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Anatomia: Cavidad Orbitaria

Enviado por paulacampos18


     

    INTRODUCCIÓN

    El cuerpo humano posee distintos sistemas los que en conjunto posibilitan la vida. Cada uno de ellos cumple importantísimas funciones, dentro de las cuales se encuentra la no despreciable función del sistema óseo. El sistema óseo, corresponde al esqueleto, el que no sólo cumplirá una función de armazón sino que tendrá además una función de protección de estructuras nobles, como puede ser su disposición en la configuración de la bóveda craneana o de la caja torácica, constituyendo además, unidad funcional en el aparato locomotor, permitirá que tomen inserción diversos músculos, que junto con las articulaciones obtendremos los diversos tipos de palancas de la física clásica, que permitirá los movimientos.

    Al articularse los huesos de la cara entre sí y con los de la base del cráneo se originan una serie de cavidades más o menos amplias, a saber; las cavidades orbitarias, las fosas nasales, las fosas cigomáticas, las fosas pterigomaxilares y la cavidad bucal, cavidades cuya clara comprensión es necesaria para el conocimiento de las partes blandas que alojan en estado fresco.

    En esta ocasión analizaremos la Cavidad Orbitaria la que aloja en su interior al globo ocular y sus anexos.

    En este trabajo tendremos como objetivo comprender e identificar, claramente, las diferentes estructuras óseas de la cavidad orbitaria y también los músculos que las rodean, debemos comprender además, el funcionamiento y relación que tienen estas estructuras en conjunto y las patologías que afectan al órgano alojado en dicha cavidad.

    ANATOMÍA DE LA CAVIDAD ORBITARIA

    Las órbitas son dos extensas y profundas cavidades que se encuentran entre la cara y el cráneo, destinadas a alojar los globos oculares y sus principales anexos.

    UBICACIÓN:

    Están situadas simétricamente a cada lado de la línea media, por debajo de la cavidad craneal por encima del seno maxilar, las órbitas están separadas de las fosas nasales por las masas laterales del etmoides y el unguis. Se observa una órbita izquierda y una derecha.

    FORMA Y DIMENCIONES

    Cada una de las cavidades orbitarias tiene la forma de una pirámide cuadrangular hueca cuya base se dirige hacia delante y le vértice hacia atrás.

    El eje mayor de la órbita es oblicuo hacia atrás y hacia adentro, prolongándose hacia el occipital, con una profundidad mas o menos de 45mm, encontrándose por detrás y por de bajo del esfenoides. El ancho de la base es en término medio de unos 40mm y su altura es aproximadamente de 35mm. La medida que separa a ambas órbitas, al nivel de la base, es por termino medio de 25mm.

     

    Para el estudio más detallado de la cavidad orbitaria, hemos de considerar:

    – la base, que corresponde a su parte anterior,

    – al vértice, situado en su parte posterior

    – las cuatro paredes

    – los cuatro bordes o ángulos

     

    Base

    La Base de la órbita, también de nominada abertura facial o anterior de la órbita, tiene forma cuadrilátera y mide aproximadamente 40 mm de ancho y 35 mm de altura. Su contorno, llamado reborde orbitario, está constituido; por arriba, por el arco orbitario del frontal y por las dos apófisis orbitarias del mismo hueso; por fuera, por el borde superointerno del hueso malar; por abajo, por este mismo borde en su mitad externa y por el maxilar superior en la mitad interna; por dentro, por la cresta lagrimal anterior. Por encima de esta cresta, el reborde orbitario se borra en una extensión de 1 a 1.5 cm, hasta la extremidad interna del arco orbitario del frontal.

    En el borde superior (reborde orbitario) de la base de la órbita se encuentran: 1)la escotadura o agujero supraorbitario, situado a 3 cm, aproximadamente de la línea media y convertida muy frecuentemente en un verdadero agujero; 2) la escotadura frontal interna, por dentro de la anterior y mucho menos marcada, llamada también fosita troclear, que presta inserción a la polea del oblicuo mayor.

    Vértice

    El vértice de la órbita corresponde a la porción más interna y más ancha de la hendidura esfenoidal. Se encuentra en este punto un surco estrecho cuyo labio anterior sobresale y se convierte en el llamado tubérculo infraóptico, mas o menos desarrollado según los sujetos. En el surco y en el tubérculo se inserta el tendón o anillo de Zinn.

