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Magia, ciencia y religión: una dialéctica de lo contingente y lo necesario


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Lévi-Strauss y el bricoler en el contexto dialéctico del método ensayo-error
    3. Causa y efecto en la sociedad salvaje
    4. Conclusiones
    5. Referencias

    Resumen

    En este ensayo, el autor propone mirar un problema clásico de la antropología; la relación magia, ciencia y religión, desde el materialismo dialéctico, en contraposición a la perspectiva metafísica, verbigracia del funcionalismo y el estructuralismo. Si desde la antropología positivista, la conciencia mágico-religiosa y la científica se analizan como dos entidades separadas conviviendo la una al lado de la otra, la dialéctica las analiza como un par contradictorio, cuya lucha conduce al desarrollo de la capacidad cognitiva humana. De tal manera, que la conciencia social científica, es el producto histórico de esa contradicción.

    Palabras clave: Magia, religión, ciencia, dialéctica de la conciencia

    "La negación de regularidades reales y la imposición de regularidades falsas son pues, dos caras de la misma moneda. Aparte de que los seres humanos sean proclives a ellas, ambas tienden a ir de la mano y reforzarse mutuamente"

    Murray Gell-Mann, Premio Nóbel de Física, 1.969

    En otro ensayo enfatizo en la tendencia de la antropología positivista, a ver el problema desde la perspectiva indígena, juzgando los hechos sólo por sus efectos (pragmatismo); en su naturaleza fenomenológica. En el hecho de que si se "explica" todo por los efectos, se termina haciendo una antropología kantiana de la cosa en sí; una etnografía de ésta, mas no una ciencia social de explicación esencial. En este caso me centraré desde una perspectiva dialéctica, en el problema de la contradicción entre la conciencia mágico-religiosa y la científica, al que en la antropología positivista se le da un tratamiento metafísico.

    En este sentido, resuelta por el materialismo dialéctico, la contradicción (problema), entre el pensamiento mítico y el científico, adquiere en la ciencia, el carácter riguroso, de contradicción entre lo real y lo posible (probabilidad). Con el surgimiento de la teoría de la probabilidad, el pensamiento científico avanza hacia una nueva revolución, en la búsqueda de todo aquello que aún no conoce. El hombre ya no es presa del miedo a lo desconocido; los paralogismos de la magia ya no son necesarios, no obstante haber servido a, y sentado las premisas de la ciencia. En la forma de conciencia social científica, el hombre aprende cada vez más, a moverse según la dialéctica de lo contingente y lo necesario.

    Sin embargo, el hombre vive en un mundo, en el que no todos piensan en el marco de la ciencia; los hombres de ciencia comparten la actividad cognoscitiva, con los magos y los curas; evolucionando gracias a la misma ley dialéctica del pensamiento. En la vida cotidiana se interpenetran los niveles y formas de la conciencia social, donde lo viejo y lo nuevo conviven y luchan, como lo hacen las formas lógicas: la lógica y la paralógica.

    Hace algunos años, supe del caso de un enfermo desahuciado por la ciencia médica, quien murió por un cáncer cerebral; un hombre educado y próspero. Se enfrentó al diagnóstico de uno de los mejores oncólogos del país. Después de someterse a una paliativa neurocirugía, surge el optimismo, que luego decae con el empeoramiento del paciente. En medio del drama, toma el consejo de algunos amigos, quienes le recomiendan los servicios de un curandero venezolano. Viaja al vecino país, donde recibe la "atención" del charlatán, quien le administra unos brebajes que lo intoxican. Agravado su estado de salud, regresa al país acompañado por su esposa, quien lo atiende en su enfermedad. A pesar de la experiencia anterior, acude a otro brujo, quien le receta una dieta curativa muy especial: dos gallinazos asados. Los consume; pero continúa empeorando. Finalmente, deteriorado en sus facultades físicas y mentales, y en medio de su agonía, escucha fervientemente las trasmisiones de la emisora mariana hasta el día de su deceso.

    Tal vez el mayor temor que experimenta un ser humano, es el de la muerte:

    En el caso de la negación de la realidad, sí que captamos regularidades auténticas; pero nos causan tal pánico que cerramos los ojos y negamos su existencia. Evidentemente, la regularidad más amenazadora en nuestras vidas es la certeza de la muerte. Numerosas creencias, incluidas algunas de las más tenazmente persistentes, sirven para aliviar la ansiedad que genera. Cuando las creencias específicas de esta clase son ampliamente compartidas en el seno de una cultura, su efecto tranquilizador sobre el individuo se multiplica (Gell-Mann, 1.995, p.294).

    Con el planteamiento de esta tesis, sólo pretendo profundizar en algo que aparece atrofiado en la obra de antropólogos como Evans-Pritchard, Malinowski y Lévi-Strauss. En el caso del primero, este tema se aborda de manera tangencial en el capítulo sexto de su obra "Brujería, magia y oráculos entre los Azande", donde alude a la noción de brujería como explicación de los sucesos desafortunados:

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