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Comentario de Gálatas

Enviado por jaimemontoya


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

    1. Pablo defiende su llamamiento y apostolado (gálatas 1-2)
    2. Salvación por gracia y justificación por fe (gálatas 3-4)
    3. Exhortaciones para vivir en santidad y en verdadera libertad (gálatas 5-6)
    4. Bibliografía

    El evangelio de la Salvación por Gracia

    INTRODUCCIÓN

    La Epístola del Apóstol Pablo a los Gálatas es una carta llena de riqueza doctrinal en la que se revela perfectamente todo sobre la salvación. Jesucristo es presentado como el único medio de justificación para el hombre, quedando así la Ley o cualquier otro sacrificio o esfuerzo humano como intentos inútiles para alcanzar el perdón, pues Dios ofrece la gracia únicamente por fe a todos los que creen y entregan sus vidas a Jesucristo.

    Este libro presenta una explicación exhaustiva y una exégesis profunda de cada versículo de esta preciosa carta que Pablo dirigió hace casi dos milenios a los cristianos de Galacia. Sin afectar la profundidad del estudio, las explicaciones son tan claras que cualquier estudiante avanzado o laico podrá comprender sin problemas cada una de las verdades presentadas a lo largo del libro.

    Los análisis son integrales y sin aislar ningún versículo de su contexto cercano ni tampoco del contexto global de toda la Biblia. Los aspectos geográficos, cronológicos, culturales, ideológicos, tradiciones de la época, corrientes doctrinales y muchos otros elementos son tratados con mucha atención y cuidado en cada versículo explicado en este comentario.

    La revisión de las palabras griegas de las que se traducen los versículos de la Epístola a los Gálatas es un aspecto importante en este comentario, pues esta es una herramienta muy útil que proporciona argumentos poderosos para explicar con mayor profundidad y con toda veracidad cada versículo.

    El significado e importancia de la Ley de Moisés se explica en detalle, de manera que será fácil comprender cuál es el propósito de la Ley, por qué Dios la instituyó, qué importancia tenía antes de Jesucristo y qué valor tiene en la actualidad, etc.

    Muchas de las preguntas que han generado polémica por muchos años encuentran respuesta en esta obra, como por ejemplo, ¿qué pasa si un cristiano nacido de nuevo cae en una tentación y en algún pecado? ¿Pierde la salvación? ¿Cómo se explica eso a la luz de la Palabra de Dios y respetando todo lo que Dios dice al respecto a través de las Escrituras? ¿Qué importancia tienen las buenas obras para el cristiano y qué consecuencias generan las obras pecaminosas en un creyente? ¿Debe ser respetada la Ley de Moisés en la actualidad? ¿Es capaz de salvar únicamente la fe en Jesucristo sin necesidad de buenas obras o acciones que agraden a Dios? Estas y muchas otras interrogantes que habían estado ahí como aspectos controversiales por mucho tiempo, tienen finalmente una respuesta contundente y fácil de comprender en este comentario.

    Estudiar la Epístola a los Gálatas no es analizar un tema secundario de lo que Dios le ha dado a conocer al hombre, sino que se trata del tema más importante y trascendental de toda la Biblia: el amor de Dios hacia el hombre manifestado en el ofrecimiento de la salvación por gracia mediante Jesucristo y por la fe. Todo estudiante de Gálatas encontrará en este comentario un apoyo de incalculable valor.

    Este comentario servirá para fortalecer la fe y contribuirá a producir una verdadera madurez espiritual basada en el conocimiento de la Palabra de Dios. Además de enriquecer al lector en su conocimiento bíblico, enriquecerá su vida espiritual, pues nadie podrá leer este libro sin ser impactado positivamente tanto en su conocimiento doctrinal como también en su vida espiritual práctica al poner en acción una vida fundamentada en los frutos del Espíritu Santo.

    CAPÍTULO I

    PABLO DEFIENDE SU LLAMAMIENTO Y APOSTOLADO (GÁLATAS 1-2)

    Saludo inicial (Gálatas 1:1-5)

    (1:1)

    El saludo inicial de Pablo es muy similar al de todas sus cartas excepto algunas variantes.

    Lo primero que el apóstol hace en esta carta es aclarar que su apostolado no es de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo, lo cual significa que todas sus enseñanzas tienen el sello de la autoridad Divina.   Esto muestra que había muchas personas que cuestionaban, negaban o no creían en la autoridad de Pablo como apóstol de Cristo.  Por ello la primera afirmación de Pablo en la carta aclara que su apostolado es verdadero y que él fue comisionado por medio del Señor resucitado. Respecto al llamamiento de Pablo al apostolado se hace referencia a su conversión descrita en Hechos 9. 

     Para comprender la importancia de la aclaración de Pablo en el versículo 1 se necesita saber qué significado tiene la palabra "apóstol".  Como definición significa mensajero, enviado o delegado.   El propósito para el cual fueron llamados por Dios los apóstoles aparece en Marcos 3:14-15: "Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios;".  Un apóstol tenía que ser elegido por Jesucristo para recibir ese título y autoridad del apostolado y no podía obtenerse esa posición por voluntad propia.  

     Según el libro de Hechos 1:21-22, un apóstol tenía que ser un testigo ocular de Cristo a lo largo de todo su ministerio público incluyendo la etapa posterior a su resurrección.   A la iglesia del Nuevo Testamento se le permitía nombrar diáconos (Hechos 6:5) y constituir ancianos (Hechos 14:23), pero no podían nombrar apóstoles, pues era algo que venía exclusivamente de Cristo.

     También es notorio que en el Nuevo Testamento la misma palabra griega "apóstoles" se utiliza para describir hombres elegidos por las iglesias para llevar información o ayuda de una iglesia a otra (2 Corintios 8:23; Filipenses 2:25; Hechos 14:14). Sin embargo, no se deben confundir a estos últimos con los doce personalmente elegidos por Cristo como sus apóstoles.

     Pablo gozó de un apostolado único. Aunque no había seguido a Cristo durante su ministerio público, vio efectivamente a Cristo resucitado y fue especialmente nombrado por Él (1 Corintios 15:8; Gálatas 1:1).

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