Anorgasmia: Desde el punto de vista darvinista, la mujer siempre gana? (página 2)
Enviado por Felix Larocca
Edvard Munch
Causas
Muchas son las causas que pueden ocasionar este cuadro, y para su mejor comprensión se las divide en:
a) Causas orgánicas: En el desarrollo del orgasmo intervienen una serie de contracciones musculares, originadas por vía refleja, de los músculos de la vagina. Los estímulos que aumentan la tensión y producen el clímax provienen de estructuras nerviosas localizadas en el clítoris y en la vagina. Cualquier alteración de las estructuras nerviosas que conducen la información al cerebro, como una enfermedad, medicamentos, drogas o un traumatismo, pueden ocasionar trastornos en el orgasmo. Es responsable sólo del 5% de los casos.
b) Causas psicógenas: Dentro de este tipo de causa, la más frecuente es la ansiedad relacionada con la expectativa del orgasmo y la auto vigilancia en las relaciones sexuales. Al centrar la atención en el orgasmo e intentar controlarlo, en la mayoría de los casos lo único que se logra es inhibirlo. Una gran influencia en la inhibición del orgasmo se observa también cuando aparecen sentimientos de culpa relacionados con creencias erróneas sobre el derecho de experimentar placer o sentimientos ambivalentes hacia la pareja con la que se está en discordia.
Tratamiento
Como en todas las terapias del orden sexual, el tratamiento debe ser individualizado, adaptándose a cada caso en particular.
En las anorgasmias primarias, el objetivo principal es ayudar a la mujer a que pueda tener su primer orgasmo, teniendo siempre presente que la causa más importante puede ser la obsesión por conseguirlo. Una de las estrategias más utilizadas es la del auto estimulación, ya que es un método sencillo de realizar por el cual se puede obtener un orgasmo tan valedero como el que proviene de una relación de pareja. Además, como inicialmente el cónyuge no participa, no siente la presión de su demanda y no tiene que preocuparse por él. Una vez alcanzados los primeros orgasmos, psicológicamente puede haberse adquirido cierta tranquilidad. En las fases siguientes, el tratamiento se dirige a extender dicha satisfacción a las relaciones con la pareja.
En casos en que se trate de una anorgasmia secundaria, el tratamiento está dirigido hacia las posibles causas del cuadro, buscándose fundamentalmente en tres áreas: trastornos orgánicos o por medicamentos, problemas con la pareja y trastornos psicológicos (ansiedad, depresión, dietéticos y otros).
En las anorgasmias situacionales, debe identificarse cuáles son las situaciones en las que aparece esta disfunción, para intentar modificarlas o evitarlas.
En resumen
La anorgasmia es un factor importante en el deterioro de las relaciones entre parejas. Su tratamiento, como el de las enfermedades del comer resta en el conocimiento básico proporcionado por la neurociencia y comienza con la educación.
Esta lección se acompaña de una futura que explica la neurociencia de lo a que aquí aludimos.
(Nota: El autor fue miembro del equipo inicial que estudió la sexualidad en la adolescencia con Masters & Johnson durante su tenencia en la facultad de Washington University en Saint Louis).
Prosigamos con la ponencia que concluye esta lección
Coito doloroso: La impotencia genital de la mujer
Dr. Félix E. F. Larocca
La educación sexual es parte de la vida y debe de ser impartida por la madre a las hijas y por el padre a los varones.
Así lo establecen nuestros instintos y módulos natos.
Las relaciones sexuales dolorosas representan una de las alteraciones sexuales más perturbadoras, por el dolor que provocan al intentar realizarlas durante las fases iniciales del contacto sexual.
Dentro de este tipo de disfunciones se encuentran la dispareunia, cuadro caracterizado por dolor genital que se presenta al comienzo o durante el acto en la mayoría de las relaciones sexuales en las mujeres. También encontramos al vaginismo, que es un espasmo o contracción involuntaria de los músculos que rodean a la vagina, por lo que resulta inútil y muy doloroso el intento.