     

    Paredes o Caras

    Las paredes o caras son cuatro: superior, inferior, externa e interna. Todas tienen forma de triángulo con la base hacia delante y el vértice hacia atrás.

     

    1)Pared Superior o Bóveda Orbitaria:

    La pared superior, de forma triangular, está formada hacia delante por la lámina horizontal del frontal y hacia atrás por el ala menor del esfenoides. Cóncava, su concavidad es más marcada en la parte anterior que en la posterior. Se encuentra en esta pared: 1) hacia delante y hacia fuera, la fosa o fosita lagrimal; 2) hacia delante y hacia adentro la fosita troclear, que presta inserción a la polea del oblicuo mayor; 3) hacia atrás, la sutura frontoesfenoidal, que articula el frontal con el ala menor del esfenoides. Esta pared corresponde al compartimento o fosa anterior de la base del cráneo y, por consiguiente, está en relación con los lóbulos frontales del cerebro. Muy gruesa en la parte anterior cerca del reborde orbitario, es extremadamente delgada en lo restante de su extensión.

    2)Pared Inferior, Piso o Suelo de la Orbita:

    Es también triangular, forma un plano inclinado hacia abajo, hacia fuera y hacia delante. Está constituida: hacia adelante y hacia adentro, por la cara orbitaria de la apófisis piramidal del maxilar superior; hacia adelante y hacia fuera, por la cara interna de la apófisis orbitaria del hueso malar; hacia atrás, por la carilla superior de la superficie no articular de la apófisis orbitaria del palatino.

    Se encuentran en esta pared: 1) las suturas que unen el maxilar superior y el hueso malar, hacia fuera, y con la apófisis orbitaria del palatino hacia atrás; 2) el canal infraorbitario o suborbitario, el cual después de un trayecto de unos 2 cm, se transforma en un conducto completo, que conforme se ha comprobado en todos los casos estudiados, viene a abrirse en la cara por el agujero suborbitario.

    3)Pared Interna:

    Esta pared es muy delgada y muy frágil, casi vertical y paralela al plano sagital está sin embargo, ligeramente inclinada hacia abajo y hacia fuera. Es cuadrilátera, casi rectangular y alargada de adelante hacia atrás. Considerada de adelante hacia atrás, está formada: por la apófisis ascendente del maxilar superior, el unguis, el hueso plano del etmoides y la parte anterior de la cara lateral del cuerpo esfenoides. Desde luego vemos en esta cara las tres suturas verticales que unen entre sí estos cuatro huesos.

    Luego se distingue un canal siempre muy marcado, el canal lacrimonasal, que se encuentra en la parte más anterior, inmediatamente detrás de la apófisis ascendente del maxilar superior. Este canal no es exactamente vertical, sino ligeramente oblicuo de arriba abajo, de dentro a fuera y delante atrás. Por arriba, se extiende hasta la apófisis orbitaria interna, en donde termina insensiblemente; por abajo, se continúa con el conducto nasal.

    Desde el punto de su constitución anatómica, el canal lacrimonasal está formado a la vez por la apófisis ascendente del maxilar y por el unguis. Está perfectamente limitado, en su parte anterior y posterior, por dos crestas muy salientes, en las cuales vienen a insertarse los dos tendones; el directo y el reflejo; del músculo orbicular de los párpados. En su parte posterior se inserta igualmente, inmediatamente por detrás del tendón reflejo, el músculo de Horner.

    4) Pared Externa:

    Es la pared más gruesa y resistente de las cuatro, y corresponde a la fosa temporal. Está formada por la cara anterior del ala mayor del esfenoides, por la apófisis orbitaria del hueso malar y también por la parte más externa de la bóveda orbitaria del frontal. Es regularmente plana. Se aprecian en esta cara la sutura esfenomalar, y el orificio del conducto temporomalar.

     

    Bordes o ángulos

    Los bordes son cuatro: superoexterno, superointerno, inferoexterno e inferointerno.

