Reproducción en cautiverio de la cotorra cubana con fines turísticos
Enviado por Cosme Casals Corella
RESUMEN
Los psitácidos han sido siempre una familia zoológica que cautiva el interés y la atención de muchas personas. Es por eso que su presencia en instalaciones y sitios demostrativos para la práctica del ecoturismo constituye un punto de atracción.
En el presente trabajo se dan a conocer experiencias prácticas de la reproducción en cautiverio de la Cotorra Cubana (Amazona leucocephala), ofreciendo recomendaciones para la alimentación, y manejo en aviarios pequeños.
Con esta acción es posible dar a conocer a nuestra policroma ave sin necesidad de presionar e impactar las poblaciones naturales y los ecosistemas donde mora, además de ahorrar los trabajos de captura y cría a mano que generalmente son dificultosas.
De esta forma pretendemos asegurar la presencia de nuestra hermosa ave en instalaciones con fines ecoturísticos, para la investigación y otros que pudieran surgir en un futuro.
La Cotorra Cubana (Amazona leucocephala), es uno de los exponentes más distintivos de nuestra ornitofauna endémica.
La especie se encuentra distribuida a lo largo del archipiélago cubano, habitando preferentemente en las zonas montañosas. Las poblaciones no se distribuyen uniformemente, presentando mejor situación las que se encuentran en sitios correspondientes al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), donde los saqueos, impacto a los hábitats u otras causas de daños son menores producto del control y las regulaciones de manejo de las áreas.
La reproducción en cautiverio constituye una alternativa para asegurar la presencia del más simpático pájaro de Cuba en Zoológicos, Parques Naturales, sitios para la práctica de ecoturismo u otros. De esta forma se evita la extracción de individuos de las poblaciones silvestres, donde los trabajos de captura y cría a mano generalmente se dificultan por no estar definidas las técnicas de captura, unido a los obstáculos de las zonas donde generalmente habita.
Con el presente trabajo se pretende orientar a las personas en el cuidado y manejo de estas aves en cautiverio ya sea con fines reproductivos o no.
Entre los antecedentes para la realización de este trabajo podemos decir que el mundo de la ornitología y en particular los psitácidos (loros, cotorras y periquitos) ha sido más que un hobby, una pasión, por lo que hemos dedicado alrededor de 25 años a la cría y reproducción de estas simpáticas aves.
Aproximadamente 5 años atrás, en conversaciones con el señor Anfiloquio Suárez Castellanos, (Rubio Suárez), quien ha dedicado gran parte de su vida a la observación y manejo de joyas de la fauna endémica cubana, siendo el primero en obtener crías de cotorra en cautiverio, fueron algunas de sus anotaciones elementos de juicio que sirvieron para este trabajo.
Entre las condiciones más notables con que contó Suárez para la reproducción del ave y que fueron totalmente distintas para este trabajo podemos mencionar las siguientes.
Aviario grande con aproximadamente 3,5 m de ancho x 4,5 m de fondo y 2,4 m de altura.
Nido construido con un fragmento de tronco de Palma Real (Roystonea regia), muy parecido al de los ecosistemas originales.
Entorno netamente natural (finca con árboles alrededor del aviario), donde incursionaba la especie en estado silvestre.
Parte de la alimentación que se ofrecía a los animales era de las que consumen en la naturaleza.
Con el presente trabajo se describe la experiencia de la cría y reproducción en cautiverio de la Cotorra Cubana, brindando recomendaciones para su manejo y alimentación.
REPRODUCCIÓN EN CAUTIVERIO
Esta labor comenzó hace alrededor de 3 años, cuando se colocaron en un jaulón 4 individuos de Amazona leucocephala, de los cuales 2 comenzaron a mostrar afecto entre sí mediante continuas caricias.
Se tomó la decisión de construir y colocar un nido en la jaula. Este consistió en una lata de galletas a la que se abrió un hueco de 90 mm de diámetro y se colocó una percha de acceso a la entrada de la misma, procediendo luego a enchapar el interior de esta con madera para aprovechar las cualidades de aislante térmica y acústica de la misma con el objetivo de evitar el sobrecalentamiento, enfriamiento o ruido excesivos en el interior de este que pudiera causar estrés en la hembra que incuba. Finalmente se vertió una capa de serrín de Cedro de 7 cm de espesor en forma de cama donde más tarde se depositarían los huevos. Luego se colocó el nido en la parte más alta de uno de los extremos de la jaula.
