Programas de manejo de roya (Hemileia vastatrix) en fincas cafetaleras
Enviado por Alex Castilblanco
- Resumen
- Introducción
- Antecedentes
- Justificación
- Planteamiento del problema
- Objetivos
- Hipótesis de investigación
- Marco teórico
- Diseño metodológico
- Resultados y discusión
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
- Dedicatoria
- Agradecimiento
- Opinión del tutor
En el departamento de Matagalpa (Nicaragua) se realizó una investigación con el propósito de evaluar los programas de manejo de roya en diferentes condiciones edafoclimáticas, para que sirva de referencia a cafetaleros para el control de esta enfermedad. El enfoque empleado en la investigación es de carácter descriptivo cuali-cuantitativo y de corte transversal, el instrumento utilizado es una encuesta realizada a los productores. En este estudio se muestrearon cinco fincas cafetaleras, consideradas como las de mejor productividad. Se estudio la densidad de siembra que en promedio fue de 4589 plantas/ha, el promedio de incidencia de roya en este ciclo fue de 4.158 %; el 100 % de la muestra realiza rotaciones de fungicidas cuyos ingredientes activo son un triazol mas una estrobirulina, la frecuencia de aplicación son de 45 días como promedio, la regulación de sombra la realizan una a dos veces al año donde el mayor porcentaje que mantienen en los cafetales es de 40 % y el menor de 10 %; la poda en bloque selectiva es la de mayor uso, el 80 % de la muestra opta como mejor solución la implementación de variedades con resistencia a roya. El control de maleza lo realizan manual y químico en su totalidad; el 80 % realiza análisis de suelo que son la base en su fertilización, la finca de mejor rendimiento es La Cumplida con 2.44 Tn/Ha oro en el ciclo (2014-2015) y la de menor rendimiento El Limón con 1.73 Tn/Ha oro en ciclo (2014-2015).
El café es el rubro de mayor importancia en el sector agrícola de Nicaragua, ocupa el sexto lugar en el PIB, siendo el principal producto de exportación con un 18.2 % de las exportaciones totales (MAGFOR, 2013).
Matagalpa y Jinotega cuentan con 80,000 manzanas (56,000 hectáreas) correspondiente a 60 % de la producción nacional (Guhuray, Monterrey, Monterroso, & Staver, 2000). La mayoría de los cafetales en Nicaragua se encuentra en la región norte del país, donde Matagalpa y Jinotega son considerados los principales productores del rubro a nivel nacional.
Los cafetales de Nicaragua, han sido uno de los afectados por la roya entre los países de centroamérica, según la Organización Internacional de Café (OIC) y han detectado una incidencia promedio del 50 % en el área sembrada de café en la región centroamericana; en nuestro país las afectaciones han alcanzado un 37% de los cafetales (La Prensa, 2013).
Siendo un cultivo tan importante para la economía y desarrollo del país, es necesario conocer sobre técnicas y prácticas que puedan servir para el mejoramiento productivo del café, y así mismo sirva de ayuda para mejorar el control de las principales enfermedades que afectan al café en el país, principalmente la roya.
El propósito del estudio consistió en identificar los programas de manejo de café (Hemileia vastatrix) en fincas del departamento de Matagalpa, con el fin de proponer alternativas a estos programas de manejo de roya. El instrumento que se aplico fue una encuesta a los productores seleccionados como muestra en el departamento de Matagalpa, para conocer la forma de trabajo, las principales afectaciones por roya, el manejo fitosanitario que le brindan a sus cafetales y los rendimientos productivos.
Este trabajo beneficiará a a todos aquellos productores de café con alta incidencia de roya en sus cafetales, el cual les brindará alternativas y soluciones eficientes para el control de esta enfermedad, teniendo una mejor visión, conocimiento y alternativas para mejorar el manejo agrómico del café, tomando de referencia fincas de élite en el departamento de Matagalpa: La Cumplida, INA Tepeyac, El Limón, Santa Ana y Zaragoza.
El café es un producto cultivado en los países de clima tropical, de ahí que mayormente es producido por los países en desarrollo, constituyéndose en el principal rubro de exportación agrícola y primera fuente generadora de divisas después del petróleo, además de mostrar grandes perspectivas de desarrollo en el mercado internacional (MINAGRI, 2013).
La roya del café apareció por primera vez en Centroamérica en 1976, pero nunca había afectado la producción tan gravemente como en el ciclo 2012-2013. Cinco países de la región declararon el brote como emergencia nacional, debido a sus serias repercusiones socioeconómicas, las cuales se han profundizado por la grave baja de los precios del grano. De la superficie total (593.037 hectáreas) destinada al cultivo del café en el período 2012-2013, en los siete países miembros del PROMECAFÉ y en Nicaragua, el 55 % fueron afectados por la roya. Las pérdidas en el sector cafetalero se han estimado en más de 19 % (3,5 millones de sacos de café de 60 kg) o US$ 499 millones (16 % de la producción total). Más del 80% de los caficultores son pequeños productores que carecen de otras fuentes de ingresos. Los trabajadores desplazados se estiman en 373.584 personas (el 17,2% de la fuerza laboral del sector).
