Bajo la óptica de una globalización que trasciende de la simplicidad de lo mercantilista para objetivarse en un proceso donde convergen una multiplicidad de factores, realidades, culturas, singularidades humanas y lazos indisolubles de solidaridad, afectos, y en ocasiones sentimientos negativos como el egoísmos, la envidia, o las ansias de poder; estamos viendo y viviendo, con lamentable recurrencia, un accionar, que sin temor a equivocarnos podemos connotar como agresividad, y aun cuando se entiende que ésta es parte estructural de todos los seres, [en el animal la agresividad le permite la supervivencia y en el hombre es un impulsor, energía que le propulsa a arriesgarse a nuevas acciones] cuando ella sobrepasa los niveles de tolerancia, se convierte en acción lesionadora que causa daños a quienes forman parte de la estructura de la sociedad e incluso a ellos mismos, y es allí cuando estaremos hablando de violencia, de tal manera que la violencia es concebida como "acciones producto del aprendizaje social, lo bio-psicológico y lo socioeconómico, que implican el desarrollo y/o potenciación de lesiones, daños o actos negativos o de "lesa-humanidad", tangible o no ejercido en otros" (Ibarra. 2002).
Ahora bien, de acuerdo al foco de mayor incidencia, se puede hablar de Violencia Intrafamiliar o Doméstica, Física, Comunicacional, Psicológica, Sexual, Política, Religiosa. Cotidiana o Social, Socio Económica, etc., hoy quiero realizar un pequeño deslinde teórico conceptual de la "Violencia Intrafamiliar o Doméstica", fenómeno que debido a su acelerado crecimiento, se ha convertido en una endemia mundial que no respeta ámbito geográfico o clase social; además de que en ella convergen otras manifestaciones de violencia como son la física, comunicacional, psicológica, patrimonial, de género, sexual, etc., las cuales agudizan la situación de conflictividad.
La Ley Orgánica sobre El Derecho de Las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en su artículo 5, define a la Violencia como:
…todo acto sexista que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la coacción o la privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos, tanto si se producen en el ámbito público como en el privado. (p.10)
Esta misma Ley concibe a la Violencia Doméstica como:
…Toda conducta activa u omisiva, constante o no, de empleo de fuerza física o violencia psicológica, intimidación, persecución o amenaza contra la mujer por parte del conyugue, el concubino, ex conyugue, ex concubino, persona con quien mantiene o mantuvo relación de afectividad, ascendentes, descendientes, parientes colaterales, consanguíneos o afines. (p.11)
De tal manera que en todo acto lesionador, la agresión siempre estarà presente, pudiendo ser tangible o no, es decir puede ser psicológica o física y/o constante o no; lo que sin dudas siempre estará, es el daño a los implicados, y otro aspecto lastimosamente presente es la Espiral de la Violencia, donde quien es maltratado será luego un maltratador, otra característica de la espiral es la recurrencia del maltrato o agresión y la agudización del mismo.
Por otro lado también es necesario señalar que estas lesiones pueden ser graves como: fracturas de huesos, hemorragias, lesiones internas, quemaduras, envenenamiento, hematomas etc., lesiones físicas menores donde no se requiera la atención médica, o maltrato emocional como: Rechazar (conductas de abandono o discriminación); Aterrorizar (amenazar con un castigo extremo o crear una sensación de constante amenaza); Ignorar (situación de aislamiento donde el otro no es tomado o tomada en cuenta, es invisibilizado o invisibilizada); Aislar (mantener encerrada (o) o recluido (a) a la persona); Maltrato por Negligencia (donde se priva de los cuidados básicos como salud, educación, protección, aun teniendo los medios económicos). etc.
¿Pero quienes componen esta Espiral de la Violencia):
La componen maltratadores y maltratados, los primeros son todas aquellas personas que cometen actos violentos hacia su pareja, hijos u otras personas como vecinos o amigos, y los maltratados son aquellos que reciben el acto lesionador, pero que debido a la misma dinámica "socio-agresiva" de la espiral llegará un momento en que lastimosamente pudiesen cambiar los roles, es decir de maltratador pasará a maltratado y el maltratado a maltratador.
Dentro de las características más resaltantes de los maltratadores están: a) posee baja autoestima; b) no controlan sus impulsos; c) no saben expresar afecto; d) fueron víctimas de maltrato en su niñez, esto último corrobora la existencia de la Espiral de la Violencia.
Por su parte los maltratados también presentan características como: a) baja autoestima; b) sumisos; c) conformistas; d) no expresan afecto y e) también fueron víctimas de maltrato (de nuevo se evidencia la Espiral).
La Violencia intrafamiliar o doméstica tiene efectos muy graves tanto en la persona que lo reciben, como quien la ejecuta, pues puede generar tanto enfermedades mentales, como traumatismos, perdida del autoestima, incluso se puede llegar al asesinado o al suicidio.
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