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EL EFECTO 2000


     

    Indice1. Introducción 2. El precio de la memoria 3. El ordenador de casa 4. Soluciones Hardware 5. Tiempo de cambio: nuevos y mejores procesadores

    1. Introducción

    El efecto 2000 es, sin duda uno de los fenómenos más fascinantes de las últimas décadas. Pese a que su origen se remonta a principios de los años sesenta, habría bastado un comportamiento mínimamente profesional por parte de la industria informática y electrónica, o de los propios gobiernas, para que el problema hubiese estado resuelto a finales de los ochenta. El Efecto 2999 es, en buena parte, fruto de las debilidades del ser humano: la pereza, la desidia o la ignorancia. Sus consecuencias serán sufridas por aquellas personas o países que no disponen del único bálsamo capaz de superar todas las desgracias: el dinero. Gracias a las campañas que han sucedido durante los últimos meses en nuestro país, todo el mundo sabe que el Efecto 2000 es un problema derivado del uso de tan sólo des dígitos para representar el año, en sistemas informáticos y electrónicos. El mayor inconveniente para superarlo es que, en contra de lo que se supone, no afecta sólo a las grandes empresas que disponen de programas o de base de datos muy antiguos. El Efecto 2000 también está presente en los ordenadores domésticos, incluso en los equipos adquiridos hace apenas unos meses. Según diversos estudios, el 93% de los ordenadores vendidos antes del 1996, y el 11% de los comercializados en el año 1998, no superan las pruebas del cambio de siglo. Otra creencia falsa es la que asocia el problema únicamente con el tamaño de la fecha, cuando también presenta un efecto colateral igual de peligroso: el año 2000 será un año bisiesto, pero no porque es divisible por cuatro, sino porque cumple una regla adicional aplicable sólo una vez cada cuatrocientos años, y que no todos los programas que utilizan fechas emplean. Si a ello unimos la "casualidad" de que el día 1 de enero es sábado –muchos errores en sistemas que trabajan de forma automática las 24 horas del día no podrán descubrirse hasta el lunes, cuando puede que ya sea demasiado tarde-, es fácil deducir que estamos ante un fenómeno al que todo el mundo debe prestar atención, pues si sus consecuencias en el ámbito empresarial pueden ser terribles –cancelaciones de pedidos, caducidad de seguros, retraso en el cobro de sueldos y pensiones, anulaciones de vuelos, etc.-, no serán menos molestas para el usuario doméstico. Un ordenador que no reconozca correctamente el año 2000 estará incapacitado para mandar un correo electrónico, acceder a la página de su banco, realizar tablas o gráficas que utilicen comparación de fechas, emplear bases de datos y hojas de cálculo, etc. Además, caducarán todos los programas con licencias temporales. Pese a todo, los numerosos inconvenientes no deben dar lugar a situaciones catastróficas. Aunque diversas profecías se empeñen en afirmar lo contrario, el 1 de enero no va a suponer el fin del mundo. Los organismos encargados de gentionar los sectores críticos, como el agua, la luz y el teléfono, los sueldos o los hospitales, ya hace meses que han solucionado el problema. Según el estudio Millenium Indez, realizado por Cap Gemini, el gasto del Efecto 2000 en España se acerca a los 1`6 billones de pesetas. A lo largo de este artículo se plantean las soluciones generales para resolver el problema del cambio de siglo. Sin embargo, la saturación de información es tan grande, que es imposible abarcar todos los campos. Existen cientos de programas, técnicas y planes de actuación para enfrentarse a cualquier situación. El lector interesado en conocer con detalle el problema, debe visitar las páginas Web que se citan en uno de los recuadros adjuntos, donde se pone a su disposición, literalmente, decenas de miles de páginas de texto relacionadas con el llamados "Bug del Milenio".

    2. El precio de la memoria

    Se ha comentado ya en la introducción, que el Efecto 2000 es un problema derivado del uso de dos dígitos para almacenar fechas. El año 1999, por ejemplo, se codifica como 99. Este método de trabajo se puso en práctica a principios de los años sesenta. Los ordenadores de aquella época disponían de una cantidad de memoria muy limitada, APENAS UNOS Kilobytes, por lo que intentaban reducir al máximo el tamaño de los números, y el año era propicio para ello. Además, incorporar unos pocos Kb a esos sistemas costaba varios millones de pesetas, tanto en memoria de proceso como de almacenamiento –cintas, tarjetas perforadas, disquetes-, por lo que el uso de dos dígitos se convirtió en una costumbre. Los informáticos de la época conocían perfectamente la caducidad del método en el 2000 pero nadie podía imaginar que sus programas o técnicas de trabajo iban a mantenerse durante los próximos 40 años.