A los 2 días de colocado el nido, los individuos emparejados comenzaron a curiosear el hueco penetrando en él, inmediatamente comenzaron las hostilidades de esta pareja con los otros 2 miembros restantes al grado de impedirles prácticamente la estancia en la jaula. Una de las aves agredidas penetró en el nido tratando de evitar la embestida y la hembra de la pareja la agredió encarnizadamente en defensa de su futuro nido. Por lo que hubo que retirar las aves restantes a otra jaula, indicando esto que la pareja llevaría a cabo el recurso de perpetuación de las especies, la reproducción.
Los animales comenzaron a visitar el nido con una frecuencia que aumentó con el pasar de los días. Paralelo a esto aumentaron en la pareja las muestras de afecto y aparecieron los intentos por parte del macho para la cópula, acto que practicaban entre 5 o 6 veces por día, la estancia de la hembra en el nido se prolongaba cada vez más escarbando continuamente en la cama de serrín, El abultamiento de la región pélvica producto del proceso de ovulación no se hizo esperar.
Aproximadamente a las tres semanas de comenzar a copular la hembra inicia la puesta con una frecuencia de tres días, hasta depositar 3 huevos blancos con un ligero tinte marfil, poco más pequeños y redondeados que los de una paloma Común (Columba livia).
Transcurridos 25 días de incubación se produjo la eclosión de los huevos en el mismo orden en que fueron puestos, pues la hembra comienza a incubar desde que deposita la primera postura.
Los pichones nacen con los ojos cerrados (hasta los 12 días) y protegidos por un escaso plumón de color gris, las primeras 3 semanas la prole es alimentada solo por la hembra, a partir de entonces el macho que solo alimentaba a la hembra comienza a hacerlo con la descendencia. Los pichones permanecen en el nido durante 8-9 semanas (55-63 días) momento a partir del cual lo abandonan insatisfechos de la cantidad de alimento que les brindan los padres para obligarlos a salir. Comienza entonces el proceso de aprendizaje para comer y volar. Fuera del nido las jóvenes cotorras son alimentadas por ambos padres con un intervalo que se hace cada vez mayor, transcurridas 14-15 semanas de edad pueden ser separadas de los padres.
MANEJO
Este es un aspecto muy amplio para tratar, pero por el formato del trabajo haremos referencia solo a algunos elementos.
Para quien halla tenido un Loro, Cotorra o Periquito le es conocido que de modo general ellos se identifican con una o dos personas a lo sumo con quien mantienen una conducta dócil y cordial, siendo agresivos con el resto.
Si las aves se tienen con intención de reproducirlas, el personal que las atiende cuidará de no establecer una relación hombre-mascota, pues los animales pueden experimentar una pérdida de las capacidades instintivas naturales dificultando el objetivo de reproducción en cautiverio.
Algunos elementos del manejo:
La alimentación se suministrará en vasijas de cristal en horas tempranas de la mañana.
El agua debe ser cambiada por la mañana y después del medio día pues los animales acostumbran a verter alimentos en ésta, fermentándola con rapidez.
La jaula se colocará con uno de sus lados mayores adosado a una pared en un sitio donde reciba sol.
Techar solo de un 65 a 70 % del área superior de la jaula con el objetivo de que los animales se puedan bañar con el agua de lluvias que cae a través de la malla y tomen el sol.
Disponer por debajo del piso de la jaula de una bandeja para recoger las heces y restos de alimento depositados en ésta, que deberá limpiarse al menos en días alternos.
ALIMENTACIÓN
Puede variar en función de las posibilidades de las entidades o personas que posean los animales por lo que vamos recomendar los alimentos que se pueden suministrar.
Pienso
Se podrán elaborar utilizando las siguientes semillas:
Maíz,Trigo, Sorgo blanco, Millo, Arroz en cáscara, Avena y Girasol. El Girasol no deberá exceder del 25 % en el pienso.
La Avena no deberá exceder del 6 %.
Dieta blanda o humedecida
Esta es fundamental sobre todo si hay que alimentar pichones, de no ser así, entonces se podrá suministrar 2 o 3 veces por semana.
Esta dieta podrá estar compuesta por las harinas de los granos mencionados anteriormente, en este caso el girasol puede ser sustituido por soja desgrasada sin exceder el 8 % de esta.
La harina de carne o de pescado pudiera agregarse a esta dieta no excediendo el 10 %. Pero hay que tener cuidado con la calidad de esta pues constituye un caldo de cultivo propicio para la Salmonella y E. Coli, bacterias que pueden afectar la salud del ave.
Modo de preparación de la misma.
Se utiliza un huevo hervido (duro), molido con cascarón.
