El sistema de objetivos para el diseño de programas académicos (página 2)

¿Qué se necesita saber para hacer?

¿Qué se necesita saber para comunicar resultados investigativos?

Métodos, técnicas, instrumentos de investigación.

Una vez determinado el sistema de conocimientos, queda completado el modo de actuación, como primer elemento que integrado por el qué hacer (la habilidad) y el qué saber (el conocimiento) habrá de encabezar el objetivo que se formule.

COMUNICAR resultados investigativos provenientes de la aplicación de métodos, técnicas e instrumentos de investigación educativa.

El estándar / nivel de asimilación

Determinar el modo de actuación resulta insuficiente para clarificar la aspiración del programa académico que se diseña. Se requiere de un indicador, que en su papel de medidor demuestre el desarrollo real que en términos de capacidad de trabajo se alcanza en el estudiante. Nos referimos al estándar. Éste constituye el segundo componente del objetivo, que expresado en términos de cualidad, tiempo, unidades, por ciento, habrá de acompañar a la habilidad principal integradora o capacidad que al nivel de programa se establece, a fin de expresar el grado o nivel requerido de la realización de la tarea. Citemos, algunos ejemplos:

¿Qué tanto debo saber hacer?

Reparar de manera efectiva y eficiente una válvula

Reparar un promedio de cinco válvulas

Reparar cinco válvulas en una hora

Reparar de manera eficiente y efectiva cinco válvulas

Reparar de manera eficiente y efectiva cinco válvulas en una hora

Reparar con un 100 % de eficiencia y efectividad cinco válvulas.

Reparar con un 100 % de calidad cinco válvulas en una hora

Reparar sin errores cinco válvulas en una hora

En ocasiones, se asume como indicador el nivel de asimilación (reproductivo, productivo, creativo). El nivel de asimilación podrá declararse de manera explícita acompañando la habilidad seleccionada, aunque en ocasiones, la habilidad dado su grado de complejidad, declara por sí sola el nivel de asimilación.

Para la determinación tanto del estándar como del nivel de asimilación, resulta importante considerar elementos importantes tales como:

• Tipo de curso que se pretende desarrollar

• Etapa o lugar que el mismo ocupa en el plan de estudio.

• Estado inicial del estudiante/participante y potencialidades reales de desarrollo.

Obsérvese el siguiente ejemplo:

Comunicar críticamente resultados investigativos derivados de la aplicación de métodos, técnicas e instrumentos de investigación educativa.

Las condiciones

Para el estudiante/participante resulta interesante saber las circunstancias bajo las cuales habrá de interactuar con el objeto de estudio.

¿Cómo actuaré para saber hacer?

Por ello, habrán de determinarse aquellos requerimientos bajo los cuales se habrá de interactuar con el objeto de estudio, y demostrar con evidencias palpables el desarrollo alcanzado.

• De manera independiente.

• En colectivo

• Bajo la guía del profesor.

• Con el uso de.

• Sin el uso de…..

• En condiciones de .

Ejemplo:

Comunicar críticamente y de manera independiente resultados investigativos derivados de la aplicación de métodos, técnicas e instrumentos de investigación educativa.

El propósito

Parte del objetivo, donde se expresa de forma clara y explícita el encargo social, es decir, el porqué del modo de actuación. La explicación clara y precisa de la significatividad tanto social, como personal de lo que se plantea en términos de modo de actuación, será el elemento que habrá de motivar a los estudiantes o participantes para asumir como suyo el objeto de estudio en cuestión. Recuérdese que lo aprendido tendrá valor, en tanto aplicándose de manera consciente a situaciones de vida, se satisfagan necesidades. Por ello, el propósito, deberá reflejarse de manera clara y precisa en cada objetivo, como indicador no solo de la meta a alcanzar, sino también de la razón que habrá de justificar su plena materialización. Ejemplo:

Comunicar críticamente y de manera independiente resultados investigativos derivados de la aplicación de métodos, técnicas e instrumentos de investigación educativa para la solución de problemas relativos al proceso docente.

