Introducción
La obra que hemos analizado se titula "Frankenstein", publicada en 1818 anónimamente por una pequeña editorial llamada Movoy & Jones. No fue hasta 1823 que fue lanzada la segunda edición con el nombre de la escritora Mary Shelley, de origen británico nacida en el año 1797, considerada como un pilar del género de terror. Cabe destacar que esta novela es la primera y más famosa de la autora, luego de haber sido retada por sus amigos, Lord Byron un escritor de la época y Polidori su médico personal, a la composición de una historia de terror.
"El moderno Prometeo" como también se le conoce, dio inicio al género al cual esta pertenece: el gótico romántico, con una estructura epistolar. Fue, también, una de las obras fundadoras tanto del género del terror como de la ciencia ficción. Esta obra se desarrolló en el continente Europeo, principalmente en Ginebra, la cual es la ciudad natal del protagonista del libro, la universidad de Ingolstadt y en lugares místicos como bosques, castillos tenebrosos y espacios alejados y sombríos. Aunque la novela remota los años 1700, se considera intemporal, es decir, que sucede fuera del curso del tiempo en el que vivía la autora.
La sociedad siempre ha tenido un rol determinante en la forma de pensar y actuar de los individuos, principalmente en los autores literarios, a la hora de realizar sus escritos. Shelley es la excepción de esto, porque logró romper el esquema tradicional de aquel periodo elaborando una obra sobrenatural, basándose en los acontecimientos que ocurrían en ese siglo. De igual manera se desvinculó del estereotipo femenino que en la humanidad se presentaba, pudiendo ser una de las primeras escritoras más destacas de la historia.
El hecho en el que se basa la obra es la creación de un monstruo, la cual trajo consigo enfermedad, venganza, muertes y sufrimiento para los personajes. Además, crea una similitud con el mito de Prometeo, ya que el protagonista fue castigado por su propia invención.
En cierta forma Frankenstein es un símbolo de la perversión que puede traer el desarrollo científico descontrolado. A continuación se presentara un análisis de la obra ya mencionada con un enfoque en sus personajes y sus características.
El protagonista, Víctor Frankenstein, un joven tranquilo e inteligente, filosófico y educado "… yo era más tranquilo y filosófico que mi compañera, pero menos dócil. Mi capacidad de concentración era mayor, pero no tan firme." (Shelley 29), decidido con grandes aspiraciones y curioso "…para mí el mundo era un secreto que anhelaba descubrir…" (Shelley 29), pero se consideraba desgraciado "… si un desgraciado como yo pecara de soberbia." (Shelley 234).
Con este personaje se ve reflejada la época donde transcurría la Revolución Industrial en la que los científicos tuvieron mayor apogeo, es considerado el Prometeo moderno ya que, la autora resalta las consecuencias que podría ocasionar jugar el papel de Dios con la creación de un nuevo ser. Además, como la codicia puede cegar hasta el límite de perderlo todo.
Por otra parte, el remordimiento que sentía, no era más que un sentimiento de culpabilidad, ya que fue un cómplice dudosamente involuntario de los crímenes sucedidos en su círculo social.
El ser que ha causado tanta intriga a lo largo del análisis, no es más que un experimento el cual dio vida a lo inerte. Dicha criatura en realidad tiene sentimientos humanos, descubre el amor por la vida y los demás seres vivos, pero tras sufrir la soledad, el rechazo y el odio debido al horror que provoca en los demás se fue deshumanizando, busca venganza y reclama a su creador que asuma su responsabilidad. Monstruo de aspecto repulsivo "… era de aspecto gigantesca, pero de constitución deforme y tosca. Agachado sobre el ataúd, tenía el rostro oculto por largos mechones de pelo enmarañado; del color y la textura de una momia" (Shelley 280), infeliz "… yo, el infeliz, el proscrito, soy el aborto, creado para que lo pateen, lo golpeen, lo rechacen. Incluso ahora me arde la sangre bajo el recuerdo de esa injusticia" (Shelley 283), servicial "… cuando se hacía necesario, quitaba la nieve del sendero y realizaba las tareas que había visto hacer a Félix" (Shelley 135) y rencoroso "… por primera vez noté que mis sentimientos de venganza y odio se apoderaban de mí y que no intentaba reprimirlos" (Shelley 168).