    ¿Cuál es la razón para que, varias décadas después, los dos dígitos se sigan manteniendo? En primer lugar, el uso de programas antiguos. Muchas empresas o gobiernos, especialmente en países pobres, no disponen de dinero para renovar sus equipos, y aún trabajan con ordenadores con más de veinte años de antigüedad. La vagancia o el pragmatismo de muchos programadores también ha sido un factor importante. Desarrollar subrutinas y programas cuesta mucho tiempo y dinero, por lo que es una práctica común en el gremio, especialmente si se trata de tareas básicas, utilizar porciones de código ya escrito que se incorpora directamente a los programas nuevos. Eso es lo que ocurre con el tratamiento de fechas. Las actualizaciones de los programas también contribuyen a ello. Casi todas las aplicaciones parten de una primera versión, y después ofrecen una actualización cada pocos meses, cuyo código interno mantiene las características del primer programa. Los sistemas operativos MS-DOS y Windows, por ejemplo, llevan en el mercado más de diez años y lo mismo ocurre con algunos procesadores de textos, bases de datos, etc., de prestigio mundial. En muchos casos, la gestión de las fechas no se ha cambiado. Finalmente, también de considerarse la compatibilidad y la comodidad. Muchas empresas y gobiernos disponen de datos, como el censo de población o de clientes, recopilados hace décadas. Cuando adquieren un programa nuevo, mantienen el uso de los dos dígitos para poder utilizar dichos datos con él, y así se ahorran la conversión de los mismos. De igual forma ocurre cuando una multinacional informatiza su base de datos de clientes o trabajadores, compuestas por miles de persones: teclear los años con dos dígitos ahorra muchas horas frente al teclado. Observando esta recopilación de errores se puede concluir que casi todos los programas creados en los últimos 30 años utilizan el sistema de dos dígitos. A la hora de calcular la edad de una persona, basta con comparar su fecha de nacimiento con el año actual. En el censo de una persona nacida en 1970, es muy posible que exista un campo que almacene los dígitos "70". El programa de cálculo realiza una simple resta 99-70, y ofrece la edad de la persona: 29 años. Este sistema funciona bien con las fechas de este siglo. Pero, ¿qué ocurre si el mismo cálculo se realiza en el año 2000? El ordenador codifica el año 2000 como "00". Al efectuar la resta correspondiente a 00-70, obtiene el numero negativo –70, que interpreta como un error. Si el programa está bien codificado, notificará este error al usuario, pero lo más seguro es que, o bien se bloquee o siga funcionando sin que se preocupe por el resultado –un error gravísimo se trata de calcular pensiones o la caducidad de ciertos productos, por ejemplo-. La adopción de "00" no solo produce fallos en la comparación de fechas; muchos sistemas asumen el valor 0 o 99 como imposible, por lo que se niegan a trabajar con él. Igualmente, ciertos números tienen significados especiales para algunos sistemas operativos y lenguajes, como "nunca borrar esta" o "este es un valor de prueba". Entre ellos se encuentran las fechas 9/9/99, 1/1/11, 6/9/69, 6/6/66, 7/7/77, etc. Por desgracia, los problemas no terminan aquí. Otro error asociado al año 2000 está relacionado con el calculo de los años bisiestos. Casi todo el mundo, incluido muchos programadores, piensa que todo año divisible por cuatro es bisiesto. Sin embargo, el calendario gregoriano, vigente en la cultura occidental, fija no una, sino tres reglas de cálculo de bisiestos: *Regla 1: Si el año sólo es divisible por cuatro, es bisiesto. *Regla 2: Si el año es divisible por cuatro y por cien, entonces no es bisiesto. *Regla 3: Si el año es divisible por cuatro y por cien y por cuatrocientos, entonces es bisiesto.

    Si se aplica la Regla 1, el año 2000 es bisiesto y si se aplica la Regla 3, la que predomina sobre las demás, es bisiesto. Esta última excepción solo ocurre una vez cada 400 años, precisamente, en el año 2000. El problema radica en que muchos programas sólo aplican las dos primeras reglas para el cálculo de bisiestos, por lo que deducen que el año 2000 no es bisiesto y, por tanto, producirán un error el día 29 de febrero, o cuando supongan que el 2000 tiene 365 días, frente a los 366 días reales. A ningún trabajador le gustará encontrarse, a finales de febrero, con un día menos de paga.

