Este ensayo fue desarrollado en el marco de la asignatura Realidad Sociocultural Chilena y Latinoamericana de la Carrera de Servicio Social de la Universidad de La Frontera y los insumos son parte del análisis del libro, Culturas de Mercado, rutinas de vida de Guillermo Davinson y Lucy Ketterer, (2006) Temuco: Ediciones Universidad de La Frontera".
Centro emblemático de Temuco es la "Feria Pinto", un lugar lleno de color y aromas exquisitos, con una diversidad enorme entre hortalizas, frutas, verduras y flores, junto con variables culturas que se albergan en este lugar, tales como, compradores, vendedores y un gran numero de turistas, esta mezcla es rica en modos de vida y experiencias, es decir, cuando uno acude a la Feria Pinto, se encontrará con personas con maneras de vida muy distintas a las de cada uno de nosotros, cada cual tiene una historia distinta algunas muy alejadas de las otras, a eso yo llamo multiplicidad, y esto es lo esencial o lo mas atrayente de la Feria.
Este centro de ventas de frutas y verduras tan conocido por los pobladores de Temuco y sus alrededores, se encuentra ubicada entre las calles Pinto y Balmaceda (Noreste de la ciudad), como se denota anteriormente hay una rica variedad de frutas de la estación, verduras y tubérculos., incluso es posible encontrar un sector de tiendas de ropa, flores y vendedores ambulantes los cuales ofrecen sus mercaderías, algunos caminan por los pasillos de este lugar otros ofertan sus productos estacionados en alguna esquina.
Hay feriantes que pagan un salario semestral o impuesto a la municipalidad por su "puesto" en el bandejón, estos feriantes son los establecidos legalmente. Los ambulantes o quienes callejean su mercadería están propensos a que los carabineros los encuentren y les quiten sus productos, quedándose sin nada y perdiendo parte de las utilidades del día.
Es acá, en la Feria Pinto donde hay una vendedora de perejil, cilantro y acelgas, ella es la "Sra. Lucía", tal como relata el libro "Culturas de Mercado, Rutinas de Vida" de Guillermo Davinson y Lucy Ketterer, se hace referencia sobre esta mujer de esfuerzo, la cual lleva trece años trabajando y seis años en la feria, esta separada de su marido y con lo que reúne como vendedora de cilantro, perejil y acelgas debe mantener a sus dos hijos.
La mujer feriante es un símbolo de lucha, sobre todo aquellas que no están en un puesto establecido y "callejean" (Davinson y Ketterer, 2006) su mercadería, es decir, la ofrecen por los pasillos de la feria, así fue el inicio de la Sra. Lucía quien actualmente goza de un pequeño tramo de calle ubicado en las intersecciones de Pinto y Balmaceda, ella relata en dicho libro (Culturas de Mercado, Rutinas de Vida) que "los carabineros "se compadecieron de ella" y por esta razón la habrían autorizado para que ofrezca sus productos" (Davinson y Ketterer, 2006). Así como la Sra. Lucía hay muchas historias de mujeres de esfuerzo, que quizás no tienen otra oportunidad mas que vender sus verduras, ya que las puertas a un mundo laboral con mas posibilidades se las cierra su falta de estudios, quedándoles a la gran mayoría la alternativa de ser vendedoras ambulantes.
Ser propietario de un puesto es el ideal de todo vendedor que no lo tenga, en el caso de la Sra. Lucía -considerando lo relatado en el libro- ella se encuentra resignada a su realidad, que su futuro jamás será ese ya que con los ingresos que ella reúne no le alcanzan para pagar un impuesto semestral y así obtener un "puesto" o para comprarse cosas para ella, "darse un gusto", tampoco tiene una aspiración de que su hijo mayor llegue a la universidad, o por lo menos no lo manifiesta pues esta muy resignada a la realidad que le toco vivir y no observé ni una cuota de deseos de superación en cuanto a conseguir mas cosas materiales, lo cual considero aceptable ya que no tiene un capital superior como para invertir en una mayor cantidad de verduras, con lo que gana solo alcanza a pagar sus gastos, junto con lo que reúne su hijo mayor en los trabajos esporádicos que realiza.
Esta realidad muchas veces cruda es la que la gran mayoría de estas personas vive, algunas desesperanzadas y otras con ansias y sueños de que se puede salir adelante y surgir.
Este Chile machista es muy reticente a que la mujer trabaje y mantenga un hogar ya que eso es el rol y función del hombre, es por esto que a las mujeres se le cierran las puertas, mas un cuando ésta es una mujer separada de su cónyuge lo cual provoca un rechazo social ya que la mujer separada no es bien mirada por los individuos que la rodean, muchas veces los hombres se sienten con el poder de pasar a llevar los derechos de las mujeres, creyéndose superiores al verlas indefensas y solas, la Sra. Lucía señalaba que en la Feria Pinto muchas veces esto sucede, mas aún a ella, en su condición en la que se encuentra ya que la ven sola y creen que es mucho mas fácil aprovecharse de ella, por eso mismo y por temor a que le suceda algo no deja que su hijo menor la ayude en las tareas de la venta de sus productos, prefiere sacrificarse y viajar sola desde un sector fuera de Temuco antes de que a su hijo le suceda algo en dicho lugar.
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