Capítulo anterior: 1 – Relaciones padres e hijosCapítulo siguiente: 3 – El orgullo propio
La amistad, es un hermoso regalo de la vida, sin embargo nuestra necesidad de tener amigos, no puede ser mayor que la necesidad de desarrollarnos como personas, de buscar las personas más idóneas para alcanzar nuestros sueños, y de buscar las personas más adecuadas para que podamos vivir más sanamente, crecer, madurar, alcanzar metas, planificar nuestras vidas, y cumplir ese plan a cabalidad, hasta llegar a nuestro propósito de vida.
A veces hay que sacrificar amistades, es fuerte, Es difícil, se siente soledad, la costumbre es fuerte, a veces somos dependientes de otros, pero hay que perder amistades a veces, si sabemos que no son útiles en nuestras vidas, si quieres ganar tus sueños, un propósito en la vida, quieres crecer como persona, necesitas sacrificar relaciones de amistad que no te sirven para ello, no se trata de dejarlas de tratar, no se trata de odiarlas, no se trata de desecharlas, sino de invertir tiempo en cosas más útiles, y disminuir el tiempo, las actividades, los hábitos, y todas las cosas que te atan a personas que no te ayudan, sino que tú mismo sabes que te hunden, de a poquito, pero te hunden y no te dejan llegar más lejos, tarde o temprano, te harán perder y sentirte un frustrado y un fracasado, si de verdad quieres perder, debes aprender a sacrificar ese tipo de relaciones, por más que te duela, por más que tu las ames, pero debes amarte a ti mismo, y a tus sueños, ya que nadie te amara mas a ti que tú mismo, y nadie querrá que alcances tus sueños más que tú mismo, aprende a seleccionar amistades que te impulsen, y no amistades que te derriban, comienza desde ahora a analizar a tus amistades, que te sirve y que no te ayuda, en quien puedes invertir más tiempo, para poder crecer, y en quien necesitas, limitar el tiempo que pasan juntos, las cosas que hacen juntos, y los hábitos que has aprendido a hacerlo juntos.
El orgullo propio
Capítulo anterior: 2 – Relaciones de amistad Capítulo siguiente: 4 – En un conflicto
El orgullo es una de las cosas que no sabemos perder tan fácilmente, y a veces podemos perder lo que sea, pero nuestro orgullo nadie no los quita, pero a veces las personas, no saben distinguir entre lo que es amor propio, y lo que es egocentrismo, y parte de este orgullo propio, puede ser parte de un amor propio, o de un egocentrismo verdadero, es por ello, que a veces, debemos estar dispuesto a poner de vez en cuando nuestro orgullo al lado, sobretodo, cuando se trata de conservar relaciones, tanto de amistad, familiares, de pareja, laborales, académicas, y de cualquier índole.
Las personas mas orgullosas, terminan solas, porque por orgullo. No se permiten ser corregidas, ser enseñadas, recibir consejos, ayudas, criticas constructivas, y hasta exhortaciones fuertes, pero a veces esas cosas son necesarias porque nos ayudan a crecer como personas, y si no aprendemos a ser corregidos, a admitir nuestros errores, a ser a veces criticados, no vamos a crecer, ni madurar, ni desarrollarnos como personas, porque mas bien, nuestro propio orgullo y arrogancia, nos va a hacer creer cada día, de que somos nosotros los que tenemos la razón, y siempre nos vamos a quedar estancados, al margen de la realidad, y viviendo en nuestro propio mundo, ignorando la realidad de la vida, y sin comprender de que todos los seres humanos nos necesitamos, nos debemos amar, comprender, y dejar enseñar y corregir por otros, para poder crecer en la vida, el orgullo, a veces no nos deja ver la vida como realmente es, sino nos hace hundirnos y sumergirnos en nuestros propios conceptos, paradigmas, y puntos de vistas, muchas veces errados.