    Chips Empotrados En el mundo existen varios cientos de millones de ordenadores. Pero, se calcula que hay más de 7000 millones de chips que trabajan con fechas y, por tanto, también pueden sufrir el "bug" del milenio. Estos chips se llaman empotrados o encapsulados porque suelen soldarse al electrodoméstico o sistema mecánico. Casi todos los aparatos domésticos incluyen un chip de este tipo: los relojes, el vídeo, el fax, los teléfonos móviles, los coches, los contadores del agua y la luz, sistemas de alarma, etc. Otros muchos, aparentemente no relacionados, como los ascensores o el sistema antiincendios, también pueden verse afectado. Muchas máquinas tienen sistemas de seguridad que guardan la fecha de la ultima revisión, y se desactivan si dicha revisión no se efectúa en el plazo previsto. En el caso de que los chips empotrados no estén preparados para trabajar en el año 2000, es muy probable que el 1 de enero, los ascensores dejen de funcionar, el coche active alguna de las alarmas o el vídeo se niegue a grabar la película del próximo fin de semana. El remedio es complicado, pues estos chips suelen estar soldados a la placa principal y es necesario sustituir el electrodoméstico completo. Antes de que acabe el año, conviene hacer una lista de todos los dispositivos caseros que utilicen fechas y, si es posible, programarlos en una fecha posterior al año 2000, para comprobar que funcionan correctamente. Si alguno falla, hay que ponerse en contacto con el fabricante para exigir un arreglo o, en caso de que aún esté en garantía, la sustitución completa del mismo. Si se es responsable de una comunidad de vecinos o del mantenimiento de una empresa, también hay que revisar los ascensores, las alarmas, los sistemas de iluminación, riego, y demás mecanismos equivalentes.

    3. El ordenador de casa

    Dentro del ámbito informático, el Efecto 2000 se ha convertido en una verdadera pesadilla para la mediana o gran empresa. Este sector dispone de miles de ordenadores conectados en red y datos asociados que deben intercambiarse con otras empresas, por lo que son necesarios planes de actuación que superan el ámbito de este informe. En cualquier caso, se incluye un recuadro que aporta algunos consejos en este sentido. Los usuarios domésticos y la pequeña empresa pueden enfrentarse al problema de forma personalizada, realizando las acciones necesarias en cada ordenador, para adaptarlo al cambio de siglo. Las fechas se gestionan en tres lugares independientes: el hardware de ordenador, que recoge los años a través del reloj de la BIOS: el sistema operativo que la ofrece a las aplicaciones: y los programas individuales, capaces de aceptar fechas correctas para después utilizarlas de forma errónea, si no están preparados.

    La Bios Del Ordenador Los equipos informáticos controlan el tiempo a través del RTC, es decir, el Reloj en Tiempo Real. Mantiene la fecha y la hora de forma permanente gracias a una pila situada en la placa base. Puesto que la compatibilidad es un tema prioritario en todos los ordenadores, el reloj sigue utilizando el mismo mecanismo empleado en los rimeros equipos de IBM, a principios de los ochenta, que usaban el chip Motorola MC146818 de 8 Bits para almacenar la fecha. Esto obligaba a codificar el año con dos dígitos. Las primeras dos cifras del año las asigna la memoria no volátil o CMOS, y se guarda en distintas direcciones, 32h o 37h, según los modelos. Este valor, hasta 1996, era permanente: 19. El ordenador lee la fecha del RTC, por ejemplo, 99, y añade el prefijo 19 suministrado por la CMOS, es decir, 1999. Es fácil darse cuenta de que, en el año 2000, un equipo que utilice este sistema creerá que está funcionando en el año 1900, o en el primer año que reconoce, normalmente 1980 o 1984. Cuando se enciende el ordenador, la BIOS, un chip donde se almacena la ROM, lee la fecha suministrada por el RTC y la CMOS, y se la ofrece al sistema operativo. A partir de 1997 algunas BIOS reconocen la centuria correctamente, y otras lo hacen cuando el usuario fija manualmente la fecha 1 de enero del 2000.

    Aquí reside el primero de los errores derivados del Efecto 2000. Para comprobar el correcto comportamiento de la BIOS del ordenador, pueden realizarse algunas pruebas manuales. Hay que comprobar si el ordenador es capaz de cambiar de siglo y, lo que sé más importante, si puedo mantener la fecha a partir del 1 de enero. Basta con acceder al reloj del ordenador –en MS-DOS, mediante las ordenes TIME y DATE, y en Windows, a través del Panel de Control-, y realizar las siguientes pruebas oportunas: *Prueba 1: Activar la fecha 31-12-99, hora 23:58. Esperar y comprobar si el ordenador cambia de siglo de manera correcta. *Prueba 2: Activar la fecha 31-12-99, hora 23:58. Apagar el ordenador, esperar al cambio de año, y volver a encenderlo. Comprobar si se ha producido el cambio de siglo. *Prueba 3: Activar cualquier día y hora dentro del año 2000. Apagar el ordenador, esperar unos minutos, volver a encenderlo, y comprobar si el tiempo se contabiliza correctamente.

