Un método de obtención del patrón estacional de frecuentación de un servicio de urgencias hospitalario
Enviado por Antonio Calvete Oliva
Publicación original: Rev. Esp. Salud Pública, ene.-feb. 2005, vol.79, no.1, p.05-15. ISSN 1135-5727. Reproducción autorizada por: Revista Española de Salud Pública, |
RESUMEN: En este trabajo se propone un método apropiado para aislar y describir las variaciones estacionales de alta frecuencia que pueden estar presentes en determinadas series horarias del ámbito sanitario. Si no se tiene en cuenta la presencia simultánea de variaciones estacionales de periodo diario, semanal y anual los comportamientos estacionales estimados podrían quedar notablemente distorsionados y las decisiones adoptadas por los gestores de los servicios de salud a partir de aquéllos podrían ser erróneas. El procedimiento propuesto, basado en la consideración conjunta de variaciones periódicas simultáneas, se aplica a una serie horaria de visitas registradas en un servicio de urgencias hospitalarias en Tenerife. Los resultados obtenidos indican que las visitas más frecuentes corresponden a los meses de febrero y marzo, los lunes son los días de mayor demanda y dentro del día las horas de la madrugada registran demandas mínimas. Además, se observa un cierto crecimiento a largo plazo. Y, sobre todo, se pone de manifiesto que el método propuesto resulta ventajoso frente a otras aproximaciones en las que cada una de las variaciones estacionales se estima como si las demás no estuvieran presentes.
Palabras clave: Urgencias médicas. Hospital. Planificación sanitaria. Gestión de recursos. Necesidades y Demanda de Servicios de Salud. Variaciones estacionales.
ABSTRACT: A method for ascertaining the seasonal pattern of hospital emergency department visits
A suitable method is set forth in this study for isolating and describing high frequency seasonal variations which may occur in some sets of time series in the healthcare setting. If the simultaneous presence of seasonal variations within a day, a week and a year is not taken into account, the estimates of seasonal behaviours may be noticeably distorted and the decisions made by those in charge of managing healthcare services based thereupon might be erroneous. The proposed procedure, based upon taking simultaneous periodic changes jointly into consideration is applied to an hourly series of patients visiting an hospital emergency room in Tenerife. The results obtained indicate that the most frequent visits take place in February and March, Mondays being the days on which the greatest demand occurs and the early morning hours of the day showing the minimum demands. A long-term growth is also observed. And, above all, the proposed method is shown to provide some advantages over other approaches in which each one of the seasonal variations is estimated as if the others do not exist.
Key words: Emergencies. Hospitals. Sanitary planning. Resources Management. Health Services Needs and Demand. Seasonal Variations.
INTRODUCCIÓN
La asistencia de las urgencias médicas es uno de los aspectos sanitarios que más preocupa en todos los países occidentales. Y no sólo por sus evidentes consecuencias sobre la calidad de vida de los pacientes, sino también porque los servicios de urgencias garantizan la continuidad de la asistencia sanitaria durante 24 horas al día y 365 días al año, así como por el hecho de que la demanda de atención urgente se ha incrementado notablemente y la satisfacción de tal demanda consume un volumen considerable de recursos materiales y humanos. La atención urgente se ha convertido en un derecho que los ciudadanos reclaman como una necesidad básica que debe satisfacer el Estado del bienestar y en todos los países desarrollados se advierte la creciente utilización de estos servicios1-2. Cabe, por tanto, pensar en la atención urgente como un área de expansión que requiere organizar los recursos disponibles para alcanzar los niveles de excelencia exigidos por el usuario.
En particular, la demanda de los servicios de urgencias hospitalarios (SUH) ha experimentado un crecimiento importante en todas las comunidades autónomas españolas. La universalización de la cobertura y prestaciones sanitarias de los SUH, la mejora de las instalaciones y la accesibilidad, así como el aumento de las expectativas del ciudadano acerca de lo que el sistema sanitario debe y puede hacer por él contribuyen quizás a explicar el aumento desproporcionado de la frecuencia con la que se visitan los SUH3-5. El hecho es que los ciudadanos solucionan sus problemas asistenciales urgentes acudiendo directamente al hospital, con la consiguiente sobrecarga de los servicios de urgencia, inicialmente pensados para la resolución de procesos más agudos y graves. De este modo se genera una presión innecesaria sobre una oferta limitada que puede traducirse en un deterioro de la calidad del servicio, como se ha señalado en algunos trabajos6-10.
De ahí que en los países desarrollados se haya puesto en práctica una serie de medidas que tratan de frenar las visitas inapropiadas o desviarlas hacia su lugar correcto en el sistema sanitario. Pero, dado el escaso éxito de estas intervenciones11-17, parece aconsejable que las políticas sobre urgencias hospitalarias se diseñen más bien con objeto de reorganizar los SUH de forma que su oferta se ajuste a la demanda real.
Las graves deficiencias en los SUH denunciadas en el informe del Defensor del Pueblo de 198818 obligaron a la administración pública a mejorar las instalaciones con la intención de adecuarlas, entre otras cosas, al flujo de pacientes. Pero las situaciones de saturación y tiempos de espera excesivamente largos siguen siendo más frecuentes de lo deseable2, 5, 18-20. La percepción de que el modelo actual ha agotado las posibilidades de aportar soluciones exige reflexionar sobre la necesidad de reorganizar los recursos humanos y materiales.
A pesar de que los SUH puedan atender el volumen de demanda que llega y también con rapidez los casos graves, uno de los puntos débiles del servicio es la imposibilidad de programar las tareas en un contexto de creciente saturación. Así, el conocimiento general de la demanda de los SUH es imprescindible para planificar las inversiones públicas en estructuras y personal. Y, dado que el resultado final de la asistencia sanitaria depende en gran medida de la rapidez con que el paciente sea atendido, además de incrementar las dotaciones de recursos humanos y materiales, la correcta asignación de los recursos disponibles es otro de los elementos clave para mejorar la oferta. Adoptar medidas de esta índole exige conocer la demanda real de los SUH en cada momento. Ahora bien, la información disponible se limita en general a cifras agregadas de volumen asistencial que dicen poco sobre cuestiones tales como la heterogeneidad o la distribución temporal de la atención urgente. Así pues, como los especialistas médicos indican5,21, es necesario conocer con sensibilidad y especificidad la realidad de la atención urgente5, 22-25.
Teniendo en cuenta la variedad de factores que pueden incidir en la frecuentación de un SUH, cabe pensar en un comportamiento diferente según la época del año, el día de la semana o la hora del día de que se trate. Debido a la presencia de estos comportamientos la incidencia de los desajustes entre oferta y demanda es mayor en determinadas fechas. Así, el registro mensual o semanal de la demanda podría ser útil para organizar el servicio de urgencias, pero el examen de datos diarios o intradiarios permitiría sin duda un ajuste más preciso de la oferta.
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