En los años ochenta y después de la muerte de Trías el partido inicia otro proceso de renovación ideológica que tiene como fin dejar de lado el marxismo-leninismo y adoptar un marxismo critico un marxismo abierto. En el plano internacional sigue manteniendo una postura critica hacia el socialismo real. Trías supo ser un intelectual orgánico un ideólogo de su partido en particular y de la izquierda uruguaya en general.
Por el otro lado los intelectuales neoliberales agrupados en el semanario "Búsqueda" y mas tarde en el diario "El Observador" estaban en plena ofensiva ideológica contra el llamado socialismo real, el marxismo leninismo y la socialdemocracia.
Con la llegada de la perestroika en la URSS genero una ilusión entre los intelectuales marxistas-leninistas o marxistas uruguayos que se venia una primavera moscovita. Es decir, un deshielo político, económico, social y cultural en la URSS.
En esa época todos eran partidarios de la perestroika y de la glasnot. Pero después de la implosión del campo socialista en general y la URSS en particular; los partidos comunistas y el uruguayo no fue la excepción se rompieron en mil pedazos.
Los intelectuales orgánicos del comunismo se retiraron del escenario político cultural. Se llamaron a silencio por regla general salvo algunas excepciones que intentaron hacer una autocrítica. En el partido socialista la consecuencias de la implosión no fue tan grande pero llevo a repasar su postura critica hacia los socialismos reales y a reflexionar y a buscar una explicación sobre las causas del derrumbe.
En esta tarea de reflexión intelectual se destaca el papel jugado por Dr. Manuel Laguarda un intelectual orgánico del partido socialista. Pero esto era la excepción la regla general era que a inicios de la década de los noventa en el siglo XX la implosión del socialismo real había generado la desaparición de los intelectuales marxistas orgánicos del escenario político cultural del país.
A esto se les une la gran ofensiva neoliberal en todos planos (económica, social, política y cultural) sobre las sociedades dependientes subdesarrolladas del tercer mundo (el Uruguay incluido) en la cual la única alternativa al capitalismo era el capitalismo mismo.
El socialismo como alternativa al capitalismo estaba muerto lo que imperaba era el llamado discurso único del neoliberalismo. Es así que, bajo este panorama se producía una gran desvinculación de los intelectuales y el socialismo.
Solo queda en pie el intelectual crítico aquel intelectual independiente en su vinculación orgánica con los partidos y movimientos de izquierda.
En el Uruguay ese status-rol lo juega Eduardo Galeano. Este intelectual es un gran crítico del pensamiento neoliberal y en su propio lenguaje lo que antes era proyecto socialista ahora pasa ser la utopía. A inicios de la década de los años 90 del siglo XX toma auge aquel intelectual que es un consultor que forma parte de empresas encuestadoras.
Lo mismo sucede con aquellos intelectuales vinculados a las Ongs. Lo que tienen de común estos dos tipos de intelectuales y en oposición al intelectual orgánico es que no son ideólogos de ningún partido o movimiento de izquierda. No defienden ningún proyecto de tipo socialista. Para ellos en su practica intelectual el socialismo a diferencia del intelectual critico no es ni siquiera ninguna utopía. Están totalmente desvinculados de algún proyecto socialista.
Además, estos tipos de intelectuales alcanzan su auge cuando las políticas neoliberales son aplicadas por parte de los gobiernos de turno en el Uruguay. Hay un vínculo entre el intelectual consultor y el intelectual de las Ongs y modelo neoliberal de sociedad. Cuando mayor vigor se aplica el modelo neoliberal a las sociedades dependientes subdesarrolladas como la uruguaya un mejor status adquieren en el espacio público estos dos tipos de intelectuales.
En el caso de los intelectuales de las Ongs está unido a la revalorización de la sociedad civil y del actor social por parte de los sociólogos y los asistentes sociales. En el caso del intelectual consultor está unido a una visión neoliberal de la política. Es decir, ver al político o al partido político como un producto a colocar en el mercado que funciona libremente según las leyes de oferta y demanda.
Conclusiones
Con la implosión del socialismo real en la Europa del este a inicios de la década de los noventa del siglo XX los intelectuales orgánicos del socialismo salieron del escenario histórico. Se fueron por la puerta de atrás. Su época apogeo en las décadas del 60 y del 70 habían pasado a mejor vida ya era historia pasada. Solo quedó en pie el intelectual crítico. Pero este no tiene ningún vinculo orgánico con el proyecto partidario socialista no es ideólogo de un partido de izquierda. En otras palabras, carece de un proyecto alternativo que englobe a una clase a un pueblo.
El intelectual crítico le toco hacer frente al auge del modelo neoliberal de sociedad. Lo hizo criticando agudamente al mencionado modelo de sociedad. La criticó desde su soledad estando a la intemperie.
En la década de los noventa del siglo XX los intelectuales consultores y de las Ongs adquirieron un gran status. Esto es debido tanto uno como otro son funcionales al neoliberalismo. Dado que se limita atacar las consecuencias sociales que deja la implantación del modelo neoliberal en nuestra sociedad sin atacar las causas que generan los problemas sociales.
El intelectual de las Ongs no realiza una critica global al modelo neoliberal de sociedad su crítica se limita atacar algunas de las aristas del mencionado modelo. Esto depende de la práctica de la Ong; es decir, a que tema social se dedica. En el caso del intelectual consultor su funcionalidad al neoliberalismo es debido ala ideología comercialista que pauta el vínculo que mantiene con los partidos políticos y con la clase política en general. Los vínculos que tiene con los medios de comunicación son muy estrechos esto se acentúa en los tiempos electorales. A la hora de divulgar los resultados de las encuestas de opinión.
Bibliografía
Touraine, Alain, ¿Como salir del liberalismo?,editorial Paidós estado y sociedad,1999.
Autor:
Lic. Augusto Batista Stasiuk
Sociólogo
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