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Los dietistas, quienes los siguen y el pensamiento del satírico romano Juvenal (página 2)

Enviado por Felix Larocca


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"Comida saludable"… ¿Dice, quién…?

La comida como agente causativo de una epidemia

Que nuestros instintos pueden imbricarse en la aparición de epidemias, se confirma fácilmente con la presencia del SIDA. (Véase mi artículo: El SIDA Cumple Veinticinco Años… en www.psikis.cl y en www.monografias.com).

Que la sobrealimentación, asimismo, acoplada con el consumo excesivo de fast food, puede relacionarse a la epidemia mundial de la gordura parece ser explicación tan simple como factible. Y que la última, a su vez, pueda relacionarse al embarazo prematuro y, accidentalmente a las enfermedades de transmisión sexual, puede colegirse del extracto que sigue de la publicación nuestra anteriormente citada:

El Embarazo Precoz de las Adolescentes y su Relación con la Gordura

"El verano pasado del año 1999, en la bellísima ciudad de Victoria (Isla de Vancouver – British Columbia) se celebró un encuentro en el cual participaron instituciones religiosas, médico-psicológicas, sociales, autoridades civiles, y el público en general. El propósito: tratar de encontrar solución a la situación crítica planteada por una epidemia alarmante de embarazos prematuros afectando a adolescentes solteras, miembros ellas de las clases medias y pudientes. Esta epidemia se había desatado en esa región canadiense tomando a todos desprevenidos.

"Como a menudo sucede en estas reuniones; polémicas acaloradas suscitaron, con cada sector opinando desaforadamente, pronunciando ideas idiosincrásicas acerca de las causas y avanzando explicaciones propias. Aunque no soluciones se ofrecieron, para el problema. La conferencia concluyó un viernes al atardecer sin haberse logrado consensos en punto alguno.

"Las cosas que son obvias a veces eluden nuestra percepción

"La ciudad de Victoria yace en una región que, por su belleza singular, disfruta la abundancia del turismo tanto local como de regiones distantes. Se encuentra en una metrópolis en la cual se han construido más pizzerías, heladerías, taqueras, hamburguerías y otras de esas invenciones letales que hoy se conocen como "fast food establishments", que las que existen en la mayoría de otras muchas ciudades que hayamos visitado.

Graduada del bachillerato en Victoria BC. Clase del 1999.

"El registro histórico de la ciudad se puede examinar en el cabildo local.

"Fotografías amarillentas de personas quienes vivían en Victoria en los días inciertos de la Segunda Guerra Mundial, brillan por la ausencia total de personas que fueran gordas. Médicos que ejercían en ese entonces atestiguaron que durante esos tiempos la edad de la primera menstruación en las niñas no sucedía antes de los 14… 15… a veces a los dieciséis años; y que tampoco se veían muchos casos de sobrepeso. Por lo que la proliferación de centros dietéticos, o para perder el peso (ejercicios en futilidad asombrosa), que se encuentran hoy día no existían entonces, mientras que las disorexias en todas sus formas o manifestaciones eran ausentes — especialmente, la gordura.

"Victoria. Ciudad dentro de la cual las clases de graduación de las escuelas secundarias y universitarias por los últimos veinte años, han producido fotografías de colores vibrantes; donde las grasas humanas se ven copiosas, los rasgos faciales selénicos, las caderas esteatopigias; y en la que persiste un tema el cual se apercibe aún en las calles: en Victoria (cual lo es en cualquier otra ciudad "civilizada", donde la "fast food reina suprema"): La gente come… constantemente … sin paro o sin pausa … comen … comen … comen… Y engordan… y engordan… y engordan…

"La explicación:

"El desarrollo psicosexual del ser humano está solapado inexorablemente con la disponibilidad y en el consumo abundante de la comida de alta concentración calórica.

"Veamos la razón. Nuestros antepasados carecían de la comida de alta densidad, saturada de azúcar y grasas, que hoy se consume; sus cuerpos emitiendo las señales biológicas que marcaban la pubertad, a un ritmo pausado con el resultado feliz de producir un ser humano delgado, ágil y flexible. La Naturaleza, entonces podía tomarse su tiempo para realizar una obra balanceada de armonía y de belleza. Esos seres humanos que carecían (adolecían) del complemento sexual de sus hormonas reproductivas, naturalmente esperaban más tiempo para aventurarse dentro de la fase reproductiva de sus vidas.

"Por esa razón, entonces, el embarazo precoz era una rareza extraordinaria.

