que el río era ancho, caudaloso, y navegable, y que San Cristóbal de La Habana primigenia estuvo al sur de nuestra costa, al norte de las zonas bajas de la misma, al este de Batabanó, al norte de Punta Mora y por supuesto de Punta Gorda en la Península de Zapata, al sur de las lomas y sobre todo de la llamada de Candela, en la llanura fértil y ancha bañada por el río, al oeste del mismo, y por sobre una parte de su rivera, a 8 leguas de Jaruco, 6 de Batabanó, 12 de la actual Habana norteña, a 2.5 de Playa del Rosario, y aproximadamente a la misma de la desembocadura del Mayabeque, a 12 del Banco de Los Jardines, a 2 del corral Yamaraguas, y aproximadamente a 11 de Matanzas.
Se mantienen y superviven en la zona, múltiples apellidos de los primeros habitantes españoles que llegaron al sitio: Velázquez, Ávila, Barba, Caro, García, Mejías, González, Martín, Martínez, Pacheco, Rodríguez, Rojas, Cedeño, Soto, etc. (En la contemporaneidad aparecen en los diversos Registros vinculados con los terrenos aledaños de los municipios de Melena y Güines.)
El Primer Teniente de Gobernador de la Villa sureña fue Pedro de Barba, quien entregó mercedes y encomiendas.
Es incuestionable que San Cristóbal de la Habana ejerció su influencia fuerte en todo el territorio ubicado a su alrededor, así como a lo largo del curso de su río, y por supuesto al sitio y zona que ocupa Güines como actual pueblo y municipio.
Despoblación y traslado
Desde el sitio sureño de San Cristóbal, Pedro de Barba partió con Hernán Cortés para la conquista de México; y desde el mismo sitio salieron expediciones a La Española, Jamaica, Puerto Rico y Tierra Firme, o sea, a Yucatán, México y Veracruz, sin olvidar Centro y Suramérica.
Se crea un agudo despoblamiento, además de las desventajas de la zona, con costas muy bajas, abiertas y de deposición, muy pantanosas y malsanas propicias a enfermedades, a merced de las inclemencias del tiempo y fenómenos naturales o atmosférico como huracanes, penetraciones del mar, crecidas de los ríos, temporales y aguaceros, y a vectores y plagas, que acorde con las tradiciones se afirma que por mosquitos, hormigas y bibijaguas.
Por todo ello, en 1519 se trasladó la villa al norte, donde existe una costa abrasiva de erosión, profunda y resguardada bahía de bolsa, dada a la navegación, con facilidades para el comercio, favorable posición geográfica, promisorio desarrollo futuro, y condiciones para su defensa y fortificación.
Durante el tránsito de sur a norte, según Le Riverand, "se registra un punto de penetración al interior: la Bija, al norte del valle de los Güines, en la cuenca del Mayabeque". Y agrega que el poblamiento se inició simultáneamente junto a pueblos indios o en puntos litorales de particular ventaja, o en haciendas agrícola-ganaderas primitivas destinadas al abastecimiento de los navíos de tránsito.
Al norte fueron los ricos representativos, influyentes y adinerados en el orden jerárquico del poder económico, político, social, militar, y eclesiástico, pero fue un abandono transitorio, parcial y circunstancial , pues los ayudantes, copartícipes, peones, socios, empleados, los individuos comunes y sencillos, a quienes sumamos una parte de los aborígenes sobrevivientes, o encomendados, más los que por uno u otro motivo no quisieron ausentarse o trasladarse, quedaron asentados en el sur y en sus zonas y regiones adyacentes, como afirmara la Dra. Hortensia Pichardo.
Resulta inobjetable la influencia económica, social y cultural de la primigenia y sureña Villa de San Cristóbal de La Habana en todo nuestro territorio, debido a la ocupación, poblamiento, producción y el continuo bregar del tránsito y comunicación del sur con el norte y a viceversa, y por supuesto, conforma parte de nuestra historia.
En 1540 están ya fallecidos los principales protagonistas, mermada la población aborigen, y en el sur reducida la población.
En 1542 el rey Carlos V envió Ordenanzas contra la esclavitud de los indios y las encomiendas.
Existía inestabilidad y preocupación debido a la existencia de palenques de cimarrones y por las rebeliones de indios y esclavos, los cuales así se enfrentaban a las injusticias y abusos que contra ellos se cometían.
En 1546 La Habana norteña surge como capital o lugar de residencia y centro comercial, político y militar; el 26 de julio de 1553 se convierte en residencia oficial del Gobernador.
En 1555 los aborígenes comienzan a ser reconcentrados en Guanabacoa, incluyendo a los de la zona o territorio mayabequino en virtud de que la misma fue declarada como Protectora de Indios, y desde los primeros momentos ella controló nuestro territorio. El 16 de junio de 1561, La Habana tenía sus límites desde Trinidad hasta el Cabo de San Antonio.
Economía
Nuestra zona se fue ocupando y poblando a expensas de mercedes de tierras circulares en forma de hatos y corrales, estimulando así mismo la crianza de ganado mayor y menor, por lo que fue importante la producción comercial ganadera, así como una agricultura de subsistencia o autoconsumo para sus moradores.
Los renglones más importantes que sobresalieron son: cebo, pieles o cueros, carne salada, tasajo, y yuca., con las cuales se aprovisionaban las naves que partían por la costa sur para la conquista y colonización en otras tierras.
No podemos obviar ni dejar de mencionar una rama económica que proporcionó amplia entrada económica a la zona: las maderas preciosas que se extraían de las grandes riquezas forestales de los árboles existentes en todos los bosques y montes del territorio, las cuales servían para importantes construcciones de viviendas, muebles, todo tipo de barcos y medios de navegación, etc., así como para hacer en aquella época el muy necesario carbón.
Bibliografía consultada
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18. Pichardo, Esteban.- Diccionario Provincial casi razonado de voces y frases cubanas", Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1985
19. Pichardo, Hortensia.- "Fundación de las Primeras Villas de la Isla de Cuba", Ed. Ciencias Sociales, 1986, p. 23
20. Pichardo, Hortensia.- "Documentos para la Historia de Cuba", (Tomo I), "Carta de Relación al Rey de Diego Velázquez."
21. Portuondo, Fernando.-"Estudios de Historia de Cuba", p. 28 Ed. Ciencias Sociales, 1986
22. Portuondo, Fernando.-"Historia de Cuba."
23. Sagra, Ramón de la.- "Memorias de la Real Sociedad Patriótica."
24. Wright, Irene.-"Historia documentada de San Cristóbal de La Habana en el siglo XVI", (Tomo I), La Habana, 1927.
Autor:
Pedro Pablo Brunet Ramos