Cerca de 1,9 millones de personas dependen del café para su sustento, incluidos algunos de los trabajadores sin tierra más pobres de la región (García, 2013).
Según estimaciones del MAGFOR, citado por FUNIDES (2013), en Nicaragua hay 43 mil productores de café, de los cuales el 93 % son pequeños productores (de 1 a 5 manzanas) ubicados principalmente en los departamentos de Jinotega, Matagalpa y Las Segovias. Hay establecidas unas 180 mil manzanas de café, de las cuales 172.5 miles están siendo cosechadas en el ciclo 2012-2013. El rendimiento promedio es de menos de 17 qq/ha., el más bajo de la región, que incluso fue afectado por el reciente brote de roya y antracnosis.
De acuerdo al grado de incidencia de roya en el café, se estima que la producción 2012/2013 de la zona Norte se vio afectada aproximadamente entre 20 y 30 %. El aumento de la Antracnosis trajo como consecuencia afectación a la calidad de los frutos y su efecto sobre la calidad de taza. Sin embargo, el efecto mayor se vio en la cosecha 2013/2014, por la reducida capacidad de la planta para sostener la floración y formación de los frutos, también por las pérdidas de población de plantas por área (FUNIDES, 2013).
El Gobierno de Nicaragua, junto con el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), ejecutan un plan especial contra la roya que incluye medidas fitosanitarias, transferencias tecnológicas, capacitación y un programa de renovación de cafetales con variedades resistentes al hongo (Prensa Libre, 2014)
Estudios realizados en la región de Coatepec, Veracruz, México por Morales (2011), establecen que las variaciones en la temperatura y la humedad relativa afectan la incidencia y distribución de la roya del café, asimismo, la elevación de la temperatura media puede favorecer el aumento de la incidencia de la roya, ya que una temperatura cercana a los 23 °C favorece la germinación de las uredosporas, ocasionando mayores porcentajes de infestación.
En trabajo monográfico realizado en la comunidad de Moyuta, Jutiapa, Guatemala por Guerra (2004), se encontró que las prácticas como manejo de la sombra, manejo de tejido del cultivo específicamente, así como las limpias correspondientes y un plan adecuado de fertilización en base a un análisis de suelos han permitido una reducción y en muchos casos la total desaparición de enfermedades fungosas que han afectado al cultivo del café.
En un estudio realizado por López (2010) en Turrialba, Costa Rica, se llegó a la conclusión que existe un efecto positivo de la carga fructífera sobre la incidencia y severidad de la roya del café (menor afectación de la roya en las plantas sin o con poca producción que en plantas con mucha producción).
En un trabajo realizado en Managua, Nicaragua por Lara (1997), se aplicó Bacillus thuringiensis en donde se logró un porcentaje de protección desde 67 – 99 % en los períodos de incubación y latencia de roya, presentando períodos de protección de 17 a 60 días; sin embargo una vez iniciada la enfermedad no afecta el desarrollo de esta.
Actualmente en Nicaragua, los niveles de incidencia de enfermedades y plagas, están determinadas por un complejo de enfermedades entre ellas ojo de gallo, antracnosis, mancha de hierro, mal de hilachas, pero la que presenta mayor incidencia es la roya, con un 37 % de afectaciones a nivel nacional (MAGFOR, 2013).
La incidencia de la roya del café ha afectado los índices productivos de casi todos los productores de café del país, ocasionando pérdidas económicas que han afectado directamente a la economía principal de Nicaragua.
Según el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria, OIRSA citado por Rugama (2014), en Nueva Segovia, Madriz y Estelí vieron sus cultivos afectados entre un 25 y un 30 % y unas 32,000 personas perdieron sus empleos directos en fincas de todo el país
Debido a problemas que causa la roya (Hemileia vastatrix), tanto en la fitosanidad del café en su producción y en la economía del productor, es necesario encontrar una solución sostenible que no afecte el medio ambiente y que controle la incidencia de esta enfermedad, para elevar los índices productivos del cultivo, que es una de las bases de la economía nacional.
Los expertos coinciden en que el actual brote de roya del café se debe a múltiples factores y que está asociado a prácticas agrícolas inadecuadas, sumadas a eventos climáticos y a los bajos precios del café. Muchos agricultores no han invertido en el manejo de sombra, fertilización, monitoreo o fumigación, además de que no se han renovado antiguas plantaciones y algunas contienen variedades altamente susceptibles a la roya. A lo anterior se suma la variabilidad climática y el aumento de la temperatura media durante los últimos años, factores que habrían generado condiciones favorables para el brote del patógeno (García, 2013).