En perspectiva ponemos en duda si este engendro era bueno o malo, ya que las diferentes circunstancias lo llevaron a cometer sus diversas acciones. Además con este personaje podemos ver como los seres humanos solemos juzgar a las personas por su apariencia sin importar los sentimientos de esta.
No podemos dejar de hablar del monstruo sin mencionar a los De laceys, una familia de origen francés conformada, por su patriarca un anciano ciego y bondadoso "… agradezco y acepto su generosidad. Con su bondad me infunde nuevos ánimos" (Shelley 162), siendo este el único que lo acepto, ya sea por su ceguera o por su buen corazón. El hijo mayor Félix, un joven trabajador "… por la mañana temprano, antes de que ella se levantara, limpiaba la nieve que cubría el sendero hasta el establo, sacaba el agua del pozo…" (Shelley 133), melancólico "… siempre era el más triste del grupo…" (Shelley 132), la hija menor Agatha, era dulce y trabajadora "… las tiernas palabras de Agatha y las sonrisas animadas de la gentil árabe no me estaban destinadas." (Shelley 143), Safie quien era la prometida de Félix, alegre y hermosa "… la presencia de Safie llenaba de felicidad a sus habitantes; y también comprobé que gozaban de una mayor abundancia" (Shelley 157).
Esta familia simboliza toda la esperanza y bueno de la humildad, sin embargo se ve como hasta las mejores personas, llegan a ser racistas solo por la apariencia de alguien.
En esta misma línea familiar, no podemos dejar de lado a la familia cumbre de la obra: los Frankenstein. Alphonse F. padre dedicado "…cuando mi padre se convirtió en esposo y padre, las obligaciones de su nueva situación le ocupaban tanto tiempo que dejo varios de sus trabajos públicos y se dedicó por entero a la educación de sus hijos…" (Shelly 27), querido en la sociedad y preocupado por su familia. Caroline B., madre ejemplar "…Mi salud y desarrollo eran su constante ocupación…" (Shelley 27), cariñosa y bondadosa "…la bondad y grandeza de alma de está admirable mujer no la abandonaron en su lecho de muerte…" (Shelley 37), Ernest, el hijo del medio, no era muy estudioso, enfermizo, incapaz de realizar cualquier prolongado esfuerzo, era de disposición dócil "…desde la infancia había sida enfermizo, y Elizabeth y yo la habíamos cuidado constantemente; era de carácter dócil, pero incapaz de cualquier prolongado esfuerzo mental…" (Shelley 35), William, el benjamín de la familia, niño tierno "…del pequeño William. Me gustaría que lo vieras. Es muy alto para su edad; tiene los ojos azules, dulces y sonrientes, las pestañas oscuras y el pelo rizado. Cuando se ríe, le aparecen dos hoyuelos en las mejillas sonrosadas…" (Shelley 68).
Esta familia es un ejemplo de unidad y de cómo hay que buscar la felicidad sin importar las adversidades de la vida. De igual manera, refleja como a veces actuamos sin medir las consecuencias y afectamos a quienes más queremos, en este caso la familia de Frankenstein sufrió las desgracias de su hecho.
La vida de Los Frankenstein no hubiera sido la misma sin la llegada de la dulce y adorada, Elizabeth Lavenza "…era dócil y de buen carácter, a la vez que alegre y juguetona como un insecto de verano. A pesar de que era vivaz y animada, tenía fuertes y profundos sentimientos y era desacostumbradamente afectuosa…" (Shelley 28). Ella alude un regalo en la vida de esta familia.