    1)Borde Superoexterno:

    Este borde se confunde por delante con la fosita lagrimal. Más adentro encontramos la sutura frontoesfenoidal (que tiene la forma de una coma con la extremidad gruesa posterointerna) y la terminación o cola de la hendidura esfenoidal, cuya parte interna más ancha, o cabeza, constituye el vértice de la órbita. Por la hendidura esfenoidal pasan las venas oftálmicas y los nervios de la órbita, con excepción del nervio óptico.

    2)Borde Superointerno:

    En el borde superointerno encontramos sucesivamente, procediendo de delante atrás, las diversas suturas del hueso frontal con la apófisis ascendente del maxilar superior, con el unguis y con el hueso plano del etmoides.

    En esta última sutura, sutura frontoetmoidal, encontramos los dos orificios orbitarios de los conductos etmoidales u orbitarios internos, que comunican, por otra parte, con los canales olfatorios, y que dan paso: el posterior, a la arteria etmoidal posterior y a un pequeño filete nervioso; el anterior a la arteria etmoidal anterior, así como al filete etmoidal del nervio nasal. Por último, un orifico redondo, el agujero o conducto óptico, termina este borde por la parte posterior; y este conducto lo recorren el nervio óptico y la arteria oftálmica.

    3)Borde Inferointerno:

    El borde inferointerno forma un ángulo muy obtuso; en ciertos sujetos está casi borrado, y en este caso la órbita representa una pirámide más bien triangular que cuadrangular. Este borde empieza por delante a nivel del orificio del conducto nasal, y a partir de este punto se encuentran: 1) la sutura del unguis con el maxilar superior; 2) la sutura del hueso plano del etmoides también con el maxilar superior; 3) la sutura del cuerpo del esfenoides con la apófisis orbitaria del palatino.

    4)Borde Inferoexterno:

    Esta formado en su cuarta parte anterior por la apófisis orbitaria del hueso malar. En sus tres cuartos posteriores se encuentra la hendidura esfenomaxilar. Más ancha por delante que por atrás, la hendidura esta militada por el ala mayor del esfenoides hacia arriba y por el maxilar superior hacia abajo. Su extremo anterior tiene por arriba el borde posterior de la apófisis orbitaria del malar y por abajo un gancho óseo, la espina malar, que se desprende de la apófisis piramidal del maxilar.

    En la Cavidad Orbitaria alojan el globo ocular y sus músculos extrínsecos, hayandose además el aparato lacrimal, el nervio óptico etc. , todo ello envuelto en una verdadera atmósfera de tejido celular laxo o grasa periorbitaria. Esta grasa además de rellenar los espacios vacios, de gran importancia por su tamaño, que se forma detrás del globo ocular, grasa retroocular , es de importancia diagnóstica cuando pierde agua produciéndose la hipotonía típica de los globos oculares como sucede en los casos de deshidratación.

    El orifico de la cavidad orbitaria queda cerrado por la existencia de unos verdaderos repliegues de piel que constituye los párpados. Para que el párpado tenga consistencia, en su espesor hayamos un cartílago que recibe el nombre de tarso.

    Los tarsos presentan un borde libre que determinará la hendidura palpebral, mientras que el borde adherente de los mismos se continúa con una lámina fibrosa que se adhiere por un lado, como hemos dicho a los tarsos superior e inferior, y por el otro al reborde óseo orbitario constituyendo los ligamentos anchos o septum orbital. Los extremos de ambos tarsos, superior e inferior se unen entre sí constituyendo los ligamentos palpebrales interno y externos.

    Al nivel del tarso superior podemos apreciar la inserción terminal del músculo elevador del párpado superior.

     

    MÚSCULOS EXTRÍNSECOS DEL OJO

    Si observamos el corte sagital de la cavidad orbitaria, podremos apreciar cómo el globo ocular ocupa la parte más anterior de la misma, a la cual, clásicamente se le ha venido comparando con una pirámide cuadrangular, y además observamos la existencia de los músculos extrínsecos.

    Estos son el músculo recto superior; el recto inferior; el recto interno, sólo visible en parte en dicho corte; el recto externo y el oblicuo mayor. Estos músculos presentan como origen, principalmente los rectos, un tendón único que recibe el nombre de tendón o anillo de Zinn ya que el oblicuo mayor además manda expansiones para su origen al reborde del agujero óptico.

    El músculo oblicuo mayor cuando alcanza el ángulo superointerno de la órbita, presenta una polea de reflexión, que le permite cambiar de dirección en ángulo recto, dirigiéndose hacia fuera y terminar insertándose en la parte superoexterna del globo ocular.

