La política de salud neoliberal y su impacto en la población venezolana
Enviado por Od. Elisabetta Guercio de Dinatale
Original: Acta odontol. venez., dic. 1999, vol.37, no.3, p.199-204. ISSN 0001-6365. Reproducción autorizada por: Acta Odontológica Venezolana – deliamarmontiel[arroba]yahoo.com |
RESUMEN: El presente trabajo tiene como propósito analizar a la luz de las condiciones económicas, políticas y sociales del país, el impacto sobre la salud de la población como consecuencia del Programa de ajustes impuesto por el Modelo Neoliberal que ha asumido el Estado Venezolano. Para ello, realizamos una extensa revisión bibliográfica que nos permitió caracterizar este proceso de deterioro de las condiciones de vida de los venezolanos.
PALABRAS CLAVES: Estado, Modelo Neoliberal, Impacto, Salud de la población, Condiciones de vida
ABSTRACT: The present paper has as purpose to analyze by the light of the economic, political and social conditions of the country, the impact on the population's health like consequence of the Program of adjustments imposed by the Neoliberal Pattern that has assumed the Venezuelan State. For it, we carry out an extensive bibliographical revision that allowed us to characterize this process of deterioration of the conditions of life of the Venezuelan people.
INTRODUCCION
El propósito de este trabajo es caracterizar las condiciones de vida de los venezolanos a la luz del impacto que han sufrido las mismas desde 1984 a 1997, como efecto de la aplicación del programa de ajustes impuesto por el cambio del modelo de Estado de Bienestar al Modelo de Estado Neoliberal.
Podríamos decir que no existe en este momento en el país un consenso con relación a cuál debe ser el papel del Estado y su función en los aspectos sociales y económicos. De hecho existen dos posiciones contrapuestas: el Modelo de Estado Social o Estado de Bienestar y el Modelo de Estado Neoliberal.
La concepción del Estado de Bienestar propone que es indispensable en democracia, garantizar los derechos políticos y sociales. La idea central de este concepto es que la población no puede hacer reales sus derechos políticos sino van acompañados de condiciones mínimas de existencia. De esta manera, el Estado de Bienestar tiene la obligación de garantizar un grado básico de igualdad a través de la intervención gubernamental en áreas tales como: distribución justa del ingreso, acceso a los servicios (salud, educación), garantizar la obtención de empleo y salarios mínimos entre otras.
La Política social del Estado de Bienestar se basa en una idea colectivista del bienestar, es decir, no puede dejarse en manos de la suerte individual. Se convierte en un distribuidor de recursos hacia la sociedad, a partir de la riqueza producida en el país y por entes privados a través de la tributación.
Al asumir su función distribuidora regula la actividad del mercado tanto estructural como coyunturalmente (García, Pelayo 1985). Lo hace con base a la justificación de que la dinámica propia del mercado no siempre favorece a los intereses sociales ni la justicia.
Esto genera la eliminación de las fronteras entre lo político y lo económico, ya que lo político determina las decisiones de tipo económico. No solo actúa como ente regulador sino que forma parte activa en la prestación de algunos servicios.
En el caso Venezolano, el concepto de Estado de Bienestar reguló la vida del país hasta la década de los años 80. El Estado fue un distribuidor de la riqueza petrolera en forma de renta hasta la crisis económica de los años 80.
" La crisis de los 80, al colocar a los mercados financieros internacionales al borde del colapso, llevó a una conjunción de acciones de los países industrializados, la Banca privada y organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, quienes introdujeron la aplicación de medidas de estabilización a objeto de pago de la deuda y del mantenimiento de la estabilidad financiera internacional. Pasa, de esta manera, la deuda externa a desempeñar un papel de primera importancia en el diseño e instrumentación de la política económica y social de los países no industrializados". (García, Haydeé, 1993)
Para 1983 el gobierno venezolano se encontró en una situación de deuda agobiante e insolvencia de pagos lo que obligó a la devaluación de la moneda luego de 20 años de estabilidad cambiaria. Lo que siguió fue el estancamiento económico, el desempleo y el desarrollo del sector informal de la economía.
