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Tercera edad ? Expectativas de autoeficacia (página 2)


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DESARROLLO

El ser humano se vulnerabiliza con el tiempo, al menos es lo que yo percibo, no es que lo duro duela menos con la edad, sino que llora sin vergüenza, sin temor, le cuesta menos demostrar emociones, en este caso, al estar el anciano más vulnerable, más sensible que en la juventud, se afianza más al otro, necesita más de la cercanía del otro.

A mi entender, es por esto que confía con más fuerza en la imagen de sí que el otro le devuelve, ya que le da más seguridad, más confianza en sí mismo, se mira y define a partir de la mirada del otro, desde lo emocional y desde lo psicológico también, digamos que todas las personas somos y nos definimos a nosotros mismos en base a la relación directa con el otro ser humano, y esta realidad, en el adulto mayor, pareciera ser aún más fuerte. Esto, está relacionado íntimamente con la teoría del apego, que no es el tema principal en este caso, pero que de todas maneras vale la pena mencionar, ya que todo tiene una explicación, y es un hilo conductor relacionado con este concepto básico de "soy a partir del otro".

Dicho de otra manera, por ejemplo, si los hijos piensan que es un inútil, lo cree, si sus allegados jóvenes creen que es poco inteligente, el también lo cree, si se le hace sentir que es una carga para la familia, así se sentirá también, pero si por el contrario, aumentamos su seguridad, y creemos verdaderamente que lo que hace lo hace más lentamente, pero mejor, el lo va a creer. Si pensamos que todavía puede aprender, el va a sentir lo mismo, y lo va a hacer realmente. Si a nuestros viejos, les aumentamos en tanto contención, su autoestima, esta será significada en su manera de actuar.

Ahora, lo lógico sería elaborar una serie de planes gubernamentales, vecinales, universitarios, políticos, para elaborar y concretar programas donde los ancianos sean protagonistas, cosa que sería favorable y que de hecho, en varios aspectos se están concretando. Pero mi objetivo no es este, lógicamente tengo un motivo, y es que me parece de importancia fundamental y elemental concientizar a las personas, a los adultos jóvenes, a intentar que éste rescate, desde lo humano, las cualidades que posee el adulto mayor, que se respete desde el lugar que se merece, que se hizo, que se valorice la sabiduría que da el tiempo, la sabiduría que dan las equivocaciones, que se dé cuenta la sociedad toda que podemos hacer, en este hilo conductor, una revolución, pero desde adentro,( ya que las revoluciones comienzan en el interior de cada uno, en el pensamiento) en cuanto a lo importante y para nada complicado, que puede ser la inserción digna del viejo a la sociedad, lo trascendental de cambiar de perspectiva para que no solo nosotros revaloricemos y rescatemos al anciano de ese lugar marginal y vacio donde un día lo pusimos, sino para ayudar a que el mismo valorice y se priorice y así, de apoco, vislumbrar cómo esto provocaría una retroalimentación continua, lo cual sería el objetivo.

A partir de este punto de reflexión, mi interés hacia los lectores, radica en hacerles conocer la influencia que tendríamos nosotros, los jóvenes, en los adultos mayores a través del intercambio afectuoso y cordial de intereses cuyo fin último seria potenciar fuerzas de cambio a partir de este entorno social en el cual vivimos y nos desarrollamos en conjunto, desde la conciencia y en integridad.

Habiendo dado ya una síntesis de las características principales de la tercera edad y haciéndole foco especial al contexto socio cultural en el que nos desenvolvemos hay que tener en cuenta, a partir de este momento, los conceptos de autoeficacia lo cual está intrínsecamente relacionado con el concepto asertividad, (nos forma para valorar nuestros logros y los de los demás, -. • Expresar en forma adecuada nuestros pensamientos y sentimientos, y permanecer abiertos para dar y recibir afectos de nuestros seres queridos y amigos más cercanos).

Plan Socializador:

Acá pretendo relacionar estos conceptos con el ambiente y la influencia del mismo en la formación de nuestra propia autoestima y valoración, y es en este punto donde comienzo a mostrarles el núcleo de esta reflexión.

Si bien el presente se basa en una reflexión, me parece pertinente, dentro de la misma, trasmitir una básica forma de aproximación social del joven, hacia el adulto mayor, con determinados puntos o pasos a tener en cuenta (es a este ítems al que denomino plan), y que a mi entender, pueden ayudarnos a ambas partes a tener simplemente una mejor calidad en la forma de relacionarnos, y por supuesto una tendencia a mejorar las expectativas de autoeficacia en el adulto mayor favoreciendo la integración y la homogenización de las diferentes edades evolutivas y cronológicas en nuestra sociedad.

La primer parte de este plan, es la empatía, el logro de la misma, ya que es el estado mental en el que un sujeto se identifica con el otro compartiendo el mismo estado de ánimo.

