[23] Por ejemplo, en 1 Cor 9,9 cita Pablo Dt 25,4 en que se prohíbe poner bozal al buey que trilla. Hace una exégesis adaptada, aplicándolo a los predicadores del evangelio que pueden comer de eso mismo que trabajan, como el buey que puede comer el cereal mientras lo está trillando. Se trata de una interpretación nada literal, y ciertamente es más que dudoso que esta fuera la mente del legislador de Deuteronomio.
[24] “Si un tiempo hemos conocido a Cristo humanamente, ahora no lo conocemos así”. Literalmente: le hemos conocido según la carne”. Se puede leer “conocimiento según la carne”, o “Cristo según la carne”. Algunos interpretan que “conocer a Cristo según la carne” significa conocerlo carnalmente, con criterios humanos. Otros piensan que significa haber conocido al Cristo según la carne, o se a Jesús histórico en su vida mortal, tal como le conocieron sus coetáneos. En cualquier caso, Pablo afirma que ese conocimiento no tiene ya valor ni siquiera para los que pudieron haberlo conocido de esa otra manera. Pero si aceptamos que la aparición a Pablo tuvo lugar dos o tres años después de la Pascua, y Pablo estaba entonces viviendo en Jerusalén, sería bastante probable que hubiese llegado a conocer a Jesús durante su vida mortal.
[25] l. cerfaux, Itinerario espiritual de S. Pablo, Barcelona, 1968, p. 39
[26] Este dato de la presencia de Saulo en la lapidación de Esteban nos es conocido solo por Hechos. En sus cartas Pablo nunca nos lo cuenta.
[27] Cf. g. bornkamm, Pablo de Tarso, Sígueme, Salamanca 1979, p. 47-48.
[28] Literalmente “como a uno nacido a destiempo”, “como a un aborto”. Este término tiene diversas interpretaciones. Para nosotros supone la falta de madurez, la falta de preparación de Pablo para la nueva vida del apostolado; el carácter milagroso de su alumbramiento a la gracia; el prodigio de que un ser tan deforme pudiese sobrevivir tras su alumbramiento a una nueva vida. Para J. Dunn, la palabra “abortivo” se refiere a que “la conversión de S. Pablo tuvo que ser adelantada antes del tiempo debido, a fin de que él pudiera ser incluido en el círculo de apóstoles beneficiados con apariciones posresurreccionales antes de que éstas concluyesen” (J. D. G. Dunn, Jesús recordado, Verbo Divino, Estella 2009, p. 963).
[29] Ibid., p. 256.
[30] Ibid., p. 962-963.
[31] j. holzner, San Pablo Heraldo de Cristo, Barcelona 1975, p. 42
[32] j. holzner, op. cit. p. 54 y 55.
[33] Ibid., p. 42.
[34] Sobre la estancia en Arabia solo tenemos el dato suelto de Ga 1,17s. No sabemos cuánto tiempo estuvo allí ni lo que hizo. Probablemente se trata de la región llamada Arabia pétrea, el reino de los nabateos con capital en Petra. ¿Fue solo o acompañado? ¿Para dedicarse a la contemplación o para dedicarse a la misión? ¿En la capital o en las zonas desérticas donde vivían las tribus?
[35] j. holzner, op. cit. p. 75.
[36] Carta a Proba. CSEL 44,60-63
[37] c. bornkmann, Pablo de Tarso, Salamanca 1979, p. 38.
[38] Ibid., p. 43.
[39] j. holzner, op. cit. p. 279.
[40] Ch. Perrot, La Carta a los Romanos, Cuadernos bíblicos 65, Verbo Divino, Estella 1989, p. 12.
[41] j. holzner, op. cit. p. 142.
[42] Ibid. p. 144.
[43] Esta proximidad de los cristianos helenistas a los paganos podía causar dos situaciones distintas. En algunos casos podía llevar a una mayor simpatía y benevolencia hacia los paganos, pero en otros podía llevar a un mayor fanatismo en la defensa de la identidad judía más amenazada y una mayor agresividad hacia los paganos. Tanto Esteban como los que lo lapidaron eran judíos helenistas y representaban los dos polos distintos de este espectro.
[44] j. holzner, op. cit., p. 145.
[45] j. gonzález ruiz, El evangelio de Pablo, Madrid 1977, p. 20.
[46] Aquí Lucas parece contradecirse. Por una parte nos dice claramente que los primeros que se animaron a convertir a los paganos fueron unos cristianos helenistas procedentes de Chipre y de Cirene, que se establecieron en Antioquía (Hch 11,20). Pero en cambio en el pasaje sobre la conversión de Cornelio nos dice que el primero que bautizó a paganos fue Pedro en Cesarea (Hch 10,48). Muchos exegetas prefieren la versión según la cual fueron esos cristianos anónimos de Chipre los que iniciaron el bautismo de los paganos por iniciativa propia, pero tratándose de un desarrollo tan trascendente en la vida de la Iglesia, Lucas ha querido atribuir la iniciativa al propio apóstol Pedro.
