Otro factor que se debe de resaltar es que como familia, en el duelo es enfrentado en la mayoría de los casos por un grupo de personas, que comparten vínculos afectivos estrechos entre sí. Dentro de la perdida de un ser querido, se logra adicionar a este nivel la perdida de un hermano, de un hijo, de un padre, de un familiar prurigeneracional, por ejemplo un bisabuelo, abuelo, tío segundo, y en algunos casos la de amigos que se relacionan como hermanos, etc.
Perdida de un ser allegado.
Aquí implica los mismos sentimientos de duelo, pero ya esos sentimientos y procesos adaptativos no son tan perjudiciales a la vida de las personas. Se simpatiza con la muerte de un familiar de un amigo lejano, o con la perdida de un empleado de la fabrica en dónde se labora, o simplemente la muerte de un familiar lejano de la esposa. En este tipo de duelo no necesariamente cave la palabra de duelo y no se identifica como tal, ya que no se experimentan los síntomas o sentimientos del mismo; si no que se puede interpretar como un sentimiento de empatía y o acompañamiento.
La doctora Pilar Varela menciona en la columna de la revista "Muy Historia" de España que " El sentimiento de dolor y arrepentimiento son menos sentidos cuando más impersonal y alejados se vive el suceso" pág. 32. Es aquí en donde el sentimiento de duelo pude manifestarse de manera comunitaria, pero no de la misma intensidad tras la muerte de un líder religioso o político, o en la perdida de una figura del deporte nacional, o bien en el suceso lamentable manifestado por la difusión de un canal noticioso.
Estos sentimientos despiertan en algunas ocasiones reacciones públicas como protestas, que buscan de cierta manera producir un rechazo e ir en pro de un objetivo específico de una comunidad indignada.
Implicaciones del duelo
El duelo siempre trae con sigo un poco de implicaciones que como menciona Freud son una "adaptación a una experiencia que implica la modificaciones de parámetros de procesos emocionales y del conocimiento" Ibíd. por no decir que cambian la conducta de una persona, es por esto interesante notar que una persona puede a raíz de la superación de una crisis como el duelo adoptar ciertos cambios que son notables en su conducta y que son el resultado de la nueva adaptación a esa perdida.
Vargas (2008) habla de algo conocido como duelo anticipado:
El duelo no siempre es consecutivo al fallecimiento. En múltiples casos el carácter previsible de la muerte del ser querido, provoca una reacción emocional que se denomina "duelo anticipado". Esta situación puede atenuar el choque emocional frente al deceso y facilitar la resolución del duelo posterior o bien estrechar la relación entre el moribundo y el doliente intensificando el posterior sentimiento de pérdida y complicando la correcta evolución. Pág. 3
Implicaciones en la personalidad de individuo dolido.
También la misma autora Vargas (2008) habla lo concerniente a cuánto se debe tomar el valor del significado de una perdida para alguien que enfrenta en Duelo.
Todas las personas que sufren pérdidas afectivas atraviesan un proceso de duelo y es inevitable sentir tristeza ante semejante acontecimiento. En el duelo la pérdida es real, o sea que se pierde un objeto del mundo externo y se sabe cual es, la persona comienza con conductas anormales (no patológicas), que supera con el paso del tiempo. Hay una menor productividad y el mundo queda pobre y vacío. Pág. 3
La personalidad de los individuos más afectados por el duelo tienden a sufrir un cambio en sus vidas, en su forma de ver las cosas y en la forma de comprender lo que le rodea Como lo mencionó Olmeda (2008) en su conferencia Mentes del duelo:
Aunque suele mejorar espontáneamente en casi todas las personas, e incluso contribuir al crecimiento persona, no hay que olvidar que es una verdadera prueba para las capacidades adaptativas del sujeto. Es por ello, por lo que el duelo debe ser considerado un proceso cambiante y no un estado. Pág. (6)
Faces de la superación del duelo
El pastor Parachim (2006) hablando de las faces de la superación del duelo menciona quince pasos que como persona se deben de proceder para una recuperación exitosa del proceso de duelo:
1. Resuelva recuperarse, procure de tener una actitud activa en vez de una pasiva.
2. Busque fortaleza en la fe, Afírmese de la cosmovisión de esperanza que tiene como resultado de la fe.
3. Comprométase a vivir un estilo de vida saludable, Mezclar el ejercicio y la adquisición de nuevos hábitos de salud.
4. Exprese su dolor, si tiene ganas de llorar llore.
5. Encuentre maneras de honrar a su ser amado perdido.
6. Vaya despacio, el tiempo se encarga de sanar las heridas.
7. De apertura a al sanidad.
8. Evite hacer cambios mayores.
9. Prepárese para un cambio en las relaciones interpersonales.
10. Perdónese así mismo.
11. Participe en algún grupo de apoyo a los deudos.
12. Espere que lleguen cambios positivos a su vida.
13. Obtenga ayuda cuando la necesite.
14. Aliente su alma por medio de la naturaleza
15. Aprenda de este proceso. Pág. 12-14.
En el proceso de recuperación se debe analizar que en todas las personas este no se da en la misma forma, mientras que en algunas personas el proceso se llevará a cavo en "lapsus" de tiempo bastantes prolongados, en otros este proceso se llevará a cavo en poco tiempo. En lo anterior referido por el pastor Parachim (2006), se muestra de una manera muy práctica el como mezclar elementos de la cotidianidad para superar esta experiencia; Por otro lado la doctora Solano 2008 de manera muy profesional resume el proceso de recuperación del duelo en lo siguientes pasos:
Fase de impacto: dura de pocas horas a una semana después del deceso, que puede cursar tanto con embotamiento como con liberación emocional intensa, no siendo consciente de lo sucedido y mostrando una conducta semiautomática.
