Descargar

The lonely londoners: metáfora del desarraigo

Enviado por Edith Pérez Sisto


     

     

     

    RESUMEN

    En este ensayo analizamos el sentido metafórico de la novela The Lonely Londoners, del caribeño Sam Selvon, donde el desarraigo se convierte en la metáfora central. Nuestro análisis se centrará en las figuras o tropos, en «el lenguaje indirecto y oblicuo expresado en metonimias y metáforas» (Wellek y Warren, 1993:235). La metáfora de The Lonely Londoners nos remite a las secuelas de la descolonización: no son ni británicos, ni africanos, ni hindúes; son otra cosa: caribeños.

    Palabras-clave: metáfora, metonimias, autoexilio.

     

    ABSTRACT

    In this essay, we analyze the metaphoric sense of the novel The lonely Londoners, by the Caribbean author Sam Selvon, in which the feeling of being separated from one’s roots becomes the central metaphor. Our analysis focuses on the figures of speech or tropes, on "the indirect and oblique language expressed in metonyms and metaphors" (Wellek & Warren, 1993:235). The metaphor of The lonely Londoners, refers us to the effects of decolonization: they are neither British, nor African, nor Hindu; they are something else—they are Caribbean.

    Key words: metaphor, metonyms, self-exile.

     

    RÉSUMÉ

    Dans cet essai, nous analysons le sens métaphorique du roman The Lonely Londoners, de l’Antillais Sam Selvon, où la perte de l’identité devient la métaphore centrale. Notre analyse tournera autour des figures ou tropes, « le langage indirect et oblique exprimé par les métonymies et les métaphores » (Wellek et Warren, 1993 : 235). La métaphore de The Lonely Londoners nous renvoie aux conséquences de la décolonisation: ils ne sont ni Britanniques, ni Africains, ni Hindous; ils sont un autre chose: Antillais.

     

    Introducción

    En este ensayo analizamos el sentido metafórico de la novela The Lonely Londoners, del caribeño Sam Selvon, donde el desarraigo se convierte en la metáfora central. Nuestro análisis se centrará en las figuras o tropos, en «el lenguaje indirecto y oblicuo expresado en metonimias y metáforas» (Wellek y Warren, 1993:235).

    Estos autores argumentan que los elementos fundamentales de la metáfora son: «el de analogía, el de la doble visión, el de la imagen sensorial reveladora de lo imperceptible, y el de la proyección animista»(1993: 235). Sin embargo, estos elementos jamás ocurren juntos en igual medida.

    La metáfora es una figura retórica en la cual la semejanza sirve como motivo para la sustitución de una palabra literal desaparecida o ausente por una palabra figurativa; mientras que en la metonimia la contigüidad toma el lugar que ocupa la semejanza en la metáfora (Ricoeur, 1998:61). La metáfora no existe por sí misma, sino dentro y a través de una interpretación. La interpretación metafórica presupone una interpretación literal que se autodestruye en una contradicción significativa.

    Es este proceso de autodestrucción o transformación el que impone una especie de giro a las palabras, una extensión del significado, gracias al cual podemos comprender cuándo una interpretación literal sería literalmente disparatada. De ahí que una metáfora aparezca como un tipo de réplica aguda a una cierta inconsistencia en expresión metafórica literalmente interpretada (Ricoeur, 1998: 63).

    En el contexto de las metáforas que son crítico – literarias (nuestro principal interés) cabe señalar la imagen expansiva, nombre que la vincula, por contraposición, a la intensiva. De acuerdo con Wellek y Warren «la imagen expansiva es la del pensamiento profético y progresivo, de la pasión fuerte y meditación original. Por definición, la imagen expansiva es aquella que abre una amplia perspectiva a la imaginación y en la que cada término modifica fuertemente al otro; la interacción e interpenetración que, según la teoría moderna, son formas centrales del hecho poético, y donde más abundantemente se dan es en la metáfora expansiva…» ( 1993:243) .

