Lo anterior origina otra diferencia: La Teología contiene muchas afirmaciones que no están al alcance de la Filosofía, porque exceden a la razón. Tal es el caso de los "misterios" del dogma, por ejemplo[2]Por esta causa la Teología para el ser humano que tiene fe representa una indagación todavía más profunda que la Filosofía.
Una última diferencia importante consiste en que la Teología aparece como una disciplina más completa que la Filosofía, en el sentido de que ella compromete al ser humano más íntegramente. Verifíquese esto en el siguiente esquema:
En resumen: Filosofía y Teología se asemejan en el hecho de representar ambas una visión profunda de temas que a todo ser humano interesan. Se distinguen, no obstante, por su diferente base (de fe y razón respectivamente) y por la mayor profundidad de algunos temas de Teología, que exceden el alcance de la Filosofía.
La relación entre Filosofía y Teología
La estrecha relación entre Filosofía y Teología ha quedado demostrada históricamente por el gran número de filósofos que fueron al mismo tiempo hombres de profunda fe religiosa y que en sus escritos pasaron continuamente del campo filosófico al teológico y viceversa. Bastaría para ello recordar que los filósofos cristianos – católicos y protestantes – por ejemplo, representan la gran mayoría de los pensadores.
En el filósofo con fe religiosa la Filosofía y la Teología cumplen una función perfectamente armonizada. La Filosofía pone la base racional. Y la Teología agrega la fe y completa la visión. Podemos afirmar que Filosofía y Teología se completan mutuamente en el ser humano de fe. (Este tema será tratado en el último capítulo de esta tesis) La Filosofía pone la base racional. La Teología aporta la fe y completa la visión. La historia ha demostrado que no son incompatibles. Favor de profundizar sobre esta temática, en la antología encontrarás una lectura titulada: Filosofía y Teología.
La revelación divina comprendida a la luz de la razon[3] Todo ser humano se interroga a si mismo como lo han hecho los griegos, los israelitas, los orientales etc… ellos iniciaron con el asombro y luego llegaron a formar diversos sistemas de pensamientos que son patrimonio espiritual de la humanidad. Los teólogos fundamentalistas han hecho del pensamiento filosófico un imperio satánico; según ellos, la filosofía moderna busca ideologizar al ser humano y no a Dios. Los teólogos fundamentalista[4]deberían ver en la Filosofía como la ayuda indispensable para entender los designios de divinos y la forma de cómo comunicar nuestra fe protestante.
El objetivo de anexar esta encíclica al capitulo: Filosofía y Teología un enfoque teológico al pensamiento filosófico, es reflexionar sobre la Revelación y su fundamento en la relación con la fe y la razón. Los cuales resumimos así:
a. En la revelación acogemos el misterio salvífico de Dios en su hijo. El misterio del ser humano se esclarece en la encarnación y la redención de Jesucristo en la cruz.
b. La verdad de Dios y del ser humano resplandece en Cristo. Esa verdad divina se inserta en el tiempo y la historia de la humanidad.
c. La filosofía y las ciencias están en el orden natural; la fe en el sobrenatural. Hay conocimientos de razón y conocimiento de fe. El conocimiento es camino sin descanso, pero, humilde hacia la trascendencia. La razón indaga, pero reconoce su finitud ante el misterio de Dios. A la revelación se da el asentamiento libre de la fe.
d. La verdad de la revelación respeta la autonomía y la libertad, pero las obliga a abrirse a la trascendencia, que es la posibilidad de realización en plenitud.
e. La naturaleza es el primer paso de la revelación. El ser humano es un ser en relación, un explorador, de lo bello, lo bueno y lo verdadero. En lo más profundo del corazón del género humano, está el deseo y la nostalgia de Dios.
f. Todos los seres humanos desean conocer la verdad suprema, científica, ética y humana. ¿Tiene sentido la vida? ¿Hacia dónde se dirige? El ser humano busca un absoluto que dé respuesta a estos interrogantes. El ser humano busca la verdad aunque, a veces, hay fallas.
g. Todo ser humano tiene capacidad de llegar a la verdad. Hay diversas formas de verdad, que son experimental, especulativa, religiosa, etc. El ser humano vive de creencias, lo cual lo lleva a buscar la verdad y busca de quien fiarse. Es por eso, que El, creyendo, confía en la verdad que el otro le profetiza.
h. La unidad de la verdad es postulada de la razón humana. La relación entre fe y conocimiento, en la cruz, encuentra el oasis de la verdad. Por eso, la verdad de la revelación debe ser comprendida a la luz de la razón.