Si quieres crecer como persona, aprender a poner de vez en cuando el orgullo de lado, y aunque parezca que pierdes, te darás cuenta de que ganas!
En un conflicto
Capítulo anterior: 3 – El orgullo propioCapítulo siguiente: 5 – Lo material
Los conflictos son partes de la vida donde vamos o donde estemos, no podemos evitar de que se presenten conflictos, pero si podemos evitar, de que los conflictos se vuelvan un caos, mucha de la crisis de odio, violencia, amargura y tantas cosas desastrosas que amenazan a la sociedad, es precisamente, porque la gente no sabe manejar conflictos, debemos aprender a manejar los conflictos, y no será siempre tratando de vencer y de tener la razón, no será siempre salir victorioso ganando y venciendo sobre nuestro contrincante.
La vida no es una eterna lucha de poder de tratar día tras día lograr crecer y avanzar atropellando a quien salga por delante, a veces hay que perder, para ganar en un conflicto, si a veces somos pacientes, tolerantes, comprensivos, amigables, y hasta un poco permisivo, hasta cierto punto, con tal de que todos ganen, y nadie pierda, haríamos que las cosas marchen mejor.
Estamos en sistemas sociales, en donde cada quien lucha por el poder, por el control, por el dominio, por ver quién destruye a quien, pero cuando demostramos, que no estamos bajo ese propósito, no tenemos enemigos, si andamos luchando por poder dominio, y control, siempre tendremos contrincante, pero si aprendemos de vez en cuando a deponer nuestras armas, y a sacar la banderita de pido la paz para esta guerra, te aseguro que muchos enemigos, también bajaran las armas.
Si vamos poco a poco aprendiendo esta arma de guerra para la paz, iremos logrando crear conciencia en nuestro alrededor, enseñaríamos a nuestros hijos a ser vencedores, y no porque hayan perdedores, no que hayan vencidos y derrotados, solo personas, sanas, tranquilas, controladas, y quietas, y le estaremos dando aporte a nuestras familias, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, estudio, y a las próximas generaciones.
Lo material
Capítulo anterior: 4 – En un conflictoCapítulo siguiente: 6 – Disfrutes momentáneos
Lamentablemente, vivimos en una generación egoísta, insensible, y extremadamente materialista, nada vale más que el oro, que los lujos, que las fortunas, y las herencias, nada vale más, incluyendo la misma existencia humana, cualquier persona, puede ser asesinada por alguien que quiere lo material que ella posee, así es este sistema, sin embargo, no todos los seres humanos somos así de crueles, de pretender si es posible matar, por lograr algo material, pero si se han cometido muchos errores tristes en la historia de la humanidad, por problemas netamente materiales, y muchas personas, han sido heridas, desmoralizadas, ofendidas, castigadas e incluso maltratadas, por algo material.
Lo material es valioso, pues de ello, adquirimos lo necesario para poder lograr cosas, beneficiarnos de ciertos privilegios, y alcanzamos muchos logros con lo material, pero no lo es todo.
Lo espiritual, muchas veces aunque no se ve, pareciese que no se siente, y da la impresión de no tener importancia alguna, lo espiritual, es eterno, es esencial en nuestro ser interior, es elemental en la parte de nuestro ser que no podemos ver, ni palpar, pero que sabemos que hay una vida dentro de nuestro cuerpo material al que vemos, a veces la gente se preocupa más por lo material, que por aquello, que no se puede ver pero que existe, y muchas veces, el hombre quiere llenarse de todo lo que ve, pero carece de todo lo que no puede ver, pero que por eso no quiere decir que no existe, y es por ello, que vemos en la humanidad, una carencia tan grande de valor, de sentido de la vida, de una carencia de propósito y de destino, una infelicidad insaciable, que nada la llena, y que nada la detiene, Dios lo llena todo y en todo, puedes tener todo pero sin Dios, tu ser esta vacío, hueco, sin vida, sin propósito, sin destino, sin sentido.
