- Antecedentes históricos
- España
- Origen e historia de la Virgen de la Candelaria
- La festividad de la Virgen de la Candelaria en la actualidad
- Conclusión
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
La Virgen de la Candelaria es una de las advocaciones de la Virgen María. La historia de esta imagen está unida íntimamente a la historia de las Islas Canarias y especialmente de la isla de Tenerife pues fue el lugar donde se dice que apareció. La talla original se conservaba en la Basílica de Candelaria, en el municipio de Candelaria en Tenerife, pero desapareció después de un temporal que azotó la isla. Debido a que las Canarias eran escala obligatoria en los viajes a América, muchas de sus costumbres fueron exportadas a ese continente. Entre ellas, la adoración a la Virgen de la Candelaria. Actualmente, la imagen es venerada con especial devoción en las Islas Canarias, donde ostenta el cargo canónico de Patrona General del Archipiélago Canario y en el Perú. También es venerada en lugares con una importante colonia de canarios, donde suele usarse para representar al archipiélago.
En el proceso de evangelización en América, se utilizaron muchas imágenes de santos, ángeles y de la Virgen María para reemplazar a los ídolos naturales existentes. Este proceso, naturalmente, no fue de la noche a la mañana, pues la conversión al cristianismo se impuso por la fuerza e hicieron falta muchas generaciones para ser aceptada casi a ciegas. Digo a "ciegas", porque desde el bautismo nos imponen el cristianismo y crecemos únicamente con esa religión, sin poder elegir cualquier otra. No muy a menudo nos preguntamos el porqué de los rituales religiosos que practicamos, y es que no pueden verse los efectos de la religión en otro lado que no sea en las consecuencias de la forma en la que se utiliza.
Las diferentes advocaciones de la Virgen María, son las más usadas en el proceso de evangelización y, muy a menudo, se utilizaban para crear pueblos bajo su patronado. La Virgen de la Candelaria no es ajena a esta situación, ya que desde las Islas Canarias, hasta el "nuevo mundo", muchos pueblos tomaron su nombre o se declararon bajo su protección. Puno es un caso particular, puesto que esta imagen, al unirse con otros símbolos paganos, tomó otra forma y significación (pero no muy distantes a la original), identificándola así, en esta región, con la Pachamama o Madre Tierra.
Debemos tener en cuenta que nuestras leyendas sobre el origen tanto de esta como otras imágenes, así como también en otros países o ciudades, son creadas a partir de la interpretación que tuvieron los primeros evangelizados de las mismas, que les fueron contadas por los sacerdotes de esa época. Por esta razón, las explicaciones a menudo se contradicen pero a la vez, tienen un trasfondo similar. En este trabajo citaremos a varios autores y, por ende, muchas más teorías acerca de nuestra patrona, Virgen de la Candelaria. Siendo nuestro fin, el de dar un panorama amplio e imparcial en lo concerniente a su historia.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
PUNO
SAN JUAN, PATRONO DEL PUEBLO:
El pueblo inka de Puñuy, por cédula de encomienda otorgada por Francisco Pizarro a favor de Gómez de Mazuela, suscrita en el Cusco el 1 de agosto de 1535, se convirtió en repartimiento de Puno. Este repartimiento y pueblo se consagró a San Juan, por eso en los encabezamientos de los documentos de fines del siglo XVI y de las primeras siete décadas del siglo XVII se aludía al pueblo de San Juan de Puno, como parte del corregimiento o provincia de Paucarcolla. Así, un documento de 1651, encontrado en el Archivo Regional de Puno, por el cual se remataba el trapiche de Aziruni a favor de Gaspar de Salcedo, iniciaba su texo de este modo: "En el pueblo de San Juan de Puno provincia de Paucarcolla, en veynte y tres días del mes de Marzo de mil y seiscientos y cincuenta y un años, estando en la Plaza Pública de este dicho pueblo…".
En honor a San Juan, el primer patrono de Puno, se construyó un templo en la plaza principal del pueblo de entonces. Por indagaciones del historiador Alejandro Cano sabemos que el templo de San Juan "mando construir en 1591 el Obispo de Charcas Fray Domingo de Santo Tomás". Según una versión periodística, la conclusión de la edificación del templo de San Juan se habría concretado por el año de 1613. El pueblo de naturales, como se llamaba al entonces importante pueblo de San Juan de Puno, contaba con un templo y no con una capilla, como despectivamente indican algunos historiadores. El techo de este templo se desplomó en 1881, tres decenios después, en 1911, se volvía a estrenar el templo de San Juan, luego de su reconstrucción.
FUNDACIÓN DE LA VILLA DE PUNO:
Como correlato de la rebelión de Laykakota dirigido por los hermanos Salcedo, el 9 de setiembre de 1668, el virrey Conde de Lemos ordenó el arrasamiento del pueblo minero San Luis de Alva, el traslado de sus pobladores y la fundación de una villa cerca del pueblo de San Juan de Puno. Para la fundación de la villa se eligieron advocaciones, la de Nuestra Señora de la Concepción y la de San Carlos, porque a estos santos se consagró la villa.