    De idéntica trayectoria alrededor del globo ocular, pero situada caudalmente al mismo, se halla el otro músculo oblicuo. El oblicuo menor que se origina en el ángulo inferointerno de la órbita ve a terminar insertándose en el hemisferio inferior, exactamente en la zona más posteroexterna del mismo.

     

     

    FISIOLOGÍA DELA CAVIDAD ORBITARIA

    "Ojo o globo ocular"

    El ojo ocupa la parte anterior de la cavidad orbitaria, a la que desborda un poco hacia delante, de tal manera que sobresale el reborde interno, el reborde inferior y sobre todo el reborde externo de la órbita.

    Músculos de la órbita.

    La cavidad orbitaria contiene siete músculos destinados a mover el globo ocular y los párpados. Estos músculos son: el elevador del párpado superior, los músculos recto superior, recto inferior recto externo y recto interno y los músculos oblicuo mayor y oblicuo menor.

    Músculo elevador del párpado superior: Es aplanado, alargado y triangular se encuentra colocado inmediatamente por debajo de la bóveda orbitaria. Se extiende desde el vértice de la órbita al párpado superior. Este músculo se inserta en la parte posterior por medio cortas fibras aponeuróticas en el periostio orbitario, por arriba del agujero óptico. Su acción es dirigir la porción tarsal del párpado superior hacia arriba y hacia atrás. La función de los fascículos orbitarios es limitar la acción del músculo.

    Músculos rectos del ojo: Los músculos rectos del ojo son cuatro, se dividen en recto superior, recto inferior, recto interno y recto externo. Son aplanados, acintados, más anchos por delante que por detrás, su longitud media es de 4cm, y se extienden desde el vértice de la órbita al hemisferio anterior del ojo. Estos cuatro músculos rectos se insertan en la región del vértice de la órbita por medio de un tendón común a todas sus fibras musculares, el tendón de Zinn, el que se inserta en la parte interna de la hendidura esfenoidal y en el tubérculo infraóptico. Este tendón se dirige hacia delante ensanchándose y luego se divide en cuatro delgadas cintillas que irradian formando cuatro intersecciones tendinosas que separan el origen de los cuatro músculos rectos.

    Su trayecto: Desde su inserción posterior u orbitaria, los músculos rectos divergen hacia delante al mismo tiempo que se ensanchan ligeramente. Siguen la pared correspondiente de la cavidad orbitaria hasta el ecuador del ojo y después se inclinan hacia el eje de la órbita, aplicándose sobren hemisferio anterior del ojo hasta su inserción en la esclerótica, así los 4 músculos rectos forman, por detrás del globo ocular, un cono de vértice posterior.

    Acción de los músculos rectos: el recto superior hace girar al globo del ojo de manera que la cornea se dirige hacia arriba y un poco hacia adentro. El recto inferior moviliza la cornea hacia abajo y un poco hacia adentro. El recto interno la dirige hacia adentro y el recto externo hacia fuera.

    Músculo oblicuo superior u oblicuo mayor: Largo reflejándose sobre si mismo, el oblicuo mayor va desde el vértice de la órbita a la parte posteroexterna del globo ocular. Hacia atrás, se inserta por medio de una lamina tendinosa corta que se confunde con el periostio orbitario, por dentro de la inserción del elevador del párpado superior, un poco por arriba y por dentro del agujero óptico. Desde este lugar el músculo se dirige hacia delante a lo largo del ángulo diedro formado por la unión de las paredes superior e interna de la órbita, por arriba del recto interno. En esta parte de su trayecto tiene la forma de un hueso alargado, que se continua con un pequeño tendón, casi cilíndrico, que inmediatamente penetra en un anillo fibrocartilaginoso implantado en la fosita troclear y que se denomina polea de reflexión dl oblicuo mayor. Al salir de este anillo, el tendón se refleja formando un ángulo agudo y se dirige hacia fuera, hacia abajo y hacia atrás. Pasa por debajo del recto superior, enrollándose sobre el globo ocular y abriéndose en abanico, antes de insertarse en la parte superoexterna del hemisferio posterior del ojo. La línea de inserción escleral forma una curva cuya convexidad mira hacia atrás y hacia fuera.