Según estimaciones de Oxfam, citado por la Prensa Libre (2014), el corte de café en Nicaragua genera de 500,000 a 600,000 empleos entre permanentes y temporales.
Citando al MAGFOR (2013), Matagalpa y Jinotega representan el 63 % del área cafetalera del país, los cuales son los mayores afectados económicamente, debido a que el rubro del café es la base económica de estos departamentos; por tanto el daño causado por la afectación de roya en las plantaciones de café en estas zonas ha traído reducción en la producción de café y por ende, la cantidad de empleo se redujo.
Es por esto que es muy importante que fincas cafetaleras de Matagalpa y Jinotega tengan un buen plan de manejo contra esta enfermedad, para asegurar los bajos índices de incidencia y evitar problemas que puedan afectar financieramente a los productores nicaragüenses. Se beneficiarán los productores, ya que un buen manejo en las plantaciones tendrá plantas sanas o de baja afectación de enfermedades, por tanto mayor fecundación de frutos y mayor índice productivo al final de la cosecha. Los resultados del presente estudio, servirán de fuente de consulta para estudiantes y docentes pero de igual manera aporta elementos para tomadores de decisiones en el campo agrícola y el desarrollo rural.
Las enfermedades del café, entre estas la roya (Hemileia vastatrix), ocasionan caída de hojas, frutos; muerte de ramas y en consecuencia provocan disminución de los rendimientos y longevidad de la planta. Estas enfermedades se pueden ver favorecidas por un manejo deficiente del cultivo, principalmente del manejo nutricional (Úbeda, 1996).
De acuerdo a lo establecido anteriormente se planteó lo siguiente
Pregunta general
¿Cómo inciden los programas de manejo de roya (Hemileia vastatrix) en cinco fincas cafetaleras bajo condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa, segundo semestre 2014?
Preguntas específicas
¿Cuál ha sido el nivel de incidencia de la roya (Hemileia vastatrix) en cinco fincas cafetaleras bajo condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa, segundo semestre 2014?
¿Cómo repercute la roya (Hemileia vastatrix) en los programas de manejo de cinco fincas cafetaleras bajo condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa, segundo semestre 2014?
¿Cuál ha sido el impacto de la roya (Hemileia vastatrix) sobre los rendimientos productivos en cinco fincas cafetaleras bajo condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa, segundo semestre 2014?
Objetivo general
Identificar cómo incide programa de manejo de roya (Hemileia vastatrix) en cinco fincas cafetaleras de condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa, segundo semestre 2014.
Objetivos específicos
Determinar niveles de incidencia de roya (Hemileia vastatrix) en cinco fincas cafetaleras bajo condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa, segundo semestre 2014.
Describir los tipos de manejo de roya (Hemileia vastatrix) de cinco fincas cafetaleras bajo condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa, segundo semestre 2014.
Estimar la repercusión de roya (Hemileia vastatrix) en los rendimientos productivos del café en cinco fincas cafetaleras bajo condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa, segundo semestre 2014.
Proponer alternativas para los programas de manejo de roya (Hemileia vastatrix) en fincas cafetaleras bajo condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa, segundo semestre 2014.
Hipótesis de investigación
Hipótesis general
Las condiciones edafoclimáticas de cinco fincas cafetaleras del departamento de Matagalpa no inciden en los programas de manejo de roya (Hemileia vastatrix).
Hipótesis específicas
Los índices de afectación de roya (Hemileia vastatrix) en cinco fincas cafetaleras no están determinados por las condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa.
Las condiciones edafoclimáticas de cinco fincas cafetaleras del departamento de Matagalpa no determina el tipo de manejo contra la roya (Hemileia vastatrix).
Las condiciones edafoclimáticas de cinco fincas cafetaleras del departamento de Matagalpa no incide en la repercusión de roya (Hemileia vastatrix) en los rendimientos productivos del café.
Las alternativas para los programas de manejo de roya (Hemileia vastatrix) en cinco fincas cafetaleras no están determinadas por las condiciones edafoclimáticas del departamento de Matagalpa.
- Ecología del cultivo de café
La producción exitosa del café está fuertemente condicionada por factores ambientales, entre los que cuales se destacan la temperatura, precipitaciones, radiación solar, viento y suelos. Considerando lo anterior, tanto los excesos como los faltantes de un factor o elementos del ambiente pueden tornarse limitantes para el cultivo (Baylón, Contreras, Medina, Tórrez, & Zelaya , 1996).
- Temperatura
Según CICAFE (2011), la temperatura promedio anual favorable para el cafeto se ubica entre los 17 a 23 °C. Temperaturas inferiores a 10 °C. provocan clorosis y paralización del crecimientos de las hojas jóvenes.