    Para Ricoeur, el «es» metafórico significa simultáneamente el «no es» literal y el «es como» del símil. «El producto de estas tensiones ha de ser una verdad que toca la realidad de manera particular: la verdad metafórica que informa tanto como la literal, en sentido de que ambas son falibles y están sujetas a corrección. Compartimos la opinión de Paul Ricoeur cuando dice: «entender un texto es seguir sus movimientos desde el significado a la referencia: de lo que dice a aquello de lo que habla…» (Ricoeur, 1998:100).

    Para Ricoeur el significado del texto no está detrás del texto, sino enfrente de él; no es algo oscuro, sino algo develado. Lo que tiene que ser entendido no es la situación inicial del discurso, sino lo que apunta hacia un mundo posible, gracias a la referencia no aparente del texto. La comprensión tiene que ver con captar las proposiciones del mundo abiertas por la referencia del texto (1998:100). Veamos cómo estas reflexiones nos permiten adentrarnos en el análisis de la obra de Sam Selvon.

     

    La metáfora del desarraigo

    Desde el principio Selvon nos presenta un metafórico escenario de la inmigración, el cual se vuelve metáfora expansiva que equipara el desarraigo con la alienación. El autor modula las imágenes con sugestiva particularidad y sensorial carácter concreto.

    El primer capítulo de la novela establece la rítmica interacción entre los símbolos que remiten al arquetípico antihéroe moderno el cual, según Antonieta Madrid, es «degradado,… condenado a los peores sufrimientos, innecesario y desacomodado…» (1990:85). Es bajo estas condiciones que el personaje central Moisés intenta aprehender la naturaleza de su condición de autoexilio, buscando las razones de su existencia en un mundo alienante. Según Wilfred Cartey, Selvon emplea el clima, las estaciones, la neblina, el frío, el verano, como motivos estructurantes de las actitudes, del comportamiento y condiciones de los inmigrantes en Londres (Cartey, 1991:272). Para Moisés los elementos de Londres asumen configuraciones totalmente diferentes de aquellas que había dejado atrás, y su sentimiento de soledad se incrementa por la cualidad de estos elementos foráneos.

    En la literatura del Caribe de habla inglesa el tema de la inmigración ha sido una respuesta tanto para un fenómeno histórico como para un problema psicológico creado por la relación colonial. Durante los años 50, la gran mayoría de los caribeños se sentía acosado por la pobreza y privaciones de su mundo y buscaron otros lugares que ofrecieran mejores oportunidades. El fenómeno se complicó por la creencia de que compartían una herencia común con la madre patria, Inglaterra. Al enfrentar la realidad se hizo pedazos la ilusión de siglos alimentada por la dependencia colonial y consolidada por la educación que los llevó al trauma y a la alienación tan vívidamente recreada por The Lonely Londoners (1956). Sam Selvon delinea el costo y los riesgos del exilio a través de la historia contada por un narrador omnisciente. Sus inmigrantes logran mantener el sentido de unidad y comunidad; así como perpetuar sus costumbres compartiendo un vocabulario que hace posible que recreen su porción de Inglaterra a pesar de la gran soledad que experimentan. Sheila Patterson sostiene:

    The degree to which the West Indian newcomers adapt

    themselves to the new environment is affected not only

    by the labour situation, the opportunities, and the

    reception which they find in the British labour market,

    but also by the migrants´ own economic background,

    skills, expectations of an attitudes to work, degree of

    adaptability, and also their expectations of the new society

    (1963:67).

     

    En The Lonely Londoners, Sam Selvon establece el sentido de la presencia caribeña, una presencia cálida que usualmente contrasta con "the rigid coldness of their English neighbours" (Trevor, 1986:25). En el caso de los no blancos, la usual antipatía de los británicos hacia los forasteros parece intensificarse debido a la visible alienación del extranjero. Los inmigrantes y particularmente los negros parecen ser el supremo extraño. Esta extrañeza es acentuada por una serie de preconcepciones que asocian la pigmentación oscura con la cultura extranjera y con los más bajos estatus económico y social (Patterson, 1963:209).