"La deducción obvia siendo, que el enseñar a personas jóvenes a comer como se debe, podría afectar de modo beneficioso al adolescente; equipado como lo está, con hormonas vibrantes y acuciosas, en medio de sus gorduras.

"Como me expresara un colega: "mi hijo (gordito) de seis años solo piensa en comer y en pellizcar al servicio".

"¿Pero cómo puede lograrse este objetivo elusivo; si después de ir a la iglesia, los domingos, las familias de Victoria se dirigen en masa a rendirle tributo a los dioses paganos de las frituras y del fast food?

"Es que no se puede vivir para comer sin pagar el precio final.

"Pero por lo menos, ya sabemos que la sobrealimentación y el embarazo precoz pueden correlacionarse y, de esta manera, aun evitarse". (Consúltese aquí: Frisch, R: Female Fertility and the Body Fat Connection U. of Chicago Press).

Por lo antedicho, hemos aprendido que la comida puede ser vector o agente etiológico, de manera directa o indirecta de la obesidad y de sus secuelas.

Por la boca muere el pez…

Recordando los tiempos pasados

Si releemos nuestra contribución a la literatura de las enfermedades del comer: Larocca, F. E. F: (1984) The Psychiatric Clinics of North America Issue on Eating Disorders, encontraremos en el artículo que William I. Bennett contribuyera, evidencia contundente de que el incremento o la pérdida de peso, no siempre corresponde al número de las calorías ingeridas.

Los hallazgos de Bennett, los propios, y los de tantos otros que siguieran, continúan siendo soslayados por profesionales quienes usan el desacreditado sistema fiduciario para hacer atentados fútiles de inducir la reducción de peso en sus pacientes. (Véanse mis artículos: El Sistema Fiduciario y Cómo Funciona y La Dieta Para Adelgazar, en www.monografías.com, www.psikis.cl y www.elportaldelasalud.com además de en otros portales).

Obviamente, sistemas que se basan en premisas inciertas y sin fundaciones científicas, terminan en resultados inciertos.

Giselle

Nació en Kansas City, donde fue recibida con el regocijo normal de padres jóvenes dedicados a la pedagogía en las ciencias sociales en la prestigiosa universidad local.

La mayor de cuatro hijas y la más vivaz, pronto Giselle se distinguió como gimnasta y talentosa bailarina de ballet.

Su vida se revolvió en torno a las actividades atléticas y físicas, habiendo participado en las olimpíadas como nadadora representando a su país.

Gozando de salud excepcional, a nadie le preocupó que sus períodos fueran tardíos en aparecer, ya que su menarquia no tuvo lugar hasta los dieciséis años. (Véanse mis artículos: La Amenorrea, la Dismenorrea, el Síndrome Premenstrual y las Disorexias Revisitadas, y La Mujer y el Ejercicio, en www.monografias.com).

Pero, algo extraordinario e inesperado sucedió a Giselle, cuando se trasladó a Londres a enrolarse en la notoria London School of Economics que queda en la misma metrópoli. Lo que fuera inexplicable fue que insidiosa y progresivamente la joven mujer abandonó todo el interés que antes tuviera en lo atlético y el estudio, dedicándose a una vida de molicie, actividades sociales constantes y viajes de placer dentro de los países de la Unión Europea.

Fue para ella, como si un mundo mixto, combinación de confusión y hedonismo, se abriera ante ella. "Estaba en medio de una crisis y no podía salir de ella…"

"Así fue cuando comencé a engordar y lo hice sin parar… Es como si hubiese caído en el vórtice de una crisis existencial". (Véase mi artículo: Crisis Existencial en www.edu.red).

En los cuatro años que permaneciera en Inglaterra, el peso de Giselle se disparó como un cohete, subiendo de 116 lb a 251.

Un aumento de proporciones enormes y de mayores consecuencias psicológicas.

La llegada del fenómeno que hemos establecido con el epónimo del "braguetazo". (Véase mi artículo: El "Braguetazo": Sus Problemas Inherentes y sus Complicaciones Sociológicas en www.edu.red).

Abbas era su nombre. Su origen, paquistano, y la ambición de su vida: obtener una visa permanente a los Estados Unidos. Propósito que Giselle serviría sin pensarlo mucho.

Se casaron en ceremonia civil, asistida por muy pocos amigos y, de inmediato, retornaron a Kansas. Estado muy conservativo y donde los extranjeros brillan por su ausencia.