Desde los principios lleno de alegría a la misma, además de adoptar el papel de una madre tras la muerte de Caroline, también fue la última esperanza de felicidad que tenían todos, tras casarse con Víctor, pero su muerte en manos del engendro trajo la desgracia y la muerte de su tío.
El fiel amigo de la infancia de Víctor fue unas de las personas que estuvo en su vida en las buenas y las malas dándole su apoyo incondicional sin esperar nada a cambio, Henry Clerval quien tenía excepcional talento e imaginación "…su desbordante y entusiasta imaginación se veía matizada por la gran sensibilidad de su espíritu" (Shelley 193) , era muy apegado a la familia Frankenstein "… incluyo a Henry Clerval en esta descripción de nuestro círculo doméstico, pues estaba con mostros continuamente. Iba al colegio conmigo y solía pasar las tardes con nosotros…." (Shelley 30). Clerval en pocas palabras evitó que Víctor también se convirtiera en un monstruo, aunque ambos fueran muy diferentes de una manera u otra lograban entenderse. Sin embargo se puede decir que dicha amistad solo le trajo a Clerval desgracia y su muerte. Se representa como los seres humanos tenemos personas en nuestras vidas que son nuestro soporte y nos brindan un apoyo incondicional a pesar de los errores que cometamos.
Tras la muerte de su único y fiel amigo Henry Clerval a manos del monstruo, Víctor Frankenstein se sintió solo y desgraciado durante mucho tiempo hasta que conoce a Robert Walton, un capitán que viaja al Polo Norte en busca de sus sueños; un hombre solitario: "…Tengo, empero, un deseo aún por satisfacer y este vacío me acucia ahora de manera terrible. No tengo amigo alguno…" (Shelley, 14), con una apasionada curiosidad: "… He intentado que Frankenstein me cuente en detalle la creación del ser…" (Shelley, 401), se consideraba inculto: "…Tengo ahora veintiocho años, y en realidad soy más inculto que muchos colegiales de quince…" (Shelley, 15). Y, guarda cierta similitud con el monstruo, pues al igual que este es solitario y se auto educó: "…Pero aún me resulta más nocivo el hecho de haberme autoeducado…" (Shelley, 15).
En este personaje se figura la importancia de conocer nuestros límites, pues muchas veces tomamos decisiones sin pensar en las futuras consecuencias que estas nos podrían traer.
Tal es el caso de este capitán, que si no hubiese desistido de su destino, su historia acabaría triste y helada. Igualmente, se evidencia el significado de un verdadero amigo, quien no te juzga a pesar de todas nuestras acciones de demencia. Ambos personajes, Víctor y Walton, luego de tanta soledad, encuentran un amigo que limpie su alma de la perturbación.
A pesar de ser la criada de los Frankenstein se logró ganar el cariño y respeto de todos, Justine Moritz de carácter juguetón, en ocasiones distraída, siendo Caroline su ejemplo a seguir"… aunque era de carácter juguetón e incluso en ocasiones distraída, estaba pendiente del menor gesto de mi tía, que era para ella el modelo de perfección" (Shelley 67), agradecida "… esto se vio pronto recompensado; la pequeña Justine era la criatura más agradecida del mundo" (Shelley 67). Se puede decir que ella fue un daño colateral, ya que en sí, el monstruo no la mató pero si fue el causante de su muerte porque la incriminó de tal manera que ella se vio forzada a declarar un crimen que ella no cometió. Se puede percibir que este personaje es una herramienta utilizada por la autora para criticar la ley de aquel entonces, debido a que en aquella época solían acusar injustamente a las personas sin profundizar los hechos, a excepción del Señor Kirwin, un magistrado irlandés, que se compadece de Víctor a pesar de las acusaciones que se le hacían por ser el presunto asesino de su mejor amigo: "…había mostrado gran amabilidad para conmigo. Había ordenado que se me instalara en la mejor celda de la prisión (aunque bien sórdida era), y se había encargado de procurarme el médico y la enfermera…" (Shelley, 225). Refleja cómo no se debe culpar a nadie sin saber los verdaderos hechos.