    Estas pruebas pueden producir resultados diferentes, que exigen soluciones distintas. *Resultado 1: La fecha es correcta en todos los casos. El hardware del ordenador supera sin problemas el Efecto 2000. Esto ocurre con todos los equipos adquiridos este año 1999. *Resultado 2: No supera ninguna prueba, es decir, no cambia correctamente de año, ni reconoce el resto de días a partir del 2000. Casi con toda seguridad, la BIOS solo puede actualizarse mediante una solución hardware. *Resultado 3: No supera la Prueba 1 o 2, pero supera la 3. La BIOS no cambia correctamente de año, aunque funciona bien a partir de 1 de enero. Basta con poner la fecha correcta cuando llegue el día 1 y, a partir de ese momento, todo irá bien. *Resultado 4: Supera correctamente las pruebas 1 y 2, pero no supera la 3; o bien no supera la prueba 1, pero el año erróneo siempre es el mismo, por ejemplo, 1900 o 1984. Se puede arreglar con una solución hardware o software. Estas pruebas también pueden llevarse a cabo con unos programas gratuitos que realizan los chequeos sin necesidad de reiniciar el ordenador o esperar los minutos necesarios. Como puede ser el "YMARK2000", el "TEST2000", el "ami2000, etc…

    4. Soluciones Hardware

    Son las más recomendables, pues aseguran la completa solución del Efecto 2000 pero, a excepción de la primera, cuestan dinero.

    Actualización de la BIOS. Consiste en descargar un pequeño programa gratuito de la pagina Web del fabricante y ejecutarlo en el ordenador. Este parche actualiza de forma automática la BIOS, para que funcione sin problemas en el año 2000. Aunque, por definición, es una solución software, se ha incluido aquí porque actúa sobre el hardware –la BIOS- del ordenador. De esta forma, para actualizar la BIOS, es necesario buscar en el manual de la placa base la marca y modelo, y descargar de Internet el parche adecuado, Esta información también aparece en la parte inferior de la pantalla, la encender el ordenador, o en el chip, si se abre el mismo. En último caso, siempre se puede consultar en la tienda donde se adquirió. Esta es la solución perfecta, pero ocurre que muchas BIOS no se pueden actualizar. Si ese es el caso, entonces será necesario recurrir a otra solución diferente.

    Sustitución de la BIOS o la PLACA BASE. Si la BIOS no puede actualizarse, entonces hay que cambiarla. Puesto que muchas placas base sólo funcionan con una BIOS, será necesario sustituir toda la placa base. Se trata de una solución cara, pero prepara el ordenador para futuras ampliaciones por parte del usuario.

    Utilización de una Tarjeta Especializada. Cuando no se puede actualizar la BIOS, y no se quiere cambiar la placa base, una solución intermedia es adquirir una tarjeta que incorpora su propio reloj. Elimina el problema a un precio reducido, y sin necesidad de cambiar nada. Presenta el inconveniente de que consumen una dirección de Entrada/Salida y un slot ISA, necesario para una tarjeta de sonido antigua o una placa SCSI, por ejemplo.

    Solución software. También es posible utilizar un pequeño programa residente en memoria. Se carga en el fichero AUTOEXEC.BAT, antes del sistema operativo, y convierte la fecha errónea de la BIOS al formato correcto para ofrecérsela a los programas. Tiene la ventaja de que muchas de estas utilidades son gratuitas o cuestan poco dinero. Sin embargo, al tratarse de un programa consume memoria y puede ser borrado accidentalmente o corrompido por un virus. Hay decenas de ellos, por lo que conviene probar varios y decidirse por el que funcione correctamente.

    El sistema Operativo. Arreglar la BIOS no es una garantía de que todo funcione bien en el año 2000. Puede que el ordenador suministre la fecha correcta al sistema operativo, pero si éste no la sabe interpretar, el problema no se ha erradicado. A partir del año 1995, estos programas toman los años de la BIOS y la centuria lo añaden ellos, por lo que todas las funciones criticas superan el Efecto 2000, con algunas excepciones, por supuesto.