Sin embargo, el hombre prefiere vivir sin esa parte espiritual que es vital en el hombre, para no perder su autonomía, su propio dominio, su propio yo, tomando el control de su vida, pero a veces hay que perder para ganar, aunque parezca, que reconociendo que hay un ser superior te hace perder tu verdadero valor, permítete vivir esa experiencia, para que compruebes que no pierdes sino que ganas.
Disfrutes momentáneos
Capítulo anterior: 5 – Lo materialCapítulo siguiente: 7 – La personalidad
La vida hay que gozarla, la vida es una sola, tengo derecho de hacer con mi vida lo que desee, es una de las cosas que mas dice la gente que carece de sentido de propósito en la vida. Pero la misma historia, nos confirma de muchos hombres en la vida, que sacrificaron muchas cosas para lograr grandes cosas, y son los hombres que la historia nos presenta como grandes inventores, grandes héroes, grandes artistas, en fin grandes hombres.
Los disfrutes momentáneos, muchas veces nos presentan nada más que eso, disfrutes momentáneos, pero los sacrificios a ciertos disfrutes, para lograr metas claras, y maravillosas, nos traen grandes victorias, tanto en la vida familiar, social, económica, académica, laboral, etc.
No desaproveches el tiempo que tienes, porque no vuelve, pero lo que siembras recoges, si siembras en buenas bases sólidas para tu futuro, recogerás gran futuro por delante, pero si desperdicias e, tiempo, en todo lo que no aprovecha para nada, eso tendrás en el futuro nada.
La personalidad
Capítulo anterior: 6 – Disfrutes momentáneosCapítulo siguiente: 8 – Cultura de vida
La Personalidad es parte de nuestras propias vidas, al parecer, cuidamos nuestra propia personalidad según nosotros, incluso nuestro carácter, nuestros hábitos, nuestro estilo de vida los aplicamos a ser parte de nuestra personalidad, y hasta un sin número de veces, mal utilizamos la mal gastada frase "es que yo soy así, pero lamentablemente, muchas veces estamos bajo ignorancia, alimentando, malas conductas, aprendizajes que heredamos de nuestros padres y demás allegados, sin darnos cuenta de el grave error en el que nos criamos.
La Ira, la soberbia, la agresividad, el orgullo, las malacrianzas, la rebeldía, la arrogancia, y muchas otras formas erradas de actuar, a veces las atribuimos a parte de nuestra personalidad, pero resulta que no es así, estas son actitudes, y formas erradas de actuar ante ciertas situaciones, que aprendimos, adaptamos y posteriormente las adoptamos como parte de nuestra vida.
Debemos aprender a diferenciar entre emociones, que podemos sentir como todos los seres humanos, y como aprendemos a manejar esas emociones correctamente. Cuando aprendemos que de la manera como desarrollamos nuestras actitudes, son sanas o no, nos daremos cuenta, de que no son parte de nuestra personalidad, sino que son hábitos, costumbres, y creencias, y estilo de vida que adoptamos, y no nos hemos tomado el tiempo necesario, para analizarlas, y desechar parte de esas fortalezas mentales, que han bloqueado nuestra mente, y han fijado patrones de conductas, que son errados, pero que pueden ser cambiadas, si no los proponemos y conscientemente, y constantemente trabajamos en ellas.
Cultura de vida
Capítulo anterior: 7 – La personalidadCapítulo siguiente: 9 – La razón
Además, de nuestra personalidad, hay muchas otras cosas que hacemos sin darnos cuenta de que están erradas, pero las adoptamos, no creyendo que sea parte de nuestra personalidad, sino creyendo que es parte de nuestra cultura.
Debemos comprender que no todo lo que hace la mayoría quiere decir que es lo correcto, y vivimos en un mundo en el que el que tiene la razón, pareciera que debería hacer lo que todos hacen solo porque todos los hacen, sea bueno o sea malo, la cultura es lo que prevalece, pero estas son creencias erradas.
