Horrible es el cuadro a la vista de 120 millones de seres caídos al odio de la Religión Católica solamente.
Cifra que espanta, pero que "Solo es el termino medio" ¡Horror!… La sociedad "Filológica en su Biblioteca Roja" acusa a la Religión Católica por la Inquisición y sólo en Francia y España unos 16.000.000 en menos de un siglo derramaron sangre.
No es ésta la hazaña del Dragón Cristo y de la Bestia 666, según descripción en el Apocalipsis. Y, con la persecución secular y constante del Pueblo Israelita Judío, que desde la destrucción del pueblo, han caído 18.000.000 de ese solo pueblo.
En las 8 guerras de la Cruzadas y otras ocho religiosas en Europa, han sido sacrificadas más de 40.000.000 y entonces, no hay más remedio que admitir 120.000.000 de sacrificados que suman solo a causa de la Religión Católica
Las otras religiones más significadas, no Cristianas, como la Budista, la Mahometana y similares Paganas y Politeístas, en número de 8 que han sorprendido con sus "Guerras Santas" también les andan cerca de los Cristianos-Católicos y serían 1200 millones de sacrificados en todo el mundo sólo por la causa religiosa.
De Egipto y las interminables de la Grecia guerrera con aquellos formidables ejércitos, aniquilados, en las guerras Púnicas, Médicas y Termópilas, con inacabables matanzas del dominio romano, es desolador el resultado.
La India y el Japón eran impenetrables hasta poca ha por los historiadores, pero eran un río de sangre ya que el derecho era de los plutócratas y aun hoy con un grado de civilización democrática.
También perecieron más de 3.000.000 en los 10 años de guerra en los campos de Francia y los 8 millones de heridos que han derramado sangre.
Siete siglos de guerra hubieron de sostener los españoles con el invasor Moro y aun dura en estos momentos por el ETA.
La lucha religiosa en Irlanda, en Rusia, en Turquía, en Grecia, en Italia, en la India, en la China, en toda América.
También en 1870, Garibaldi entra en Roma y abata al causante de todas las guerras, el pontífice Católico que se declaró "Infalible" Dios supremo (pero de su orgullo). Y todo le fue robado al trabajador, por la falacia del "Derecho Divino"
Y si era poco todo eso, vivía por gracia del Señor Feudal y de la Religión, en cada palacio está siempre el "matadero" de la "ahorca y el crucifijo" Dos patíbulos.
Aun la tierra está cubierta de indignidades y no hay un palmo de ella que no haya sido encharcado de sangre humana en los 58 siglos de la regeneración que empezó Seth, hijo de Adán y Eva. Fuera de los miles de millones que el hombre habita este mundo.
Pero no sólo las victimas conocidas por las guerras declaradas, las victimas por las leyes inhumanas que consagran la pena de muerte con una sanción vindicta pública y también la revoluciones internas; las sostenidas en Italia fascistas y comunistas.
Como la Semana Rojo de Barcelona, coronada con el asesinato de Ferrer y la matanza de Zarkeoselo, por el Zar de todas las Rusias, que empapó de roja sangre las blancura de la nieve y, todos los suicidios por desesperación de la imposibilidad de la vida y por el vicio ocasionado por inmoralidad religiosa, como los asesinatos incontable surgidos por lo odios de raíz religiosa.
¿Cómo calcular el número de tantos, cuando no han sido anotados por los hombres? Pero un cálculo aproximado da 40.000.000.000 millones litros de sangre a razón de uno por persona (una persona tiene cerca de 5 o más litros). Y siendo la parte habitable y sólida del Globo Terrestre 127.500.000 de kilómetros cuadrados, la tierra se cubriría toda con una capa de entre 5 y 6 centímetros de sangre.
Pero aquí no para la cosa, pues en la segunda guerra mundial, de la cual no tengo el número de muertos que suman otra grade cantidad de litros de sangre sin la de los heridos. Y, los millones de muertos y heridos por esa misma guerra en toda Europa y las que hasta hoy que preparo este artículo, continúan el derramamiento de sangre; como en Irak (un millón de muertos), Afganistán, Palestina con Israel, las de África, las habidas en América desde Bolívar y hasta las guerrillas y otros crímenes comunes aquí y en otras partes de todo el mundo.
Cerca de 1 millón perecieron recién en Bangladesh. La tragedia de Indonesia, miles de muertos por terremotos en América; además de las constantes inundaciones y sequías en todo el globo y ni se diga del hambre que se acrecienta atrozmente por el alto costo y escasez de productos alimenticios básicos, por su conversión en químicos para alimentar maquinarias.
Para muestra un botón; y, serían muchos todavía los botones que tendría que mostrar, para llegar al computo al verdadero de la sangre derramada y que aun sigue a borbollones, en este país inclusive.
Leamos parte de lo que dijo un espíritu de Luz o Maestro, en una comunicación el 17 de Diciembre de 1911en Buenos Aires Argentina; recibida por otro a través de un Médium bien desarrollado: "Continuaremos nuestros dardos; no contra la sociedad, sí contra los bomberos y otras armas; contra las guerras, que sobre llenar de luto los hogares, restan los brazos potentes de la juventud al trabajo y grava los productos de la tierra y de la industria, llevando el hambre, la miseria y las pestes a las naciones.
Hacemos un llamado a los jefes de estado; queremos recordarles el trabajo grande que nos costó a los espíritus vencer las dificultades para constituir el "Tribunal de la Haya" como principio de nuestro fin, que es buscar el equilibrio de la naciones; ha dado frutos benditos, porque ha evitado ya muchos derramamientos de sangre y los espíritus lo contemplan como gran obra… A este Tribunal de arbitraje, hay que darle todo su valor; debe ser el juez imparcial de los litigios y el Padre Creador, celoso por la fraternidad de sus hijos, puso su sello a esa obra de los espíritus de luz; pero vemos con dolor, como se le restan atribuciones a ese tribunal, porque los hombres quieren guerra.
Estamos en el mundo tierra estudiando por partes los males y sus causas que afligen a los hombres; vemos como el fanatismo de Patria, es causa de odios de pueblo a pueblo; vemos como el fanatismo religioso, siembra el odio y predican la guerra y el exterminio de las otras religiones; vemos, cómo éstas apoyan en la fe ciega que han inculcado en la escuela a los hombres cuando niños, perjudicándolos en el error, y cantando himnos al crimen fratricida de la guerra.
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