¿Para qué comunicar resultados investigativos?

Para la solución de problemas relativos al proceso docente.

Hasta aquí, los elementos que a nuestro juicio deberán conformar los objetivos del documento curricular. De acuerdo con ellos, el objetivo deberá caracterizarse por lo siguiente:

Escrito para el estudiante.

El objetivo se formula para comunicar al estudiante lo que en términos de aprendizaje o formación profesional de él se espera. En ocasiones, lo anterior no se considera y se comete el error de formular objetivos, tales como:

Introducir el concepto de..

Aprender el concepto de..

Concientizar en el estudiante la necesidad de..

Veamos un ejemplo más detallado:

DESARROLLAR en el estudiante hábitos y habilidades para la lectura en idioma Inglés.

Como se puede apreciar, en este objetivo queda expresado lo que habrá de ser realizado por el profesor y no por el estudiante o participante. Obsérvese que el verbo en infinitivo que se utiliza, para nada enuncia la capacidad o habilidad a desarrollar. Para lograr un mayor nivel de claridad en él, resultaría conveniente preguntar que es lo que de manera específica se pretende desarrollar con relación al proceso de la lectura en lengua extranjera: ¿Qué?

Obsérvese este segundo caso:

COMPRENDER información auténtica y editada en idioma Inglés.

En este segundo caso, el objetivo está encabezado por un verbo en infinitivo que expresa lo que habrá de ser desarrollado y demostrado por el estudiante como resultado de la interacción que con el objeto de estudio del curso o asignatura se habrá de realizar. Obsérvese, que existe un mayor nivel de especificidad y claridad en cuanto a lo que se quiere lograr: ¿Qué?

COMPRENDER información auténtica y editada en idioma inglés.

Claridad.

La consideración de cada uno de los componentes anteriormente mencionados, a decir, modo de actuación, estándar, condiciones, propósito, habrá de tributar a los niveles de claridad del objetivo. Si los estudiantes son capaces de parafrasear el objetivo, basado en las siguientes interrogantes, de seguro usted ha formulado un objetivo claro, capaz de llegar a la conciencia de los mismos. Solo le restaría, estar siempre pendiente a los cambios que operen, a fin de siempre ajustarlos a las necesidades reales de su contexto pedagógico.

¿Qué debo saber hacer?

¿Qué tanto debo saber hacer? (calidad, cantidad, por ciento, tiempo, nivel, etc.) con el ¿Qué debo saber hacer?

¿Cómo actuaré (requerimientos) para saber hacer?

¿Para qué (Por qué) debo saber hacer?

No tener en cuenta tales interrogantes, pudiese expresarse en la formulación de un exagerado número de objetivos, desvinculados de la necesidad real, por lo que quedaría seriamente afectada la claridad de la intención docente. De ahí nuestra reiteración de siempre profundizar en el análisis del objeto de estudio, de la realidad pedagógica, a fin de determinar la aspiración docente, de la manera más específica y exacta posible. Ello solo se logra en el convencimiento, la concientización que se tenga de la habilidad a desarrollar, así como de las acciones y operaciones contenidas en ella, todo lo cual indicará cuales objetivos resultarán verdaderamente significativos, de acuerdo con el objeto de estudio, los encargos sociales y personales, y las posibilidades reales de nuestro entorno docente. Obsérvese el siguiente esquema:

Figura 1. Sistema de objetivos para el programa académico.

Como se aprecia en el esquema, la primera tarea consiste en determinar la Habilidad Principal Integradora y sobre su base formular un objetivo general al nivel de programa. Ejemplo:

Comprender críticamente textos editados en idioma Inglés, aplicándose las reglas para la lectura en idioma extranjero, a fin de obtener información necesaria para el desarrollo cultural y profesional.