A saber, empatía describe la capacidad de una persona de vivenciar la manera en que siente otra persona y de compartir sus sentimientos, lo cual puede llevar a una mejor comprensión de su comportamiento o de su forma de tomar decisiones. Es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales.

Las personas empáticas son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus problemas y motivaciones, que normalmente tienen mucha popularidad y reconocimiento social, que se anticipan a las necesidades de los demás y que aprovechan las oportunidades que les ofrecen otras personas.

Este es el primer punto a tener en cuenta. Promover, a partir del encuentro con el anciano una empatía con el fin de que este se sienta a gusto, querido, como les gusta a ellos decirlo, aceptado, internalizado, admitido.

Esto hará del encuentro, cualquiera sea la circunstancia, un momento importante, un instante agradable e interesante, para el adulto mayor, y por supuesto para nosotros que lo que queremos siempre es lograr el objetivo de que aumente sus expectativas de autoeficacia.

Esto sería menos complejo a partir de una mirada habitual, en tanto se puedan llegar a naturalizar estas actitudes frente al anciano, no sin antes convencernos de que es esta una manera de mejorar ampliamente la calidad de vida del adulto mayor, ya que este "empezar a comunicarnos" de esta forma, sería de gran beneficio para todos.

Al segundo o segunda parte de este plan, le doy el nombre de Estrategias y Motivación. A saber: estrategia, porque es el arte de dirigir y planear una operación y es la técnica y el conjunto de actividades destinadas a conseguir un objetivo, entonces debemos ser unos estrategas (cosa que no es dificultosa) para conseguir la creencia en el viejo, de que el, puede, que es aun inteligente, que es un ser sabio y que tiene un lugar de privilegio por esto, en el contexto sociocultural en el que vivimos todos.

Esto se lo debemos hacer saber en un contexto de empatía a través de motivaciones, que son el conjunto de motivos que intervienen en un acto, social en este caso y que se adquieren durante la socialización, formándose en función de las relaciones interpersonales, los valores, las normas y las instituciones.

Cuando hablo de motivación no me refiero de ninguna manera a inducir a la persona a absolutamente ninguna opinión o percepción impuesta, simplemente a motivar desde lo positivo, desde lo bueno y gratificante, desde lo autentico y verdadero que conocemos del viejo, desde su sensibilidad, y porque no desde lo pasional también.

Al tercer y último punto a tener en cuenta lo denomino Corolario.

El término corolario significa juicio o hecho que es consecuencia de lo demostrado anteriormente.

Creo que debe ser tomado en cuenta como último paso en esta relación de sujeto a sujeto ya que este es el momento en el que las dos partes se ven satisfechas y reconfortadas por la situación vivenciada, y el resultado sería óptimo, a partir de un aumento de las expectativas de autoeficacia en el adulto mayor y un momento de crecimiento, de desarrollo y maduración por la otra parte. Esto se da en el dialogo que tiene como elementos además de la palabras todos los elementos paralingüísticos, que tienen una llegada al otro y una eficacia positiva en un setenta por ciento.

Si llega un momento en que esta situación pueda ser naturalizada y trasladada a todos los momentos que vivimos con adultos mayores, veremos en un futuro el cambio.

Es tarea nuestra también el enseñarlo desde ya y el concientizar, como expuse al principio de este trabajo a todas las personas a ver y a pensar al adulto mayor desde un lugar de revalorización hacia su persona, comenzando, como en este caso, con una puja constante para q él se sienta bien en sus relaciones interpersonales, y aumente de esta manera sus expectativas de autoeficacia.

Este plan de socialización a partir de lo simple, de lo sencillo, es (desde lo individual) muy profundo, ya que el logro es colectivo. Es el comienzo de u cambio de actitud, cuyo objetivo es generar un contexto de acercamiento en el plano social, y llevarlo a la concreción de un acrecentamiento de las propias expectativas del adulto mayor.

El resultado me parece totalmente optimo, si por supuesto, cada uno realiza para sí mismo un trabajo de profundización y reflexión que con el tiempo pueda llegar a naturalizarse en los individuos jóvenes, que, lógicamente, llegaremos también a envejecer y seguramente queremos que sea de una manera noble, en un marco de contención y apoyo, donde realmente se sienta que vale la pena seguir creciendo y aprendiendo, seguir madurando, o sea, seguir viviendo entre personas con las que da gusto compartir la vida.

BIBLIOGRAFÍA

Teoría del Aprendizaje Social. Albert Bandura, Angel Rivière; Editores: Espasa Calpe (1982).

Pelechano V. Inteligencia social y habilidades interpersonales. Análisis y Modificación de Conducta 1995.

Pelechano V. Habilidades interpersonales en ancianos: conceptualización y evaluación. Valencia: Alfaplús 1991.

 

Autora:

Ivana Linares Avellaneda

2008

Partes: 1, 2
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