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Un planteamiento epistemológico en clave dialéctico materialista sobre arqueología y cultura


  1. Definiciones
  2. Bibliografía

Deseo reconsiderar de manera preferencial la segunda y la primera leyes de la dialéctica materialista precisamente en ese orden.

En el primer caso -muy breve- referido sólamente a la Evolución de la Cultura y en el segundo caso –más extenso- en conexión con el Escrutinio Global de su Contradicción. Del dinamismo interno de la segunda ley dialéctica materialista, se nutrieron por ejemplo las socioculturas prehistóricas tardías y protohistóricas tempranas del Cercano Oriente a través de la evolución de pequeños avances cuantitativos que se acumularon en torno a segmentos coordinados reconocidos como fenómenos culturales: nomadismo-sedentarización, domesticación de animales, agriculturización, paso de la aldea a la ciudad, y fueron seguidos de cambios revolucionarios cualitativos, de acuerdo con las propuestas de Revolución Neolítica y Revolución Urbana por el arqueólogo australiano V. Gordon Childe (segunda ley: paso de la cantidad a la cualidad).

Tomemos ahora la primera ley de la dialéctica materialista formulada en la «relación dialéctica» entre hombre y objeto de su trabajo lo que significaría que «el hombre se produce a sí mismo mediante el trabajo», es decir, que el hombre hace el trabajo (la cultura –"trabajo ejercitado por el individuo"- tiene un sentido antropológico; es la antropología la luz que científicamente ilumina su origen, evolución, reproducción y persistencia permitiendo al individuo pensar sobre sí mismo y "desengañar" o reconocer el "error" en su calidad de actor social, o lo que es lo mismo desmistificar o clarificar la realidad del mundo sociocultural que le sirve de hábitat) y el trabajo hace al hombre (réplica a la lucha por la fusión e identificación entre estos opuestos: las culturas –"trabajos ejercitados por la colectividad"- son a su vez portadoras de humanidad, mediante la actividad de las comunidades que presionan por la enculturación de todo mamífero humano inmerso en su seno). De esta manera, podemos inferir que el Ser Humano por compenetración y contradicción**

(**nulificándose esta última de forma únicamente fragmentaria pues el hombre puede tomar conciencia de la contradicción incrustada como Paradoja de la Cultura: se es "engañado" para convertirse en humano, más cuando el entendimiento es iluminado por la ciencia se observa en ese instante la emancipación total del "misterio" y con ello la liberación absoluta del "error"**)

se hace a sí mismo por medio de la Cultura, una creación suya. La síntesis obligada y llevada aquí a su perfección es entonces la resultante de la disputa, contienda o discrepancia pertinaz entre desmistificación y enculturación, que produce al final la Cultura autocreada.

Es en este momento cuando los opuestos se resuelven en una forma superior y el Humano se transmuta o se transforma en un auténtico Ser Especie.

La tercera ley de la dialéctica materialista, la negación de la negación, expresa la idea del desarrollo. Es una ley más ambigua, confusa e incierta que entra en contraste con los esquemas paradigmáticos marxistas de la ciencia arqueológica y de la antropología sociocultural***

(***entendidos estos como ampliación, validación y aceptación del materialismo histórico de Marx que declara y explica epistemológicamente el conflicto de clases –como motor de la historia— en el interior del modo de producción capitalista con sus antagonismos y sus desigualdades a través de un pensamiento crítico no valórico, llamado así por constituir una precisa forma de ejercicio cognitivo que sin ingresar al ámbito de los valores exige un conocimiento del mundo y de nuestras propias existencias para su transformación.

Ya en el siglo XX, continúan esta labor otros intelectuales marxistas con los demás modos de producción humanos que lo antecedieron y que se concatenan o enlazan en el devenir de la historia uno después de otro –otorgando la razón a un proceso socioevolutivo multilineal— conduciendo al cambio histórico a pesar de tener una base inicial de tipo evolucionista eurocéntrica occidental, permitiendo articularse adecuadamente sin embargo, bien sea para penetrar las sociedades prehistóricas y civilizaciones antiguas o los colectivos etnográficos actuales***).

Quiero involucrar por el momento al empirismo (sólo un ejemplo: la experiencia del arqueólogo procesual en el quehacer de la traducibilidad etnoarqueológica****)

(****un breve enfoque u orientación del trabajo científico del procesualismo se expone en la definición de Empirismo****)

como la metodología mediana, regular, razonable o suficiente para la arqueología a pesar de sus rasgos atomistas y a-históricos*****

(*****una entrega cognitiva de estos elementos más completa y acabada se ofrece en la definición de Etnoarqueología*****).

Definiciones

Arqueología procesual = es la arqueología positivista o empirista.

Arqueología posprocesual = a diferencia del procesualismo, reniega de la capacidad de alcanzar verdades absolutas por medio del método de la ciencia.

Empirismo = Es toda teoría o metodología que considere que la experiencia es el origen del conocimiento. La disposición por hallar un método adecuado para dirigir el pensamiento fue uno de los intereses principales tanto del racionalismo como del empirismo.

La diferencia entre ambos estriba en que, si para los racionalistas el modelo ideal de método era matemático y deductivo, para los empiristas debía ser experimental e inductivo.