    El Software. El último elemento a considerar son los programas instalados en el ordenador. Basta con adelantar la fecha al año 2000 y comprobar si funcionan, pero hay que tener cuidado cuando se trabaja con datos importantes, pues pueden perderse. La mejor solución consiste en consultar la documentación de los mismos o visitar la página Web del fabricante en cuestión. Si el programa no supera el Efecto 2000 y ha sido creado por una compañía seria, seguramente ya existe un parche que se puede instalar para arreglar el problema. En la página Web de EDS, en la dirección www.vendor2000.com, hay una base de datos de 5.000 compañías y más de 160.000 programas donde se informa si superan el Efecto 2000, y se ofrece el parche correspondiente. Se actualiza diariamente. También deben actualizarse los programas caseros, o los realizados por encargo. Se necesitan conocimientos de programación para analizar el código fuente y descubrir los bucles donde se procesan las fechas.

    La llamada crisis del año 2000 Se trata del hecho de que en algunas computadoras, en particular en las de modelos viejos, las fechas son almacenadas en tres campos de dos dígitos cada uno, lo cual impide distinguir entre las fechas del siglo XX y las del siglo XXI. Por si esto fuera poco, algunos programadores utilizaron en aquella época el 99 como un valor especial suponiendo que para 1999 ya existirían otras aplicaciones. Los especialistas en informática consideran hoy en día que se trata del problema más grande al que se ha enfrentado la industria de la computación en sus 50 años de existencia. Por desgracia, muy pocas organizaciones están preparadas para encontrar una solución oportuna.

    La dimensión real del problema Cada cuatro años suele haber un pequeño ajuste en el calendario gregoriano utilizado hoy en día desde su implantación en 1582. Dicho ajuste es el que ha llevado a la existencia de un día adicional en febrero de cada cuatro años, o sea, al llamado año bisiesto. Muchos programadores de computadoras no tomaron en cuenta este hecho al definir sus fórmulas para el cálculo de fechas. No obstante, el ajuste de un día cada cuatro años no representa el mayor reto de los sistemas complejos: la llegada del año 2000 y los problemas que implica van mucho más allá. Considere, por ejemplo, un sistema gubernamental de pagos que maneje cifras de 5 años hacia atrás. En el año 2001, al visualizar los pagos anteriores, los operadores esperarán obtener en su pantalla una lista de arriba hacia abajo con indicaciones acerca de los años 01, 00, 99, 98, 97, etc. Sin embargo, las listas clasificadas en forma descendente por fechas les mostrarán los datos correspondientes a los años 99, 98, 97… 01 y 00 en vez de lo originalmente deseado. El significado de los datos será totalmente alterado.

    Entre las necesidades existentes debido a la llegada del año 2000 cabe mencionar los siguientes: El rediseño de formas y de reportes en los cuales el campo de fecha no aparece completo o de manera adecuada. La reindexación de aquellas bases de datos que utilizan la fecha como índice. La reprogramación de sistemas de los que no existe el código fuente. La elaboración de procedimientos especiales para el manejo de listas basadas en fechas, o para la recuperación de información existente en cintas de respaldo en las cuales el 99 aparece como separador o como indicador de terminación de una lista. El rediseño de los sistemas de código de barras dado que hasta ahora ninguno de los dispositivos existentes para tal fin utiliza 4 dígitos para el manejo del año. La reingeniería de casi todas las computadoras portátiles dado que no están preparadas para el cambio de fecha del 31 de diciembre de 1999 al 01 de enero de 2000 (porque el BIOS no soporta el año 2000). Desgraciadamente, el problema causado por la crisis del 2000 abarca muchos más aspectos no necesariamente técnicos: Por ejemplo, para calcular la edad de una persona nacida en 1960, la fórmula utilizada hasta ahora es 97-60=37, pero en el año 2000 dicha fórmula sería 00-60=?. En este caso la lógica implícita para calcular los años transcurridos puede fallar. El resultado puede ser un número negativo, o bien, un entero extremadamente grande. En ambos casos, el resultado puede dar lugar a la cancelación de tarjetas de crédito, a errores en el cálculo de pensiones, al pago indebido de intereses, a la obtención de saldos telefónicos erróneos, etc. Han de ser verificados el 100% de los sistemas actuales. Las pruebas de cómputo en los mainframes y las bases de datos muy grandes implican simular el año 2000, pero son muy pocas las organizaciones con la capacidad de cómputo requerida para duplicar todos los sistemas, los archivos, los respaldos, etc. Además, la prueba de todos los sistemas obliga probablemente a trabajar los fines de semana.