En Nicaragua, las temperaturas más altas para el café se encuentran alrededor de los 600 msnm, mientras que los más bajos en alturas superiores a los 1500 msnm; así que en términos generales, las altitudes óptimas para café están ubicadas entre 900-1200 msnm (INIFOM, 1999).
- Precipitación
Baylón, et al (1996) establece que existen dos componentes importantes de la precipitación que determina el buen comportamiento del cafeto, cantidad y distribución: 1600-1800 mm bien distribuidos, con períodos secos definidos de dos a tres meses como condición óptima.
La cantidad y distribucion de las lluvias durante el año son aspectos muy importante, para el buen desarrollo del cafeto. Con escasez de lluvia se limita el crecimiento de la planta y sequías prolongadas pueden ocasionar defoliación.
- Humedad relativa
Cuando alcanzan niveles superiores al 85%, se propicia el ataque de enfermedades fungosas que se ven notablemente favorecidas (CICAFE, 2011).
Es de suma importancia realizar controles de sombra en el cafetal, ya que la humedad relativa será mayor en los cafetos que se encuentren bajo sombra, que en los expuestos al sol, debido a que la sombra reduce la temperatura y en consecuencia la evaporación, transpiración y velocidad del viento.
- Radiación solar
El cafeto aprovecha aproximadamente uno por ciento de la luz solar incidente para el proceso fotosintético. Si la temperatura de la hoja sobrepasa los 34 °C, el nivel de asimilación será prácticamente cero, por ello, el coeficiente de fotosíntesis de las plantas bajo sombra es más alto que cuando estan a plena exposición solar (Jiménez, 2007).
La historia muestra que el cafeto se encontró en un ambiente natural bajo sombra y en Nicaragua se cultiva el café bajo sombras, ya que ésta permite regular la penetración de luz solar necesaria para propiciar un mejor desarrollo y mayor longevidad de los cafetales.
- Vientos
CICAFE (2011) establece que fuertes vientos inducen a la desecación y al daño mecánico de tejido vegetal, asimismo favorecen la incidencia de enfermedades.
Por esta razón es conveniente escoger terrenos protegidos del viento, o bien establecer rompevientos para evitar la acción de éste.
- Suelos
La fertilidad del suelo son diversas, y en ocasiones contradictorias, las definiciones acerca de la fertilidad del suelo, sin embargo, se acepta que en esencia hace referencia a la capacidad que posee el medio edáfico para suplir los elementos escenciales que demandan las plantas para su metabolismo (Sadeghian, 2008).
Un suelo fertil posee una reserva adecuada y balanceada de nutrientes, suficientemente disponible para soportar los requerimientos nutricionales de los cultivos.
- Botánica del cultivo de café
El cafeto pertenece al género Coffea de la familia Rubiáceas. De acuerdo a Chevalier, citado por Baylón et al (1996), esta familia consta de 500 géneros y entre 6,000 a 8,000 especies de las cuales, una docena tienen interés desde el ángulo cafetalero. Del género Coffea, en ésta se encuentran los cultivares más importantes explotados como cafés suaves: caturra, catuaí, etcétera.
- Morfología General
La planta del café arábico se forma normalmente de un solo eje o tallo central en cuyo extremo presenta una parte meristemática en continuo crecimiento, lo que origina la formación de nudos y entrenudos. En los primeros ocho a diez nudos de una planta joven sólo se forman hojas, a partir de ahí se forman ramas laterales o bandolas. El alargamiento del tallo y ramas de forma continua, sumado al crecimiento vertical, da a la planta un aspecto cónico (Baylón et al, 1996).
- Anatomía general
Sistema Radical
La raíz principal es pivotante, de 50-60 cm de longitud, de ésta, se originan las raíces axiales o de sostén y las laterales que se extienden horizontalmente, de donde brotan las raicillas que son las que absorben el agua y nutrientes del suelo. El 80 % de ellas se concentran en los primero 30 cm de suelo y cubren un diámetro de 1.5 m a partir del tronco. La raíz es de mucha importancia desde que está en la etapa de semillero, ya que si se deja para el trasplante una raíz deformada, ésta repercutirá en la planta adulta (Baylón et al, 1996).
Tallo y ramas
Es leñoso, erecto y de longitud variable de acuerdo con el clima y tipo de suelo; en las variedades comerciales varía entre dos y cinco metros de altura (Alvarado & Rojas, 1994).
El eje central o tallo ortotrópico en el café arábico, produce normalmente sólo yemas vegetativas, nunca flores. Las ramas laterales o plagiotrópicas son las que producen flores y frutos. Si el punto apical de crecimiento del eje ortotrópico es destruido se desarrollan yemas en el lado inferior de las hojas que primero crecen en sentido horizontal, luego se doblan y crecen verticalmente formando una rama ortotrópica o chupón, que a su vez forma hojas y ramas laterales. (Baylón et al, 1996).