Para los empiristas la ciencia no puede basarse en hipótesis o presupuestos no contrastados con la experiencia.

El procesualismo sólamente tiene sentido cuando todo estudio profundo del material arqueológico parte de una idea previa cuya finalidad es dirigir la investigación. En arqueología procesual se hace imperioso entonces agregar un método hipotético-deductivo a la conexión organizada de la información obtenida de los hallazgos materiales del yacimiento arqueológico estudiado y la idea previa enunciada en consecuencia como guía de la investigación -es decir, vincular o relacionar a través del método hipotético-deductivo la idea anticipada que conduce la investigación con el registro arqueológico localizado en el yacimiento- y verificarla con el proceso de la traducibilidad etnográfica que suministra o prepara el dato o el principio inductivo pretendido, afirmado o postulado a partir de la experiencia etnoarqueológica, cuyo corolario es el originar y alimentar la Teoría de Alcance Medio.

Todo esto debería permitir -según los procesualistas- ampliar la relevancia del conocimiento científico de la disciplina.

Traducibilidad = es la extrapolación del comportamiento de los pueblos etnográficos actuales llamados también preindustriales, de tradición oral o ágrafos a las sociedades del pasado.

Etnoarqueología = es una disciplina que se encarga de realizar estudios de cultura material de comunidades preindustriales contemporáneas, con una visión eminentemente arqueológica.

Para el procesualismo se planteaba aquí algo novedoso que era buscar principios generales que conectaran el comportamiento humano con la cultura material y obtener conclusiones que no dependieran exclusivamente del campo teórico de la antropología socio-cultural, dando origen y alimentando con datos a las "LEYES O TEORÍAS ARQUEOLÓGICAS DE ALCANCE MEDIO".

Para el posprocesualismo se expande el rango de interés de la Etnoarqueología sobre todo por que amplía su orbita mas allá de los aspectos tecnoeconómicos y apunta al entendimiento de niveles mayores de complejidad, intentando discernir los correlatos materiales de los aspectos cognitivos, sociales e ideológicos. Se trata de un modelo más generalista que abarca todas las manifestaciones materiales posibles de una sociedad humana determinada.

Dentro de este nuevo marco conceptual la Etnoarqueología no se interesa por "explicar" en el sentido procesual del término (o sea entender la observación o proceso como resultado de una ley o de algún otro modelo teórico universal) sino que trata de INTERPRETAR EL SIGNIFICADO para la sociedad que lo produjo.

En ambos casos es un enfoque traducible, pero además específicamente en el procesualismo científico, es atomista (inductivista tecnoeconómico), a-histórico (enfocado en peculiaridades complejas –fundamentalmente el inductivismo tecnoeconómico- que caracterizan a una sociedad suspendida en un tiempo presente que para beneficio o rendimiento de la arqueología procesual no posee un curso libre, que está al margen del fluir del tiempo, configurando una totalidad invariable y constante que solo pretende cosechar fines y elaborar efectos o resultados para alimentar la Teoría de Alcance Medio) y sincrónico pues se desarrolla en perfecta simultaneidad o coexistencia con otro proceso o causa, a saber: el ocurrir, acontecer o suceder sociocultural del pueblo vivo que es objeto de estudio etnoarqueológico por el investigador.

En la etnoarqueología posprocesual en cambio, el arqueólogo sólamente "interpreta" el contexto de una comunidad humana viviente y lo reivindica adjudicándose íntegramente lo material y lo simbólico de ella al mismo tiempo.

Aquí el método científico procesual –cuya proximidad con las ciencias de la naturaleza es indiscutible- no se sostiene y carece absolutamente de sentido.

Sin embargo, han surgido también críticas contra los arqueólogos posprocesuales que en sus trabajos etnoarqueológicos más recientes el énfasis en lo social los ha llevado a olvidar los aspectos más puramente materiales de la existencia.

Bibliografía

La Hermenéutica por Elena Diez de la Cortina Montemayor, en: INTERNET, http://cibernous.com/autores/hermeneutica/teoria/hermeneutica.html, Madrid, 2008

Teorías sobre la cultura en la era posmoderna por Marvin Harris, Editorial Crítica, Barcelona, 2004

Teoría arqueológica. Una introducción por Matthew Johnson, Editorial Ariel, Barcelona, 2000

Historia y Teoría de la Arqueología, en Enciclopedia Wikipedia, Fundación Wikimedia Inc., Consultar en: INTERNET, http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_y_teor%C3%ADa_de_la_Arqueolog%C3%ADa, 2012

Enciclopedia Oxford de Filosofía por Ted Honderich (Editor), Editorial Tecnos, Madrid, 2001

La Ciencia presunta de Marx por Rafael Echeverría, J.C. Sáez Editor, Santiago de Chile, 2011

Los Orígenes de la Civilización por V. Gordon Childe, Fondo de Cultura Económica, México, 1991

Ciencia Social como Crítica Social. La revolución epistemológica de Karl Marx por Mario Villalobos, Editorial LOM, Santiago de Chile, 2010

Marx y Hegel, en Enciclopedia Wikipedia, Fundación Wikimedia Inc., Consultar en INTERNET, http://es.wikipedia.org/wiki/Marx_y_Hegel

 

 

Autor:

Antonio Brunet Merino