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La planificacion en la educación: ¿ficcion, mito o realidad?

Enviado por angelita medina


    La planificación: mito, ficción, anticipación o realidad – Monografias.com

    La planificación: mito, ficción, anticipación o realidad

    La planificación en el ámbito escolar se ha convertido en una odisea a la que se le dedica tiempo y atención. Los docentes de la toda la geografía nacional, cuando se les pregunta en cuáles aspectos necesitan ser formados, siempre expresan cómo planificar, como única necesidad para su buen desempeño laboral, convirtiéndola en consecuencia en la preocupación de los formadores, quienes en todos sus programas de formación la incluyen como una prioridad. También se ha convertido en escudo de los directivos de todos los centros educativos, para estar al día con los requerimientos institucionales.

    A modo de reflexión: ¿Para qué planificar? ¿Hay una verdadera concordancia entre lo que se quiere y aspira y lo que debe ser? ¿Se le da el seguimiento apropiado para lo cual ha sido elaborada? ¿Es solo por el cumplimiento? ¿Qué es lo que pasa en realidad con la planificación?

    El análisis obligado es saber y si lo planificado viabiliza la concreción de los programas de las instancias correspondientes y si existe evidencia de la correspondencia entre los propósitos planteados y los resultados. ¿Inalcanzable podría ser la palabra de esta indefinición?

    Lo interesante es saber si cada uno se ha detenido a preguntarse qué es en realidad la planificación. El profesor Richard Carrillo Oporto dice: "Planificación constituye un proceso mediador entre el futuro y el presente. En su aspecto conceptual, constituye la asignación de recursos escasos a múltiples objetivos de desarrollo. En su aspecto práctico, es el proceso de identificar los problemas existentes, visualizar la situación deseada, y formular los objetivos y cursos de acción que conduzcan a la situación deseada".

    Esto indica que planificar es pensar en un futuro deseable, es la previsión de una serie de acciones, organización de los pasos, pero además, es la identificación de los recursos y el cómo evaluar los procesos y los resultados. Entonces, planificar es anticipar y precede al proceso de programar. De aquí que la intencionalidad del docente ante varios esbozos es seguir hacia el camino de la concreción de la meta y el logro de los propósitos. Por tanto, reviste importancia seguir argumentando sobre estos elementos y otros que podrían agregar más sentido a este interesante proceso.

    Programación: Miguel Ángel Suárez Santana afirma: "Proceso de toma de decisiones mediante el cual el profesor prevé su intervención en el aula de forma deliberada y sistemática" al iniciar el vuelo del proceso, habrá de tomarse en cuenta, el qué desde la anticipación que constituye la planificación y siguiendo los pasos de la programación, el docente habrá de realizar la adecuación a un determinado contexto, el conocimiento e identificación de las características de los alumnos y alumnas y su contexto, considerado como el entorno social, cultural del Centro Educativo. Estos juicios permitirán atender con eficacia las necesidades especiales de los distintos actores.

    Así que la programación deberá prever medidas para dar respuesta a los alumnos(as) que presenten importantes dificultades de aprendizajes y otros aspectos que tienen que ver con la cultura, valores, principios y las aspiraciones para los cuales se están programando.

    Al referirnos a estos dos aspectos en la toma de decisiones en la acción educativa cabe seguir un diseño. En este sentido Oscar Blake lo define: "Consiste en trazar el camino y generar los medios para poder "viajar" desde el punto en que se detecta la necesidad, hasta el punto de desempeño deseado". ¿Cómo se puede lograr?

    Al referirnos a la acción del diseño, se habrá de examinar la claridad en los objetivos que perseguimos, la sensibilización, adquisición de conocimientos, práctica de habilidades y el tipo de relación que debe establecerse, donde se desenvuelve el interesado. También deben tomarse en cuenta los contenidos, actividades, estrategias, recursos, la evaluación y otros elementos con los cuales contamos, así como la definición de qué y cómo se evalúa el diseño.

    Seguimos preguntándonos: ¿Cuál es en realidad el mito, la ficción, entre lo que se planifica y lo que se ejecuta? ¿Entre lo que se enseña y lo que se aprende? ¿Conoce en realidad el docente lo que debe hacer o sencillamente no puede expresar lo que quiere?

    Haciendo un resumen de la planificación, programación y el diseño, al leer a Ezequiel, Ander Egg aclara: "Puede decirse, asimismo, que la planificación suministra un marco que, como referencia direccional, proporciona un horizonte que orienta y predetermina un conjunto de acciones y criterios operacionales que procura incidir en el curso de ciertos acontecimientos con el fin de que se cambie una "situación inicial" por otra llamada "situación objetivo" (a la que se quiere llegar)". Relacionar todos estos elementos debe asegurarnos la transferencia de lo que se enseña, sea algo que se necesita será aprendido, y conlleve trasladarse a otros contextos, con implicaciones de continuar aprendiendo y que lo aprendido se sostenga con el tiempo.

    Al relacionar los conceptos planificación, programación, diseño, y de acuerdo con los autores citados, sus elementos son coincidentes. Por tanto, si se quiere una llegada más significativa y más segura a ese desempeño, los docentes, al expresar y plasmar su intencionalidad pedagógica, deben hacerlo de manera que quede reflejada la creatividad y la presencia de los propósitos, saberes, caminos, momentos y recursos que combinados de manera estimulante y expuestos de manera descriptiva, dejen evidenciados todos los indicadores, sin la presencia de una propuesta esquematizada.

    A manera de conclusión, me atrevo a inferir que los docentes conocen el esquema de la planificación, por memoria, compromiso y por deber, y que al realizar tan significativa tarea no tienen una conciencia cierta hacia donde dirige sus pasos y, en variados casos, lo hacen para la satisfacción de los directivos de las instituciones.

    La realización de un análisis exhaustivo del proceso, es elemento concluyente y propiciador en cohesionar el binomio, teoría y praxis, para una práctica con sentido y perspectiva, es interesante establecer y descubrir entonces cuáles son los distractores que imposibilitan la apropiación, así como el entendimiento de qué son en realidad la planificación, la programación y el diseño y su importancia como herramientas en el alcance de sus propios elementos.

    Detenerse a explicar los indicadores del modelo de planificación es importante, pero también es importante una reflexión profunda sobre los próximos pasos a dar, si se quiere una verdadera transformación en la mentalidad y sobre todo en la consecución de una propuesta de planificación que responda a las necesidades e intereses de los técnicos(as), coordinadores(as) pedagógicos, docentes y alumnos(as) en sentido general.

    De modo que, para los tiempos sucesivos, mis sugerencias para el cambio de mentalidad, respecto a esta proeza son:

    El conocimiento de la realidad debe estar expresada en un diagnóstico, sobre la que se va a actuar, y debe ser del conocimiento de los colaboradores de todas las instancias educativas.

    La realización de un diagnóstico o una evaluación como universos concluyentes del conocimiento del pasado, presente y futuro.

    Tomar en cuenta los elementos sugeridos en el diseño curricular, diversidad y necesidades del contexto, en su realidad existente y sus eventualidades.

    La propuesta del docente debe dar evidencia de los resultados del vuelo, tanto del proceso que concluye como del que se quiere iniciar.

    • Hacer énfasis en los aspectos de los indicadores necesarios y no en el formato en el que se presentan, partir de lo que se quiere en realidad, desde el contexto áulico.

    • Diseñar Jornadas de formación en los cuales los docentes puedan describir eventos desde la observación y experiencias.

    • Sistematizar el seguimiento a las experiencias de lo que realmente ocurre en el aula, implementando otras técnicas de registros.

    • Desde la coordinación pedagógica, dar mayor seguimiento a los resultados de las evaluaciones.

    • Elegir un sistema de registro, donde el/a alumno(a), al igual que las docentes reflexionen sobre los avances, así como las necesidades.

    • Establecer diálogos abiertos de manera sistémica en toda la comunidad educativa.

    Constituir una verdadera comunidad de aprendizaje.

    Incentivar la investigación como vía de sensibilización y resolución de problemas, desde todos los contextos educativos.

    La elaboración del diseño debe partir de un diagnóstico, que arroje las necesidades en realidad, si aspira a un ser integral competitivo y creativo para toda la aldea global.

     

     

     

    Autor:

    Mtra. Ubaldina Medina Díaz.

    Enviado por:

    Angelita Medina