Según Alvarado y Rojas (1994) el café presenta la particularidad de producir tres tipos de yemas que originan diferentes partes de la planta: el tallo, bandolas y hojas.
En la definición morfológica del cafeto intervienen dos tipos de yemas: cabezas de serie y seriadas, las cuales, se comportan diferentes al encontrarse en crecimiento ortotrópico o plagiotrópicas, las primeras siempre dan origen a ramas plagiotrópicas; mientras que las segundas originan ejes ortotrópicos o chupones en el tallo principal y normalmente flores en las ramas (plagiotrópicas) (Baylón et al, 1996).
Es importante señalar que en el axila de cada hoja se forma solamente una yema "cabeza de serie" por lo cual, la rama plagiotrópica a que da lugar no puede ser reemplazada en caso de perderse cualquiera que sea edad del arbusto. La cosecha se concentra en el crecimiento nuevo de ramas inferiores y cerca del ápice, las axilas florales sólo producen una vez. Es por esto que la producción anual se incrementa durante los primeros años, luego disminuye drásticamente. Para evitar esta situación se utilizan los sistemas de poda o recepa (Baylón et al, 1996).
Hojas
La lámina de la hoja mide de 12 a 24 a cm de largo por 5 a 12 cm de ancho, variando su forma de elíptica a lanceolada (Alvarado & Rojas, 1994).
El tamaño de la hoja no solo varía entre especies y cultivares, sino tambien de acuerdo con las condiciones de sombra o plena exposición de sol a que este sometida.
Las hojas, individualmente tiene un período de vida de varios meses a más de un año (7 – 10 meses) y su producción es mayor durante el período de crecimiento activo (febrero-junio). El café pierde sus hojas especialmente en períodos de sequía o por otras causas (Jarquín, Obregón, & Zelaya, 1996).
Flores
Las axilas de las ramas plagiotrópicas presentan generalmente de uno a tres ejes florales, los cuales se dividen en dos a tres ramificaciones (2-4 mm) que terminan en una flor. El total de flores por axila varía de 2 a 12. En la flor individual hay en la base un receptáculo poco desarrollado que se prolonga en el cáliz (Baylón et al, 1996).
La corola es un tubo largo, cilíndrico en su base, que se abre arriba en cinco pétalos de color blanco. Los cinco estambres están insertados en el tubo de la corola y sostienen anteras largas que se abren longitudinalmente para soltar el polen. El gineceo está constituido por un ovario súpero, con dos óvulos; el estilo es largo, fino y termina en dos ramas estigmáticas (Baylón et al, 1996).
La floración del café permanece pocos días. Es inducida primero por días cortos, y posteriormente cuando hay humedad suficiente, ya sea proveniente de la lluvia o del riego. El número de floraciones varía según el patrón de precipitación de una región determinada (Alvarado & Rojas, 1994).
Cuando se abre la flor, las anteras ya han liberado gran cantidad de polen; por esta razón, la autofecundación se da en un alto porcentaje. Una vez que el polen alcanza los óvulos, la fertilización se completa durante cuatro o seis días. (Alvarado & Rojas, 1994).
Frutos
El fruto de los cultivares comerciales de café es una drupa elipsoidal, ligeramente aplanada. En el ápice del fruto maduro hay un disco (ombligo), que representa la inserción de la corola y el estilo. En el interior se encuentran dos lóculos con una semilla cada uno; aunque a veces, por anormalidades fisiológicas o genéticas, se forma una semilla redonda (caracolillo) o frutos vanos (Jarquín et al, 1996).
Un fruto maduro normalmente se forma por: una cubierta roja o amarilla llamada epicarpio o cáscara y una envoltura resbalosa que es el mesocarpio o mucílago (ambos formas "la pulpa") y una envoltura cartilaginosa que cubre por separado la semilla, constituye el endocarpio o "pergamino" (Jarquín et al, 1996).
Semilla
Está constituida en su mayor parte por el endospermo de color verdoso cuyas células contienen almidón, aceites, azúcares, alcaloides como cafeína y otras sustancias que son responsables del aroma del café cuando se tuesta y muele (Baylón et al, 1996).
El embrión de una semilla mide de 1 a 2 mm, consta de un hipocótilo y de dos cotiledones yuxtapuestos y mide de 2 a 5 mm de largo. Al germinar el embrión, lo primero que brota es la radícula que penetra la tierra produciendo raicillas (Alvarado & Rojas, 1994).
El hipocótilo crece y levanta los cotiledones envueltos en el pergamino; la película plateada y restos del endospermo que por último se desintegran (fósforo). Al desaparecer las coberturas los cotiledones verdes se extienden horizontalmente (popa) y entre ellos se desarrolla la plúmula que formará el resto del tallo y follaje. El proceso de germinación de la semilla hasta conformar plántulas a trasplante (Baylón et al, 1996).