    Músculo oblicuo inferior u oblicuo menor: Es un músculo aplanado y acintado, enrollado sobre la parte inferoexterna del globo ocular. Es el único músculo de la órbita que no se origina en el fondo de la cavidad orbitaria, él nace por medio de fibras tendinosas cortas del piso de la órbita, inmediatamente por fuera del orificio superior del conducto nasal. Se dirige hacia afuera y hacia atrás, pasa por debajo del músculo recto inferior y se enrolla en el globo del ojo hasta su inserción escleral. Esta inserción se realiza por medio de una lamina tendinosa muy corta en la parte inferoexterna del hemisferio posterior, siguiendo una línea curva, convexa hacia arriba. La inserción escleral esta cubierta por el músculo recto externo.

    Acción de los músculos oblicuos: El oblicuo mayor hace girar el ojo de tal manera que la cornea se dirige hacia abajo y hacia fuera. El oblicuo menor dirige la cornea hacia arriba y hacia fuera.

     

    Movimientos del globo ocular

    El globo del ojo esta firmemente retenido por las aletas de la cápsula de Tenon y por lo tanto no se desplaza verdaderamente dentro de la órbita; tiene solo movimientos de rotación alrededor de tres ejes que se cortan en el centro del globo.

    La acción de los músculos esta determinada por la posición de su línea de acción, que es la línea que une su inserción fija a su inserción escleral. Cada músculo puede hacer girar al ojo alrededor de uno o de varios ejes.

    Entre los seis músculos motores del globo el recto interno y el recto externo son los que tienen una sola acción, hacen girar al globo alrededor de su eje vertical.

    El recto interno es aductor: lleva la pupila hacia adentro; el recto externo es abductor: dirige la pupila hacia fuera.

    El recto superior se dirige hacia delante y hacia fuera, pasa por arriba del eje transversal del ojo, tira de la esclerótica hacia atrás y eleva la pupila; pasa por dentro del eje vertical y lleva la pupila hacia adentro y también provoca una rotación hacia adentro.

    El recto inferior su contracción produce el abatimiento de la pupila y es también aductor y rotador hacia adentro.

    El oblicuo mayor, después de atravesar su polea de reflexión, se dirige a la parte posteroexterna y superior del ojo. Le proporciona a la pupila un movimiento de abducción y también hace girar el ojo hacia adentro.

    El oblicuo menor también es abductor y rotador hacia adentro, pero como esta situado por debajo del eje transversal, es elevador.

     

     

    PATOLOGÍAS DE LA CAVIDAD ORBITARIA (OJO)

    1.-Síntoma de enfermedades oculares:

    • Molestias oculares:
    • Dolor ocular: puede ser causado por traumatismo, infección, inflamación o aumento repentino de la presión intraocular.
    • Sensación de cuerpo extraño: se debe con mayor incidencia a cuerpos corneales o conjuntivales. Otras causas son alteraciones del epitelio corneal y frotamiento de pestañas contra la cornea.
    • Fotofobia: puede deberse a inflamación corneal, afaquia, iritis o albinismo. Una causa menos común es la fiebre por infecciones virales.
    • Prurito: se relaciona característicamente con una afección alérgica ocular.
    • Raspado y ardor: se debe resequedad de los ojos y son molestias comunes en personas de edad avanzada, per puede ocurrir a cualquier edad. La deficiencia de los componentes de la película de lágrimas puede ser por causa de un ambiente seco, afección ocular local, trastornos sistemáticos o medicamentos.
    • Lagrimeo: casi siempre se origina por drenaje inadecuado de lágrimas por obstrucción del sistema lagrimal de drenaje o posición incorrecta del párpado inferior. Hay lagrimeo reflejo en cualquier alteración del epitelio corneal.

    – Fatiga ocular : es una molestia común que indica una incomodidad por lectura prolongada o trabajo cercano. Es necesario descartar errores de refracción importantes, presbiopía, iluminación inadecuada y foria (foria es una desviación ocular latente, que se comenta adelante en la sección de movimiento extraoculares).

    • Pérdida visual: las causas más importantes de visión borrosa son: errores de refracción, cataratas, degeneración macular, retinopatía diabética, hemorragia del vítreo, desprendimiento de la retina que incluye la mácula, oclusiones de vena central de la retina, de la arteria central de la retina, opacidades corneales y trastornos del nervio óptico.