Para 1989, el debilitamiento de la Nación se medía en la exigua magnitud de sus reservas internacionales, altísimo déficit fiscal y el deterioro progresivo de los servicios públicos. (MSAS, OPS, OMS, 1997).
Esta situación se tradujo en un aumento de los índices de la pobreza crítica y extrema, con las consecuentes alzas de la desnutrición, cambios en los perfiles de morbi- mortalidad de la población, aumento de los "niños de la calle", deserción escolar, aumento de la tasa de desempleo, etc.
La agudización de estos indicadores sumado a los desequilibrios macro económicos y la perdida de credibilidad y respeto del Presidente para 1992, hace que estalle la conflictividad social cuando se intenta aplicar el programa de ajustes para estabilizar la economía. Estos ajustes son consecuencia de la propuesta reformista del Estado Venezolano, que se viene planteando sutilmente desde el inicio de la década de los 80 impuesta por los acreedores externos del país (FMI, BM) y por los aires reformistas liberales que se respiraban en el resto de América Latina. El estallido social que, en el ámbito nacional se vivió el 27 de Febrero de 1989 se recordará en el país con dolor y horror. Estos hechos obligaron a los partidos políticos a hacer " un acto de contrición " que no duró mucho tiempo, hasta que nuevos actores sociales representados por elementos militares intentaron derrocar sin éxito al Presidente en dos oportunidades (1992-1994).
Sin embargo, el país procedió a sanear su Presidencia con la destitución del referido gobernante y el nombramiento de un Presidente provisional hasta las elecciones que se realizaron en Diciembre de 1994.
"Esta corriente reformista surge en reacción a la experiencia que significó la implantación del Estado de Bienestar; un modelo económico caracterizado por le Capitalismo, pero incluyendo al mismo tiempo una fuerte intervención estatal". (González, Lisette, 1996)
El neoliberalismo retoma los principios del liberalismo clásico y considera que la principal garantía que debe proteger el sistema político es la libertad del ciudadano
La intervención del Estado debe ser mínima, garante de la propiedad privada y de la libertad de contratos lo que constituye la base de la sociedad capitalista. El Estado debe hacer pocas leyes y sencillas, se dedicará a actividades tales como: garantizar la seguridad de los ciudadanos y administrar justicia, elementos indispensables para que las personas, mediante su propia iniciativa puedan lograr su bienestar. Es decir, el crecimiento económico y el bienestar social será el resultado de dejar libres a los ciudadanos para que en el alcance de sus propios intereses lleven al desarrollo a toda la sociedad.
Dentro de esta concepción de Estado, las fuerzas del mercado deciden la asignación de recursos y la libre competencia de los privados permitirá un aumento en la producción, la productividad y la calidad de los bienes y servicios.
Al contrario del Estado de Bienestar, en lo cual lo social es una de las principales áreas a la que se debe prestar atención, se propone que el bienestar no es asunto de carácter público sino privado. Cada cual debe cuidar de sí mismo, accediendo a través del mercado a bienes y servicios. El Estado intervendrá para aquellos sectores poblacionales para los cuales el mercado no produce. ( Maingón, Thaís 1992).
Dentro de esta concepción, la política social es siempre transitoria y tiene como fin lograr que una vez recibida la ayuda, la población beneficiaria tenga herramientas para insertarse en la economía productiva, luego de lo cual ya no necesitará la ayuda del Estado.
Dadas las características particulares de nuestros actores políticos en el poder y la correlación de fuerzas sociales, esta propuesta se ha manejado y ejecutado paulatinamente a fin de evitar nuevas confrontaciones. Es así como se nombra una Comisión Tripartita, en la cual están representados los trabajadores, los empresarios y el Ejecutivo para que en la ilusión de participar en la toma de decisiones, se hayan diseñado y aprobado en el Congreso una serie de medidas que le han dado legitimación al modelo neoliberal de Estado en Venezuela con relación a las políticas sociales (Nuevo sistema de prestaciones sociales, nuevo sistema de seguridad social).
En un período de 15 años aproximadamente se ha deteriorado en forma vertiginosa la infraestructura social del país; la misma que procuró a varias generaciones de venezolanos mejores condiciones de vida y ascenso social, hoy mantiene al margen de sus beneficios a un gran número de venezolanos.
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