- Manejo de café
- Manejo de Sombra en cafetal
El grado o nivel de sombra en el cafetal depende de factores ambientales como la precipitación, las horas luz, la humedad relativa, la nubosidad, como también de la arquitectura o las características de la especie vegetal seleccionada como sombrío (tasa de crecimiento y densidad de copa), de características edáficas y de la competencia por nutrientes y agua que la especie arbórea ejerza sobre el cafetal (Jarquín et al, 1996)
En zonas con limitaciones ambientales para el desarrollo del cafeto éste requiere de más sombra y consecuentemente, de un mayor número de árboles o mayor porcentaje de sombra y en condiciones ideales para café, el cultivo puede establecerse a plena exposición solar o con un menor número de árboles por hectárea o un menor grado de sombrío (Valencia, 2010).
En los cafetales con sombra, se observa comúnmente áreas con muy poca sombra y otras con demasiado sombrío, esto dependerá de la estructura del árbol, de su forma y desarrollo de la copa, de las distancias de siembras de los árboles.
Según Valencia (2010) un ejemplo práctico con baja densidad de siembra de los árboles o en los primeros años de desarrollo de los mismos o con la selección de una especie inadecuada para el sitio de establecimiento del sombrío del café, o un manejo excesivo de los árboles, o con ataques de plagas en determinadas épocas del año, pueden obtenerse niveles de sombreamiento deficientes o muy bajos para el desarrollo del cultivo (sombrío del 10 al 20 %) en lugares que así lo requiera; igualmente con densidades altas de siembra de los árboles o debido a su mal manejo (sin podas de mantenimiento y sin podas de formación), o una inadecuada distribución de los árboles en el campo, en corto tiempo se presentarán niveles de sombreamiento excesivos (>50%) limitantes para la producción del café.
Es por eso que en plantación de café la sombra se debe manejar y regular cada año el porcentaje de sombra del plantío, para que exista la entrada de suficiente luz, calor y aire, impidiendo el desarrollo de enfermedades tales como ojo de gallo (Mycena citricolor), Roya (Hemileia vastatrix) entre otras (Jarquín, Obregón, & Zelaya, 1996).
Poda de formación
Esta labor se realiza cuando los árboles de sombra aún están jóvenes para formar un solo tronco de 4-6 m de altura y darle su copa correspondiente, de modo que no estorbe a los cafetos vecinos ni la circulación de los trabajadores en el cafetal (Mendoza, Zelaya, Contreras, & Obregón, 1996).
Poda de mantenimiento
Se efectúa anualmente para permitir suficiente luz y una buena distribución de la misma en el cafetal. Al podar es recomendable dejar tocones, para alargar la vida de la planta y que sirvan de apoyo al podador (Mendoza et al, 1996).
Esta poda se realiza para la regulación de entrada de rayos solares, y regula la temperatura del plantío ya que en época de llenado el café demanda mayor cantidad de horas luz, porque necesita mayor eficiencia en la realización fotosíntesis.
Períodos para ejecutar la regulación de sombras
Según Mendoza (1996), por el tipo de sombra que se utiliza en las zonas norte y central, la época más adecuada son los meses de marzo y abril, además se ejecuta anterior a la poda para facilitar el arreglo de materiales (ramas caídas, troncos de árboles podados o eliminados).
Cuando se usa madero negro, sobre todo en regiones de baja altitud, se regula la sombra en el mes de septiembre, lo que estimula la formación del nuevo tejido que protegerá al cafetal en los meses más secos (marzo-abril) (Mendoza et al, 1996).
En plantaciones productivas se inicia a regular la sombra tan pronto termine la cosecha. Esta labor podrá extenderse hasta donde lo permita la iniciación de la floración, es decir, evitar la regulación cuando la plantación está en esta etapa. Para plantaciones en desarrollo se podrá realizar durante todo el año y principalmente en los meses abril-junio. En las áreas a renovarse se ejecutará después de concluida la cosecha y con un año como mínimo de anticipación a la siembra del nuevo cafetal (Mendoza et al, 1996).
- Manejo de tejidos de café
En el cultivo del cafeto la poda es una práctica que se justifica debido a que la planta produce en las partes de la rama de crecimiento reciente; es decir, en aquellas áreas donde no ha fructificado. A través de la poda se elimina la madera vieja e improductiva y se obtiene madera joven y productiva (Sánchez, 1985).
Tipos de podas
Poda baja o recepos
Palma, (1998) establece que poda baja o recepo consiste en cortar el tallo de la planta a una altura de 30 a 40 centímetros del suelo, para renovar completamente los tejidos productivos. Se realiza en plantacioness deterioradas o agotadas que han bajado sensiblemente su producción.