[47] El texto oriental lo constituyen la mayoría de los grandes códices en letra mayúscula más antiguos, así como los Padres griegos. El texto occidental es ante todo el del códice de Beza, reforzado por la traducción Vetus latina y la Vulgata y los Padres latinos Tertuliano, Cipriano, Ambrosio…
[48] j. gonzález ruiz, op. cit. p. 27.
[49]
[50] La provincia romana de Galacia comprendía el territorio de los gálatas al norte, y otras regiones al sur tales como la Pisidia o la Licaonia, que fueron evangelizadas por Pablo en su primer viaje. En este segundo viaje se producirá la evangelización de la zona norte de la provincia, la región de los gálatas propiamente dicha que s aquella a la que Pablo dirigirá después la carta que lleva este nombre.
[51] Para un tratamiento de las secciones “nosotros” de Hechos, cf. j. a. fitzmyer, op. cit., vol. 1, p. 154-162.
[52] F. Ramírez Fueyo, Gálatas y Filipenses”, Verbo Divino, Estella 2006, p. 110.
[53] Sobre la autenticidad de la segunda carta a los Tesalonicenses ver j. sánchez bosch, Escritos paulinos, (Introducción al Estudio de la Biblia vol. 7), Verbo Divino, Estella 2004, p. 175-190.
[54] j. holzner, op. cit., p. 208.
[55] g. bornkmann, op. cit., p. 106.
[56] Este tema 10 está básicamente tomado de a. brunot, Los escritos de san Pablo, Verbo Divino, Estella1987, 17-30. Nos hemos permitido algunas omisiones, adiciones y cambios.
[57] Cf. j. levoratti, Comentario bíblico latinoamericano. Nuevo Testamento, Verbo Divino, Estella 2003, p. 772,
[58] Cf. f. pastor, 1 Corintios, PPC, Madrid 2006, p. 4.
[59] Cf. m. salvador garcía, “Cartas de San Pablo” en AA. VV., Comentario al Nuevo Testamento, 2º vol., La Casa de la Biblia, Madrid 1995, p. 403.
[60] j gnilka, op. cit., p. 32.
[61] Este es el título de uno de los cuadernos bíblicos editados por Verbo Divino, cf. p. debergé, Pablo, el pastor, Estella 2005.
[62] Este capítulo presenta problemas de crítica textual. La doxología de Rm 16,25.27 se encuentra en algunos códices al final del capítulo 14 y en otros al final del capítulo 15. En cuanto a la bendición de Rm 16,20b ocupa en diversos códices hasta seis posiciones distintas.
[63] g. barbaglio, La teología de San Pablo, Secretariado Trinitario, Salamanca 2005, p. 433.
[64] Ibid., p. 434.
[65] Ibid., p.433.
[66] f. ramírez fueyo, Gálatas y Filipenses, Verbo Divino, Estella 2006, p. 135.
[67] Así lo explica j. Murphy o’connor en su libro Pablo, su historia, San Pablo, Madrid 2008,
[68] Algunos piensan que esta prisión supuso el final de la estancia en Éfeso. Pablo liberado tuvo que abandonar la ciudad precipitadamente, y ya no podría regresar a ella. Esto explica por qué, en su último viaje a Jerusalén llevando las ofrendas, Pablo no se acercase a Éfeso, sino que mandase convocar a los presbíteros efesinos a Mileto (Cf. S. vidal, Iniciación a S. Pablo, Sal Terrae, Santander 2008, p. 84.
[69] Ver al respecto j. gnilka, op. cit., p. 153.
[70] Ibid., p. 292.
[71] j gnilka, op. cit., p. 295.
[72] Según Clemente Romano, Pablo estuvo preso seis veces (1 Clemente, 5,5-7).
[73] f. ramírez fueyo, Gálatas y Filipenses, Verbo Divino, Estella 2006, p. 115
[74] F. Pastor, Corpus paulino II, Desclée de Brouwer, Bilbao 2005, p. 63.
[75] Este desarrollo está tomado del precioso libro de a. manaranche sobre el sacerdocio: Al servicio de los hombres, Sígueme, Salamanca 1969, p. 229-235.
[76] Ver el cuadro sinóptico de la p. 32. Se puede repasar el estudio sobre las tensiones judeo-cristianas en el tema 8.
[77] S. Vidal, op. cit., p. 141-142.
[78] S. Vidal, El proyecto mesiánico de Pablo, Sígueme, Salamanca 2005, p. 150.
[79] S. Vidal, Iniciación a Pablo., p. 137.
[80] Ibid., p. 138.
[81] J. I. González Faus, Proyecto de Hermano, Sal Terrae, Santander.
[82] Nos parece muy lúcido este resumen de la dinámica de la carta a los Romanos tal como aparece en el precioso libro de r. cantalamessa, La vida en el Señorío de Cristo, 5ª ed., Edicep, Valencia 1995. No es un libro estrictamente de exégesis, sino de vida espiritual, pero presupone un buen conocimiento exegético de la carta, y un gran poder de actualizar su mensaje para el hombre de hoy.
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