    2.- Enfermedades oculares:

    – Diplopía: la doble visión se debe a un desequilibrio de los músculos extraoculares. Ésta puede ser causada por perturbación en la función de los nervios craneales 3°, 4° o 6° a consecuencia de lesión de la cabeza, alteraciones vasculares, tumores intracraneales o lesiones intraorbitarias; enfermedad de la unión neuromuscular por miastenia; daño directo del músculo como en la enfermedad ocular distiroidea; o atrapamiento como resultado de fractura con estallido orbitario. También puede ser responsable la descompensación de una foria, a una desviación manifiesta. La diplopía monocular que persiste cuando el ojo dominante está cubierto, de modo habitual se debe a la opacidad del cristalino. Durante la exploración clínica, se explora cada uno de los músculos en la posición de máxima eficacia, es decir, en ángulo perpendicular al eje alrededor del que ejercen su acción motora. Se ruega al paciente que mire superolateralmente (arriba y hacia afuera) para explorar el músculo recto inferior; inferolateralmente (hacia abajo y hacia afuera) para valorar el músculo recto inferior; superomedialmente (hacia arriba y hacia dentro) para examinar el músculo oblicuo inferior; inferomedialmente (hacia abajo y hacia dentro) para explorar el músculo oblicuo superior; medialmente (hacia dentro) para explorar el músculo recto medial; y lateralmente (hacia fuera) para comprobar el músculo recto lateral.

    Ptosis:

    Se asocia a una caída del párpado superior debido a la parálisis del III nervio craneal. Esto hace que el párpado no pueda elevarse de forma voluntaria. La ptosis obedece a la lesión de la división superior del nervio oculomotor (NC III) que enerva al músculo elevador del párpado superior. La ptosis constituye un signo de lesión del tronco simpático cervical y forma parte del síndrome de Horner.

    El síndrome de Horner se caracteriza por:

    1. Constricción pupilar por parálisis del músculo dilatador de la pupila del iris.
    2. Ptosis.
    3. Hundimiento del ojo probablemente por parálisis del músculo orbitario.
    4. Vasodilatación y ausencia de sudoración en la cara y cuello.

    Parálisis del músculo orbicular del ojo:

    Aquí ocurre una lesión del nervio facial (NC VII), el cual provoca que los párpados no se pueden cerrar. En la parálisis del nervio facial, no se produce la oclusión palpebral y desaparece el parpadeo protector de los ojos. En consecuencia, no se lava córnea con las lágrimas.

    Miopía :

    Esta enfermedad se produce porque la luz que penetra en el ojo (la que nos muestra el mundo exterior) confluye delante de la retina (la retina es nuestra "película fotográfica" natural) por lo que advertimos los objetos desenfocados.

    Esto puede ser debido a que nuestro ojo es demasiado largo (más frecuentemente) o que su sistema de lentes es muy potente (sobre todo la córnea). Existen otras causas pero son menos frecuentes que las anteriores.

    También hay que saber que básicamente existen dos tipos de miopía: la miopía simple, que está presente desde el nacimiento y se estabiliza en la edad media de la vida sin rebasar las 8-10 dioptrías; y la miopía magna, que comienza en la infancia o juventud, sobrepasa las 8 dioptrías y no se estabiliza hasta edades avanzadas acompañándose de fenómenos degenerativos del vítreo, la coroides y la retina (incluido el desprendimiento) que hay que vigilar muy de cerca.

    ¿Cómo se soluciona?

    Existen dos formas de corregir la miopía: la corrección óptica y la quirúrgica.

    La corrección óptica se basa en adaptar lentes que consigan que el enfoque luminoso esté en la retina y para ello se utilizan lentes de poder dióptrico negativo, ya sea en forma de gafas o de lentes de contacto.

    La corrección quirúrgica se reserva para aquellos casos que no presenten contraindicación y generalmente se basa en aplanar la córnea para restarle poder refractivo, lo que se puede conseguir mediante incisiones corneales relajantes (en desuso) o mediante el "tallado" corneal de la lente necesaria mediante láser (PRK, LASIK, actualmente de elección). Otras técnicas como el implante de lentes intraoculares (epiqueratofáquicas y convencionales) también forman parte del arsenal terapéutico aunque se reservan para determinados casos de miopía.

