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Tratamientos biotecnológicos contra la cocaína


    1. Definición
    2. Aspectos históricos
    3. Bases de la adicción
    4. Efectos a nivel celular
    5. Efectos a largo plazo
    6. Tratamientos
    7. Conclusiones
    8. Anexos
    9. Bibliografía

    1. Introducción

    En la actualidad los seres humanos consumen gran diversidad de sustancias psicoactivas que producen sin numero de efectos sobre el Sistema Nervioso Central, que a largo plazo pueden convertirse en causantes de adicciones provocando un deterioro progresivo del organismo.

    Entre la amplia variedad de sustancias de este tipo podríamos decir que la cocaína es una de las que genera mayor dependencia psicológica, despertando nuestro interés debido a que estimula una amplia gama de receptores que provocan sensación de euforia y bienestar en quienes la consumen.

    En este momento no existe ningún tratamiento totalmente eficaz contra la adicción a la cocaína lo que nos ha llegado a la investigación sobre biofarmacos que reduzcan la dependencia a estas sustancias.

    En este trabajo monográfico trataremos de ampliar el conocimiento del lector a cerca de estas sustancias y su efecto por medio de una descripción de los procesos fisiológicos que ocasionan al ser consumidas.

    2. Definición

    La cocaína es el más poderoso estimulante del sistema nervioso que proviene de sustancias naturales. Es un alcaloide que se extrae de las hojas de la planta Erythroxilon coca, originaria de América del Sur y se presenta como un polvo compuesto por pequeños cristales blancos

    Los derivados de la cocaína se obtienen del arbusto de la coca (la boliviana o "huanaco", la colombiana o "novagranatense" y la "trujillense" del Perú).

    La producción de la cocaína como tal se realiza mediante la transformación de las hojas de coca en pasta de cocaína y después, ésta en clorhidrato de cocaína. Para ello se precisan sustancias catalizadoras entre las que se encuentran el éter, el ácido sulfúrico, y la gasolina.

    La dependencia física es controvertida pero si es la droga psicoactiva más problemática en cuanto al grado de dependencia psicológica.

    3. Aspectos históricos

    Desde tiempos ancestrales, en Sudamérica la planta fué considerada como un regalo de los dioses por sus capacidades de mejorar la fatiga y aumentar el estado de ánimo.

    El imperio Inca fue de los primeros en mantener un cultivo constante de la misma pero la llegada de los españoles impidió, en sus inicios, su consumo y cultivo, promoviendo posteriormente su uso para aumentar las producciones en las minas. Monárdes llevó la planta a España, pero ésta no produjo los efectos placenteros vistos en Sudamérica; quizá por las largas condiciones de traslado que existían en esa época.

    La cocaína fue extraída de la planta en 1859 por Albert Neiman y su uso en fechas posteriores se extendió de diversas formas. La asociación de la cocaína con vino fue llamada Vin Mariani y fue una bebida reconocida y recomendada para su uso por el papa León XIII. El uso de la cocaína para el tratamiento de la adicción a la heroína fue propuesta por Sigmund Freud.

    A finales del sigo XIX la cocaína era utilizada en la elaboración de la bebida conocida desde esa fecha como coca-cola pero en 1901 fue eliminada en su elaboración. Previamente su utilidad como anestésico local fue propagada en cirugía oftalmológica y de nariz, así como para aliviar el dolor dental. Las complicaciones del abuso de la cocaína se conocen desde hace más de un siglo y por eso su prohibición en un número considerable de países

    4. Bases de la adicción

    La cocaína es un potente estimulante del sistema nervioso central. Después de su administración por cualquier vía, la cocaína llega al cerebro y estimula de forma directamente los centros de recompensa.

    Sus efectos pueden durar de minutos a varias horas. El blanco de la cocaína, así como de otras drogas de consumo ilícito se encuentra en la sinapsis. Esta estimulación la realiza a través de la inhibición del transportador de la dopamina en los circuitos dopaminérgicos localizados en el área tegumental ventral, el núcleo acumbente y la corteza prefrontal (sistemas de recompensa). La ocupación del receptor de dopamina esta relacionado con la dosis, es decir, a dosis más altas, mayor el porcentaje del transportador inhibido.

    Esta inhibición lleva a una rápida y muy marcada elevación en las cantidades de dopamina en la hendidura sináptica de dichos centros modificando el metabolismo de las neuronas principalmente de la glucosa, como ha sido demostrado en estudios de metabolismo realizados con tomografía por emisión de positrones en pacientes adictos crónicos.

    También se ha demostrado que en la región postsináptica induce la producción de AMPc y modifica la síntesis proteica, elevando las frecuencias de los impulsos nerviosos en estos sitios. Ver cuadro anexo N-1

    La administración crónica de cocaína conduce a depleción de los niveles de dopamina y disminución de la síntesis de la misma en las neuronas dopaminérgicas. Esta disrupción neuroquímica probablemente explica las bases físicas de abstinencia más que las psíquicas, hecho que ha modificado los conocimientos en los aspectos neurobiológicos de la adicción.