Los conocimientos del Joven Frankenstein fueron reforzados, pulidos y orientados en la Universidad de Ingolstadt, gracias a la doctrina impartida por dos grandes hombres. El señor Krempe, profesor de filosofía Natural, quien da el recibimiento a Víctor F. en aquel lugar, causándole no muy buena impresión al mismo "…el Señor Krempe era un hombrecillo fornido, de voz ruda y desagradable aspecto…" (Shelley 60), del mismo modo en el que el profesor no sentía simpatía sobre el estudiante "… ¡maldito chico! Exclamó—Le aseguro señor Clerval, que nos ha superado a todos. Piense lo que quiera, pero así es. Este chiquillo, que hace poco creía en Cornelius Agrippa como en los evangelios, se ha puesto a la cabeza de la universidad. Y si no lo echamos pronto, nos dejara en ridículo a todos…" (Shelley 103). Por el contrario, el profesor Waldman, señor benévolo, inteligente y de buen aspecto físico "…su aspecto demostraba una gran benevolencia. Sus sienes aparecían levemente encanecidas, pero tenía el resto del pelo casi negro. No era alto, pero si erguido, y tenía la voz más dulce que hasta entonces había oído…" (Shelley 61), de altos modales "…sus modales resultaron en privado más atractivos y complacientes que en público…" (Shelley 62).
Estos profesores simbolizan como en el trayecto de la vida te encontraras con personas que te animen e incitan a superarte cada día, cautivándote con nuevas cosas que te pueden llegar a ser útiles, y como hay otras que se sienten amenazadas con el progreso del prójimo, causando así cierta discordia.
¿El monstruo es el único culpable de las desgracias? Aunque sus hechos nos llevaran a pensar esto, deducimos que no es del todo cierto. Pese a que fue el autor de los asesinatos, este no pretendía más que agradar al mundo que le rodeaba, y sobretodo ser querido por alguien, pero debido a su aspecto físico fue rechazado por todos y es así como nace un monstruo en su interior.
Todo hombre por naturaleza es bueno, es la sociedad que lo corrompe, y lo lleva a poseer una alta sed de venganza y odio.
Sin embargo, Frankenstein no puede ser exonerado de las acciones cometidas por el engendro, ya que por causa de abandonar su creación surgió lo que prontamente se convirtió en su propia desgracia. Más bien es cierto que no lo creó con la finalidad de que se convirtiera en un monstruo, tampoco pensó en las consecuencias que iba a traer traspasar la barrera de lo posible, arrebatando a la naturaleza y a Dios la capacidad de crear vida de lo inerte. Esta conmovedora historia nos lleva a reflexionar como la cuenca y tecnología han operado de una manera divorciada de los principios morales, desequilibrando el balance entre lo humano y la ciencia.
Al final de la historia no sabes quién es verdaderamente el culpable, si Frankenstein o su propia creación, ya que si Víctor no hubiese engendrado el monstruo, este no hubiese cometido sus delitos. Con esto no le atribuimos toda culpabilidad al protagonista porque los actos de dicha criatura no son justificados, por lo que no se puede medir la culpabilidad de los mismos. Esto nos lleva a concluir que ambos son igualmente culpables.
"Hay un Frankenstein para cada lector, para toda escuela de pensamiento, para cada época"- Christopher Domínguez
SHELLEY, M.
Frankenstein
En el texto: (Shelley, 2008)
Shelley, M. (2008). Frankenstein. New York: Baronet Books.
MARY SHELLEY
En el texto: ("Mary Shelley", 2017)
Mary Shelley. (2017). Es.wikipedia.org. Retrieved 27 September 2017, from
https://es.wikipedia.org/wiki/Mary_Shelley#Lago_de_Ginebra_y_Frankenstein
Autor:
Jussaly Mejia