Este es un proceso muy drástico de renovación del tejido que afecta incluso el volumen de las raíces; por esta razón, sólo se debe recurrir después de haber efectuado otras prácticas de manejo como la poda alta.
Poda alta o descope
Según Villeda (1999), la poda alta consiste en suspender el desarrollo vertical del cafeto mediante la poda ejecutada a una altura de 1 metro para variedades de porte bajo y a 1.20 metros para variedades de porte alto, con el propósito de estimular el crecimiento de ramas secundarias y terciarias, así como la formación de un segundo estrato de producción.
Este tipo de poda es muy adecuada para prolongar la vida productiva de un cafeto y para formar una planta de tallo vigoroso con ramas también vigorosas. Es muy favorable cuando aún no se justifica del todo la poda por recepo, en muchos casos conviene hacerla como una primera etapa previo al recepo.
Poda sanitaria
La poda sanitaria consiste en eliminar en una planta las partes afectadas por enfermedades tales como: ojo de gallo, antracnosis, mal de hilachas, mal rosado (Jarquín et al, 1996).
Este sistema de poda es de mucha importancia para mantener un control fitosanitario en el cafetal, evitando la dispersion de las enfermedades y el contagio con otrros cafetos.
Selectiva
Ramírez (1996) establece que la poda selectiva consiste en la poda individual por planta de acuerdo con el agotamiento que cada una presenta, en razón de lo cual se puede realizar la poda a diferente altura.
Este sistema se adapta muy bien a fincas pequeñas con bajas densidades de población, además, este manejo de poda ha resultado ser el de mayor respuesta productiva en las fincas cafetaleras.
Este sistema es el que más se utiliza los países cafetaleros, con el cual se eliminan las ramas que quedan más agotadas después de la cosecha.
Cíclica
Bajo esta modalidad, se recepa en forma total uno de cada tres, cuatro o cinco surcos cada año. Se pueden hacer programas de poda alta, sola o combinada con recepo (Jarquín et al, 1996).
Este sistema es recomendable en plantaciones con altas densidades de siembra, y para aplicarlo es necesario considerar altura, precipitación, suelos, estado de agotamiento, etc.
En bloque
Consiste en recepar o descopar por parejo todos los cafetos completos. En este sistema se seleccionan bloques de cafetal que estan improductivos o agotados para generar material nuevo por medio de la recepa o bien encontrar bloque de cafetal joven para descoparlos, con el fin de prolongar la vida útil de esa plantación (Villeda, 1999).
Este sistema presenta numerosas ventajas ya que pone a todos los cafetos bajo iguales condiciones de crecimiento, es fácil y económica de aplicar y los hijos de esta poda crecen sin limitaciones de espacio.
- Manejo de maleza en café
En la caficultura sostenible el término de control de malezas se refiere a disminuir la competencia de las plantas no deseadas (malas hierbas) con el cultivo principal, sin caer en el error de dejar los suelos completamente limpios expuestos al deterioro causados por las condiciones ambientales, la nueva propuesta de control se orienta a un manejo poblacional de las malezas sin pensar en su erradicación entendiendo que la presencia de estas plantas favorece la estabilidad física, biológica y química de ecosistemas cafetalero (Ordóñez, Viera, & Hernan, 2001).
Por lo tanto se puede estimar que el control de malezas debe de ser sistemático e integrado, debido que no existe un método que resuelva todos los problemas es por eso que debe combinarse los tres controles el cultural, el químico y el manual, para mayor eficiencia en el manejo de malezas.
En las zonas cafetaleras de Nicaragua existe variabilidad de predominancia de malezas, en la región norte del país predominan malezas de hojas anchas anuales en su mayoría, de ciclo anual, siguen en importancia especies gramíneas. En el caso de la región del Pacífico Central, predominan las especies de gramíneas, principalmente las de ciclo perenne. En el caso de las hojas anchas, predominan las de ciclo perenne (Somarriba & Vallejos, 1996).
La mejor manera de ejercer un sistemas más eficiente para el control de maleza es conociendo el tipo de arvenses que se encuentran presente, teniendo conocimiento de su ciclo de vida, aspectos económicos y ecológicos del cultivo.
Control Cultural
Se refiere a las prácticas agronómicas que manejadas eficientemente aseguran el crecimiento vigoroso del cultivo para que pueda competir con las malezas (Somarriba & Vallejos, 1996).
Según Ordóñez (2001) existen diferentes controles culturales de malezas los cuales se mencionan a continuación:
Una fertilización balanceada y oportuna traerá un buen desarrollo de la planta de café lo que permitirá competir con las malezas por espacio, agua, luz y nutrientes.
