La formación socio humanista en los estudiantes de la carrera contabilidad y finanzas
Enviado por Tamara Jiménez Padilla
INTRODUCCIÓN
La formación humanista forma parte de la respuesta pertinente que la Educación Superior debe dar a las exigencias y desafíos del mundo de hoy. Ella debe verse inserta en la globalización en la educación, como un fenómeno objetivo, que en el caso de los que sufrimos la globalización en otras dimensiones y fundamentalmente en la económica y en la tecnológica, puede asumirse como una oportunidad al futuro: la de potenciar el desarrollo de los recursos humanos al máximo y en la forma más adecuada.
El debate actual sobre la Educación Superior se centra en la contribución que ésta puede hacer a un proyecto de sociedad comprometida con el desarrollo humano sustentable y esa contribución le exige prestar particular atención a los principios fundamentales de una ética humana, aplicados a cada profesión y a todos los ámbitos del quehacer humano. En este pensamiento se han venido pronunciando fundamentalmente en la década del 90 diferentes personalidades vinculadas a la política educativa y de modo muy especial en las Cumbres de Jefes de Estado, en informes de organizaciones y conferencias regionales e internacionales.
Cada día se comprende mejor que no se puede separar el desarrollo del factor humano. No puede existir desarrollo humano al margen del desarrollo del factor humano de una región, aunque ésta fuese muy pequeña.
En el campo de la educación, la interpretación de la formación socio humanista tiene una larga tradición a la vez que total contemporaneidad para ser tratado hoy.
La propia marcha de los acontecimientos en el mundo actual, dado el desarrollo científico tecnológico alcanzado y sus grandes paradojas con el movimiento social, van separando cada vez más el tratamiento de la formación socio humanista de la utopía y acercándole a la realidad.
En el presente trabajo se hace una síntesis que muestra los distintos niveles de madurez en la comprensión del proceso de formación socio humanista en la carrera de Contabilidad y Finanzas en la experiencia cubana, a partir de los fundamentos históricos y pedagógicos del diseño y la práctica curricular en esta carrera universitaria.
DESARROLLO
En los métodos de organización del trabajo se expresan exigencias fundamentales de una sociedad con respecto al desarrollo del hombre como parte del proceso productivo, en relación con el nivel alcanzado por las fuerzas productivas y el sistema social imperante. "Cada modelo de producción y distribución requiere personas con unas determinadas capacidades, conocimientos, habilidades y valores: algo en que los sistemas educativos tienen mucho que decir". (J.Torres Santomé, 1995: 27). De este modo, se genera una interdependencia entre la esfera económica y la educativa, que no se debe simplificar ni se puede desconocer.
En una breve incursión histórica, la política de fragmentación de los puestos de trabajo y la producción, que se inicia con la Revolución Industrial en los siglos XVIII y XIX, dio como resultado que las acciones que realizan los trabajadores, les resultan incomprensibles incluso, en ocasiones, a ellos mismos; pero desde la óptica de la eficiencia lo que interesaba es un hombre productivo o productivista, importante tan solo como mano de obra y no en el sentido del desarrollo del propio sujeto productor. A ella correspondió en un momento determinado, una forma de organización del trabajo que se ha conocido como Taylorismo y Fordismo.
En 1913, John Franklin Bobbit, profesor de la Universidad de Chicago señaló: "Un momento en que se discute tanto acerca de las posibilidades de la administración científica en el mundo de la producción material, parece deseable que los principios de esta forma más efectiva de administración sean examinados de modo de explorar sus posibilidades para aplicarla a los problemas de la educación". (Citado por J. Elliot, 1990).
En 1918, J. Bobbit, formula el primer tratado sobre curriculum. El campo del currículo surge en este siglo para adecuar el funcionamiento escolar a las necesidades de la industrialización. En su base está el conductismo que, para decirlo de modo bien simple, supone la experiencia educativa como estímulo y el aprendizaje, visto en su acepción más estrecha, como respuesta. El estudiante no es reconocido como sujeto de este proceso de igual forma que es ignorado el trabajador en el proceso productivo. El profesor, de frente al grupo, se preocupa por su caudal de saber y cómo trasmitirlo eficientemente esperando sentirse repetido por las respuestas de sus alumnos.
Para mediados del siglo XX, la Revolución Científico-Tecnológica, presenta un cambio en el aparato productivo mundial. Estamos en medio de la construcción, difusión y generalización de un nuevo paradigma en las formas de producir y organizarse.
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