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Guía iniciática para la comprensión de los misterios eternos y crecimiento interior

Enviado por Marcos Neumann Ruiz


Partes: 1, 2, 3

  1. Misión y pensamiento
  2. El camino a la felicidad
  3. Karma
  4. Las siete reglas de oro

 

COMPRENSIÓN DE LOS MISTERIOS ETERNOS I

Misión y pensamiento

Psionus es una escuela sin seguidores, no hay intención de atraerlos, si no de guiarlos hacia si mismos.

No hay deseo de ligar almas a la nuestra, nuestro propósito es seguir nuestro camino independientemente, y comunicar a otros hombres una libertad similar.

Sí se puede influir en otros hombres, pero solo para que puedan descubrirse así mismos y con ello descubrir una vida intemporal que concretará sus mejores esperanzas.

Más que guiar, nos preocupa despertar el pensamiento que vive ocioso en el hombre; para que deje de ser el reflejo de pensamientos ajenos. Que su pensamiento pueda mostrarle las diferencias entre lo transitorio y superficial y lo permanente y verdadero.

Meditaciones (Cabala) PIENSO LUEGO EXISTO (Descartes) SOMOS LO QUE PENSAMOS LA NATURALEZA DEL ALMA ES PENSAR LA HISTORIA EXISTE POR QUE EL HOMBRE PIENSA NUESTRA DIGNIDAD CONSISTE EN EL PENSAMIENTO, PROCUREMOS PUES, PENSAR BIEN, HE AQUÍ EL PRINCIPIO DE LA MORAL (Pascal) Modalidades del pensamiento: ESTUDIO, ANÁLISIS, MEDITACIÓN (Vida espiritual). Características del pensamiento: RADIACIONES = VIBRACIONES * Magnitud * Dirección * Intensidad * POTENTE * VELOZ * INCONMENSURABLE Un pensamiento analítico previo a toda acción nos mantiene vigilantes y decisivos.

Ejercicio: Escucha tus pensamientos.

La naturaleza tiene perfecciones para mostrar que es la imagen Dios; y defectos para indicar que es tan solo eso, su imagen (Pascal).

Cuando los misterios principian a ser comprendidos, cuando la oscuridad se aleja de nuestras mentes, cuando la creación, el motivo de nuestra vida y el conocimiento de nuestra MISIÓN se hace uno con nosotros, curando el hombre se hace uno con Dios, se hace la luz.

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COMPRENSIÓN DE LOS MISTERIOS ETERNOS II

El camino a la felicidad

Seamos felices – seamos mejores.

Es hora de que reconozcamos que nuestra felicidad no depende de la cantidad de bienes que seamos capaces de producir y de consumir, ni de nuestro nivel socio- económico de vida, ni del reconocimiento social que logremos.

Es hora de que despertemos a la realidad. La esencia del conocimiento que nos permite hallar el camino hacia la felicidad consiste en permanecer siempre despiertos, dentro del sueño en que nos encontramos inmersos. TOMAR CONCIENCIA de cada sensación, de cada impulso, de cada pensamiento, de cada actitud. La posibilidad de poder realizar esto significaría ser transparente ante uno mismo, ante la propia conciencia.

Soñamos sin darnos cuenta de que estamos soñando, y al soñar olvidamos que somos quienes estamos soñando, los CREADORES de este sueño.

Es hora de que volvamos a la realidad; el estado de felicidad tiene como principal agente a nuestra propia mente, a nuestra propia PERCEPCIÓN.

Infierno o paraíso, es una opción personal que depende del juicio que cada uno hace de si mismo.

El responsable último de nuestro estado de infelicidad actual no es el gobierno, ni nuestro(a) cónyuge, ni nuestros hijos, padres, hermanos o novias o novios. No es nuestro patrón ni nuestros empleados. No es la coyuntura económica o política, ni la sequía ni las lluvias torrenciales. No es Dios, no Alá, ni Buda. Es nuestra propia mente, he aquí donde debemos buscar.

Necesitamos saber como funciona nuestra mente. El Buda Sakiamuni puso a disposición de la humanidad una técnica espiritual muy valiosa para poder acceder al conocimiento de la propia mente, esta técnica es la MEDITACIÓN (Zen).

La felicidad no es igual a tener más. La felicidad es igual a ser mejor. Sea usted mejor hijo, mejor padre, mejor discípulo, mejor empleado, mejor patrón, mejor cónyuge, mejor amigo, mejor maestro, MEJOR, MEJOR y MEJOR para su gran satisfacción, para lograr su única y autentica FELICIDAD.

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COMPRENSIÓN DE LOS MISTERIOS ETERNOS III

Karma

Cerca está el Señor del quebrantado corazón ¿Por que es necesario quebrantar el corazón para que Dios se nos acerque? El corazón humano está regido por multitud de fuerzas a causa de las deudas kármicas, y cada ligazón es un efecto de vidas pasadas. La inefable luz de Dios no brillara a través de nosotros hasta que hayamos satisfecho todas nuestras obligaciones.

Para reflejar una llama se necesita un medio transparente. Los cuerpos densos y opacos no transmiten la luz que reciben. Lo mismo sucede con el corazón humano. Cuando se quebrantan sus lazos (apegos) se le acerca a Dios.

El deseo por el fruto o el apego al fruto de la acción es el elemento que ata en Karma.

Cuando un ser anhela llegar a la liberación debe practicar la renunciación de los frutos de la acción, desarraigando gradualmente dentro de si el deseo de poseer cualquier objeto para su propio yo separado, debería no desear sembrar semilla alguna para su propia cosecha; debería desear solamente sembrar aquella semilla cuyo fruto alimente al mundo. Unos se esfuerzan en adquirir riquezas, otros quieren salud y vigor, otros anhelan fama y nombradía, pero los prudentes se aplican al conocimiento de la finalidad de su vida y labran su destino antes de que sobrevenga la noche.

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