El uso de altas densidades con variedades mejoradas produce una presión ecológica del cultivo con relación a las demás plantas siempre que sea posible se debe sembrar el cafeto en poblaciones de 3500 a 5000 plantas por manzana lo cual provocará un cierre de la calle en un menor tiempo posible, lo cual disminuirá las oportunidades para el establecimiento de malezas y consecuentemente bajando los costos operacionales.
El uso de plantas de rápido crecimiento utilizadas como sombra temporal producen un efecto de control cultural (Musáceas: 4 por 4 ó 5 por 5 m).
Como la planta del cafeto se defiende menos en la etapa post-trasplante y pre cosecha entonces las prácticas manuales de control básicamente serán dirigidas a eliminar las malezas localizadas en el surco o banda de goteo y a manejar selectivamente (arranque y chapea) las situadas en la calle.
Control manual
Consiste básicamente en la eliminación de las malezas utilizando equipo y/o las herramientas agrícolas conocidas como el machete, azadón y chapiadora motorizadas, este método es tan antiguo como la agricultura misma (Ordóñez et al,2001).
Al momento de la deshierba manual hay que tener precaución por un corte en el cafeto debido que deja descubierta la corteza de la planta permitiendo la entrada de patogenos. Al hacer esta labor con azadón hay que hacerlo lo más superficial que se pueda debido que al arrastrar mucho suelo puede dejar descubierta a las raíces o dañar raíces superficiales.
Las deshierbas se clasifican en tres tipos:
Deshierba tendida, consiste en la eliminación total de la maleza en la plantación.
Deshierba carrilada, el corte de la maleza se efectúa en franjas a lo largo del surco y acorde al ancho de la calle.
Deshierba caceada, se realiza el corte de la maleza solo en el área de goteo de los cafetos, esta modalidad tiene como objetivo crear las condiciones adecuadas para la aplicación de fertilizantes (Somarriba & Vallejos, 1996).
Control químico
Consiste en la aplicación de herbicidas que es un producto químico Fito toxico utilizado para destruir o inhibir el crecimiento de las plantas o la germinación de las semillas. El empleo de productos químicos en la lucha contra las malezas si bien era conocido desde la antigüedad comenzó a tomar gran importancia a partir del descubrimiento de la acción herbicida de ciertas sustancias hasta entonces utilizadas como reguladores de crecimiento vegetal (Ordóñez et al,2001)
El control químico ofrece ventajas sobre el control manual por ser rápido en ejecución y muy eficiente, sin embargo, estas ventajas han provocado un uso irracional e inadecuado lo cual ha ocasionado algunas consecuencias negativas, entre los cuales se mencionan la acumulación de residuos en el suelo lo que provocan alteraciones que afectan al ambiente produciendo efecto negativos en el hombre y en los organismos vivos que habitan en el ecosistema cafetalero. También se ha reportado fitotoxicidad causada por el uso de herbicidas la cual se considera de gran importancia porque puede ser fácilmente confundida o atribuida a daños causados por hongos, insectos o nematodos y en algunos casos se pueden confundir con deficiencias nutricionales (Ordóñez et al,2001).
La magnitud del daño dependerá de la dosis de herbicidas utilizado pero estos pueden ser leves o severos, los cafetos dañados por lo general pueden presentar
Malformaciones en el follaje y sistema radicular además en algunos casos también pueden presentar clorosis, necrosis y enanismo. Se debe de tener cuidado del uso continuo del mismo producto porque las maleza se hacen tolerantes hasta resistentes, debido que las malezas se adaptan a la sustancia y logran convivir con ella.
Clasificación de los herbicidas
Pre emergentes
Estos son los herbicidas que se aplican antes de que broten malezas, estos productos actúan sobre la semilla de las malezas que están en estado de germinación, por ser aplicados sobre la superficie del suelo requieren lluvia después de su aplicación lo que facilitará su distribución en la zona de germinación de las malezas, estos tienen la ventaja de que no requieren incorporarse al suelo (Ordóñez et al,2001)
Post emergentes
Son los que se aplican para malezas ya germinadas que alcanzan hasta 15cm de altura, pueden ser aplicados en cualquier tipo de suelos y no dependen de la condición de humead del mismo. En algunos casos hay mayor posibilidad de riesgo de daño al cultivo, no se recomienda hacer la aplicación cuando las plantas están mojadas de rocío o de lluvia (Ordóñez et al,2001).
Así mismo deben transcurrir por lo menos ocho horas después de la aplicación sin llover para alcanzar el máximo efecto, en algunos casos se recomienda el uso de surfactantes para aumentar la acción de los herbicidas.
También los herbicidas post emergentes por su modo de acción se pueden clasifican en herbicidas quemantes de contacto. Estos herbicidas solo necesitan entrar en contacto con el follaje o la parte verde de la planta para dañarla además se caracteriza por causar daño únicamente en el tejido con el cual tienen contacto (Ordóñez et al,2001).
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