    A la fecha no existe un receptor específico reconocido en donde actúe la cocaína, esta es una de las principales razones por la que no se ha creado un tratamiento farmacológico eficaz para el control de la adicción de esta sustancia.

    5. Efectos a nivel celular:

    En la vía de la dopamina en una persona normal; una neurona que transmite el impulso nervioso libera la dopamina (neurotransmisor) el cual luego se enlaza a los receptores de dopamina en las neuronas receptoras; un potencial de acción, se propaga luego en la neurona receptora después de que esto ocurre, los receptores de la dopamina en la neurona que transmite el impulso nervioso, actúan como bombas para retornarla a la neurona y así usarla de nuevo

    La cocaína se enlaza a los receptores de dopamina, bloqueando su funcionamiento. Como resultado de esto los niveles de dopamina se incrementan en la sinapsis, y como consecuencia, la neurona receptora se estimula continuamente.

    Este estimulo constante de las neuronas provoca la euforia.

    Además la cocaína actúa sobre los receptores de serotonina y norepinefrina y por consiguiente, los niveles de estos neurotransmisores se incrementa. La serotonina juega un papel similar a la dopamina. La norepinefrina estimula la respuesta del sistema nervioso simpático ocasionando taquicardia, incremento de la presión arterial, taquipnea, midriasis, incremento de la temperatura corporal y diaforesis.

    Cuando pasan estos efectos, el consumidor entra en un estado anímico opuesto, en el que se presenta depresión, ansiedad y temor. Con dosis altas, los usuarios pueden padecer paranoia y estados de psicosis aguda.

    6. Efectos a largo plazo:

    Las complicaciones psiquiátricas: irritabilidad, crisis de ansiedad, disminución de la memoria y de la capacidad de concentración. Además en ciertos casos aparece la "psicosis cocaínica" que consiste en un brote de ideas paranoicas que llevan a la persona a un estado de confusión, pudiendo producir verdaderas crisis de pánico, y de cuadros alucinatorios, etc.

    La apatía sexual o impotencia.

    La bulimia y anorexia nerviosa.

    Las alteraciones neurológicas (dolores de cabeza y los accidentes vasculares como el ictus cerebral)

    Las arritmias cardiacas

    Los problemas de asma o dificultades para respirar

    La perforación del tabique nasal.

    Los riesgos de mortalidad perinatal, abortos y problemas nerviosos en el recién nacido lo hacen un problema muy importante en embarazo y lactancia

    7. Tratamientos

    Existen diversas alternativas para la elaboración de vacunas contra la cocaína entre las que cabe mencionar el empleo de colinesterasas, anticuerpos catalíticos, inmunización activa y anticuerpos monoclonales.

    La ausencia de un receptor específico hace difícil ofrecer alternativas de bloqueo de receptores o de terapia sustitutiva. Los diversos receptores dopaminérgicos estimulados por la presencia de altas cantidades de dopamina en la hendidura sináptica han sido estudiados en la búsqueda de estrategias de tratamiento; principalmente los receptores D2 de dopamina. Algunos ensayos clínicos han sido evaluados con agonistas de receptores del tipo D3.

    7.1 Bloqueo de receptores y terapia sustitutiva

    Diversos ensayos con fármacos que actúan a nivel de los receptores de dopamina han sido llevados a cabo principalmente con neurolépticos, antidepresivos tricíclicos y agonistas dopaminérgicos. La base de estos tratamientos se apoya en investigaciones efectuadas sobre los centros de recompensa y del principal neurotransmisor involucrado en su expresión que es la dopamina.

    Los fármacos que bloquean la recaptura de monoaminas han sido utilizados como es el caso de la desipramina pero los resultados no han sido claramente convincentes tal vez debido a que este medicamento actúa más sobre la norepinefrina.

    La amantadina es un fármaco de uso antiviral que tiene la capacidad de aumentar la liberación de dopamina de las terminales nerviosas dopaminérgicas permitiendo una mejor oferta del neurotransmisor en las vías respectivas. Su uso en el tratamiento de la adicción a la cocaína ha sido útil en la detoxificación de algunos pacientes, su principal inconveniente es la vida media corta que tiene por lo que las respuestas a tratamiento a largo plazo no son tan efectivas.

    Los diversos receptores conocidos hasta la fecha permiten planear una estrategia de bloqueo de receptores como: D1, D2 y D3 de dopamina.

    Los resultados han sido variables considerando que el mecanismo de acción en este sentido es la de bloquear el receptor pero no inhibir el transportador, sitio donde actúa la cocaína. El flupentixol es un bloqueador de los receptores de dopamina D1 y D2. Su uso en el tratamiento de pacientes adictos a la cocaína ha dado resultados variables; no obstante reduce la ingesta de la droga así como las tasas de recaídas.