Se toman las harinas de que se disponga y se mezclan en seco con el huevo molido.
Se utiliza agua (podrán disolverse vitaminas y minerales) en cantidad que garantice una consistencia pastosa al ser mezclada con el huevo y las harinas, así como azúcar y un punto de sal.
Frutas
Hemos utilizado Guayaba, Plátano maduro, naranja, mandarina y otros cítricos.
Vegetales y Tubérculos.
Deberán suministrarse siempre frescos y lavados. Entre las opciones más apetecidas podemos citar:
Maíz verde o tierno en la mazorca, Boniato hervido, Espinaca, Berro,Verdolaga.
Otro elemento importante en lo referente a la alimentación es utilizar un recipiente con arena lavada que al consumirse por el animal hace más eficiente el proceso de digestión evitando afecciones en este sentido.
ALOJAMIENTO
El sitio donde se emplazan las jaulas deberá responder a las siguientes condiciones generales:
Iluminación: Debe ser natural, no hemos tenido buenos resultados con la artificial.
Asoleamiento: Fundamentalmente en hora de la mañana
Ventilación: Natural, evitando brisas cruzadas
Humedad: Baja humedad, preferentemente lugares secos.
La construcción de la jaula se realizará preferentemente con perfiles o barras metálicas y malla, limitando el uso de la madera para la construcción del nido y las perchas por tres razones fundamentales.
Alta capacidad destructiva de su fuerte pico.
En la madera se alojan con mayor facilidad los ectoparásitos. (Ácaros, Piojillos, Etc).
Es más fácil y práctico limpiar y desinfectar los elementos de metal.
Se recomienda usar una malla que el alambre que la conforma tenga no menos de 2 mm de sección.
ENFERMEDADES.
Las afectaciones más comunes presentadas son:
Colibacilosis: Afectación por Escherichia coli, se produce cuando las poblaciones normales de estas bacterias se exacerban lesionando el tracto gastrointestinal y produciendo un estado de depauperación general que puede causar la muerte al animal. Esta afectación es multifactorial, pero entre las causas más comunes podemos citar: Cambios bruscos en la alimentación, en las condiciones del tiempo, abundante humedad, falta de higiene, etc. En nuestra crianza, esta enfermedad se produjo por un cambio brusco de alimentación y el tratamiento eficaz se logró con sulfas.
Afectaciones respiratorias: Generalmente son virales, apareciendo secreciones en las fosas nasales. En nuestro caso se controló administrando Ornymicin.
Con la experiencia de reproducción en cautiverio de la Cotorra Cubana (Amazona leucocephala) expuesta en el presente trabajo, se vislumbra una alternativa real que asegurará la presencia de la más policroma ave de Cuba en instalaciones y productos para el turismo, así como en Parques Zoológicos u otras afines.
Constituye esta bella ave un punto de atención para numerosas personas que visitan nuestro país como turistas y que generalmente no tienen la posibilidad de contemplarla de cerca y en vivo por tener esta un techo de vuelo muy alto, áreas de alimentación, descanso y reproducción distantes lo que atribuye un mayor factor de movimiento a la especie disminuyendo las posibilidades de disfrute de su presencia en sitios diseñados y habilitados para la práctica de ecoturismo.
De ser correctamente implementadas las experiencias y recomendaciones expuestas, es posible que en un futuro no lejano conozcamos más de nuestra parlante Amazona y las presiones a las que están sometidas hoy las poblaciones silvestres no sean más que un mal recuerdo y Cuba pueda ser llamada como antes "La Isla de las Cotorras".
Entre las recomendaciones que darán continuidad a los aspectos abordados en este trabajo podemos citar:
Continuar estudiando en lo referente a etología (conducta) así como biología reproductiva del ave con vista a aplicarlo no solo a individuos cautivos sino a poblaciones en estado silvestre, por razones de cualquier la naturaleza en las que se necesite de la mano sabia y bienintencionada del hombre.
Buscar variantes para el sexaje de los animales que eviten la traumática endoscopia.
Investigar en lo referente a requerimientos nutricionales de la especie con el objetivo de alimentar a los animales de la forma más racional y efectiva.
Evaluar y determinar cuidadosamente el personal y sitios donde pudiera ser implementada esta experiencia con vista a obtener los resultados esperados.
Buscar y ejecutar formas gráficas como folletos, plegables u otros, que tengan un efecto multiplicador en el conocimiento sobre la necesidad de preservar nuestra colorida psitácida mejorando su situación actual.
Autor:
Reyneris Ubals Rubio
Guantánamo. Cuba.