Órganos sexuales internos de la mujer
Este último, por lo general, es más alarmante para quien lo sufre, porque impide la realización del deseo en la unión sexual; a diferencia de la dispareunia en la que, aunque con cierto dolor, puede completarse la cópula.
Muchas parejas en que la mujer presenta alguna de estas disfunciones demoran años en consultar un especialista, realizándolo sólo en el momento en que desean tener un hijo. En muchos casos no consultan por miedo a sufrir algún tipo de anormalidad y descubrir que su vagina tiene algún defecto. En otros porque les da mucha vergüenza hablar del tema con otra persona.
Generalmente, sólo se trata de una dificultad para relajar la vagina y no de vaginas que son "pequeñas". Aproximadamente el 8 – 10 % de las mujeres sufren este tipo de disfunciones, siendo unas tres veces más frecuentes las consultas por vaginismo que por dispareunia.
Causas
Las diversas causas capaces de desencadenar el cuadro son de tipo psicosocial, siendo un típico ejemplo de trastorno psicosomático.
A continuación destacamos las diversas situaciones relacionadas con dolor durante el coito:
Órganos sexuales externos de la mujer
• Factores educativos: educación restrictiva, que ve pecado en todo lo sexual, que transmite erróneas ideas sobre el erotismo normal. Falta de información, ansiedad, miedo al embarazo, a perder la virginidad o a contraer enfermedades venéreas. • Factores traumáticos: cualquier acto previo o miedo de violencia sexual. • Factores interpersonales de pareja: conflictos con la pareja, deficiente o inadecuada estimulación, y sospechas o temores. • Factores personales: ansiedad, depresión, dudas.
Tanto la dispareunia como el vaginismo, pueden aparecer en forma brusca luego de un funcionamiento sexual normal.
En algunos casos, el dolor es posterior a una infección y condiciona el desarrollo del cuadro, el cual se mantiene después de que la infección ha desaparecido.
Tratamiento
Los tratamientos del vaginismo y de la dispareunia son muy parecidos, por lo que detallaremos la terapia conjuntamente.
En el vaginismo, el tratamiento específico se basa en el aprendizaje del control de los músculos de la vagina, con lo que podrá contraerse y relajarlos a voluntad. Posteriormente, se irá ejercitando progresivamente la capacidad para introducir pequeños objetos, como los tampones higiénicos, aumentado progresivamente el diámetro de éstos hasta que la mujer se sienta con la confianza suficiente como para permitir la penetración. El uso de un lubricante inmediatamente antes del coito generalmente ayuda a evitar el dolor y el espasmo muscular.
En la dispareunia es imprescindible que la pareja sea consciente de su nivel de excitación previo a la realización del coito, ya que si no se logra una lubricación suficiente, la penetración puede ser difícil o dolorosa. Finalmente, cuando haya podido desacondicionarse el dolor, y la mujer pueda enfrentarse a la penetración sin ansiedad ni malestar, la máxima atención estará centrada en que la experiencia resulte estimulante y satisfactoria.
En resumen
Los trastornos sexuales funcionales son ciertos, como asimismo lo son los trastornos del comer.
El factor psicológico es el más saliente en ambas categorías — aunque el aspecto que involucra la neurociencia es crucial — como en futuras ponencias aprenderemos.
Ambas jerarquías están conformadas para ser asignadas al modelo bio-socio-psicológico, del que anteriormente hemos hablado.
La educación es la prevención y en ésta depende el éxito último de toda terapia.
La consulta con especialistas capacitados y dotados de empatía es esencial.
Nosotros aconsejamos que, de ser posible, el sexo del especialista, en éste caso, sea el femenino.
(Preparado en consulta con L. Novak MD)
Bibliografía
Suministrada por solicitud.
Dr. Félix E. F. Larocca
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