    Ha de ser debidamente presupuestada la estrategia a seguir La manera más efectiva de evitar esta crisis consiste en cambiar el 100% del software por versiones listas para operar con fechas del año 2000. Este procedimiento sería de un costo excesivamente alto, en especial para programas cuyo código fuente ya es inaccesible. En este contexto cabe señalar que el costo de corrección de una línea de código en COBOL fue estimado por Gartner Group entre $1.10 y $1.50 dólares, lo cual implica que el costo total de la solución a la crisis del 2000, tan solo en los Estados Unidos, es superior a $1500 millones de dólares. En términos de desarrollo de aplicaciones, existirán problemas sólo si los campos tipo fecha no son debidamente utilizados. Estos problemas son ajenos a la herramienta de desarrollo pero dependen de cada programador. Por ejemplo, Microsoft Visual Basic está preparado para calcular correctamente fechas del próximo siglo, pero si no se utilizan las funciones internas de cálculo de fechas, o sea, se convierten las fechas en números seriales, o se utilizan campos enteros como fechas, las aplicaciones pueden ser incompatibles a la larga. Existen otros problemas de menor importancia, como por ejemplo el hecho de que MS-DOS no ha de aceptar la fecha 00 y de que ha de obligar a la captura completa del "2000", o bien de que ciertos programas tales como Microsoft Windows 3.1, despliegan incorrectamente las fechas de los archivos del año 2000 mostrándolos con caracteres no numéricos (basura). Este problema se solucionaría con el simple hecho de que ya todos los usuarios se actualicen a los nuevos sistemas operativos.

    5. Tiempo de cambio: nuevos y mejores procesadores

    Las leyes no fueron hechas para violarlas, pero si dos anuncios hechos recientemente por Intel e IBM son ciertos, un vulnerable estatuto de la industria de la computación tendría que ser reformado. La Ley de Moore, así nombrada en honor al cofundador de Intel, Gordon Moore, establece que los chips duplican su poder cada 18 a 24 meses. El pronóstico, hecho en 1965, había demostrado hasta ahora ser notablemente preciso. Pero un nuevo tipo de memoria de Intel, y un nuevo proceso de diseño de chip IBM, ofrecen indicios de una aceleración en este ciclo evolutivo. Intel ha introducido un nuevo tipo de memoria flash que almacena dos veces la cantidad de datos en el mismo espacio, mientras que IBM ha dado a conocer un método de usar cobre para encoger el tamaño del chip mientras que impulsa el desempeño. Los competidores cuestionan el impacto a corto plazo de estas tecnologías. Pero, al menos, su trabajo sirve para ilustrar la afirmación de que "el diseño de chips y la tecnología de procesos se están moviendo con más rapidez que ninguna tecnología en la historia", según Nathan Brookwood, analista de semiconductores de Dataquest, en San José, California. Mientras tanto, en los próximos meses aparecerán computadoras portátiles basadas en nuevas versiones de los procesadores de Intel y Advanced Micro Devices. Para finales de este año, nuevos chips empujarán la PC más allá de 400 Mhz y tendrán instrucciones que prometan acelerar la presentación de gráficas de 3D, al igual que las instrucciones de MMX aceleran el desempeño de los multimedios. Y para finales de 1999, dicen los vendedores y los analistas, las PC de escritorio llegarán a velocidades de 600 Mhz, mientras que los servidores y estaciones de trabajo de alto nivel alcanzarán la asombrosa velocidad de 800 Mhz. ¿Estamos entrando en una edad de oro de la tecnología de los chips?. Quizás, pero casi todos los adelantos mencionados anteriormente sólo existen aún en comunicados de prensa y laboratorios de investigación. He aquí lo que usted puede esperar hasta el momento en que finalmente estén en su escritorio.

    Memoria doble La mayoría de las noticias en el mundo de los chips gira alrededor del diseño del procesador, pero las tecnologías de memoria también están evolucionando. En septiembre de 1997, Intel anunció StrataFlash, una memoria flash de célula de múltiples niveles, que retiene su contenido incluso cuando el dispositivo se apaga. En vez de asignar uno de dos niveles de voltaje posible a una célula de memoria, StrataFlash asigna uno de cuatro. Así que en vez de tener dos estaciones posibles – encendido y apagado – las células de StrataFlash tienen cuatro – dos encendidos y dos apagados -. Así, cada célula puede almacenar el doble de los datos de un chip de flash convencional. La memoria flash de múltiples niveles encontrarán aplicaciones obvias en las cámaras digitales, computadoras de mano, teléfonos celulares, máquinas contestadoras y grabadoras de audio digitales, por ejemplo, pudieran proveer dos veces la capacidad de imagen o dos veces la resolución de imagen. Los portátiles de mano con Windows pudieran ofrecer programas con todas las características. Y las máquinas contestadoras y las grabadoras de audio podrían retener más mensajes y grabaciones más largas. Los dispositivos que usan StrataFlash pueden ser anunciados dentro de poco, pero no espere que aparezcan hasta la segunda mitad de este año. StrataFlash no es la única tecnología de flash de Densidad Doble desde noviembre de 1996. ¿Nunca ha oído hablar de ella? ScanDisk también se está concentrando en la porción del mercado de almacenamiento masivo con memoria flash, particularmente en las cámaras digitales. Intel está dirigiendo StrataFlash al mercado de almacenamiento masivo, más el mercado mayor de almacenamiento de código, donde la memoria flash reemplaza al RAM o ROM en dispositivos que van desde las portátiles de mano a los distribuidores de redes y módems. ScanDisk indica que los chips de StrataFlash tienen una duración de 10.000 ciclos de borrado, a diferencia de los 100.000 ciclos de la memoria de Densidad Doble en ScanDisk. (La mayoría de los chips de flash convencionales también tienen 100.000 ciclos de borrado). Otro competidor, AMD, sugiere que StrataFlash puede sufrir problemas de confiabilidad. Intel descarta las cuestiones de confiabilidad y argumenta que aún 10.000 ciclos de borrado, es una vida larga – lo suficiente para tomas 240.000 exposiciones en una cámara digital (el equivalente a 10.000 rollos de película -.

