Hombre y ciencia: "Luz estelar" de Isacc Asimov
El intento de este trabajo es, en primer lugar, mostrar diversos aspectos del mundo tecnológico y teorías de las ciencias. Tales hechos y tales teorías son los elementos que constituyen la estructura inherente del cuento "Luz Estelar" de Isaac Asimov (este cuento forma parte del libro "Estoy en Puerto Marte sin Hilda").
Hemos intentado descomponer la narración de Asimov con la intención de comprender los elementos configuradores del mismo, en su forma particular, ya que el cuento en sí nos muestra la interacción de la tecnología y la teoría científica en un drama humano.
Nuestro intento es narrar la historia paralela del mundo de la ciencia, que el cuento de Asimov sólo esboza debido a la naturaleza de la narración. Además, mostramos que la estructura de nuestra realidad cotidiana está entretejida por la ciencia, desde la teoría hasta el hecho y el hacer tecnológico. Esta intrínseca relación entre lo social y lo tecnológico es una misma construcción humana. Es entender que el conocimiento científico toca lo habitual.
El relato "Luz Estelar" nos permite mostrar una acción humana que se desenvuelve a través del ámbito de la ciencia. De allí nuestro interés al seleccionar este relato. Nuestro intento nos lleva a mostrar por medio del mito del hombre adámico, el intento de la relación que nos interesa exponer.
Con la caída y la salida del paraíso bíblico, por un acto en contra de los preceptos establecidos a priori, el hombre y la mujer son obligados a dar por primera vez el "salto", que va desde el Edén al mundo fáctico. Siglos después, en el relato de Asimov, el hombre sella su destierro por las galaxias con el asesinato de un hombre. De esta manera comenzamos nuestra ficción-real.
Como consecuencia de aquel primer "salto", el hombre se ve obligado a descubrir todos los elementos posibles que le permitan sobrevivir. Además, arrastra la eterna interrogante de querer saber qué es. Por esto último, fue expulsado del paraíso terrenal; por lo primero, se convierte en un ser sacrílego al meter sus manos, intelecto, en ese mecanismo que Dios había inventado, y con ello llegó a la ciencia.
La mayoría de los tratados filosóficos tratan al hombre como un ser dual. Al decir que éste es una mezcla de ciencia-ficción. En verdad, se determina como un compuesto alma-cuerpo, con las consecuencias que esta dicotomía entraña para la filosofía. Con el título de Scientific fiction, Hugo Gernsback denomina, en los años veinte del siglo XX, un género literario que emparenta dos realidades.
Género literario que se desenvuelve junto a la par de la revolución científico-técnica. Pero ni la ciencia ni la literatura se han limitado sólo a acumular experiencia y multiplicar sus logros. Ambas van develando el mundo, lo que obliga al hombre a asombrarse en cada salto. Así la investigación científico-tecnológica representa el impulso del espíritu del hombre.
Así, la ciencia ficción muestra al hombre ante el futuro, ante la naturaleza, ante la técnica, ante la moral y la ética, y ante la historia. A través de un mundo que interactúan especulaciones científicas, las ficciones y el drama humano. De este modo, si un día el hombre dio el "salto" a lo desconocido, a lo ilimitado, por la voluntad de Dios enviando un guardián a resguardar la entrada este del jardín bíblico. Ahora, Asimov propone abandonar esta realidad tridimensional para dar un "salto" al azar, a través de un espacio hipotético de "N" dimensiones, que denomina "hiperespacio".
Tal espacio se funda en la teoría de la relatividad de Einstein. Expuesta en tres teorías. A saber, la teoría especial de la relatividad o teoría de la relatividad restringida de 1905, propuesta para resolver ciertas contradicciones teóricas, y explicar de manera satisfactoria ciertos resultados experimentales; esta primera teoría mostró la imposibilidad de la existencia del éter, con las propiedades mecánicas que le atribuía la física clásica. Por otra parte, con esta teoría se abandona el concepto de un tiempo y un espacio absoluto, que tengan existencia independiente de la materia en movimiento, a modo de marco de ésta.
La segunda teoría de Einstein, postulada en 1918, se denomina "Teoría general de la relatividad", ésta se ocupa del problema de la gravitación. En 1945, Einstein postula la "teoría del campo unificado", en una tentativa de unificar en una sola teoría, la teoría del campo gravitatorio y la teoría del campo electro-magnético.
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