La relación correcta entre fe y razón
La relación fe y razón, filosofía y teología no debe ser de enfrentamiento sino de diálogo abierto y crítico no interrumpido. Cuando una persona se convierte en nada disminuye su capacidad intelectual, al contrario, la eleva a campos de reflexión y conocimiento que antes le estaban ocultos, no en virtud de ningún esoterismo religioso, sino de su propia condición personal accesible a la relación con Dios.
No es lo mismo, tanto en moral como en epistemología, amar o ignorar a Dios. Quien desprecia a una persona se condena a ignorarla para siempre, por más trato que tenga con la misma. Pero, quien establece una relación de simpatía con ella, hasta el más leve roce descubre significaciones infinitas. Dios, el ser personal por excelencia, que está más allá de la persona en cuanto la sustenta, solo se revela donde se establece esa recíproca relación afectiva que llamamos amor. Al respecto nos dice José María Solé La capacidad comprensiva del amor supera la de la pura inteligencia. (Citado por Alonso, Ropero. 1997. Filosofía y Cristianismo. Pensamiento integral e integrador. Terrassa: CLIE, p: 353).
Según la teología el pecado afecta a la razón en la misma medida que afecta la totalidad de la persona y de sus facultades anímicas y corporales. Aunque suene demasiado duro afirmamos: el mal de corrupción afecta por completo e íntegramente a la existencia personal. Dentro de "este esquema no es posible decir que la razón ocupa un lugar privilegiado de inmaculada incorrupción, como si fuese divina por naturaleza, mientras que el resto de la personalidad se encontraría en situación de pecado. El pecado según las Sagradas Escrituras, es un mal adquirido por la persona en su ser y no un defecto de su comportamiento social e individual". (Ibíd, p: 354) De ahí que "la razón necesita la fe, en cuanto ésta es superación del pecado (razón salvada) en la simpatía de la existencia, que es comunión con Dios. La razón, al ser una dote del ser humano sometida a las condiciones de la existencia, y no un principio independiente ajeno a las debilidades humanas, demasiado humanas, de su dueño, no es idéntica a lo razonable". (Ibid, p: 354) Lo razonable en un momento concreto puede no serlo en el momento siguiente. La fe considera que su creencia no está en contra de lo aparentemente razonable, que suele ser el campo de discusión entre la filosofía y la teología en todos los tiempos de la historia de la humanidad y del cristianismo.
Abre a las ideas puras, al espiritu y a la realidad. La razón pura, "de la caída del cielo, sin adscripción personal" es una abstracción intelectual a la que no obedece ningún hecho objetivo. La razón es una facultad funcional del individuo, el mecanismo por el que se La razón funciona siempre en condiciones de existencia, como miembro de un sujeto vivo, que resulta ser un hombre o una mujer altamente complejo y problemático. El ideal de racionalidad es la meta a la que aspira toda persona, pero en la que no se encuentra de inmediato.
En este sentido salvación cristiana significa ponerse en orden uno mismo con relación al reino divino que nos llama al desarrollo integral de nuestra persona, y tan grave es creer que la razón es un principio autónomo e incontaminado por el pecado como pensar que salvación del pecado supone la anulación de la razón. La fe no es irrazonable, ni la razón es increyente. (Frederic, Greeves. 1956. The Maening of sin. Londres: Epworth, pp: 60 – 61) Por lo anterior, afirmamos que la fe no exime a nadie del ejercicio de la razón, sino todo lo contrario, lo exige. Lo que el creyente reclama tocante a la filosofía es una razón más informada, que no excluya a priori los postulados de la fe, frente a una razón desinformada que rechaza por sistema los contenidos de la fe. En este caso el punto de discusión no sería entre fe y razón, sino entre fe y razonabilidad, que como la lógica, puede ser la mayor enemiga de la verdad. Entonces, la relación correcta entre fe y razón, entre revelación divina y ciencia humana, entre conocimiento científico, filosófico y conocimiento teológico o religioso es una vieja guerra colombiana donde nunca se termina de hacer las paces por el carácter temporal del descubrimiento de las partes.