Desde el punto de vista psicopatológico, la ansiedad es la emoción predominante produciéndose igualmente un estrechamiento del campo de la conciencia.
Fase de "repliegue" o depresiva: se prolonga a lo largo de varias semanas o meses, se inicia con sintomatología depresiva inhibida, seguida de episodios de protesta-irritación y aislamiento.
Los rituales socio-religiosos han finalizado, la persona se encuentra sola ante la realidad de la pérdida y frecuentemente con la exigencia social imperiosa de reincorporación inmediata a su vida habitual: retorno al trabajo, cuidado de los familiares a su cargo, etc.
Durante este período el estado de ánimo es superponible al de un trastorno depresivo.
Fase de "recuperación": se produce al cabo de seis meses o un año. Falta por referir
El papel del ministro en el duelo
Es una realidad que el duelo es una experiencia, que marca la vida de las personas que lo enfrentan, por lo tanto, toda persona en estos casos de su vida anhela profundamente, como también agradece la presencia de una persona que considera como guía espiritual, simplemente por que en estos casos, por que en los dolidos se despierta una necesidad espiritual.
Es allí en donde el papel del Pastor, Sacerdote, Reverendo, toma sentido para la familia. En este caso se hablará desde la perspectiva que debe asumir el Pastor que preside o dirige la parte ceremonial en un funeral, y se mencionarán algunos tópicos que deben de tomarse en cuenta en todo el proceso de la ceremonia fúnebre.
El reverendo Abels en su página web 2008, nos menciona que el duelo es "Es la oportunidad de dar el consuelo verdadero, de pronunciar la gran verdad de la resurrección en cuerpo, que distingue al cristianismo de las religiones paganas, y la esperanza de ver a nuestros seres queridos en el cielo". Por lo cual continua diciendo "que el funeral protestante supera al funeral católico en dar consolación y esperanza, y a consecuencia ha ganado miembros para su iglesia después del evento."Ibíd.
El trato con los dolidos
Es muy interesante comprender y valorar algunos aspectos que se deben de tomar en cuenta en el trato con los dolidos. No todas las personas reaccionan de la misma manera ante las mismas circunstancias, es por esto que el trato con los dolidos necesita de las personas que le rodean su máxima disposición en este proceso. Por lo tanto vamos a tomar algunos concejos sacados de la página Web http://www.psicologiapopular.com bajo el respaldo de la doctora Cristina talavera.
Evitar las frases hechas: La incomodidad nos mueve a recurrir a expresiones que no ayudan para nada: "Tienes que olvidar", "Mejor así, dejó de sufrir", "El tiempo todo lo cura", "Mantente fuerte por los niños", "es la voluntad de Dios", "Es ley de vida"…Lo que más necesitan al principio es hablar y llorar. No decirle que tiene que sobreponerse, ya lo hará a su tiempo.Si no sabes que decir, no digas nada. Escucha, estate presente, sin pensar que tienes que dar consejos constantemente o estar levantando el ánimo.Si no sabes que hacer, colaborar en algunas tareas cotidianas (hacer la compra, ir a buscar a los niños…) o encargarte del papeleo, puede ser una buena manera de ayudar.
Dejar que se desahogue: Sentir y expresar el dolor, la tristeza, la rabia, el miedo…por la muerte de un ser querido, suele ayudar a elaborar el duelo.Estás equivocado/a si piensas verle o dejarle llorar y emocionarse, no sirve más que para añadir más dolor al dolor.Estas equivocado/a si crees que ayudar a alguien que sufre es distraerle de su dolor. Mediante la vivencia y expresión de los sentimientos, la persona en duelo se siente aliviada y liberada.
Permitir que hable del ser querido que ha muerto: Permitir que hable todo el tiempo y todas las veces que lo necesite.
Mantener el contacto: El contacto puede mantenerse de muchas maneras. Puedes hacerle una visita, quedar para tomar un café o dar un paseo, enviar una carta o un email. Con una llamada telefónica, por ejemplo, puedes romper su soledad y recordarle que no está solo/a, que alguien está pensando en él o ella.