    Pedal a fondo A pocos días del anuncio Intel de StrataFlash en septiembre, IBM presentó su propio desafío a la Ley de Moore, anunciando un nuevo proceso de fabricación usando cobre para producir CPU y ASICs (circuitos integrados específicos a la aplicación, usados en todo desde los aceleradores gráficos a los motores de automóviles) menores, más rápidos y menos costosos. El cobre promete acelerar los procesadores permitiendo circuitos menores y más eficientes en el uso de la energía. Los circuitos menores significan una ruta más corta para los electrones dentro de un chip; lo cual mejora el desempeño. El procesador viejo 386 de Intel usó un proceso de fabricación de 1.5 micrones (Un micrón es una milésima de milímetro). Los Pentiums actuales aun un proceso de 0.35 micrones, encogiendo la trayectoria de los electrones en más de tres cuartas partes. En cierto punto, el desempeño del chip queda limitado por el alambrado de aluminio microscópico que conectan los componentes del chip. A medida que las dimensiones de los circuitos se encogen a 0.35 micrones, la resistencia eléctrica del aluminio amenaza limitar el desempeño. Un viaje corto no es muy rápido en carreteras lentas. El cobre conduce con menos resistencia. Los primeros de esta nueva raza serán las versiones de cobre de PowerPC 750 usadas ahora en algunas computadoras Apple Macintosh de alto nivel. Para mediados de año IBM espera distribuir chips de PowerPC que corran a 400 MhZ y que estén fabricados a 0.20 micrones, 20 por ciento menos que la próxima generación de chips basados en aluminio. Las generaciones subsiguientes serán de 0.18 micrones o menores. IBM también construye chips x86, pero no espere ver versiones de cobre de ellos hasta la primera mitad de 1999, predice Linley Gwennap, editor en jefe de Microprocessor Report. El descubrimiento de IBM suena simple, pero involucra algo más que sustituir tan sólo el cobre por el aluminio. El cobre contamina al silicio, ocasionando el fallo de los transistores de un chip. IBM no dice precisamente cono aísla el cobre como un ingrediente esencial en los chips de mañana no es ningún secreto. En agosto pasado, Sematech, un consorcio de investigación de la industria cuyos miembros son todos los fabricantes importantes de chips (incluyendo IBM), anunció la fabricación exitosa de chips de cobre. Y ocho días después del anuncio de IBM, Motorola dijo que planea construir procesadores de cobre de 0.20 micrones para septiembre de este año. Para el 2003, la mayoría de los chips probablemente estarán basados en el cobre. Sin embargo, al aluminio le queda bastante vida, según Intel y otros competidores de x86. "Nosotros cambiaremos el cobre, pero a una marcha más lenta que IBM", dice el portavoz de Intel, Howard High. Intel actualmente esta desarrollando circuitos de aluminio de 0.18 micrones. Espere verlos para 1999. Para encoger los circuitos sin ser víctimas de la conductividad inferior del aluminio, Intel estrechará el alambrado dentro del chip, pero retendrá su altura, dice High. Imagínese el enfoque de Intel como agregar un segundo nivel a un puente estrecho. Intel se figura que el aluminio mantendrá su eficiencia de costo hasta que los circuitos se reduzcan a 0.13 micrones, y entonces será hora de cambiar.