En un libro colonial de 1479, titulado Noticias cronológicas de la gran ciudad del Cusco y escrito por Diego Esquivel y Navia, hay una elocuente referencia sobre la fundación de la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos. Tal información es contundente, no sólo por que ratifica la fecha de la fundación de la villa, sino porque indica el libro y el folio en donde se encuentra la ordenanza del virrey Conde de Lemos. La referencia expresa: "llegó el virrey a Puno… Después de demolida Laycacota, hizo el conde ciertas ordenanzas para la nueva población, su fecha en 9 de setiembre, las que están en el libro 12 de Provisiones de esta ciudad, a fojas 262. De vuelta de aquel asiento entró el virrey en el Cusco, miércoles 24 de octubre".
En uno de los informes del Virrey Conde de Lemos, suscrito el 12 de abril de 1669, de da cuenta de las dos advocaciones de la villa que fundó, cuando se alude a "la nueva población de Concepción y San Carlos". En otro documento de febrero de 1669, el maestro de niños Miguel de la Torre inicia su redacción así: "Villa de Nuestra Señora de la Limpia Concepción y San Carlos".
Se ha elegido el nombre de Nuestra Señora de la Concepción, por la gran devoción que profesaba hacia ella el virrey Conde de Lemos. En cuanto a San Carlos, se ha optado porque la villa se consagraba a San Carlos Borromeo y porque se ha previsto la misa de acción de gracias para el 4 de noviembre de 1668.
De esta manera que el pueblo de Puno tenía por patrono a San Juan y, la villa, a una patrona, Nuestra Señora de la Concepción y, a un patrono, San Carlos. El pueblo contaba con un templo para naturales y la villa con otro para españoles; por eso, Cosme Bueno, en1770, escribía que en Puno habían "dos iglesias: una de españoles y otra de indios".
ESTABLECIMIENTO DE COFRADÍAS:
Apenas fundada la Villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos se establecieron varias cofradías, las mismas se instalaron por inmediaciones de la plaza principal de la villa. Por documentación hallada en el Archivo Regional de Puno, conocemos que existían la Cofradía de Nuestra Señora de Puno y la Cofradía del Santísimo Sacramento.
Asimismo, se establecieron varias capellanías en la flamante villa. Tenemos los casos de la Capellanía de Pedro Giraldo de Aparicio, la Capellanía de Juan Galarza, la Capellanía de Julián González de la Puente, la Capellanía del Maestre de Campo Juan García de Arriaga y la Capellanía del Lic. Gregorio de Castro.
LA ADVOCACIÓN DE LA CANDELARIA:
En la jurisdicción actual de la región Puno, la Virgen de la Candelaria se entronizó como patrona, primero en un anexo del pueblo Huancané y, después, en la villa de Puno. Vale aclarar que en la segunda mitad del siglo XVIII, se unieron el pueblo de San Juan de Puno y la villa de Nuestra Señora de la concepción y San Carlos, desde entonces, esa confluencia era llamad por lo general como villa de Puno, villa capital o simplemente Puno.
Sobre Huancané contamos con una valiosa información de 1696, suministrada por Juan Quiepo de Llano Y Valdez, obispo de La Paz, quien luego de su peregrinaje por el corregimiento de Paucarcolla de su circunscripción, al rememorar su visita al pueblo de Huancané, escribió: "tiene tres viceparrochias, una, en la estancia de Toquepani; otra…en la estancia de Ynchupalla…; otra, en la estancia de Arcani, distante 9 leguas del pueblo, con la advocación de la Candelaria".
DEVOCIÓN DE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA EN PUNO:
En el pueblo de San Juan de Puna y en la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos se inició la devoción hacia la Virgen de la Candelaria con la presencia de imágenes de esta virgen en numerosas viviendas puneñas. En una escritura de 1 de agosto de 1707, por la cual Felipe Valdez concedía una vivienda en alquiler al Marqués de Villa Rica (hijo del acaudalado minero José Salceda que dirigió la rebelión de Laikakota), se consignaba a "dos tabernas doradas con sus imágenes en bulto en el uno de la de un crucifijo y en el otro de una señora de la candelaria"
En otro documento del 29 de febrero de 1752, en una memoria testamental de Catalina Gayoso, se registraba: "Declaro por mis vienes una Caja de la Ymagen de Nra Señora de Copacabana y otra de bulto de la Candelaria sin bestuario"
Años después, los devotos de la Virgen de la Candelaria de la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos y, sobre todo, del pueblo de San Juan de Puna hicieron que la imagen de la Virgen de la Candelaria se cobijara en el Templo de San Juan; de esta manera, este templo se convertía en Santuario de la Virgen de la Candelaria y, a la vez, la preferencia hacia esta virgen no sólo comenzaba a disputar con la que ostentaba San Juan, sino que lograba mayor predilección en los pobladores del pueblo de San Juan de Puno.
En ese inicio de la entronización de la Virgen de la Candelaria como patrona de Puno, debemos tener presente que no vino por una disposición de los gobernantes, caso de los anteriores patronos (San Juan, Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos), sino que la devoción popular paulatinamente se acrecentaba hasta que finalmente logró imponerse, primero, sobre San Juan y, después, sobre los patronos de la villa, la Inmaculada Concepción y San Carlos.
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