Para el desarrollo de la Habilidad Principal Integradora, se requiere del tratamiento de otros modos de actuación contenidos en ella, sin cuya sistematización sería imposible su desarrollo. Nos referimos al sistema de acciones que se logran en un plazo menos largo en dependencia del nivel en que se sistematicen y se aprendan las operaciones que lo integran. Por tanto, la segunda tarea consiste en constituir los módulos de acuerdo con las acciones que se determinen, y formular un objetivo particular por cada uno de ellas.

Ejemplo:

Figura 2. Objetivo general y particulares para el desarrollo de la habilidad de lectura en lengua extranjera.

Tal y como se aprecia, para el desarrollo de la habilidad general integradora (Comprender), se precisa de la sistematización de tres acciones distintas; Predecir (antes de la lectura), Rastrear (durante la lectura) y Resumir (después de la lectura). Por tanto, se establecen tres módulos y tres objetivos particulares.

Para participar con éxito en la actividad, se necesita que la acción sea automatizada. Hablamos de la necesidad de crear y desarrollar el hábito. Según el glosario de términos filosóficos de webdianoia, la ética aristotélica considera a las virtudes y los vicios como hábitos, correspondiéndole a cada virtud dos vicios, uno por exceso y otro por defecto. Nos plantea además, que el hábito se adquiere por repetición de una conducta que termina por convertirse en una posesión permanente del individuo que lo ha adquirido, de modo que por él, se regula de una manera inmediata su conducta. A modo de resumen, define al hábito como la predisposición a obrar de una determinada manera adquirida de ejercicio.[1]

En los temas, quedará determinado de manera clara el sistema de operaciones que a través de la ejercitación, habrán de llevarse a cabo a fin de lograr en el sujeto que aprende, verdaderos niveles de automatización y concientización de la tarea. Corresponde pues, determinar las operaciones, y dentro de ellas, las que dado a su jerarquía, habrán de encabezar en forma verbal infinitiva el objetivo específico de cada tema.

Por tanto, para cada uno de los temas que conforman el módulo se elaboran objetivos específicos, que habrán de caracterizarse por un alto grado de concreción, a partir de una mayor cercanía del objeto de estudio al alumno y al profesor. En ellos quedará expresada la aspiración pedagógica específica, que en términos de habilidad, conocimientos y valores habrá de resolverse en un plazo menor. Su formulación, se realizará teniendo en cuenta los componentes tenidos en cuenta para el objetivo general y los particulares.

De esta manera, habrá de quedar conformado el sistema de objetivos del programa. Obsérvese, que todos ellos han sido bien pensados, siguiendo una lógica de trabajo real, que habrá de permitir el establecimiento gradual de aspiraciones, propósitos que en torno a un objeto de estudio se irán complejizando en la misma medida en que se avance. En cada uno de los objetivos habrá de tenerse en cuenta además, la necesidad de integrar los aspectos educativos e instructivos. Todo ello, respetando la ley pedagógica que dicta la necesidad de educar a través de la instrucción. Como aspecto importante se deberá considerar además, el hecho de expresar en cada uno de ellos el encargo social, pero también personal con relación a la enseñanza y el aprendizaje. No olvidemos el carácter social de la educación.

Hasta aquí, nuestra experiencia en torno a la formulación de objetivos curriculares. Para nada, habrán de constituir ideas inamovibles, y si tributar a la consumación de un debate constructivamente analítico y reflexivo, que nos permita contribuir al diseño de programas académicos que sostengan como meta fundamental la preparación verdadera del hombre para la vida.

Autor:

Carlos Martínez Linares

Licenciado en Educación, Máster en Ciencias de la Educación, Dr. En Educación con especialización en Enseñanza Superior. Profesor de la Facultad de Lenguas Extranjeras del Instituto Superior Enrique José Varona". Cuba

María Antonia Serrano González

Licenciada en Ciencias de la Información. Especialista en Capacitación Empresarial. Especialista en información Científico técnica de la Biblioteca Casa de la América. Cuba

[1] Glosario de términos filosóficos [en línea] Madrid: RAE, 2007 [fecha de consulta: 10 Octubre 2007]. Disponible en: http://www.webdianoia.com