    Confusión de 3d Mientras el cobre reclama su lugar en el futuro, los fabricantes de procesadores siguen batallando en el presente. Usted verá más chips nuevos y mejoras en la arquitectura x86 en los próximos 24 meses que en cualquier tiempo en la historia reciente. El Puerto Gráfico Acelerado, que en un momento era exclusivo de los sistemas que usaban el CPU Pentium II de Intel y el juego de chips 440 LX, pronto será casi universal. AMD y Cyrix apoyarán a AGP para junio de 1998, con Centaur Technologies detrás. Los cuatro fabricantes de CPU también trabajan en conjuntos de instrucciones operativas que agregarán a sus chips para este año o algo así. Estas instrucciones especiales, cuando corren el software optimizado para ellas, prometen impulsar el desempeño de punto flotante y de 3D. Esta vez, puede Intel no esté al frente. El K6 3D de AMD, que saldrá en sistemas para mediados del año correrá 300 y 350 Mhz, apoyará al MMX mejorado así como 24 nuevas instrucciones de 3D, y correrá en un bus del sistema de 100 Mhz. Los sistemas basados en AMD han competido bien contra la PC basados en Intel en las aplicaciones de negocio, pero tienden a retrasarse en las pruebas de MMX. Con los nuevos conjuntos de instrucciones "no vamos a igualar el desempeño de Intel; vamos a superarlo", promete Lance Smith, director de mercadeo técnico de la compañía AMD. El Cyrix Mxi, un nuevo chip programado para la segunda mitad de este año, compite con los Pentium II de hasta 400 Mhz, contiene las propias instrucciones de 3D y de punto flotante de Cyrix, y apoya a AGP. Cyrix también planea un mejor desempeño de MMX en su próxima generación de chips y agregar MMX a sus procesadores Media GX de nivel de entrada. ¿Y que piensa Intel? Aquí es donde esta oleada de innovación comienza a mostrar su lado obscuro – creando dilemas confusos para los compradores. La fuentes de la industria dicen que las nuevas instrucciones de 3D y de punto flotante de Intel estaba preparando el lanzamiento del procesador Pentium MMX, reveló detalles del conjunto de instrucciones de MMX nueve meses antes del debut del procesador. Eso significó que AMD y Cyrix pudieran distribuir sus propias versiones compatibles sólo unos meses después. Hasta ahora, Intel ha mantenido silencio – y parece no querer jugar con sus rivales menores. AMD, Cyrix y Centaur planean seguir su cuenta. Puede que salgan primero al mercado, pero ¿escribirán los desarrolladores de software códigos que aprovechen las instrucciones actuales en un porcentaje pequeño de sistemas en el mercado? Apoyar varios conjuntos de instrucciones no es demasiado difícil técnicamente, pero significa más trabajo para los desarrolladores y eso puede ser económicamente inconveniente para algunos, dice Andrew Lunstad, cofundador de Fenris Wolf, una compañía de software de Minnesota, que trabajó estrechamente con Intel para desarrollar aplicaciones de MMX. Si los desarrolladores siguen el patrón creado por MMX, el software optimizado para un conjunto de instrucciones probablemente correrán en otras PC, pero no tan bien. En el peor de los casos, esas aplicaciones pudieran operar más lentamente o no trabajar en el chip equivocado. Finalmente Microsoft puede servir de árbitro. Los desarrolladores pudieran decidir no preocuparse por ninguno de los conjuntos de instrucciones, y en vez de ello escribir software para hablar con DirectX, las rutinas de multimedios en el sistema operativo de Microsoft. ¿Cuál en la conclusión probable? Algunos analistas apuestan a que AMD y Cyrix se retirarán y que el mercado seguirá el ritmo de Intel. Entretanto "Intel parece dispuesto a dejar que la arquitectura se fragmente para debilitar a sus competidores", dice Michael Slater, director editorial de Microproccesor Report. Si eso sucede, no cuente con ver mucho software optimizado para 3D. Los desarrolladores puede decidir que no quieren complicarse tanto. Este es el caso donde la cooperación servirá al consumidor mejor que la competencia exagerada. Usted no necesita la Ley de Moore para saber que el futuro traerá procesadores más económicos y más rápidos. Pero recuerde que explotar las capacidades de estos chips está de parte de los fabricantes de hardware y software. A fin de cuentas usted debe decidir si realmente necesita sus productos mejorados. Para los profesionales gráficos y los jugadores ansiosos, un aumento dramático en la velocidad pudiera hace la vida más placentera. Pero para los usuarios empresariales normales, un procesador de 400 Mhz no será mucho mejor que uno de 233 Mhz. Las decisiones sobre el tipo de poder que usted requiere no necesitan de una ley – simplemente sentido común.

     

     

     

    Autor:

    Douglas Zambrano