El que una persona se comprometa ayudar a otra en le largo proceso de la superación del duelo es una tarea digan de ayudar y propia de un carácter bondadoso. Es por esto que la calidad humana es vital en el proceso de acompañamiento. Posiblemente es de notar, que muchas personas han cometido errores con los dolidos, y entre éstas podemos sumarle consejos mal fundamentados, de Ministros que están presentes en el funeral. Justificados en primer lugar por la falta de experiencia o de conocimiento sobre el mismo.
En el mismo sitio Web, anteriormente nombrado encontramos el "decálogo del acompañamiento del Duelo" que nos resume de la siguiente manera:
1. Leeré y me informaré de todo lo relacionado con el duelo, la aflicción y el luto.
2. Permitiré y animaré la expresión de los sentimientos de dolor y tristeza por la pérdida del ser amado, sin salir huyendo ante la expresión de los mismos.
3. Estarán siempre mis oídos atentos para escuchar el dolor, la tristeza, la rabia, la frustración, la soledad y todos los otros sentimientos que acompañan a la aflicción.
4. Prestare, indefinidamente y mientras sea necesario, mis hombros, mis brazos y mi pecho como consuelo para sostener la afligida existencia de mi hermano adolorido.
5. No esperaré a que el deudo busque ayuda, tomaré siempre la iniciativa visitándolo o llamándolo.
6. Contribuiré a que el apoyo y la comunicación efectiva de la familia sean los instrumentos más efectivos que faciliten la recuperación por la pérdida del ser amado.
7. Respetaré las diferencias individuales en la expresión del dolor y en la recuperación del mismo.
8. Estaré atento a la presencia de reacciones anormales o distorsionadas del duelo.
9. Animaré la realización de todas las actividades necesarias para la promoción, mantenimiento de la salud y prevención de enfermedades durante el duelo.
10. Una vez alcanzada la recuperación, animaré y colaboraré en el establecimiento de grupos de auto-ayuda en mi vecindario.
Conclusiones
Después de terminar este trabajo, los autores han podido llegar a las siguientes conclusiones:
El duelo y todo lo que implica el tener que enfrentar la realidad de la muerte de un ser querido, con todo el torbellino de emociones negativas que ello implica, es una experiencia que todo individuo ha tenido y tendrá que pasar en el transcurso de su existencia.
El duelo no solamente es la perdida de un ser querido por muerte, también en la Psicología es aplicada a todo proceso de adaptación frente a la ausencia de algo que significaba cierto valor emocional para el dolido.
Es posible que al pasar por el proceso de duelo una persona, esta experiencia marque profundamente la vida de esta, tanto que el individuo cambie su personalidad y sus formas de pensar.
En algunos casos el proceso de duelo en las personas puede llegar a ser patológico. Y por ende se necesite ayuda profesional capacitada.
El ministro es parte fundamental de consuelo y acompañamiento a los familiares en el proceso del las exequias o funeral, ya que él es la parte fundamental del proceso de aceptación de esta realidad con la integración de la explicación espiritual que permite consuelo y resignación.
Quien acompaña a una persona en el transcurso del duelo debe saber, que nada más es importante como el que la persona sepa que usted está allí.
Lo que se dice en muchas ocasiones mientras se esta con los dolidos puede afectar sin querer en el proceso de recuperación de ellos.
Se es necesario comprender que el proceso de duelo toma un tiempo justificado al valor que la pérdida ha significado para el doliente.
Es común y normal que el doliente en ocasiones e incluso mucho tiempo después continúe hablando del ser que murió, y a menudo llore por él. Esto significa que se debe de comprender y permitir esto en la persona ya que ello ayuda a que esta se sane de este proceso.
Referencias
Abels, Gilberto, El artículo citado es una selección tomada del libro titulado "Anhelando Obispado" Cómo dirigir un funeral. Recuperado el 11 de agosto 2008 de
http://www.sermondominical.com/manual10.htm
Freud, Sigmund, Duelo y Melancolía, Recuperado el 5 de agosto 2008 de http://www.jacquesderrida.com.ar/
Olmeda García, MS. I Congreso Virtual de Psiquiatría 1 de Febrero – 15 de Marzo 2000. Conferencia 53-CI-B. Las mentes de duelo: [19 pantallas].recuperado el 11 de agosto 2008 de: http://www.psiquiatria.com/congreso/mesas/mesa53/conferencias/53_ci_b.htm.
Parachim, Víctor. (2006). Tras la pérdida de un ser amado. ¿qué hacer para sobre ponerse?. Revista mensual "Prioridades". Año 2 Noviembre 2006.
Talavera, Cristina. Proponente, de la consejería pastoral, y gestora del sitio web recuperado el 12 de agosto 2008 de http://www.psicologiapopular.com
Vargas Solano, Rosa Elena. Duelo y pérdida. Med. leg. Costa Rica. Sep. 2003, vol.20, no.2, p.47-52. Recuperado el 14 de agosto 2008 de http://www. scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S140900152003000200005&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1409-0015.
Autor:
Juan Diego Zapata
Leonardo Bedoya
Medellín, Colombia
2008
CORPORACIÓN UNIVERSITARIA ADVENTISTA
Facultad de Teología
Licenciatura en Teología
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