    La novela de Selvon trata con humor y comedia la vida de los inmigrantes en Inglaterra y la confronta con la cualidad de vida en el país de origen. Explora sus cómicos ajustes a la vida en Inglaterra, revelando las condiciones de sus vidas y existencia fuera de lo propiamente cotidiano británico.

    Moses take him round the block to the next building when

    they enter a kind of atmosphere hit Galahad hard so that

    he had to stand up against the wall for a minute. It ain’t

    have no place in the world that exactly like a place where

    a lot of men get together to look for work and draw money

    from the Welfare State while they ain’t working. Is a

    kind a place where hate and disgust and avarice and

    malice and sympathy and sorrow and pity all mix up. Is

    a place where everyone is your enemy and your

    friend…(The Lonely Londoners, 1956:29).

     

    Selvon no solamente se concentra en las contradicciones de un inmigrante en particular, más bien nos presenta una amplio canvas donde están representadas las vidas, sufrimientos y alegrías de los personajes tras años de existencia y adaptación a la vida en Inglaterra. La historia de las vidas de sus personajes es reflejo de las variadas etapas de adaptación de los inmigrantes caribeños en Inglaterra. The Lonely Londoners está narrada por un narrador omnisciente en tercera persona el cual demuestra total conocimiento de lo que sucede en las mentes de los personajes. La novela no pretende ser un documento de la inmigración caribeña; sin embargo, Selvon representa con agudeza el progreso social y el despertar personal de los inmigrantes, su autoexilio y la desorientación en un mundo alienante.

    La idea de la inmigración es un fenómeno global y una extensión de la consciencia caribeña. Para Selvon las posibilidades existen en la comprensión de las personas, en su capacidad de reordenar sus sociedades. The Lonely Londoners es básicamente una novela sobre el crecimiento y parte de este crecimiento consiste en la percepción de los personajes sobre sí mismos como parte de un orden nuevo, una nueva cultura, una nueva sociedad basada en valores que, de raíz, son enteramente diferentes de los suyos.

    …What it is that would keep men although by and large,

    in truth and in fact, they catching their royal to make a

    living, staying in a cramp-up room where you have to

    do everything – sleep, eat, dress, live, cook, wash. Why

    it is, that although they grumble about it all the time, curse

    the people, curse the government, say all kind of thing

    about this and that, why it is, that in the end, everyone

    cagey about saying outright that if the chance they will

    go back to them green islands in the sun? (pp.121-122)

     

    Selvon analiza el problema de las minorías que se encuentran sin estatus, poder o simpatía en una nueva sociedad. El autor explora la promesa de la diáspora caribeña, su experiencia de desarraigo, su carencia de hogar y la búsqueda de trabajo en una cultura que realmente no los quiere. Los personajes representados por Selvon son variados: los trinitarios, los jamaiquinos, etc. Sus condiciones de vida también son variadas, sin embargo, existe una marcada tendencia a que los trinitarios y jamaiquinos sean pobres, lo cual dice mucho sobre su cualidad de vida. Ambientada en los años 50, la novela recrea las consecuencias posteriores a la guerra, cuando la gente del Caribe buscaba nuevas oportunidades; y debieron enfrentar la alienación.

    …Asking Moses if he have any thing to eat, the gas going

    low, why you don’t put another shilling in, who have

    shilling, anybody have change? And everybody turning

    out their pockets for this shilling that would mean the

    difference between shivering and feeling warm (p.122).

     

    La novela representa vivamente el pasado colonial y la herencia cultural de la distante y desconocida madre patria. A pesar de haber sido gobernados por Inglaterra, la cual impuso su idioma, costumbres, políticas y sistema social, ellos (los caribeños) continúan siendo diferentes y esta diferencia se torna conflictiva cuando es confrontada con la herencia cultural. Siglos de colonización fueron suficientes para crear un pueblo que desesperadamente busca su identidad, sus raíces. Erróneamente creían que esa identidad perdida y esas raíces se encontraban en otro lugar. La metáfora de The Lonely Londoners, nos remite a las secuelas de la descolonización; no son ni británicos, ni africanos, ni indios, son otra cosa, son caribeños.

