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Hay muchísimas cosas en las que tanto un hombre como una mujer no quieren perder, sobre todo cuando se está acostumbrado a tener autoridad y sentido de pertenencia, hacia otra persona, y es por ello que a veces los padres, tienden a ser sumamente controladores con sus hijos y aun siendo adultos, no los dejan vivir su propia vida.Hay muchas circunstancias en la vida que nos exhortan a tomar decisiones serias en las cuales, tenemos que poner en juego algo que amamos, y otra cosa que amamos. Para este tipo de situaciones, a veces hay que saber escoger lo que realmente debemos tomar como más importante, y saber que a veces "para ganar hay que perder"
Relaciones padres e hijos
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Hay muchísimas cosas en las que tanto un hombre como una mujer no quieren perder, sobre todo cuando se está acostumbrado a tener autoridad y sentido de pertenencia, hacia otra persona, y es por ello que a veces los padres, tienden a ser sumamente controladores con sus hijos y aun siendo adultos, no los dejan vivir su propia vida.
Todo padre debe saber dos cosas:
1.- Nuestros hijos no nos pertenecen, aunque son un regalo para nosotros, ellos están bajo nuestro cuidado y protección, pero ese cuidado y protección, requiere simplemente "Mayordomía" que implica cuidar algo que no es de uno, como si fuese, asumiendo una responsabilidad, como si fuésemos los dueños absolutos.Los seres humanos tenemos la tendencia de pretender adueñarnos de todo lo que es nuestro, y hasta de la vida incluso de otros seres humanos. Pero tenemos que comprender de que no somos dueños de nada, somos mayordomos, responsables, administradores.
2.- Cuando tenemos a otros seres humanos bajo nuestro cuidado y protección, debemos tener propósitos claros, de que queremos lograr con ellos, de que deseamos, y sobretodo de que es lo mejor para ello, pero sin pretender nunca pasar por encima, de sus propios intereses personales, (sobre todo cuando ya son adultos) cada ser humano esta en la capacidad de tomar decisiones sobre su propia vida, y nuestro deber como padres no es decidir por ellos, sino darles herramientas, para que ellos puedan manejar con seguridad sus propias decisiones. Cuando estamos claros de que les hemos dado las herramientas necesarias para la vida, y los hemos enseñado a usarlas, no solamente de palabras sino de hechos, entonces podemos descansar creyendo que ya ellos deben tener la madurez suficiente, para tomar las mejores decisiones en la vida, y para afrontar las consecuencias de sus propios errores cuando, no tomen las decisiones correctas, nuestro deber es darle herramientas, su deber es usarlas, el trabajo que ellos hagan con su vida, será ya su propia responsabilidad, déjelos crecer, madurar, y experimentar.
Analizar estas sugerencias, pareciera que nos hiciera, pensar en que debemos perder a nuestros hijos, pero no, "para ganar a veces hay que perder", tal vez puedas que creas perder a un hijo, pero si lo dejas soltarse de la mano, y andar, recogerás un gran hombre! Pierdes un hijo, pero ganas a una mujer o a un hombre maduro, ganas el fruto de tu trabajo, y sentirás que nunca perdiste tu tiempo, y que valió la pena, soltarlo y dejarlo avanzar. Si no lo sueltas nunca, nunca sabrás que tan lejos llegara!
Así como lo tuvimos que perder, de nuestro vientre para que estuviera fuera de nosotros, pero si no hubiese sido así, nunca hubieses podido conocer su rostro, su cuerpecito, a quien se parece, etc… Así como lo soltamos para que diese sus primeros pasos, y aunque se cayera, lograra aprender a caminar, así como tuviste que dejarlo ir a la escuela, y hacer muchas cosas sin ayuda, para que pudiera crecer, ahora, déjalo libre si es varón, deja que sea un hermoso jefe de hogar, y que aprenda a manejar ese timón de su barco, y si es mujer déjala que crezca como mujer, como esposa, como madre, déjales sea hombre o mujer, que sea mayordomo de su propia generación que vienen detrás de ellos. Cuando lo hagan, ese triunfo te pertenecerá a ti, por haberlos dejado ir, y volar muy lejos y muy alto, a su propio ritmo, alcanzar sus propios sueños, y lograr sus propias vidas, cuando los hayas soltado, creerás que perdiste un hijo, pero te has ganado la felicidad de tu hijo, y la tuya también.
A veces son los hijos los que no entienden esto, y nunca quieren alcanzar las cosas sin ayuda de sus padres, pero esa características de suma dependencia con los padres, no los dejará llegar lejos, somos nosotros los padres, los principales responsables, en alimentar en nuestros hijos cierto grado de dependencia, pero también cierto grado de independencia, nosotros los padres no le vamos a durar toda la vida, y si nos vamos, ellos quedaran dependiendo siempre de alguien, pero si los enseñamos a desarrollar autonomía, ellos podrán salir adelante siempre con y sin ayuda. Si eres padre, dejémosle crecer, y si eres hijo, permítete crecer.
Relaciones de amistad
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