    La bromocriptina es un agonista de los receptores D2 de dopamina. Esta estimulación parece disminuir la avidez de pacientes adictos a la cocaína, así como la abstinencia en estudios controlados.

    Ensayos controlados que llevan como fin el modular la respuesta gabaérgica han dado resultados promisorios con el uso de baclofen. Su acción es a través de la estimulación de receptores GABA. Los resultados han demostrado una reducción importante en la autoadministración de cocaína por lo que su uso debe ser tomado en cuenta dentro de los programas de tratamiento en estos pacientes.

    Otros fármacos en investigación, como el BP 897, tienen una acción selectiva de agonista parcial de receptores D3, ha sido investigada con resultados favorables en abatir la conducta de búsqueda en pacientes adictos.

    Esta investigación parece ser prometedora ya que una de las causas de recaídas de los pacientes es precisamente el fenómeno de la avidez y búsqueda prolongada. Recientemente se han sintetizado una serie de bloqueadores de la recaptura de monoaminas, cuyo principal efecto es el de actuar como pro droga y que sus metabolitos asemejen a la molécula adictiva con poco o nula actividad. Su base de acción lenta y duración prolongada esta basada en prevenir el abuso de este tipo de bloqueadores de los transportadores.

    Por otro lado, la investigación en inhibidores del transportador de dopamina ha tomado gran interés en la búsqueda de una alternativa de manejo para este tipo de adicción. Basados en la acción directa sobre los receptores de dopamina se han desarrollado análogos que simulen la acción de la cocaína, su limitante es el riesgo potencial de abuso que puede existir en ellos, por lo que, al igual que los inhibidores de monoaminas deben poseer las características de acción lenta y de duración prolongada.

    7.2 Vacunas

    La ausencia de un receptor específico para la cocaína ha estimulado a diversos grupos de investigadores a buscar nuevas estrategias de bloqueo a nivel periférico con anticuerpos específicos a la cocaína. Si se une la cocaína a un transportador o antígeno proteico se ha podido inducir una respuesta inmune en animales de experimentación.

    Los resultados han sido prometedores ya que la producción de anticuerpos específicos de tipo Ab2beta han sido obtenidos en ratas permitiendo bloquear a la cocaína en la sangre periférica evitando su ingreso al sistema nervioso central; asimismo, esta vacuna disminuye la autoadministración de la droga, lo que promete ser una gran posibilidad terapéutica en un futuro próximo. Se requiere de estudios clínicos aún antes de disponer de este tipo de tratamiento.

    8. Conclusiones

    Los tratamientos biotecnológicos a la adicción a la cocaína son una opción de cura para aquellas personas que han mostrado una dependencia hacia estas sustancias, debido a que es imposible erradicar el consumo de estas en la sociedad mundial; cabe mencionar que estos tratamientos deben ir acompañados de terapias psicológicas.

    Debemos tener en cuenta que el mejor tratamiento en contra de la adicción a la cocaína no esta en la producción de un biofarmaco, sino en la prevención educativa.

    9. ANEXOS

    Cocaine Disrupts Communication Between Neurons

    10. BIBLIOGRAFÍA

    Dackis CA, Gold MS. (1985) New concepts in cocaine addiction: the dopamine depletion hyphotesis. Neurosci Biobehav Rev; 9(3):469-77.

    Dackis CA, Gold MS. (1985) Pharmacological approaches to cocaine addiction. J Subst Abuse Treat; 2(3):139-45.

    Everitt BJ, Parkinson JA, Olmstead MC, Arroyo M, Robledo P, Robbins TW. (1999) Associative processes in addiction and reward. The role of amygdala-ventral striatal subsystems. Ann N Y Acad Sci; 877:412-38

    Farreukopf C. (2000) La cocaína y el cerebro extraído el 12 de mayo 2006 (http://serendip.brynmawr.edu/bb/neuro/neuro01/web1/Farrenkopf.html

    Fowler JS. Volkow ND, Nalison R, Gatley SJ. Neuroimaging (1999). studies of substance abuse disorders. In: Neurobiology of mental illness. Oxford University Press. Nestler EJ. Cellular and molecular mechanisms of addiction. In: Neurobiology of mental illness. Oxford University Press.

    Koob GF, Nestler EJ. (1997) The neurobiology of drug addiction. J Neuropsychiatry Clin Neurosci; 9(3): 482-97

    Stoker S. (1999). Efectos placenteros de la cocaína Extraído el 12 de mayo 2006.

    http://www.nida.nih.gov/NIDA_Notes/NNVol13N2/Brain.html

     

    Angie Duque Rodríguez

    Alejandra Silva Gómez

    César Medina Culma

    Mónica Prías Blanco

    Paola Rey Suárez