Descargar

Estrategia psicopedagógica para escolares con trastornos afectivo-conductuales


Partes: 1, 2

    1. Introducción
    2. Desarrollo
    3. Estrategia Psicopedagógica: una opción de capacitación docente
    4. Etapas del diseño de la estrategia psicopedagógica mediante EC
    5. Dirección intervención en el proceso docente educativo. Programa mediante Expresión Corporal (Orientaciones para el docente)
    6. Dirección orientación de la familia. Manual para el seguimiento en el hogar
    7. Conclusiones
    8. Bibliografía

    ESTRATEGIA PSICOPEDAGÓGICA PARA EL CRECIMIENTO PERSONAL DE ESCOLARES CON TRASTORNOS AFECTIVO-CONDUCTUALES: UNA OPCIÓN DE PERFECCIONAMIENTO EN EL PROCESO PEDAGÓGICO

    INTRODUCCIÓN

    Los niños con necesidades educativas especiales (NEE) reciben un sistema de influencias que, cada día se perfecciona en función de lograr una labor correctivo-compensatoria más eficiente que garantice la incorporación futura de los niños a la vida laboral y social. En este sentido, numerosos son los esfuerzos que, en el campo de la investigación científica, realizan maestros y especialistas para crear nuevas formas de intervención psicopedagógica en los centros educacionales, que respondan y se identifiquen con las necesidades y potencialidades de estos menores.

    La presente ponencia centra su atención en la necesaria capacitación y superación del personal docente que trabaja con escolares que presentan trastornos afectivo-conductuales, precisamente porque son muy vulnerables ante las confrontaciones de un entorno desfavorable y se les debe preparar para la vida, aprovechando su intelecto y el resto de sus potencialidades para lograr un crecimiento personal que les permita actuar adecuadamente ante las adversidades. Numerosas son las alternativas que podemos encontrar en el marco de la atención a este tipo de alumno, sin embargo, existen insatisfacciones y dificultades que persisten a pesar de los esfuerzos realizados.

    Esto nos revela los resultados insuficientes del trabajo correctivo-compensatorio que se realiza y la necesidad de propuestas cambiantes y dinámicas que ofrezcan al alumno, variabilidad de herramientas para su autorregulación, el logro de un desarrollo integral más eficiente y la preparación del docente para abordar el  proceso de crecimiento personal del menor como resultado de la reconstrucción paulatina de sus funciones psicológicas y la influencia sistémica de la escuela, la familia y la comunidad.

    Palabras clave del artículo: estrategia psicopedagógica, trastornos de la conducta, crecimiento personal

    Estrategia psicopedagógica para escolares con trastornos afectivo-conductuales

    DESARROLLO

    Al profundizar en el estudio de la personalidad de estos menores encontramos conductas que, por su inadecuación a las condiciones ambientales, resultan molestas para los otros, tanto adultos como coetáneos. Esos modos comportamentales se manifiestan durante un período de tiempo y no pueden ser atribuidos a respuestas eventuales. Ello origina rechazo y, muchas veces, violencia en los que le rodean, contribuyendo así a reforzar las conductas negativas. En otros casos se manifiestan insuficientes esfuerzos volitivos para alcanzar objetivos de la edad. En todos ellos existe un sentimiento de frustración que origina ansiedad, tristeza, disforia y sentimientos de minusvalía, aún cuando a veces protagonizan episodios de fanfarronería y desacato (Betancourt, 2001; Fontes y Pupo, 2002).

    Las dificultades que presentan relacionadas con inasistencias a clases y pobre desarrollo de motivaciones escolares es el rasgo que más preocupa a padres y maestros, aún cuando estos niños tienen una conservación intelectual primaria. Lo que ocurre es que existe una disarmonía en la relación cognitivo-afectivo-volitiva del desarrollo personal que bloquea los resultados potenciales e inclusive reales. Las relaciones interfuncionales cognitivo-afectivas no son homogéneas y existen variaciones determinadas por las condiciones de vida y educación en íntima relación con las peculiaridades de la subjetividad de los niños (Betancourt, 2001).

    Por otra parte, la práctica educativa y la teoría coinciden en identificar numerosas motivaciones relacionadas con actividades de juego, movimiento, la música, los trabajos manuales, que bien pudieran ser utilizados como motores impulsores de las transformaciones que se necesitan y no siempre reciben la debida atención por parte del docente.

    Desde que se inició en el Ministerio de Educación, a partir del año 1962, la atención a los menores que presentan trastornos de conducta, a través del subsistema de Educación Especial del MINED y a partir de la promulgación del Decreto Ley No. 64 (diciembre, 1982), con una larga historia anterior sustentada en la prevención, ha prevalecido la concepción pedagógica y psicológica de la atención individual y diferenciada, así como que la actividad y la enseñanza promueven el desarrollo y por tanto han sido factores que han estado, entre otros aspectos, en el centro de la atención de los especialistas.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente