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La mujer feriante… Un emblema de fuerza y coraje (página 2)


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La mujer feriante… un emblema de fuerza y coraje… así como muchas otras mujeres que laboran en trabajos distintos a éste pero igualmente sacrificados, este sacrificio es directamente proporcional a las necesidades de cada mujer, mas aun cuando tienen una casa y una familia que sostener, al leer el libro anteriormente citado y mencionado nos podemos dar cuenta como cada una de las personas tiene una historia distinta y basada en el esfuerzo, sufriendo muchas penas y otras tantas alegrías, siempre sabiendo que el trabajo es su alimento por lo que lo llevan en su alma y se sienten muy dignos de ser "feriantes", algunos de estos personajes han llegado a trabajar a la Feria Pinto como una forma de continuar una tradición familiar ya que sus padres y/o abuelos, han tenido un puesto de ventas por muchos años, algunos no son propietarios y arriendan los puestos para poder vender sus productos y otros son trabajadores a quienes les pagan un sueldo mensual, quincenal o semanal por vender fruta, verdura u otros.

Una distinción entre los distintos cánones que hay en la Feria Pinto es entre feriantes, ambulantes, verduleras o canasteras, estas connotaciones son de importancia para los vendedores de la Feria, para nosotros los compradores estas diferencias no tienen una mayor connotación, es mas, muchos no sabríamos distinguir unos de otros ya que frecuentemente se generaliza y se toma como un todo, nombrándoseles feriantes a todos por igual, sin embargo, en este centro de ventas los feriantes son quienes están en puestos establecidos y pagan un impuesto semestral a diferencia de otras personas que no se les considera feriantes ya que no tienen un puesto establecido aquí es donde se agrupan los ambulantes; quienes venden sus productos de manera ilegal y si los carabineros los descubren les es quitada toda su mercadería y las canasteras son quienes venden su mercadería en canastos tales como cilantros, perejiles, etc.

La hora en que comienza al trabajo en al feria es muy temprano en la mañana donde hay quienes van a Cajón a buscar su mercadería, (feriantes), y otros que traen de sus casas lo necesario para vender en una jornada.

El objetivo diario de todos estos vendedores es el mismo… vender la mayor cantidad de toda su mercadería.

El carisma del hombre o la mujer feriante no se encuentra en otro lugar que no sea en una feria o "vega" como se le dice en la jerga popular, esa personalidad alegre y picaresca es lo que atrae a muchos visitantes, sus gritos llamativos, los cuales son utilizados para llamar la atención de los compradores y acaparan el interés de éstos y de los turistas, el carácter afable y el ser atentos a la hora de vender los compradores o "caseros" lo retribuyen volviendo a comprarle a la misma vendedora, forjándose así -tal como lo relataba la Sra. Lucia- una confianza entre el vendedor y los compradores, se van conociendo a través de los años, sus gustos sus mañas, e incluso yo podría decir que llegan a conocer hasta las tristezas o preocupaciones de sus compradores, la personalidad calida y receptiva de una mujer feriante logra muchas veces que contemos parte de nuestra vida a un desconocido porque querámoslo o no, eso es hasta ese minuto, una desconocida que a cada visita a este centro de ventas nos iremos familiarizando con ella y con el tiempo, pues claro, se formará una confianza de esas en las que con una mirada se sabe cuando uno esta triste o no.

La confianza que la Sra. Lucía a depositado en sus "caseros" como ella los llama, -para señalar una relación mas estrecha con ellos- ah llegado a tal punto que les fía hasta finales de mes y es en esa fecha donde recibe gran parte de sus ingresos, esta mujer esta conciente de que se juega gran parte de su poco capital que tiene en fiarles a sus caseros pero de otra manera no podría dice ella, confía y eso es lo importante.

Esto hace que reflexionemos en las pocas personas que aun confían, entregándose de corazón, tal como la Sra. Lucía fiándoles hasta por un mes a sus compradores, quizás no será mucho el dinero pero es con el que ella cuenta para darles de comer a sus hijos y pagar sus cuentas.

Así como se forjan relaciones de amistad y reciprocidad entre vendedores y compradores, también las hay entre los mismos vendedores de la Feria Pinto.

Como en todo lugar de trabajo durante la relación con las otras personas de la Feria se van forjando sentimientos tales como amistades, amor, desamores, rencillas y un sin numero de conflictos, los cuales hacen mas llevadera y a veces mas pesada la carga de un duro día laboral.

Creo que no hay residente de Temuco que no sepa donde esta o no haya ido a la "Feria Pinto", el detenernos y observar sus códigos, sus formas en como se dan a entender entre ellos sin que muchos de nosotros como compradores nos percatemos, es impresionante.

Tuve la oportunidad de hablar con un hombre hace un años atrás aproximadamente, él era feriante igual que la Sra. Lucía, pero lo que los diferenciaba es que él estaba en un local establecido contrariamente de la Sra. Lucia; estando ella ubicada en un pequeño tramo de la calle; este hombre me señalaba que a veces entran malhechores a la Feria y ellos (el y los otros vendedores) rápidamente los distinguían ya que todos en la Feria se conocen, "son como una gran familia" esto sucede ya que muchas de las personas que son dueñas o están vendiendo ahí llevan generaciones ahí y cuando llega alguien nuevo se sabe de inmediato, este ultimo factor –el de la larga pertenencia en la Feria- hace que fluyan y se forjen grandes amistades sobre todo con los vecinos de al lado, con los cuales se esta todos los días juntos, algunos cuidan el puesto del vecino cuando éste no esta, etc.

Los feriantes a través de distintas noticias y reportajes en la televisión aparecen como personas de mal vivir, poco honestas e incluso algunos ladrones, considero personalmente que esto mancha el nombre de personas honradas que también son feriantes y que se dedican única y exclusivamente a su venta y no de robar o formar peleas con otros individuos, el libro "Culturas de Mercado, rutinas de vida" muestra distintas realidades de la Feria Pinto y de sus principales protagonistas dejando ver una rica cultura en el centro mismo de la ciudad de Temuco, la cuál, muchas veces pasa inadvertida, no siendo así para esta pareja de profesoras la cual investigo en detalle distintas historias a fondo, mostrando una condiciones y un ambiente común pero no por eso menos interesante.

Fuentes Bibliográficas

  • Davinson, Guillermo y Lucy Keterer, (2006), Culturas de Mercado, rutinas de Vida, Temuco, Ediciones Universidad de la Frontera.

Fuentes electrónicas

 

Denisse Escobar Oviedo

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