Recientemente Donald Bloesh "resucitó este debate con un resultado bastante pobre. No le ha ayudado para nada el estilo aforístico que usa en toda su obra". (Ibid, p: 355). Al respecto nos dice: Mantengo que cada filosofía representa la racionalización de una falsa teología, y que la verdadera teología necesariamente excluye la filosofía. No sus problemas, ni tampoco su lenguaje, sino su concepción del cosmo, sus afirmaciones metafísica. En contraposición a Tillich, creo que la teología y la filosofía no son simplemente dos caminos paralelos de entender la realidad, sino que cada una se refiere a dos realidades fundamentalmente distintas… la relación entre teología y filosofía no es de correlación, sino de conflicto y contradicción. Nada más lejos de la verdad. (1992. A Theology of Word & Spirit. Authority & Method in Theology. Vol 1. Downers Grove: IVP. P: 43).
[5] Intervenciones del ministerio educativo en cuestiones filosóficas
La iglesia cristiana no propone un pensamiento filosófico en particular, su énfasis unidad en la diversidad. Pero, interviene cuando se afecta la pureza de la doctrina, la santidad y fe en Cristo.
El ministerio educativo [de las iglesias protestantes] estimula el pensamiento filosófico llevándolo a la autocrítica. Siempre ha intervenido en este campo, observe la historia de las iglesias evangélicas en Colombia… cabe afirmar que la educación cristiana y teológica necesitan de la razón y la fe para sostener sus sistemas de creencias.
Hoy la educación religiosa y secular deben hablar contra el final de la metafísica, el racionalismo teológico, el espiritualismo filosófico, el fideísmo, el biblicismo y la hermenéutica exegética. Además, no se puede perder la pasión por la verdad última y el anhelo de su búsqueda. Así la iglesia católica según el Vaticano II aprecia la filosofía y señala su importancia en la formación de los sacerdotes. Por eso, ellos en sus seminarios le dan importancia a la filosofía, que se divide así: tres años de filosofado y cuatro años teologado. Hoy sigue viva la tradición del pensamiento cristiano que une a una fe y razón.[6] En la educación cristiana hay una cierta decadencia, poca estima a los demás saberes entre ellos la filosofía, la pedagogía, la lógica, etc. Reflando un analfabetismo en los púlpitos. Por lo anterior, el estudio de la filosofía es fundamental y necesario en la formación de los pastores, misioneros, evangelistas, etc. La iglesia cristiana debe tener un gran interés por la filosofía.
Exigencias actuales a la filosofía
Toda Filosofía debe tener la dimensión sapiencial de la búsqueda del sentido último de la Vida: Dios y su plan salvífico. Sólo El es absoluto. Toda ciencia y saberes deben reconocer la dependencia esencial de Dios de toda criatura y que el cumplimiento de la vida humana se realiza en Jesucristo. Toda Filosofía debe aceptar la capacidad del ser humano de llegar a la verdad. El ser humano es capaz de llegar a una visión unitaria y orgánica del saber. Toda filosofía debe encontrarse con el fundamento de la fe. La fe presupone que la Filosofía es capaz de expresar en forma universal y analógica la realidad trascendente.
Por otro lado, el objetivo de la Teología es presentar la inteligencia de la revelación y el contenido. Para mejorar esa presentación, la Teología debe renovar sus propias metodología y mirar la verdad de la revelación. Que la ayuden a superar algunos problemas, que resumimos así:
a. La relación entre el significado y la verdad.
b. Conciliar el carácter universal de la verdad con los acondicionamientos históricos y culturales.
c. Explicar la relación entre el lenguaje conceptual y verdad
d. Comprensión de la Palabra de Dios con el aporte de una filosofía del ser.
e. Filosofía para hacer Teología.
f. La Teología, Ética, entre otras, deben recuperar la verdad universal sobre el bien común.
g. La educación cristiana y teológica deben presentar la doctrina de la iglesia integral en relación con la vida de los creyentes.
h. Superar los conceptos ambiguos tales como: "Salvar almas", "pecado", "mundano", entre otros.
La Teología debe relacionarse con la filosofía. Porque, la Teología tiene dos principios metodológicos: auditus fidei e intellectus fidei. La Filosofía aporta al auditus fidei. El intellectus fidei, tiene una inteligibilidad propia que lo hace un saber auténtico. Las ramas de la Teología se ayudan con el saber filosófico. Como sucede con la Teología Fundamentalista, que justifica y explica las relaciones entre fe y razón. La Teología Moralista [o de Santidad] se apoya en una base filosófica correcta de la naturaleza humana y de la sociedad.