El vivir, en contra de la corriente, a veces nos hace sentir de que somos perdedores y de que estamos perdiendo, pero a veces el desafiar a la mayoría, y seguir las cosas, en las que sabemos, que son las correctas, nos ayudara a marcar el camino, para formar nuevos destinos.
Las grandes revoluciones de la historia de la humanidad, se crearon en ambientes, donde todos los desafíos estaban dados, y los grandes revolucionarios, iban caminando hacia el contrario de la mayoría, pero vencieron, eran pocos pero lucharon por sus principios, por la verdad, por la razón, por lo correcto, por lo justo, y se impusieron y ganaron, y hoy día, nosotros estamos disfrutando de muchas de estas vencidas a esos grandes desafíos que experimentaron estos grandes hombres, nosotros podemos hacer lo mismo, y desafiar a esta sociedad, que nos quiere imponer como cultura muchas cosas que nos dañan, que nos destruyen como individuo, culturas de violencia, cultura de vanidad, cultura de ser insensible con el dolor humano, y muchas falsas culturas ideológicas, que si no luchamos contra ellas, se nos impondrá y mataran nuestros sueños, pero que si nos imponemos a todas estas falsas ideologías, estaremos haciendo historia
La razón
Capítulo anterior: 8 – Cultura de vidaCapítulo siguiente: 10 – Perdiendo
¿Quién tiene la razón? Es una de las preguntas mas elementales en todos los conflictos, situaciones, y oportunidades de tomar decisiones, que se nos presenten en la vida, pero para ser un ganador en la vida, no es necesario, siempre tener la razón, ni imponer nuestra propia razón por encima de los demás.
No siempre debemos luchas por mantener el titulo, de el que tiene la razón, muchas veces parecerá que no la tendremos, aunque la tengamos, otras veces parecerá que la tenemos y no es cierto, pero lo importante no es tener siempre la razón,, sino ser personas correctas, que hacen siempre lo correcto, en el momento correcto, bajo unos lineamientos correctos, bajo un sistema de justicia verdadera, y bajo necesidad de hacer lo correcto, y no bajo la falsa necesidad de tener siempre la razón.
Cuando cambiamos la necesidad de tener siempre la razón, por la necesidad de hacer lo correcto, crecemos como personas, somos justos, somos leales a la verdad, y aunque nadie lo admita, por dentro nuestra conciencia nos gritara siempre que tenemos la razón. Al contrario cuando siempre luchamos por tener la razón, por encima de todos, y contra todos, muchas veces nuestra propia conciencia nos acusara de que no tenemos la razón, aunque todos nos la hayan dado, ¿y que es mas poderoso para juzgarnos, después de Dios, que nuestra conciencia? A veces para ganar hay que perder, aunque sientas que a veces pierdes la oportunidad de tener la razón, considera que ganas a oportunidad, de estar realmente en paz contigo mismo, cuando haces lo correcto.
Perdiendo
Capítulo anterior: 9 – La razón
Ganar, no necesariamente es ganar las batallas, ganar las luchas, ganar las guerras, ganar significa conquistar, y a veces para conquistar algo, a veces en el camino hay que perder algunas luchas, algunas guerras, algunas batallas, pero trabaja siempre por conquistar tus propósitos, tus sueños tus metas, y adquirir tus logros personales, siempre y cuando sea de la manera correcta, que des cada paso, al final ganaras, no importa cuántas batallas pareciese hayas perdido, cuantas luchas, pareciese hayas perdido, preocúpate por poner un plan de acción en perder muchas de estas cosas que te hemos propuesto a perder en este curso, y de verdad veras, que tu vida va a ir alcanzando propósito y destino, y cuando conquistes esos propósitos y destinos, ¡serás un ganador!
Autor:
Maria de los A. Pérez
Fecha de publicación: 26/06/08
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