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La inteligencia de negocios

Enviado por sroque


Partes: 1, 2

  1. Contenido
  2. Conclusión
  3. Bibliografía
  4. Resumen

1. Contenido

Si la hipertensión arterial es un problema que requiere atención, la hiper información de hoy en día también requiere una solución….

La literatura recoge numerosos trabajos de investigación que han tratado de dar respuesta al reto del cambio. En los últimos años, se asiste a la aparición de nuevos modelos y teorías que pretenden facilitar la comprensión y dirección de las grandes y complejas organizaciones actuales (Teece, Pisano & Shuen, 1997; Rajagopalan & Rajagopalan & Spreitzer, 1997, Elfring, 1997)

La mayoría de estos modelos señalan diversas herramientas a aplicar y características que facilitan el proceso de cambio, como la capacidad para innovar y aprender, la calidad total y la mejora continua, la importancia de los recursos humanos, la reingeniería, el outsourcing, o la orientación al cliente, por mencionar sólo algunos de los factores más citados. Una observación de esta relación permite detectar dos grandes temas de interés: el cambio o enfoque dinámico de los problemas y el desarrollo de los recursos y capacidades de la organización. Esto supone, en otras palabras, una convergencia entre el interés por el mercado – manteniendo el mayor grado de ajuste posible con su evolución – y el interés por los recursos y capacidades internas de la empresa. Es decir, el cambio implica el reto, no exento de paradoja, de renovar la organización sin destruir las capacidades básicas que generan ventajas competitivas (Hamel & Prahalad, 1998; Fernández y Fernández, 1998). Se trata de encontrar un equilibrio entre la explotación de los recursos de la empresa, alcanzando rentabilidad a corto plazo, en un entorno que cambia a gran velocidad, y la exploración para innovar y crear nuevas ideas y capacidades que provoquen el cambio (March, 1998).

Ante este reto, algunos autores plantean la necesidad de alcanzar una forma de organización que rompa los límites tradicionales. Una organización con estructuras más flexibles que supere los cuatro tipos de fronteras más frecuentes: las fronteras verticales o jerárquicas, entre personas; horizontales, entre funciones y disciplinas; externas, con suministradores, clientes, empresas y otros stakeholders; y geográficas, con naciones, culturas y mercados. Los nuevos factores de éxito, en el entorno hipercompetitivo, ponen de manifiesto la disfuncionalidad de estos límites. La transformación de las organizaciones del futuro no procederá tanto de una reacción ante los cambios económicos y sociales, como de los cambios internos liderados por sus directivos(Guillart & Kelly) (1999)). Cambios estratégicos construidos con los recursos de la organización, a partir de su historia y sus procesos, estableciendo retos para desarrollar una organización más dinámica y flexible (Ashkenas et al, 1998), que supere las inercias del cambio (Rumelt, 1998), con marcado énfasis en las personas, los equipos y la interconexión en red con otras organizaciones (Dertouzos, 1999), bajo una dirección capaz de impulsar y gestionar esta transformación interna

Las sociedades modernas se caracterizan por estar sometidas a procesos de cambio de naturaleza estructural, continuados y relativamente rápidos. La creciente influencia social del progreso científico-tecnológico, junto con el carácter abierto de las economías y el considerable aumento en el grado de internacionalización en las relaciones económicas y sociales, constituyen tan sólo algunas de las causas que, junto con sus interacciones, permiten explicar ese estado de cambio permanente en el que estamos instalados.

Cada organización es distinta en tamaño, estructura, negocio y procesos operativos. Sin embargo, todas coinciden en la necesidad de optimizar el uso de sus recursos y contar con una operación simplificada. Para lograr ese objetivo, la implementación de soluciones empresariales de distintas magnitudes y especificaciones, adaptadas a las necesidades de cada empresa, según su tipo de negocio, es una realidad actual.

Dentro del mundo de los negocios y, de las organizaciones en general, la "Inteligencia de Negocios", es un concepto respaldado por una nueva manera de hacer las cosas, posible, gracias a los avances de los Sistemas de Información y de las Tecnologías de Información.

La información es un factor crítico para el éxito empresarial, una información cada día más abundante y diversa, procedente de múltiples fuentes, que nos llega en diferentes formatos, que hay que recoger, ordenar, explotar, y manipular para obtener un valor añadido, forma parte de la estrategia competitiva de las organizaciones.

El uso de la información como un arma estratégica, con soporte de herramientas informáticas, conteniendo aplicaciones analíticas, que ayudan a las organizaciones a maximizar su rendimiento en los negocios, generando la eficiencia operativa, forma parte de la Inteligencia del Negocio. Así mismo, la Gestión de Conocimiento ayuda a obtener mayor comprensión y entendimiento del entorno y de los procesos desde la propia experiencia en las personas y organizaciones.

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