     

    Algunas reflexiones finales

    La estructura que subyace al plano de la trama y de los personajes remiten, metafóricamente, al desarraigo con tema central. Los personajes salen a la búsqueda de su identidad y raíces que siempre estuvieron allí, en su país natal. En esa búsqueda se enfrentan estoicamente a la nueva realidad de exiliado que resulta totalmente alienante. Paradójicamente, es a través de la risa que los personajes logran percatarse de lo cómico de sí mismos y pueden soportar los largos y fríos inviernos, enfrentar la discriminación y las opiniones estereotipadas de los ingleses acerca de los inmigrantes; la risa les permite sobrevivir a la aniquilación y a las denigrantes condiciones de pobreza. Selvon describe la reconfortante calidez que el verano trae a las frías madrugadas de los inmigrantes y a los blancos pobres. La novela trata con humor la vida de los inmigrantes en Inglaterra y la confronta con la cualidad de vida del país de origen. La condición de exilio está encarnada en una simbiosis entre la persona caribeña, su historia, su cultura y aquella de los amos. La fragmentación —el distanciamiento del control del amo— aún se percibe, empujando a la persona caribeña a esa parte del Ser que niega la posibilidad de configurar una nueva presencia, una nueva persona. La metáfora de The Lonely Londoners, nos remite a las secuelas de la descolonización.

    Los habitantes del Caribe de habla inglesa no son ni británicos, ni africanos, ni indios, son caribeños. Selvon explora los ajustes a la vida en Inglaterra, revelando las condiciones de sus vidas y existencias fuera de lo propiamente cotidiano británico. Se percibe, a través del lenguaje indirecto y oblicuo, expresado en metonimias y metáforas, que siempre existe la posibilidad de regresar, por lo tanto el exilio se mueve entre dos mundos.

    Una isla es un mundo que expande dos mundos (El Caribe e Inglaterra). La novela se mueve desde la casa del amo hasta el Caribe, lugar de origen de los exiliados. El dialogo de Selvon viaja desde Londres hasta Trinidad. La condición caribeña esta enraizada en una ambivalencia colonial, que irónicamente llevó lo colonial a la capital, a la misma Meca de la cual, en otro tiempo, salió el amo. Esta Meca es un lugar solitario para miles de inmigrantes del Caribe. Quizá es sólo el encanto de la gran metrópolis lo que les atrae a la ciudad donde son rechazados y forzados a sobrevivir. Irónicamente la supervivencia es una cualidad enraizada en el alma y espíritu caribeño, pero a pesar del hecho de que esta ambivalencia está teñida con la soledad y el rechazo, ellos (los inmigrantes) se quedan, disfrutando los paradójicos placeres del exilio. Selvon plantea un tema atemporal ya que la condición de exilio siempre implica un desarraigo. Caracas, 2002

     

    Referencias

    Cartey, W. (1991). Whispers from the Caribbean. Los Angeles: Center for Afro-American Studies. University of California. Madrid, A. (1991). Novela Nostra. (Visión sincrética de la novela Latinoamérica. Caracas: Fundarte. Alcaldía del Municipio Libertador.

    Patterson, S. (1963). Dark Strangers: A Study of West Indians in London. London: Nicholls & Company, Pelican Books.

    Ricoeur, P. (1998). Teoría de la Interpretación. Discurso y excedente de sentido. México: Siglo Veintiuno Editores.

    Selvon, S. (1956). The Lonely Londoners. Hong Kong: Longman Group (FE) Ltd..

    Trevor, J. (1986). English Literatura from the Third World. Hong Kong: York Press, Longman Group.

    Wellek R. y Warren, A. (1993). Teoría Literaria. Madrid: Editorial Gredos.

     

    (*) Ponencia presentada en el XIX Simposio de la Asociación Venezolana de Estudios del Caribe (AVECA), celebrado en Caracas, entre el 28 y 29 de octubre de 2002.

    Edith Pérez Sisto

    En Revista Virtual Contexto, Vol. 8, N° 10, año 2004