    Hipermetropía :

    Esta enfermedad se produce porque la luz que penetra en el ojo (la que nos muestra el mundo exterior) confluye detrás de la retina (la retina es nuestra "película fotográfica" natural) por lo que advertimos los objetos desenfocados.

    Esto puede ser debido a que nuestro ojo es demasiado corto (más frecuentemente) o que su sistema de lentes es muy débil (sobre todo la córnea). Existen otras causas pero son menos frecuentes que las anteriores.

    ¿Cómo se soluciona?

    Existen dos formas de corregir la hipermetropía: la corrección óptica y la quirúrgica.

    La corrección óptica se basa en adaptar lentes que consigan que el enfoque luminoso esté en la retina y para ello se utilizan lentes de poder dióptrico positivo, ya sea en forma de gafas o de lentes de contacto.

    La corrección quirúrgica se reserva para aquellos casos que no presenten contraindicación y generalmente se basa en modificar la córnea para añadirle potencia refractiva, lo que se puede conseguir modificando la curvatura corneal ya sea con el láser de aplicación refractiva (PRK, LASIK) o con el novedoso láser de Holmio (todavía en estudio).

    Astigmatismo :

    Esta enfermedad se produce generalmente porque la córnea no tiene el mismo radio de curvatura en todos sus meridianos por lo que advertimos los objetos desdoblados o con falta de nitidez, como ejemplo podemos decir que la córnea se parece más a un balón de rugby que de fútbol.

    Hay tres tipos básicos de astigmatismo; hipermetrópico, miópico y mixto dependiendo de la característica refractiva de cada meridiano corneal. Cuando se combina con otro defecto refractivo se denomina compuesto.

    Es un defecto muy estable, con pocas variaciones a lo largo de la vida. Suele manifestarse como un cuadro de astenopía (cansancio visual) tras esfuerzo prolongado causando congestión conjuntival, parpadeo, dolores de cabeza, puede haber inclinación de la cabeza, bajo rendimiento escolar…

    ¿Cómo se soluciona?

    Existen dos formas de corregir el astigmatismo: la corrección óptica y la quirúrgica. La corrección óptica se basa en adaptar lentes que contrarresten el desdoblamiento del enfoque y consigan un solo foco en la retina y para ello se utilizan unas lentes llamadas tóricas, ya sea en forma de gafas o de lentes de contacto.

    La corrección quirúrgica se reserva para aquellos casos que no presenten contraindicación y se puede conseguir mediante incisiones corneales relajantes o mediante la regularización corneal mediante láser.

    Estrabismo Infantil :

    Esta enfermedad a menudo se hereda y se caracteriza por la desviación de uno de los ojos de forma intermitente o permanente. Generalmente un ojo permanece recto siendo la imagen de ese ojo la que el cerebro "ve" anulando la del ojo que se desvía ("ojo vago") para evitar que aparezca visión doble (mecanismo de supresión).

    ¿Cómo se soluciona?

    Una vez que el especialista descarte otras causas que puedan causar el cuadro el tratamiento del estrabismo pretende en primer lugar mejorar la visión anulada del ojo desviado ("forzando" al "ojo vago" al tapar el sano) y en segundo lugar favorecer la visión binocular o "de relieve". El tercer paso es conseguir un resultado estético aceptable.

    Para lograr el segundo y tercer paso a menudo es necesario recurrir a la cirugía, actuando sobre la musculatura extraocular para corregir la desviación.

    Presbicia :

    Esta enfermedad se produce porque con los años tanto el cristalino como el músculo que lo modifica (músculo ciliar) pierden la elasticidad y fuerza necesarias para enfocar los objetos de cerca (acomodación). En cambio la visión lejana no se modifica, a no ser que se asocie a otra patología (catarata p.ej.)

    ¿Cómo se soluciona?

    La corrección óptica es la forma más óptima de corregir la presbicia. Para ello se pueden utilizar varios tipos de lentes: las monofocales, las bifocales, las trifocales o las progresivas, habiendo experimentado estas últimas una aceptación considerable al permitir el enfoque en las distancias intermedias con un breve aprendizaje. Otro tipo de soluciones como el implante de lentes intraoculares multifocales se reservan para casos particulares (cataratas asociadas p. Ej.).