La Familia por Fernando Botero

La vida en Kansas les resultó muy poco satisfactoria a la joven pareja. Encontrar trabajo fue muy difícil para ambos. Para ella, porque siendo economista no la habilitaba para mucho y para él, porque su apariencia y uso de turbante alejaba a los empleadores posibles.

Vida en casa de los padres de Giselle, donde se hospedaron cuando llegaran, procedió llena de conflictos sobre asuntos de territorialidad y costumbres de Abba, que eran extrañas para todos, aún para Giselle.

Finalmente, la joven esposa encontró empleo en un banco donde estaba a cargo de préstamos para inmuebles. Allí fue donde tuvo su primer encontronazo con los prejuicios raciales dirigidos a su esposo, y contra su apariencia corpulenta.

Su supervisor inmediato le advirtió que si no bajaba de peso recomendaría que la reemplazaran por una empleada más delgada y que no osara recibir a su esposo en el local bancario, porque los clientes y los miembros de la seguridad pudieran confundirlo con algún terrorista.

Para lo del sobrepeso comenzó varias dietas costosas e ineficaces. Para lo del marido, a quien mantenía holgadamente, ya que no tenía empleo, no sabía cómo proceder.

La consulta con Giselle

Para hacer la primera cita, Giselle necesitó mucha persuasión por parte de su mamá quien se hizo responsable por el costo del tratamiento.

Cuando entró a la consulta, esta mujer tan atractiva como frustrada y triste; y cuya belleza natural la corpulencia no borraba totalmente, hizo una catarsis emocional ininterrumpida.

Al final dice: "Yo no quiero dieta que me haga sufrir hambre. Cuando yo como es la única vez cuando me siento feliz. No sé qué hacer con mi matrimonio o con mi vida".

"Mi esposo quiere hijos, pero yo no". "Él también quiere que sus dos hermanos se muden a vivir con nosotros" "¿Quién los va a mantener si no soy yo…?

La estrategia terapéutica

Consistió en un programa multifacético que involucraba psicoterapia, atención a la dieta consumida y modificaciones en los factores de entorno.

Le fue muy bien

Antes de concluir revisemos en breve las labores científicas del investigador Ethan Allen Sims, descendiente directo del héroe norteamericano Ethan Allen…

Para comprobar su teoría de que las calorías consumidas no afectaban la ganancia del peso corporal, este investigador condujo un experimento decisivo en el que lograría demostrar que voluntarios sometidos a la ingesta de cantidades enormes de comidas ricas y apetitosas no lograron aumentar peso de manera discernible. De este experimento deriva la máxima que "contar las calorías, no cuenta…" (Véase: Sims, E. A: Dieting: Ideology Versus Physiology por W. I. Bennett [1984] en Larocca, F. E. F: The Psychiatric Clinics of North America, obra citada).

Discusión y resumen

La idea de poner a todos los pacientes en la misma dieta es tan absurda como es pretender que todos los seres humanos que sufren de la anorexia nervosa responden igualmente al mismo método de tratamiento — lo cual es una falsedad. (Véase mi artículo: La Anorexia Nervosa la Realidad y los Hechos Así Hablan los Expertos en: www.psikis.cl, www.edu.red, www.elportaldelasalud.com y otros websites.

Por experiencia reconocemos que un programa de reducción de peso que no toma en consideración los problemas que afectan y complican la existencia del paciente a largo plazo, serán al final no más que un ejercicio en futilidades. (Véase mi ponencia: La Opción de Hobson en el Tratamiento de la Gordura en los portales mencionados en el párrafo anterior).

Por ello es que el sistema preferido, para lograr el éxito deseado, es un método que toma en consideración todos los impactos, significados dinámicos y aspectos psicosomáticos del sobrepeso desde un punto de vista tanto neuroendocrino como emocional.

Esencial en el planeamiento es el reconocimiento de que la obesidad es resultado de una pérdida de control homeostático por el hipotálamo, lo que traduce que el paciente, estando en desequilibrio, debe reganar el control por medio de medidas terapéuticas que lo permitan lograrlo.

La terapia, siendo un ejercicio de aprendizaje, no se incrementa en su eficiencia dentro del marco de la inanición forzada que imponen muchas dietas.

Pero, así es como proceden quienes supervisan las dietas…

Y, como nos aseveraba Juvenal: "¿Quién guardará a los guardianes?".

Bibliografía

Suministrada por solicitud.

 

Vector de la malaria

"Vector" de la gordura

 

 

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca

República Dominicana

Partes: 1, 2
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