La relación entre Teología y Filosofía es dialéctica, porque ambas buscan dan respuestas a las inquietudes del género humano. Por ello, los Teólogos y Filósofos deben tener en cuenta, que donde hay fe, razón independiente de la revelación, hay que ayudar para que la gracia divina perfeccione al ser. Las culturas enraizadas en lo humano, llevan el testimonio de la apertura a la trascendencia; los Teólogos aportan a las culturas de la Verdad, una parte del pensamiento de Dios; los Filósofos en cambio, aportan la razón de estas culturas. Ellos lo hacen sin perder su Misión e identidad. Por lo anterior, tanto Teólogos y Filósofos deben dejarse guiar por la única autoridad de la verdad que es la Palabra de Dios.
Algunas conclusiones de acercamiento entre la fe y la razon
Encontrar algunos puntos de acercamiento entre estas dos ciencias es muy difícil, más no imposible. Es por eso que los teólogos deben aportar la dimensión metafísica para poder entrar en diálogo crítico y exigente con la Filosofía. Los filósofos, también, deben recuperar la sabiduría y la verdad metafísica. Finalmente, los científicos deben unir la investigación con los valores filosóficos y éticos. A continuación sintetizamos esas posibles conexiones entre fe y razón; Filosofía y Teología así:
a. La Fe y la razón se ayudan mutuamente entre crítica y progreso.
b. La Filosofía debe recuperar la relación con la Teología, y viceversa. Porque, toda Filosofía tiene una dimensión sapiencial de la búsqueda del sentido último de la vida. Y la Teología se apoya en una visión filosófica correcta de la naturaleza humana y de la sociedad.
c. La Filosofía ayuda al ser humano a comprender la verdad y el sentido de la vida. Y la Teología ayuda al ser humano a conocer la verdad y el sentido de la vida.
d. Una Filosofía abierta forma parte de la misión, la evangelización del mundo. Además, ayuda al diálogo con los no creyentes.
Notas: [1] … y estar preparado para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os de mande razón de la esperanza que hay en vosotros.(Santa Biblia, 1995. Reina Valera. P: 987)
[2] Nótese que hemos dicho “exceden a la razón”. Estar fuera del alcance de la razón no significa estar en contra de ella.
[3] Esta sección ha sido tomada de la encíclica Fides et ratio, que significa fe y razón. Juan Pablo II. Encíclica Fides et Ratio. Santa Sede: Vaticano, 1998.
[4] El catedrático universitario Dr. Luis Eduardo Cantero, considera a los teólogos fundamentalistas como pastor de tercera clase, egresado de un Seminario Teológico o Bíblico informal; es decir – dice El – , “pastores que nunca han pasado por las aulas de una universidad, falta de una pedagogía académica, que se nota al escuchar los programas radiales, el discurso homilético, debates, etc, es más para mí son del grupo de pensadores débiles, que trazan el teologizar a medio camino y que no relacionan con los demás saberes, porque para ellos la letra mata, pero las cosas espirituales no.. concluyo que para ellos filosofía es sinónimo satánico”
[5] Luis Eduardo Cantero. “Notas de clase”. Filosofía y educación. Medellín: Universidad de Antioquía, mayo, 2.000.
[6] Profesor universitario: Padre Dr. Alberto Ramírez. Entrevista. Medellín: Universidad de Antioquía, junio, 1999.
Autor:
Luis Eduardo Cantero.
Luiseduardocantero[arroba]uole.com
Profesor y consejero familiar. Es Licenciado y Teólogo, Administrador de recursos humanos, Master y Doctor en Filosofía. Actualmente cursa el Ph.D en Psicología pastoral, New Covenant International University, St Lacke, Florida. Y un posgrado en Diseño de Ambientes de Aprendizaje Apoyado en Tecnología de la información, Uniminuto, Bogotá. Es y ha sido profesor de varias universidades de Colombia y del exterior entre ellas tenemos: la Universidad Remington, Universidad Minuto de Dios, Instituto Tecnológico Metropolitano, la Universidad de Antioquia, Universidad Antonio Nariño, Christian Theological College, Universidad Nazarena de Costa Rica, entre otras.
Luis Eduardo Cantero.
luisecantero[arroba]hotmail.com www.luiseduardocantero.visitame.es
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