    Conjuntivitis :

    Esta enfermedad se produce porque la conjuntiva, que es una fina membrana que tapiza parte del exterior de nuestro globo ocular, se inflama debido a múltiples causas: irritaciones ambientales, traumatismos, infecciones, alergias…

    Esta inflamación da lugar a la sintomatología típica con escozor, dolor, sensación de cuerpo extraño y enrojecimiento.

    ¿Cómo se soluciona?

    La conjuntivitis se trata de forma diferente según sea su causa requiriendo comúnmente de antiinflamatorios en forma de colirio, antibióticos si su causa es infecciosa, antialérgicos si es de causa inmune…es por ello que toda conjuntivitis debe ser valorada por un especialista y recibir un tratamiento individualizado.

    Cataratas :

    Esta enfermedad se produce porque el cristalino, que es una pequeña lente que se encuentra detrás del iris, se o pacifica dificultando parcial o totalmente el paso de la luz a través de la pupila.

    Aunque la catarata se produce generalmente como consecuencia del envejecimiento. Existen múltiples causas que pueden provocar su presencia antes de tiempo, como la toma crónica de ciertos medicamentos (corticoides p.ej.), inflamaciones crónicas oculares, intervenciones oculares quirúrgicas previas, traumatismos, infecciones, enfermedades congénitas hereditarias…

     

     

    ¿Cómo se soluciona?

    Actualmente las cataratas sólo tienen solución quirúrgica siendo de elección su extracción con posterior implante de lente intraocular. Existen diferentes técnicas para extraer la catarata siendo las técnicas de pequeña incisión con extracción por ultrasonidos las de mayor aceptación mundial.

    Glaucoma Crónico :

    Esta enfermedad se produce porque la presión interna del ojo se ha encontrado aumentada durante un tiempo y ello ha producido una lesión del nervio óptico (el "cable" que lleva la información visual) lo que se traduce en una pérdida del campo visual primero periférico y luego central.

    La detección precoz de esta enfermedad es un problema sanitario importante, ya que sólo se puede detectar en una revisión oftalmológica pues no produce síntomas hasta que el cuadro está avanzado.

    Es por ello que toda persona mayor de 40 años debe tomarse la presión intraocular al menos una vez cada dos años, y si ésta se encuentra elevada realizarse una campimetría visual para cuantificar el daño de su visión periférica.

    ¿Cómo se soluciona?

    El glaucoma no es reversible aunque generalmente es controlable mediante colirios hipotensores oculares. La cirugía se reserva para casos refractarios al tratamiento tópico siendo la técnica llamada trabeculectomía la más utilizada. Tratamientos con láser o implantes valvulares se utilizan en determinados casos.

    Glaucoma Agudo :

    Esta enfermedad se produce porque existe una incapacidad repentina del ojo para evacuar su líquido interno, generalmente por un bloqueo por contacto entre iris y córnea dando lugar a un aumento brusco de la presión intraocular que desencadena en un edema de córnea y que puede generar daño irreversible en el nervio óptico si se perpetua en el tiempo. El dolor que se produce suele ser muy intenso llegando a provocar náuseas.

    ¿Cómo se soluciona?

    El glaucoma agudo de ángulo estrecho es una urgencia oftalmológica que requiere tratamiento tanto tópico como endovenoso llegando incluso a requerirse la utilización de laserterapia de urgencia. También es conveniente tratar el otro ojo para prevenir la misma situación.

     

     

    CONCLUSIÓN

    Después del acabado estudio de la Cavidad Orbitaria podemos concluir que no solo sirve de elemento de soporte del globo ocular y sus anexos sino que también sirve como medio de protección.

    También podemos inferir que la Cavidad Orbitaria no solo se haya ocupado por el globo ocular, sino que en ella hallamos elementos musculares que están al servicio de la movilidad de dicho globo ocular; músculos que reciben el nombre genérico de extrínsecos.

    A través de las investigaciones que realizamos pudimos observar, que las enfermedades o patologías más frecuentes de globo ocular en la población son: Miopía, astigmatismo, presbicia y estrabismo infantil.

    BIBLIOGRAFÍA

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    Paula Campos Sepúlveda